¿Comienzo o Final?

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

No. Por ahora mejor no mirar tan fijamente a Memi @ Leslie Ashryver PB . Ya con esa edad era creíble, y si salía a la luz que por una jugarreta contra mi persona había terminado gestando a la chica, pues sería un daño irreparable a mi imagen.

Aunque pensándolo de otra forma puede que entre las féminas desarrollar en mi persona una arista sensible como ma-pa de la Linmer mejorara las valoraciones que se tenían de mi. Ya no sería un simple mujeriego o romántico empedernido, sino alguien capaz de crear lazos tan fuertes al llevarla nueve meses en mi vientre. Este...buena idea pero tendría que trabajar en lo de los lazos. 

En fin seguí mi recorrido visual para toparme con unos ojos azules @ Eliah Ryddleturn que no veía hacia demasiado tiempo. Y que revolucionó mi memoria que se explayó mostrándome una sugerente partida de poker. ***** con el pasado que venía a tocar fibras sensibles justo cuando uno venía con afán de conquistar el mundo. En fin mantuve el contacto visual sonriendo y incline mi cabeza en forma de saludo. Ya conversarían después.

 

[Leslie Ann Linmer PB]

Había tomado un mal hábito cuando estuvo buscando a sus padres por el mundo, mientras esperaba a que bajara el ascensor de la cabina de telefono comenzo a morder su labio interno con nerviosismo. Había vivido por muchos años del dinero dado por su fallecida hermana que aquel era su nuevo y primer trabajo, tantas dudas llenaban su cabeza sobre cómo la tratarian al ser la nueva directora del departamento que el dolor de su vientre crecía más. Aun así ella era Leslie Linmer, la persona que fue educada desde niña para enfrentarse a quien sea y quien tenía la confianza de la Reina Kamra.

Una pequeña turbulencia dentro de la cabina hizo que sus pensamientos volvieran al presente y se diera cuenta que había llegado al Atrio, su mano izquierda estaba tocando sus labios al recordar a la fémina de cabellos blancos y ojos dorados que su rostro adquirió un tono rojo bastante oscuro a causa del recuerdo de su primer beso pero en el momento que dejó la cabina un pensamiento simple, sin maldad, un comentario que hasta incluso pasaría por un susurro hablado hizo que se quedara congelada en su sitio.

«Ya era una señora?».

Era cierto que su vestimenta era la de una mujer más madura para su edad de apenas dieciocho años pero llamarla señora ya era mucho, ella solo deseaba mostrar un aspecto maduro para que sus compañeros trabajen con la idea de estar bajo el mando de una mujer madura, pero llamarla señora era algo imperdonable e inadmisible para la Potter Blue que siguió los siguientes hilos del pensamiento hasta dar con su padre.

-Viejo de mi e....- se tuvo que morder el labio hasta sentir como su boca se llenaba de sangre para calmar su impulso de ir y golpear a su progenitor.

Gracias a eso incluso cuando sintio que se le había acercado alguien para hablarle, su ojo izquierdo temblaba a causa del enojo «ahora en vez de dar una imagen madura debo parecer una loca con sed de sangre» se dijo apretando los labios en una fina línea.

-Si soy la Directora del departamento de Criaturas- saludo un poco cortante con la muchacha que se le había acercado pero se lamentó enseguida ya que ella no era la culpable de su enojo -disculpa, estoy un poco nerviosa, soy Leslie Linmer....tu eres?-

 

 

@ Saori Rambaldi Ragnarok  @ Sean -Ojo Loco- Linmer

 

[Luna Gryffindor Delacour]

Le sonreí a Sean y asentí sabiendo de que iba la reunión, el problema era que no era tan simple explicarlo, bastaba con decir que nos íbamos a enterar de que acciones tomaría el gobierno después de la muerte del ministro y por supuesto sabiendo que deberíamos de armarnos desde adentro, aunque según lo que pensaba todavía nos faltaba mucho para lograr tener la paz que necesitábamos, porque aun estaba preocupada de que algo malo sucediera o ¿Era simplemente el terror que me había quedado después de tanta guerra a mi alrededor?.

 

- Por lo que pude escuchar es por la muerte del último ministro y creo que nos van a decir que acciones tomara el ministerio sobre este hecho y también como debemos de proceder, por mi parte, creo que tiempos oscuros se acercan y que debemos de cuidarnos entre nosotros, porque tanta calma... no quiero ser mala, pero tanta calma nunca aguria nada bueno - Le explique rápidamente a Sean mientras le sonreí a Leslie y Saori -

 

Hacia tanto que no me dejaba ver por el ministerio que seguro que pensaban que estaba alejada del mundo mágico, nada más alejado de la realidad, porque había estado patrullando las calles en pos de tener la paz que ahora empezábamos de a poco a disfrutar y había perdido la noción del tiempo, solo esperaba que en este nuevo año todo se solucionara y que realmente pudiéramos vivir en la paz que me parecía lejana en esos momentos.

 

Pero todavía me habían quedado secuelas de esa época y por eso miraba a todos lados, como si esperaba que me hechizaran de la nada, ni si quiera el saberme entre amigos me calmó de la preocupación por si algo nos pasará y es que eramos presa fácil en ese lugar y me extraño que a nadie se le ocurriera, mirar por la seguridad de tantos magos y brujas que estaban allí reunidos para enterarse de las nuevas noticias.

 

- Creo que deberíamos de fijarnos qué todo esté seguro, ¿no lo creen así? Esperemos que nada malo pase y que todo siga así de calmada como hasta ahora, pero no me hagan caso, quizás sea mi paranoia de todos los días, ¿Qué me cuentan de nuevo? No supe más nada de nadie, desde que me fui a patrullar por las calles de Oterry y estuve en la Dumbledore, por eso me perdí de la mayoría de cosas - les comenté sonriendo feliz, preguntándome si no estaría dando información demás -

 

Suspiré mientras intentaba calmarse, hacia años que no estaba entre tantas personas y me había acostumbrado a viajar sola y entre las sombras, cuidándome la espalda y esperando lo peor, así que me estaba costando volver a estar calmada y no en alerta permanente, supuse que sería cuestión de costumbre y de que me volviera a sentir de a poco tranquila en mi hogar de vuelta.

 

@ Sean -Ojo Loco- Linmer   @ Saori Rambaldi Ragnarok   @ Leslie Ashryver PB

Editado 6 Septiembre por Luna Gryffindor Delacour

[Sophie Elizabeth Granger]

Estaba distraída, por lo que de primera no puso atención a su alrededor. Tendía a observar a su alrededor, a lo lejos, en busca de enemigos, pero de cerca solo daba un paneo en busca de peligro cercano que en caso de no detectarlo ponía esto en segundo plano. Pero una voz la saco de este scaner visual para regresarla a su cercanía.

- Mi Lunita,  @ Luna Gryffindor Delacour como estas querida sobrina, he vuelto al cuartel, lista para trabajar - dijo mientras se acercaba a abrazarla con cariño. No solia ser expresiva con nadie que no fuese su familia, pero ademas la jefa Auror era lo muy poco que le quedaba de su familia Gryffindor, por lo que incluso le hablab con excesivo cariño, como si temiese que en cualquier momento se le esfumara de los brazos. Los Granger, estaban casi intactos, pero los Gry...aun le dolía el corazon al recodar el destino de aquella legendaria familia.

 

- hola a todos, alguno sabe ya porque este llamado? - pregunto la auror. Tenia sus sospechas de una posible crisis en el Ministerio por la situación actual de la oficina del Ministro pero no sabia que tan grave era la situación. ¿Llamarían a votaciones? ¿Porqué todos habían renunciado? ¿Había un oscuro secreto en la muerte del Ministro que los había hecho correr? 

 

 

[Ada Camille Dumbledore]

El día estaba tranquilo en medio de todo,  el haber dejado Francia y el Ministerio y el loco trabajo, me había dado una estabilidad que jamás había soñado tener. Bueno jamás había pensado en ser madre y aunque todo había sido algo sin planear, mi hija era mi todo, había cambiado por completo mi vida y me había llenado de alegría.

Me había establecido en Inglaterra, en el Chateau Dumbledore, junto a mi familia materna y amigos, tenía un trabajo como directora del departamento Cooperación Mágica Internacional en el Ministerio de Magia Inglés, el trono de Mónaco lo conservaba, pero la cabeza del Principado era mi prima Gianna y me había liberado de la mayoría de las responsabilidades.

El nuevo trabajo en la Oficina me había dado muchas satisfacciones laborales, por eso le había tomado mucho cariño, además de tener personas a mi alrededor que me hacían un buen ambiente.

Llegaba al Ministerio, habíamos cerrado el luto de un ministro fallecido y hoy el atrio ya no se veía tan lúgubre. Llevaba un conjunto de color palo de Rosa opaco, de pantalón y chaqueta y blusa blanca, el cabello suelto y botines negros. Para mi sorpresa en el atrio observe a los lejos un grupo de personas y reconocí a mi querída amiga @ Luna Gryffindor Delacour y a una vieja conocida @ Eliah Ryddleturn , hacia ya años que no la veía y era curioso verla allí, pero mi sorpresa fue más allá al ver a mi primo @ Sean -Ojo Loco- Linmer . Demasiados años sin verlo, habían varias personas más que no reconocí de inmediato, me habían cegado por un momento los recuerdos. Me acerque a saludar.

- Buenos días, espero no interrumpir esta reunión

Salude con besos en las mejillas a @ Luna Gryffindor Delacour y a Eliah , con una reverencia a los demás en el lugar.

-Que sorpresa encontrarlos aquí, espero tengan todos un excelente día.

No me detuve mucho más, me dirigí de inmediato a la Oficina, tenía pendientes, además que se me re volvieron los recuerdos y quería huir del lugar, las lágrimas amenazaban piezas aparecer en esos instantes de nostalgia, ya había sufrido varios ataques de estos.

Tome el ascensor con prisa y no vi quien estaba a mi alrededor, apenas salude y me dirigí al Departamento tratando de evitar que se me viera que estaba afectada. Cuando el ascensor se detuvo en mi parada, salí con prisa, casi dejando de agradecer el que me trajera hasta aquí, en mi afán sin querer empuje a un caballero que salía del ascensor, al voltear a disculparme no era nadie más que el emperador Japonés @ toji que se dirigía seguramente hacia una de las embajadas. Me detuve haciendo una referencia, como era costumbre en el país de origen del caballero y me disculpe.

-Lo siento mucho señor emperador, estaba distraída.

Tenía las mejillas rojas de la vergüenza y solo esperaba que no se enojada por mi descuidó

@ Sophie Elizabeth Granger  @ Malum Luxure  @ Leslie Ashryver PB  @ Saori Rambaldi Ragnarok

 

Editado 6 Septiembre por Ada Camille Dumbledore

[Aaron Black Yaxley]

Estaba en todas las portadas de El Profeta, se comunicaba en la radio y las lechuzas habían estado más agitadas de lo normal sobrevolando cielos londinenses con tamaña noticia, "¡Fallece el último de los Ministros de Guerra!". Los medios de comunicación mágica se harían ***idamente ricos mientras la comunidad mágica enfrentaba un nuevo socavón político, ¿Qué gobierno aguantaba sin un referente a la cabeza? ¿Quién nos gobernaría en estos momentos, el rey de los no mágicos? ¡maldito viejo! con suerte se podía su trasero.

La foto de Ogden lo mostraba feliz y abrazado, hombro con hombro, del primer ministro muggle que sonreía como quien se acaba de fotografiar con una celebridad; ¡Nos adoraban!, ¡nos temían!, ¡idolatraban la magia!, la ansiaron más de alguna vez en todo lo que he vivido, y sin embargo, allí los tenían mezclándose con nuestra estirpe. 

-..."todos han renunciado según lo que ha comunicado la dirección del Wizengamot"...- leí en voz alta y bufé en son de burla. Tras acomodarme en el sofá, ladeé el rostro hacia la ventana que, enseñando un atardecer con tintes de otoño, dibujaba parte de mi reflejo en el humedecido cristal- ¿tienes lo que te pedí, eh Nius?- consulté a mi elfo, quien se hallaba a un lado del umbral de entrada a la salita del castillo en la que me encontraba.

- Nius solo ha podido recoger unos cabellos de la rasuradora eléctrica de un muggle en Paddington- sostuvo la criatura, mientras me entregaba un pequeño frasco con unos pocos cortes de rubio cabello.

- Hiciste bien, Nius, hiciste bien- repetí en un susurro al cabo que agitaba serenamente el frasquito , reflejando la gris mirada que me caracterizaba- Iré a dar una vuelta al Ministerio mañana por la mañana... ¿Qué hay de Kalevi?- pregunté, esta vez, poniéndome lentamente de pie al tiempo que guardaba el frasquito en un bolsillo de la túnica.

- Nius no sabe si lo sabe, amo Black- respondió el elfo mientras miraba sus pies. Algo me escondía.

- Tranquilo elfo... no te haré nada- le respondí al cabo de un suspiro. Me estiré, moví mis hombros, la verdad algo propio de la edad  y comencé a caminar hacia mi pensadero- estoy tranquilo ¿sabes?, con esto del fallecimiento de Theodore las facciones comenzarán a mostrarse, se aferrarán a todo este circo y querrán medirse unos con otros... ¿a quién no le gusta el poder?- inferí al mismo tiempo que una ligera curvatura se dibujaba en mis labios.

No se sabría si era una muestra de felicidad o una mueca incómoda mientras un filamento larguirucho y platinado salía desde mi sien para enredarse en la punta de mi varita y depositarse en el pensadero.

***

A la mañana siguiente vestiría una camisa celeste dentro del pantalón azul oscuro, mocasines y un saco ligero a tono. La piel sería más pálida de lo normal y algo pecoso, el cabello completamente dorado y, la característica mirada fría y penetrante de mi semblante sería usurpado por la jovial y est****amente esperanzadora mirada verde aceituna de la apariencia que me mantendría discreto entre aquellos que pudiesen conocerme. Por suerte el muggle que pilló Nius el día anterior era de una estatura similar a la mía, dado que tenía el complejo de no querer verme más bajo que la mayoría de las brujas y magos que atravesaban de un lado al otro el atrio. La poción multijugos había sido un éxito como siempre; me dirigía desde las chimeneas al ascensor... 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Por suerte las palabras de Luna en respuesta a mi pregunta me sacaron de viejos recuerdos y reacciones paternales. Y si, dada su respuesta se entendía que en algún momento algo debía pasar. Un Ministerio descabezado no era bueno para nadie. Mire con detenimiento a @ Luna Gryffindor Delacour  y la verdad es que se le veía cierto cansancio acumulado., la guerra no había sido fácil para cualquiera. Y no sé, conocía a la chica desde hacía tiempo, cuando apenas iniciaba en la labor, y sin duda me había sorprendido de grata manera la fuerza de carácter y voluntad que tenía. Sin duda algo de Elvis había en ella. 

-Lo ideal sería que unas elecciones anticipadas y convocatorias masivas a incorporarse al Ministerio.  -Concluí y claro haciendo uso de mi poco común forma de hacer las cosas, medio en serio, medio en broma continue. - De todas formas, siéntanse libre por votar por mí...si se da lo de las elecciones -Sonreí ampliamente y cierto color se apodero de mis mejillas.

Y justo después Luna sacaba un tema que le tocaba de cerca. Siempre dicen que los aurores acaban como el gran Moody y su máxima de ¨Alerta Permanente¨. Así que se entendía que fuera quisquillosa por el tema de seguridad. Pero yo que había mirado a los que iban llegando no detectaba ni nerviosismo ni una tirantez u odio apreciable hacia alguien. Bueno, al menos no por las causas que Luna pudiera pensar. Porque lo cierto es que en el intercambio con Memi @ Leslie Ashryver PB , algo como ¨vie de mi ¨ había resonado con bastante ira en mi cabeza, no lo entendí, pero la intensión hablaba por si sola al punto que los pelos de la nuca se me habían puesto de punta. ¿¿¿Serian así ahora las relaciones mías con mi hija??? ¿¿Una conexión mapa -hija??

-Siempre hay que estar atentos Luna, pero hasta ahora el ambiente está tranquilo, al menos mi varita está al servicio de la comunidad y puedes contar con ella. - Eso era mi varita...mis manos eran cosa diferente. Quién sabe si se armaba un gran tumulto que billeteras o artefactos mágicos pudiese birlar. 

Siempre yo tan de caballero de brillante armadura. En fin, que siguió llegando personal, incluyendo a @ Ada Camille Dumbledore  que paso más rápido de lo que esperaba. Y saludo a dos chicas afablemente y me dejo solo una reverencia…Ahh pobre de mí. Ya ni las etiquetas familiares se respetaban. Que era su primo...lo mínimo era un beso en la mejilla. de preferencia dos. ya me quejaría después en la próxima cena familiar. Y justo un nuevo invitado capto mi mirada @ Aaron Black Yaxley . Algo más alto que la media, pero más bajo que yo, eso nos hacía sobresalir por encima de los demás presentes. ¿Lo conocía? Pues no, pero no es que uno conociese a todo el mundo. Hasta ahí nada raro. Pero lo que más desentonaba era su semblante jovial y la est****amente esperanzadora mirada verde aceituna. Que acabábamos de perder al antiguo Ministro y el Ministerio literalmente estaba al garete con menos del 50% de su personal. Quien en estos momentos vive así. Aquí de esperanza había la justa.

-Mira...ahí va uno con exceso de entusiasmo en el rostro. Se ve que es nuevo pero la verdad..desentona.- dije al grupo. 

 

 

[toji]

El tiempo transcurría despacio mientras esperaba a que pase algo. Quizás era a causa de la nula paciencia que le caracterizaba, o que las circunstancias que lo habían llevado allí a ese momento en concreto le avisaban de algún posible peligro inminente. Quien sabe, ahora era emperador de una nación que no quiere que él esté al mando, de una comunidad mágica que se aferra a las tradiciones y a vivir entre las sombras, mientras que en lo más profundo de mi ser solo anhelaba destruirlo todo.  —No es más que una pérdida de tiempo—no dudó en resoplar sin temor a ser escuchado por el resto de empleados del ministerio. El pelinegro se dio media vuelta en dirección a los ascensores para poner rumbo a la embajada de japón.  

La mañana de antes había recibido la misiva que rezaba que una conocida suya se incorporaba al departamento de Cooperación Mágica internacional como directora y quería ir a darle la bienvenida en persona. Además, de aprovechar el saludo para informarle de las novedades que ha habido en la embajada y también de su reciente nombramiento como profesor en Hogwarts. De alguna manera debía de compaginar su cargo como representante de una nación y la contribución filantrópica a la educación mágica de las mentes del futuro.  

Una vez ya dentro del ascensor se acomodó el haori y volvió a guardar el pergamino que guardaba entre sus dedos. —A la quinta planta, por favor. Levantó una ceja en señal de protesta mientras recordaba que hace escasos minutos estaba en el atrio perdiendo el tiempo con la esperanza de que algo ocurriera y que le permitiese poner en marcha un ardid dentro de la oficina. Aún le quedaba información que recabar sobre el paradero de Tazz. Las puertas de ascensor se abrieron emitiendo un chirrido metálico desagradable. El nipón avanzó firme por los pasillos cuyas puertas cerradas albergaban cada una de las embajadas que pertenecían a la confederación mágica internacional.  

—Buenos días, señorita Dumbledore—devolvió la reverencia que la francesa. Por algún motivo que Fushiguro aún desconocía la directora se sonrojó. —No hace falta que se disculpe directora, son cosas que pasan— intentó dibujar una media sonrisa en su cara, pero apenas lo consiguió. — Me gustaría comentarle un par de asuntos referente a mi estancia en el departamento. ¿Es posible en estos momentos? 

Toji miró fijo a la ex ministra francesa, intentado encontrar en su mirada la complicidad de dos viejos conocidos que se acaban de reencontrar. En el pasado el nipón era más reservado con sus interacciones sociales, pero Tazz le había insistido en que aquellas prácticas eran muy necesarias, tanto si le gustaban como si no. El emperador había conocido hace no menos de 8 años, cuando fue aceptado en la casa de los Malfoy como uno más de la familia.  

—Por cierto, enhorabuena por el puesto de directora.  

 

@ Ada Camille Dumbledore

[Lucrezia Di Medici]

Las verdes llamas generadas por la combustión instantánea del polvo flú se reflejaron en cada cara del pulido diamante asscher que coronaba sin un ápice de modestia su dedo corazón convirtiéndolo en la fuente de múltiples destellos danzantes que iluminaron por unos segundos las paredes del pasillo, como si se tratase de aquellas bolas de espejos tan típicas de las discotecas muggles. El pequeño espectáculo visual, un anuncio premeditado en los minutos previos de su magnánima presencia, fue sin embargo brutalmente eclipsado por el bullicioso eco que encontraba una perfecta caja de resonancia entre aquellas paredes recubiertas de lustrosa cerámica negra.  

Dio apenas dos pasos por fuera de la chimenea y frenó en seco sin la mínima intención de facilitar el flujo de personas que asistían a aquella ceremonia. Poco le importaba presentar algún tipo de respeto a quien le siguiera por aquella vía de entrada al Ministerio, ya fuese un simple empleado raso de poca monta o el mismísimo ministro de la magia en todo su esplendor y poder. Quien apareciese a continuación entre las llamas del polvo flú se encontraría de lleno, apenas separado por un inquietante metro, con la silueta despampanante de su vestido, destacada gracias las tenues luces de sendos faroles que custodiaban la chimenea. Aquella pieza sobresalía por méritos propios: una tela impoluta cuyo color se inspiraba en el delicioso vino tinto elaborado en su natal Toscana y cuya suavidad era simplemente intuible, una falda acampanada que volvía su presencia inescapable y un corset de cuero negro que pronunciaba las curvas de su cuerpo. 

Lucrezia solo avanzó al avizorar el espacio perfecto entre grupos de asistentes para que su presencia destacase aún más de lo que ya lo hacía por naturaleza, ya fuese por su jovial belleza o por la disciplinada fluidez en su caminar que hacía parecer que levitaba, un efecto al que ayudaba que sus negros zapatos de taco aguja quedaran ocultos bajo su falda. Su rubio y liso cabello se movía ligeramente al son de sus pasos, exhibiendo el cuidado con el que sus elfos domésticos lo trataban al peinárselo y el uso de mejunjes varios para mantenerlo en perfectas condiciones para el día a día de alguien de alta alcurnia. Ese pequeño movimiento ondulatorio impregnaba el aire con su perfume, un dinámico vaivén entre lo frutal y lo ácido. 

 

- Recuérdame por qué estamos aquí si no tengo la potestad de elegir a un ministro inglés.- fueron las primeras palabras que emitió, desprendiéndose con tal naturalidad de entre sus labios que despertó la atención, tanto por su contenido como por su marcado acento italiano, de varios oídos que la rodeaban.

 

- Relaciones comerciales del Banco Médici, señorita Médici.- le replicó Passepartout, su ya avejentado elfo doméstico personal, que se había materializado disimuladamente a su lado algunos segundos atrás.- Es importante que vuelva a mostrarse en público, podría ser beneficioso para la filial local. Usted más que nadie sabe que es importante estar...cerca del poder.

 

Una pequeña mueca, apenas perceptible como una media sonrisa, quebró la frialdad que había teñido su rostro desde el mismo momento en que había pisado aquel lugar. Aquella postura patricia y elevada, que buscaba imponer el respeto que su presencia merecía en cualquier lugar que se precie de ser civilizado, interrumpida por las palabras de un elfo doméstico, una criatura que consideraba intelectualmente inferior. La situación le parecía inusual e incluso graciosa, al punto de verse obligada a ahogar el impulso de reírse para no quebrar el aura de fría elegancia que buscaba infundir en quienes la rodeaban ¡Encima el elfo tenía razón! Su presencia en aquel acontecimiento de alto impacto en la sociedad mágica inglesa tenía como única razón volver a tender su abrasadora red de influencia y poder, retraída por años de ausencia en aquel territorio. Había tensionado de tal manera los hilos que había tejido para hacerse un lugar en la toma de decisiones que éstos se partieron y su desaparición había terminado por disolverlos. Era el momento perfecto para reconstruirlos y para reconstruirse. Solo debía centrarse en ello. 

 

- Gracias por recordármelo.- respondió, dejando que en su voz fluyera una honestidad que le era extraña.- Ve preparando los presentes de cortesía, estoy segura que me encontraré con más de una cara conocida en el Atril. Este lugar no ha cambiado un ápice y sin embargo es sumamente curioso lo poco familiar que se siente.

[Malum Luxure]

El viejo Londres y su clima extraño me hizo soltar un leve suspiro, había tenido que volver porque los cambios eran necesarios, nunca perder la visión del poder y por supuesto danzar dentro de la relativa paz...El último ministro de la magia había muerto y en el aire se podía notar la sensación deliciosa llena de expectativas, quien seria el valiente que ocuparía aquel cargo tan complicado y beneficioso? Era impresionante tener un título tan alto y lo sabía por experiencia propia. Austria me había dado la libertad de saber lo que es gobernar a las masas, disfrutando de que en una palabra tuya pende sus vidas, fui una emperatriz bastante dominante, exigente pero también justa, a decir verdad no me había retirado del todo, había dejado mi propia marioneta al frente...pues siempre sería yo quien mueva los hilos pero bueno esta vez de una forma no visible, ellos siempre serian míos, mis juguetes, mi propio pueblo vivo para hacer lo que me viniera en gana, la única forma de librarse de mi sería con mi muerte pero a decir ciertamente esta opción como que no es viable.

Pero volviendo a la realidad junto con mi amado esposo habíamos decidido entrar al ministerio inglés en distintas oficinas, él para la parte internacional y yo para criaturas, confieso que amo los seres mágicos que no son humanos, su lealtad es algo inquebrantable, la manera en la que también pueden hacer lo que quieras sin tanta pregunta, los hace un arma más que perfecta, fui aceptada para la jefatura de ayuda en el departamento de criaturas pero también había fundado la A.I.M.I "Asociación de integración mágica internacional" con la supuesta intención de reunir a las principales cabezas del mundo y ayudarles a mediar entre ellos, pero realmente era otra fachada para mantener el control sobre el poder de los otros.

Ciertamente no recordaba la última vez que vine al ministerio, entre por una chimenea directo al atrio donde mis ojos notaron rápidamente el exceso de gente tratando de llegar a sus departamentos, esta mañana lucia un atuendo de Trabajo elegante y cómodo, si bien había salido antes que Eterno esperaba verlo aquí, esto era una nueva adaptación ya que nunca había trabajando aquí, por su parte en los recuerdos de Lady había bastante información. Sobre este departamento ya que la pelirroja había llegado a ser directora antes que yo ocupará su lugar.

Al llegar me encontré con varias personas sinceramente no las conocía pero una llamo poderosamente mi atención, @ Leslie Ashryver PB  emanaba un aura que me era sumamente familiar, otra persona es @ Sean -Ojo Loco- Linmer  a quien si conocía pero no veía hace un buen tiempo, también mi ahijada @ Luna Gryffindor Delacour , alguna que otra persona pero ya me tomaría el tiempo de prestar atención. No sabía que nuevos desafíos me esperaban pero estaba dispuesta a afrontarlos de la mano de @ Eterno Black Triviani  y mi demás familia.

-Buenos días todos-..Salude con una amable sonrisa llegando con calma al grupo.

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Editado 7 Septiembre por Malum Luxure