Jump to content

¿Comienzo o Final?


 Compartir

Publicaciones recomendadas

Los magos parecieron calmarse al ver que varios atendíamos a los heridos. Algunos entraban, otros salían y la situación parecía la de un día normal y corriente como los anteriores, en los que trabajaba en Accidentes. Pura rutina, un día más en la vida de los funcionarios del Ministerio, un ataque, una restauración, un ataque vandálico, otra restauración...

Atendía a una mujer con el hombro dislocado al chocar contra la fuente del Atrio cuando pasó por delante nuestro una chica a quién no esperaba encontrar aquí, ni siquiera en Londres o en Inglaterra.

Lisa. No iba sola, más parecía que vigilaba a Sophie, a quién también conocía. Me sentí intrigada, pero un gemido lastimero atrajo de nuevo mi atención hasta la bruja que atendía.

- Mujer, solo es un hombro dislocado, no tiene nada roto o desaparecido. 

Había gente en peor estado. Como las dos mujeres que arrastraba el primo @ Matt Blackner  por el suelo del Atrio, como si fueran dos sacos de patatas, o para ser más concreta, un saco de patatas rubias y otro saco de remolachas violetas. Incorporé despacito, sin entenderlo. Como él me hizo un gesto con la cabeza, me acerqué, con una muda pregunta en los labios. Por detrás, apareció Jack, con cara preocupada.

- No sé qué pasó, aunque me lo imagino. - Contesté a Matt, sin darme cuenta que no era una pregunta, más bien era una queja.

Matt gritó y le entendí. Tal vez alguien debería haberles plantado cara. Y eso solo podía ser la Orden del Fénix. Sí, iba a pedir entrada de nuevo para evitar estos sucesos de nuevo.

MIré a Matt.

- Nada difícil - me refería a la tía Sagis y a la rubia, bastante parecida a aquella italiana Di Médico, si no fuera imposible aparecer embarrada y suçia en público. - Episkeys y descanso en cama. Oye, primo, ¿puedo volver a los Accidentados? Necesito trabajo.

image.png

 NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Si lo que quieres es irte, eres libre de hacerlo Eliah - el tono le salió amargo. Impaciente ¿porqué la habia elegido a ella en vez de a otra persona? Quizás se trataba de su instinto, el azar o el destino, no lo sabia, pero estaba dispuesta a ver que ocurría - Quiero que te reportes ante mi de ahora en adelante, hazlo mal y habrá consecuencias. Hazlo bien y podrias ser mi persona de confianza. Veremos.

No espero a ver que hacía, escuchando a Lisa mientras asentía hacia sus palabras. Kamra bufó luego de que Sophie se alejara de ellas. Era difícil estar en control cuando las cosas no salían como ella las había planeado, pero de alguna manera estar en presencia de Lisa siempre hacia las cosas más livianas, aunque estuvieran de lados opuestos. No iba a fingir que no sabía quién era la responsable del destrozo en la Riddle y de la fuga de su cautiva, reconocería el sello de Lisa Weasley Delacour incluso si fuera ciega. Pero allí estaba, frente a la oscuridad acechando tras sus ojos, y aún así no dictaba juicios contra Kamra. Nadie jamás se enteraría de sus labios quien había rescatado a Sophie, pero podría reportar que las sospechas tenían que ser ciertas.

- Quien sea que lo haya hecho, tiene su propia agenda. Y no la abandonará fácilmente - si era estrictamente sincera, no necesitaba matar a la líder de la Orden del Fénix para lograr su cometido. Su poder, voluntad y una buena coordinación de sus fuerzas bastaría...y una gran, gran cantidad de sangre derramada - Cuéntame de ti - la peliblanca chocó suavemente el hombro de Lisa con el suyo propio - Hace mucho no estamos en contacto, y espero que mi trabajo en Hunyad con los nuevos reclutas te haya satisfecho.

Mientras caminaban a paso lento alrededor del atrio, la facción de Dark Blood limpiando el desorden junto con los demás voluntarios y miembros del ministerio, no pudo dejar de pensar en quien sería el próximo ministro ¿Ella? Lo dudaba, aunque lo deseaba sabía que aún no era el tiempo.

- Sin dudas recordaremos este día, Loba.

@ Eliah Selwyn R.  @ Lisa Weasley Delacour

   oK265Wj.gif// W37wtsT.gif// GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif 

ZDPN6xz.jpeg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Oficina de Leslie, Cuarto Piso, Criaturas.

Para Leslie aquello era una locura, primero el ataque al atrio con el secuestro de aquella mujer sospechosa de ser miembro de la Orden y ahora se encontraba en su oficina en el ministerio, agarrándose la cabeza cayo de rodillas al suelo preguntándose como diablos habia vuelto a su lugar de trabajo?. Las dudas inundaban su mente, se puso a pensar que estaba loca, no habia otra explicación a todo aquello, recordaba haber desaparecido de su oficina vestida con su túnica negra y su mascara pero de nuevo en su oficina estaba vestida normal, como habia llegado al trabajo.

-Voy a tener que sacar turno en San Mungo- se dijo en voz alta sintiendo su cuerpo estremecerse ante ese pensamiento.

Y si la despedían al enterarse de que habia acudido al hospital? si era así no quedaba de otra que usar algún hechizo que les modificara los recuerdos pensó suspirando aun en el suelo, pero como no recordaba haber recibido un hechizo cuando llego solo recordaba Kamra la habia regañado y humillado, ante aquel recuerdo y de como ella le habia golpeado la mano a la Ashryver para quitársela encima, se puso furiosa con su amante tan enojada estaba que le dio un puño al suelo de su oficina para ponerse de piel.

-Ya vas a ver Kamra Ashryver- grito furiosa al techo de su oscura oficina.

Unos golpes en la puerta de su oficina hizo que Linmer se sobresaltara y maldijera por lo bajo, acababa de tener un episodio de perdida de memoria y ahora alguien la necesitaba, no podía creer que todo aquello hubiera pasado en un día pero también le preocupaba el saber si habia hecho algo que no debía en su pequeño "trance"(? .

-Pase!- grito Linmer caminando con pasos pesados al asiento de tras de la mesa del lugar.

Una figura desconocida se asomo por la puerta y ver que ocurría en su interior, mientras Leslie miraba a la puerta con la mandíbula colgando al ver una piernas flacas pero con musculo de uno de sus brazos sin ningún bello en su pálida piel, una falda corta la cual le permitía resaltar su trasero y una camisa negra con unos patrones en lentejuelas al costado, Linmer no sabia que decir así que solo dejo que el joven se le acercara con unos zapatos negros bajos de hombres.

-Me presento señorita Directora, soy Alec Malfoy, su asistente- sonrió al final el varón de unos veinticinco años con cabello castaño rubio y unos profundos ojos azules que desprendían un aura sensual pero también peligrosa.

 

 

@ Saori Rambaldi Ragnarok  

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

HdDMuO2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Y mientras charlaba con Jack @ Matt Blackner , y recibía una palmadita familiar en el hombro, pues se abrieron los cielos y se dejó ver como ataviada por ángeles a una bella figura rubia…aunque ataviada en negro...ohh no....que mal había hecho el mundo en estos últimos cinco años. Nada más mirarla y ya se me encogía el corazón. ¿Se había hecho monja? Porque si, ver a @ Xell Vladimir Potter Black  llegar y ejercer sus dotes de sacerdotisas era un encanto. Sin duda ella debía tener no muy lejos algún pariente veela. 

En fin....que ella se dedico a curar....y yo seguí arreglando cosas. Por suerte para las preocupaciones de Jack, apareció Matt por una de las secciones que anteriormente había reparado. Ver como arrastraba a @ Lucrezia Di Medici  y a @ Sagitas E. Potter Blue  como sacos de patatas me hizo sonreír. Nada como el karma para poner las cosas en su correcto lugar. Así pues moviendo al ganado de curiosos que miraban la escena pude llegar donde estaban los actores principales.

-Vaya....hay que ver que tan bajo ha caído la aristocracia mágica. -dije en broma ante la situación de ver a la Medici y a la pelivioleta en ese estado, con sus ropas maltrechas y llenas de tierra y pasto. Por suerte Xell apareció rápido para curar lo que parecía un hechizo a los tobillos de ambas brujas- Por favor Xell no me digas que te hiciste monja...porque el color negro no te queda.

Y así pase a disfrutar las acciones de Matt de hábil director cuando soluciono un problema que pudo caer sobre nuestras cabezas. Había mucho que hacer..pero Matt peria explicaciones. La verdad no creo que nadie las tuviera.

-Pues que te digo Matt. Los mortios entraron como Pedro por su casa. Nada de resistencia. -dije mientras me rascaba la cabeza y comenzaba a reparar el soporte del elevador. -Yo sigo sin entender quien cito a todos aquí. ¿¿¿Era para despedir al difunto Ministro???...-Ya había dejado el soporte listo- No creo, ya tuvo su funeral. Era para elegir al menos una cabeza visible interina al frente del Ministerio? Ni idea...nadie ha abierto la boca. Aunque supongo que aun queden algunas jerarquías...bueno tu debes saber algo...eres jefe. -Sin más le incorpore al elevador algunos de sus funcionamientos mágicos mientras retiraba algunas abolladuras- En fin…creo que básicamente fuimos ganado llevado al matadero...para que los mortios saludaran y dieran fe de que estaban vivos aún. Al final la aurora que fue raptada...fue recuperada extremadamente fácil hace un momento. Por cierto...a menos que oculte información…pues debería saber dónde está la base mortifaga..muchos misterios.

Con esto concluí mi exposición a mi nuevo jefe. Que básicamente eran preocupaciones. Al final todo era muy confuso. No entendia como se habian coordinado tan bien los mortios en una aglomeracion que nadie decia para que habia sido.. Y lo mejor...como se habia recuperado tan rapido a la secuestrada y misteriosamente nadie supiera donde la habian secuestrado. Acaso los aurores estaban jugando al mismo juego mortifago?? Sin mas me acerque a la pelivioleta.

-Ehh tu…suegri....recuerdas algo del lugar a donde fuistes a parar???- dije agachándome para casi estar a la altura del saco de papas..digo...del cuerpo cansado de la madre de Matt. -Y tu Matt???

 

MATADORES-FINAL.gifSean-y-Leslie.gif

T9wDvtJ.gif

XXBPo79.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Atrio.

Los dedos de sus manos, que aún mantenía entrelazados, se tensaron repentinamente cuando por fin la pudo ver con claridad, como un acto reflejo de un sistema psicológico que había encontrado en la profundidad de su mente, alejado en la cronología de su vida, el vivo recuerdo de la imagen de Sagitas que ligó prematuramente a la idea de peligro. La rebeldía de su propio cuerpo la tomó por sorpresa ¿Por qué le era difícil controlarse a sí misma, a su propia corporalidad, cuando estaba tan acostumbrada a controlar todo lo que la rodeaba? En su mente no cabía la posibilidad de que la presencia de la Potter Blue significase un peligro para su integridad, no al menos en ese contexto; no entre las paredes de aquel silencioso pasillo a metros del abarrotado Atrio del Ministerio de la Magia. La sola idea de que aquella mujer pudiese atacarla, presa de la ira por rencillas pasadas, le parecía ciertamente hilarante. 

- Hola.- le respondió, replicando con jocosidad el tono exacto con el que su interlocutora la había saludado.- Justamente tuve el mismo pensamiento sobre nuestros destinos buscando la forma de unirse. Evité pisar este país mientras fuiste Ministra para no verme obligada a trabajar a las espaldas de tu gobierno y perjudicarte ¿A qué es un hermoso gest…?

No fueron el estruendo de las explosiones ni el eco de las maldiciones provenientes del Atrio lo que interrumpió aquello que aspiraba a ser un extenso monólogo, algo que la aristócrata había percibido con claridad minutos antes de emitir la primera palabra, sino más bien algo más imperdonable que interrumpir la solemnidad de un velorio: Sagitas había dejado de prestarle la total atención que su sola presencia merecía. Esa situación quebró por primera vez desde iniciado aquel encuentro la fiereza que desprendían sus ojos, que no se habían dejado ni un segundo de observar el rostro blanquecino de la Potter Blue para no perder en la competencia unilateral de sostener miradas. Fueron apenas unos segundos en que la insolencia de su interlocutora la afectó incluso más que oír salir de entre sus labios la palabra “mortífago”, un concepto que había conscientemente dejado bajo siete llaves en algún rincón de su mente.

¡Y ahí ella iba de nuevo! Siempre había visto la bondad de Sagitas, que sin ningún indicio de duda se encaminaba ahora hacia el Atrio, como su más grande y aprovechable debilidad ¡Tan buena, tan empática, tan manipulable! Lucrezia jamás había renegado de la enorme habilidad para la magia que la Potter Blue había cultivado con el tiempo e incluso era plenamente consciente de que la superaba, razón fundamental por la que nunca había impulsado algún tipo de enfrentamiento directo; sabía que no la vencería en un duelo sino que hallaría la eventual victoria torciendo sus emociones a tal punto que su raciocinio y su talento para la varita quedaran nublados. Fue justamente aceptar su inferioridad en el uso de la magia frente a su acompañante lo que le permitió no sentir sorpresa alguna al verla invocar un espectro protector de siglos pasados. No supo reconocer el hechizo y sin embargo no le importó pues cabeza comenzó a maquinar dudas más acuciantes: por qué acompañaba a Sagitas y por qué había evitado, con un movimiento instintivo de su varita y un susurrado protego, que una maldición golpeara a un trabajador del ministerio cuya identidad desconocía. Más incomprensible fue aún el alivio que había invadido al salvar aquella vida ¿Qué le importaba a ella, una aristócrata de un linaje intachable, el futuro de alguien tan común?

Golpe relámpago fueron las palabras que cruzaron fugazmente su mente en cuanto notó, entre las nubes de polvo de ladrillo y el humo que intoxicaban el ambiente, que los mortífagos emprendían la huida por diversos medios apenas minutos después de haber desatado aquel caos al que no le encontraba sabio motivo. Su paso por la Marca Tenebrosa la había dotado de un profundo conocimiento sobre las estrategias del grupo pues había invertido más tiempo en absorber cuanta información monetariamente valiosa le sirviera que en luchar por su causa pues a fin de cuentas la experiencia le dictaba que la más que gastada frase de que el conocimiento es poder no carecía de razón. Lucrezia entendía que en esa oportunidad era una estrategia torpe, tosca, mal ejecutada e indigna de los líderes que había conocido y que suponía ya lejos de la alta jerarquía del bando. Por unos segundos se sintió invadida por la más profunda pena al ver a la Marca Tenebrosa caer tan bajo e instantáneamente después por la satisfacción de haber abandonado el barco en el momento adecuado. 

Lucrezia que debía seguir a Sagitas a la mansión Riddle, una oportunidad que visionaba como más entretenida que quedarse allí a gestionar el caos. Sin embargo antes de llegar a tomarla del hombro para unirse a su desaparición sintió como un fuerte dolor se elevó súbitamente desde la punta su pie hasta llegar a su tibia: había golpeado de lleno con la punta de sus dedos la metálica cabeza desprendida y magullada de la sirena que apenas unos minutos atrás dotaba de majestuosidad la fuente del Atrio. Soltó un alarido de dolor justo antes de que su mano diestra entrase en contacto con el busto de Sagitas. Ambas desaparecieron del lugar un segundo después sin que nadie hubiese percibido la pintoresca escena.

-

Mansión Riddle.

La aristócrata supo al instante que se había separado de Sagistas y aún más rápido recordó los hechizos protectores invocados sobre aquel lugar, no gracias a su prodigiosa memoria sino más bien al penetrante golpe que sintió contra sus costillas. Su estómago se contrajo como si alguien hubiese ajustado de un tirón su ya de por sí aprisionante corset. Experimentó como sus músculos se tensaban al punto de infringir dolor y como un frío espectral recorría sus huesos hasta atravesar toda su columna vertebral. Sintió cómo impactaba contra una superficie tan dura como una placa de piedra y a la vez tan elástica como para hacerla rebotar hacia afuera. El lugar donde cayó luego, sin embargo, era todo lo contrario: logró amortiguar por completo su caída y comenzó a abrazarla…a cubrirla…a hundirla…

- ¡Merda! - dejó de escapar con una naturalidad tan impropia de ella, tan desde el fondo de su alma que cualquiera que la conociera y lo hubiese oído pensaría que era obra de su imaginación. 

La bruja giró sobre sí misma, intentando ahogar sin mucho éxito los quejidos de dolor, para evitar que el lodo la siguiese absorbiendo. Apoyó ambas manos contra el suelo y extendió sus brazos con un fuerte impulso para elevar su torso del suelo, clavando también sus rodillas sobre éste. Su cabello cayó como un bloque hacia ambos lados de su rostro; apenas quedaban indicios de que bajo la gruesa capa de lodo había un reluciente y liso rubio. La brillante punta del diamante que coronaba el único anillo que había elegido para engalanarse aquella noche era lo único que sobresalía entre aquella oscura sustancia que cubría sus manos. La lluvia ahogaba el sonido irregular de su respiración, entrecortada por el dolor y una desesperación que empezaba a brotar por sus poros. Debía controlarse, debía soportar aquella observación. Sabía que en algún lugar Sagitas la observaba jocosa, disfrutando de la situación a la que la había arrastrado.

Lucrezia intentaba ahogar las crecientes voces que su misofobia había invocado, un aspecto de su psiquis que creía largamente controlado. Elevó apenas su rostro para enfrentarlo con las oscuras nubes del cielo y le rogó a quien estuviese dispuesto a escucharla en su fuero interno que el lodo y las gotas de lluvia estuvieran ocultando con éxito sus lágrimas. Lloraba en silencio como había hecho durante toda su vida en cada oportunidad en la que no había sido capaz de controlar sus propios sentimientos. Cerró sus ojos buscando abstraerse de aquella situación y apretó sus temblorosos labios para no quejarse. Tragó la mezcla de sangre y saliva que se había acumulado en su boca y ésta apenas pudo atravesar su garganta, creando un nuevo punto de dolor. Apenas sintió algo de alivio cuando la sostenida lluvia que golpeaba su rostro comenzó a desprender un poco del lodo que cubría su piel. Sin embargo, aquella incipiente sensación de paz no duraría mucho.

El repentino crack de sus tobillos logró elevarse sobre el sonido de la lluvia, interrumpiendo el regular sonido de las gotas golpeando contra el suelo de los terrenos exteriores de la mansión Riddle. Un momento atrás había logrado ignorar la voz de la mortífaga que había aparecido en el lugar pero su inconveniente presencia se había vuelto ineludible. Rendida y a sabiendas de que ser capturada por los mortífagos o incluso la misma muerte eran un mejor destino que mostrarse débil frente a Sagitas se dejó caer inconsciente incluso antes de que las cuerdas cubrieran su cuerpo. Ya se ocuparía de la insolente mortífaga que se había atrevido a atacarla más tarde, ya fuese devolviéndole el favor de quebrarle los huesos o atormentándola día y noche como la más molesta fantasma que la historia de la magia hubiese conocido.

-

Atrio. Otra vez.

- ¡SAGITAS! - exclamó la aristócrata en el mismísimo instante que recuperó la consciencia, dejando que su voz escapase de entre los labios como un rugido rabioso.

LmYdiUq.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Era hermoso sentirse arrastrada [?, te odio] así que abrí los ojos, imaginándome un paisaje de nieve (supongo que por el frío suelo del Atrio) con muchos árboles que susurraban movidos por el viento (supongo que era el ruido de los murmullos de todas aquellas personas reunidas en el mismo sitio), con algún torrente que alimentaba las truchas que saltaban y hacían un "pop" muy gracioso en sus aguas cristalinas (supongo que esta confusión se debía a las aguas de la Fuente de las Razas del Atrio, rota y con los caños tirando uno para cada lado y algún que otro trozo de piedra que se desprendía y hacía ruido cuando caía en el agua que aún quedaba entre las monedas)

Abrí los ojos para no perderme aquel paisaje idílico, pensando que, tal vez, mi marido me llevaba en trineo y me deslizaba, feliz y contenta, entre los montículOs de nieve. Aturdida, sólo vi movimientos fugaces y mal enfocados. Los montículos de nieve, simples destrozos amontonados del atrio; el torrente, charcos de agua donde chapoteaban no gráciles peces sino pies fugaces que se movían de un lado a otro; los árboles susurrantes..., las voces de los presentes, sobre todo las de aquellos que nos miraban atentamente: Xell ("holarubita", le dije-pensé-soñé en mi mente aún dislocada), Matt ("Heyhijoluceshorrible", murmuré al ver una cara con enormes ojeras, ¿o sólo moví los labios), Sean ("jopenquis, ¿peroquéhacestúaquí,envezdeenlacárceldeAzkabánportruhán?", ésto me lo mordí para no pronunciarlo.

Me faltaba algo. Me faltaba alguien, ¿por qué mi cabeza iba más lenta que el resto de mi cuerpo? El fondo aún se balanceaba, ojalá pudiera levantarme pronto porque el suelo estaba frío. Y mojado. Y me sentía vulnerable y...

"¡SAGITAS!"

Aquel alarido rabioso me despertó de golpe.

-- ¡¡Lucrezia!! Yo no he sido. Yo... ¡Yo no te he visto en siglos, a mí no me chilles! El atrio se ha "rompido" solito.

Bueno, despierta sí, pero no más inteligente que antes.

 

(OFF: posteo de intermedio para la nueva situación que ha de venir)

@ Matt Blackner  @ Xell Vladimir Potter Black  @ Sean -Ojo Loco- Linmer @ Lucrezia Di Medici  @ todos , que hemos de cambiar el guion de un momento a otro.

XXBPo79.gifKRLtVZp.gif

jX4j1b2.png

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Atrio

No solo @ Xell Vladimir Potter Black  se acercó a Sagitas, sino que Jack también se acercó, con la cara descompuesta al ver a Sagitas inconsciente. Menos mal que Xell (toda de negro, una vestimenta qeu, de primeras, no relacionarías con la rubia) hizo uso de su ojo clínico y lo tranquilizó, mientras Jack se arrodillaba junto a Sagitas. Determinó que era un tobillo roto, algo qeu ya sabía...pero los primeros auxilios no eran mi especialidad.

- Ya sabes que la sanación nunca fue su fuerte. - murmuró Jack, con una sonrisa aliviada a Xell. @ Sagitas E. Potter Blue  estaba embarrada, pero al menos, lo que tenía no era mortal. 

 

Sin embargo, yo seguía resoplando, sin creer lo qeu veía. Los empleados, recién llegados, viejos compañeros, visitantes curiosos...todos ahora estaban asustados, algunos siendo atendidos por sanadores improvisados, otros, apilados en los rincones, sin saber qué debían hacer. Cojeé, girando en círculos, gruñendo. Supongo que @ Sean -Ojo Loco- Linmer  fue el único que se atrevió a hablar, seguramente, porque tenía la cabeza centrada en reparar la zona. No éramos desconocidos para los accidentes, pero aquello había vuelto a ser un ataque premeditado. Una vez más.

 

Sean hablaba despreocupado, pero sabía que él quería respuestas, tanto como yo.

- Yo tampoco lo se, Sean. - contesté. - no se quién tuvo la feliz idea de hacernos llamar al Atrio. - gruñí. En esas, escuché como la mujer, para mi desconocida, despertaba, al tiempo qeu Sagitas también recuperaba la consciencia, en brazos de Jack, que la sostenía mientras ambas se aclaraban.

- Claro, Xell. Sabes qeu en la familia llevamos Accidentes en las venas. - contesté, distraído. - Alguien ha comprobado si hay más heridos?

 

El sonido de la fuente del atrio, borboteando, destrozada, llenaba mis oídos como un ruido de fondo constante, tranquilo, que me desesperaba porque yo no estaba tranquilo. Estaba cansado de tanta guerra y pocas victorias. Supongo que por eso, la inocente frase de Sean me sacó de mis casillas. 

- Si, soy el Jefe. Y no se nada. NADIE SABE NADA. - grité, casi escupí aquella verdad. - tú lo has dicho Sean, somos ganado sin un pastor que nos guíe. Y los malditos mortífagos - seguía alzando la voz - seguirán campando a sus anchas mientras no tengamos a alguien que les enfrente.

 

Desesperado, me giré, agité la varita y recompuse la fuente del atrio, sin pensarlo, casi como si pagara mi frustración en reparar delicadamente aquel adorno ornamental con un gesto furioso.

- Porque claro, quién va a plantar cara, si nuestro último gran líder está bajo tierra? eh? - miré a todos, desafiante - TENEMOS QUE HACER ALGO, YA. NECESITAMOS UN PRIMER MINISTRO AHORA. - exigí.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

James Ravenclaw 

 

Después de largas clases en la universidad muggle, se acuerda que tiene una hermana melliza que no ve hace mucho tiempos desde que se marcho de la ravenclaw, para el joven era traición pero mas que eso era su única familia viva en el plano terrenal, en camino por las calles de Londres asumió el ravenclaw que ella estaría trabajando seria gracioso por no decir molesto que la visitara estando tan cerca su matrimonio, cosa que no le a comentado a el su hermana. 

Llegando  a la cabina telefónica baja hacia el ministerio donde un gran desorden arriba al igual que la noticia de que no hay ministro cosa que a el no le interesa pues decidió retirarse un poco de este mundo mágico, avanzando hacia el departamento de criaturas, donde por cierto el olor no era agradable tal vez por las múltiples especies que alli manejan, james sin una piza de decencia entra a una oficina en donde por sorpresa vio al que el llama * el innombrable * james quedo atónito vio a la mujer rubio después de  regresar en si. 

-Disculpe ... - hace una reverencia - No era mi intensión entrar así - james fijo la mirada hacia la rubio que tenia cara de matar a todos los presentes aquí - 

-Busco a mi hermana saori - el asiático mira Alec personaje que nunca se iba olvidar por mas que intentara borrar de cabeza - James sintió un leve pensamiento al verlo vestido asi .

 

Saori Arsryver 

 

Después de tal espectáculo saori vio como todos sus   colegas se dispersaban para no ser atrapados cosa que ella también seguiría dentro de la riddle, pero con trata vigilancia no era posible transportarse a la riddle por lo que disimula se mezcla entre los magos quita con magia todo su atuendo y mascara corre hacia el departamento de criatura, saori mira hacia todos lados priorizando que no la siguieran, al llegar respira  hondo y escucha voces en la ofician de Leslie, algunas conocidas entre ella a de la Leslie otra que no conocía o tenia presente, saori se acecho mas hacia la puerta la cual estaba abierta la asiática mira de re ojo  sobre pensando la situación en la que estaría Leslie sonrió un poco - jejeje - 

al  ver mas sobre a medio cerrar , pone su mirada de decepción pues aquella figura era su hermano, james personaje que no determina mucho en su  dia a día, saori son mas entra de sopetón  con la varita en mano. 

 

-Tu que diablos haces aquí - apunta a james 

-Hola Leslie - saori capta la situación y al joven con ropa de mujer que alli estaba - tu eres ... - mira de arriba a bajo - ve como su hermano lo mira y pregunta 

-Por que diablos lo miras asi se conocen ? --- saori queda mas confundida que perdida 

- Leslie que diablos esta pasando ? ----  

@ Leslie Ann Linmer PB

 

nEKbykK-Recuperado1.png.d4ebba2cd4c68128eUlO3.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mansión Riddle

Las cosas se habían salido de control y habían ido más allá, Todo llegó hasta donde estaba, lo observe por si en el había alguna herida , no veía más que rasguños y polvo sobre su ropa. ero no me importaba nada más que la salud de nuestra compañera.

- ¿estas bien Zenin?

No pregunte nada más, ,sabía que la angustia se me notaba, ahora que veía su máscara note que la mía ya no estaba y entonces me di cuenta que la había perdido dentro del edificio en el momento en que todo se había derrumbado, ahora sólo seria trizas bajo los escombros de la casa. Suspire y observe que varias personas más llegaban , no espere más y les mire sin detallar.

-Debemos llevarla a San Mungo, tenemos a alguien adentro que puede ayudarla.

Mire a Zenin @ toji   esperando el también nos acompañara, no espere mucho más y todos fuimos a dejar a nuestra compañera @ Yadiz Vashtí a San mungo.

 

~~~~~~~~~

 

Tiempo después

Llegaba temprano al Ministerio, pocos Magos y un atrio mucho más organizado y limpio, tome el ascensor hacia mi Oficina, sonreí a un par de personas que me encontré en el camino, mi traje azul rey parecía llamar la atención a varios que encontré en mi camino, seguramente era por el tono de mis ojos que se acentuaban con el color de mi ropa.

Al llegar al Departamento de cooperación mágica internacional, fui directo a la Oficina teníamos varias codas que realizar ese día, sobretodo por la expectativa de no tener ministro, lo que era preocupante y debía escribir a los demás ministerios dando un parte de tranquilidad.

 

 

3BdLSkp.jpeg

 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ya había llegado tarde, lo sabía. Lo que no sabía era que había pasado en aquel lugar, tan pronto como salió de la chimenea se escuchaba un fuerte estruendo por todo el lugar. Había gente gritando y otra apretujandose con su familia en una esquina.

La bruja volteaba la cabeza y a dónde veía era un caos que se extendió por todo el lugar, avanzo unos cuantos pasos y empezó a distinguir varias caras. Algunas de pánico, otras de sorpresa y otras enojadas, no sabía que pensar; solo que por un percance con unos brujos, ella no pudo llegar a tiempo ni siquiera para escuchar la noticia de que el ministro había muerto. Pero ella pensaba que ese día les dirían el nuevo ministro, o en su caso dar el tiempo estimado para que encontrarán a uno nuevo. 

No sabía a dónde dirigirse, las oficinas estarían cerradas en aquel momento por lo que camino hacia alguien para preguntarle que había pasado.

-¿Hola, pero que a pasado aquí porque todos están tan asustado?- comento la chica mientras esperaba la respuesta, pero al parecer la persona se le quedaba viendo con sorpresa.

 

Off: si, rol tardío, pero no sabía que poner disculpen hehhe 

g9l8Gjc.png

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.