Terrenos e Invernaderos

[Darla G Dumbledore]

Descubriendo la Habilidad de Animagia acompañada por @ Mael Blackfyre

Post # 6

Por un momento tuvo la sensación de que Mael le provocaba aquella sensación de amigo/enemigo que nunca entendería. El suelo venía hacia ella, algo más lento pero obviamente sin toda la efectividad que debería tener. Se concentró intentando contener su vuelo y no gracias al aresto, igual no detuvo el efecto, si lograba volar por su cuenta mejor, pero no tenía ganas de pegarse contra el suelo.

El haberse girado viendo hacia donde caía, tratando de evitar el aroma de la sangre, la llevó a perderse el momento en el que el mago se encaramó al borde de la terraza y se arrojaba tras ella… convertido en búho. La criatura revoleteó alrededor de ella. Pero sí alcanzó a verle cuando aterrizó y se convirtió, por lo cual ella misma lanzó un bufido y se contuvo… a medias…

—Maldita sea Blackfyre —había logrado “aterrizar” sobre sus pies pero no se sentía cómoda, él tenía razón —al menos límpiate —murmuró pasando sus dedos por la mejilla del mago mientras pensaba un hechizo curación, y se giró avergonzada, lamiendo el dedo en que había quedado unas gotas de la sangre del mago. Lanzó un suspiro, sabía demasiado bien, metálica, dulce, salvaje.

—No le temo a nada —bueno, quizás sí, pero no a algo que pudiera relacionarse con la animagia —¡claro que quiero hacerlo! —esta vez gritó, girándose hacia él, viéndole a los ojos y luego desviando su mirada a la varita que él sostenía, ella aferró más fuerte la suya.

—No es temor a una persona, quizás… a un recuerdo… ¿qué busco? —mordió su labio ¿cómo podía explicarle a él? ¿o a nadie? —la primera vez que lo sentimos estábamos juntos, sabíamos era la única conexión que nos faltaba, pero no era algo que hacer que la magia ancestral nos uniera pareciera lógico, ya estábamos unidos por mucho más que eso —retrocedió, estar hablando de ello le molestaba, sin darse cuenta giró en su mano el anillo de salvaguarda contra oídos indiscretos antes de continuar hablando —Seba y yo supimos que teníamos una conexión mágica con los espíritus de la tierra en que él y yo nos criamos, averiguamos que algunas leyendas muggles le creían inmortal y eso nos parecía lógico, siempre pensamos si él se volvería inmortal como yo o yo me volvería mortal como él... esta magia decidimos explorarla juntos… pero no pudo ser… —y ahí teníamos el efecto de lo que fuera le había dado a beber Mael. Darla se volvió, dándole la espalda, sintiéndose por primera vez vulnerable y tras dar unos pasos volvió a verle.

—¿Entiendes ahora? Iba a hacerlo con él, ahora debo probar esta magia yo sola, no suelo ser una mujer romántica, solo con él, no sé si soy débil o fuerte, sé que hago lo que debo hacer, pero en este caso no sé cómo dar el paso o en este caso, el vuelo ¿has visto alguna vez el vuelo de un cóndor? —preguntó por último, queriendo volver a lo que los traía allí, seguía sintiéndose vulnerable al rebelar sus intimidades al mago frente a ella.

Editado 12 Octubre por Darla G Dumbledore

[Mael Blackfyre]

Acompañante de Animagia
post #6

— No, nunca he visto uno. Y claro que lo entiendo.

Y me contuve de continuar diciéndole un par de cosas al respecto. Por una vez en la vida sentía que tal vez no era el momento de hacerlo. No valía la pena decirle que el amor era una debilidad, que era una estu.pida por depender completamente de alguien, porque eso realmente también me había ocurrido. Me pasé los dedos por la mejilla que ella mismo había lastimado y curado. Algo me decía que la relación entre los dos iba a ser de la misma manera.

— Realmente no tengo una solución instantánea a esto, Darla —me acerqué unos pasos—. Pero estoy seguro que es cuestión de cambiar de intención. No me interesa darte un sermón ni decirte cosas lindas. No soy esa clase de persona. Pero si debo decirte que, tal vez debas lograrlo simplemente para cumplir con eso. Simplemente para terminar lo que empezaron —me acerqué lo suficiente, apoyando mi mano en su hombro. No íbamos a avanzar en nada, si ella no empezaba—. Creo que la única manera de hacerlo es intentarlo. Poner la mente en blanco y tirarte al vacío. ¿O quieres una pelea antes?

Dije a modo de broma, pero no tanto en broma. Era una de las pocas veces que había reaccionado, mucho más rápido con su defensa que con la intención de transformarse en un animal. No entendía por qué tampoco preguntaba sobre el cóndor. ¿Acaso era la forma en la que se transformaría? Me alejé uno o dos pasos atrás, tampoco me gustaba demostrar tanto cariño ni empatía. Solo había hecho todo eso para que se apurara la chica, antes que mi paciencia se acabe.

@ Darla G Dumbledore

[Leah Slytherin]

Animagia, con @ Alyssa Black Triviani

Asintió ante las palabras de Alyssa con una mezcla de orgullo y alivio. Por un lado, su estrategia estaba funcionando. No le sorprendía, por supuesto, se había pasado años dando clases de distintos rubros, así que sabía muy bien como impartir un conocimiento, por difícil que este fuera. Por otro lado, el alivio se correspondía con que el frío y la meditación habían promovido la tranquilidad de su amiga. Últimamente estaba más irascible de lo normal y, aunque la divertía, parte del aprendizaje tenía que ir de la mano con la paciencia necesaria para convivir con la naturaleza y obtener una forma animal.

—Practicidad es la palabra adecuada —convino—. Fuera hay múltiples opciones, pero no todas son adecuadas. Puedes tardar demasiado y que se te haga de noche, por lo que no puedas encontrar nada antes de tener que volver al refugio. Puede que no sea lo que necesitas, en cuanto a grasa, proteína, etcétera. Lo importante es que canalices lo que has aprendido antes y utilices tus propios conocimientos mágicos para encontrar el camino adecuado. Practicidad y simplicidad no son lo mismo. Significa saber elegir tu presa o, por el contrario, saber cuándo renunciar.

Se puso de pie junto a ella y la acompañó a la salida de la cueva. Mientras hablaban, había modificado el aspecto de la proyección que había creado y ahora el cielo del Mississippi artificial estaba tintado con múltiples colores, anunciando que pronto anochecería. Una dificultad añadida.

—Por raza y por magia, la luz te puede traer sin cuidado, pero las noches son más frías y no estás sola, recuérdalo —como si lo hubiese planificado, aunque fue completamente aleatorio, un lobo aulló en la lejanía. Sonrío—. Te estaré vigilando, si necesitas algo, habla. 

Le guiñó un ojo y otra vez, se transformó en un lince. Salió disparada a través de la nieve y, de pronto, se perdió en el lienzo invernal.

[Darla G Dumbledore]

Descubriendo la Habilidad de Animagia acompañada por @ Mael Blackfyre

Post # 7

Demasiada amabilidad. Sí, no sabía por qué, pero el hecho de que Mael la entendiera la exasperaba más que el hecho de que la lanzara sin avisar desde la terraza. Y el discurso seguía, Darla podría haberse encogido como un bicho bolita, sí, hubiera cambiado de criatura en dos segundos si eso hubiera ayudado a sentirse menos incómoda que en aquella charla que parecía entre hermanos. ¿Lo gracioso? Mael parecía el hermano mayor aconsejando a su hermanita, iba a llorar.

Gracias a Merlín que no era de sermones ni frases bonitas o terminaría vomitando mariposas allí mismo. Aunque si podía rescatar algo de lo que él había dicho. Debía hacerlo porque era algo que se habían propuesto y era algo que se lo debía, Algo más, se mordió el labio y se concentró en las palabras de Mael, poner la mente en blanco y tirarse al vacío. Literal obviamente. La propuesta le hizo sonreír y miró al Blacfyre dándose cuenta que en eso se parecían, les gustaba blandir la varita.

—¿Por qué solo antes? —respondió mirando entre divertida y desafiante al mago —¿en verdad crees que un duelo ayudará a mantener la mente en blanco? —claro que sabía que no era algo que ocurriera tan fácilmente, en un duelo no se ponía en blanco.

—¿Volvemos a subir o tienes en mente un mejor lugar desde dónde lanzarnos a volar? —la Dumbledore no lo mencionó, pero había notado al buho que revoloteara a su alrededor y, obviamente al girarse, había alcanzado a distinguir como Mael recuperaba su forma.

—Siempre pensé que la ropa se perdía cuando uno se transformaba o que luego debíamos conseguir ropa en donde fuéramos a aterrizar porque llegábamos como vinimos al mundo o sea ¿me equivoqué al pensar ello? —era una pregunta que podía parecer pervertida, pero vamos era una curiosidad lógica, si se iba a transformar en su animal interior, debía saber si el “avecilla” debía llevar un monedero de moke atado a su patita con una muda de ropa dentro o no.

[Mael Blackfyre]

Acompañante de Animagia
post #7

— No. No te equivocas, Darla. Tampoco puedo decirte más que esto: depende de las habilidades del mago o bruja. Yo creo que hay animagos que no son capaces de incluir su ropa a la transformación. Al principio me ha pasado varias veces, pero estaba solo. Creo que, por una cuestión de comodidad, esmeré para que no quede en bolas, prácticamente —le expliqué a la pelirroja, mientras la conversación fluía. Debía admitir que me agradaba la idea de entrar un poco más en confianza, pero mi intuición me decía que íbamos a retrasarnos más.

— Creo que estas haciendo más preguntas que de hacer, Darla —la miré seriamente. La parte de empatía y tranquilidad ya se había terminado. La bruja realmente había quedado en una especie de bloqueo mental. Había probado el brebaje y no había funcionado del todo. La había lanzado contra el vacío y se había desviado en la intención inicial. Ahora se encargaba más de hablar—. Todo depende de ti. No puedo arrastrarte todo el tiempo. Depende de tu iniciativa y que hagamos lo que creas necesario. Pero ya mismo. O peleamos. O nos tiramos de la torre de astronomía hasta que te salgan las plumas, Dumbledore.

Ya el tiempo de risas había pasado. La bruja era realmente hermosa. Y tal vez en otras circunstancias, podríamos haber tenido una cerveza de por medio. Pero no entendía cuáles eran las intenciones necesarias. Me quedé esperando un poco más para saber qué más se me ocurría. ¿Un juego? ¿Una apuesta? ¿Un reto? Estaba seguro que en cada una de las propuestas Darla solamente dudaría. Asi que esperé a ver que proponía y que hacía ella.

 

@ Darla G Dumbledore

[Alyssa Black Triviani]

Animagia, con @ Leah Dayne

 

Asintió ante las sabias palabras de la Dayne justo cuando el agudo aullido de un lobo se hizo escuchar como un eco de sus palabras, casi como si de una invitación se tratase. Alyssa sonrió para sí con la vista perdida en la inmensidad del bosque que le esperaba a los pies de aquella cueva, ansiosa por comenzar su cacería. No sabía si Leah conocía esta faceta de ella, si sabía que uno de sus pasatiempos favoritos era salir a cazar con su loba Shae, con quien compartía un vínculo muy especial. Era su conexión con ella lo que le había llevado a aprender animagia en primer lugar, pues disfrutaban tanto de sus cacerías que le encantaría poder sumarse a la loba como una igual. 

- No te preocupes – replicó la Black comenzando su descenso por la pared de rocas que descendía de la cueva – volveré pronto con la cena – agregó dedicándole una sonrisa a Leah.

Al tocar el suelo inmediatamente sacó una flecha de su carcaj y la tensionó en el arco, lista para disparar en cualquier momento. Sus sentidos se encontraban en total alerta, moviéndose como una sombra entre los árboles y estudiando las distintas huellas que encontraba en su camino. Descartó todos los animales pequeños como conejos y roedores, entre sus opciones la mejor parecía ser un ciervo aunque su carne no poseía mucha grasa. Mejor aun sería un oso, donde además de carne y grasa el botín incluiría una hermosa piel y un set de garras, pero el pobre animal hibernaba en esta época del año y la Black aun tenía suficiente corazón como para no matar a un animal mientras esta sumido en un sueño profundo. 

- Ciervo será – pensó la Triviani siguiendo la pista.

Una vez cerca pudo notar que la manada estaba reunida en un claro del bosque a tan solo unos metros de ella, escogió un árbol de ubicación estratégica y escaló hasta posicionarse en una rama de donde tenía una excelente vista de su presa. Una vez más puso una flecha en la cuerda de su arco y tensionó, mientras que se concentraba en su objetivo sus oídos capturaban el casi inaudible sonido de los lobos acechando a la misma víctima. Le encantaría poder matar a varios a la vez para así recompensar a la familia de lobos también, pero bien sabía la Triviani de que aquel animal desconfiaba de cualquier botín que no hubieran cazado ellos mismos.

Con el brazo izquierdo estirado sujetando el arco, su mano derecha aferrando la flecha a un costado de sus labios, dio un lento y profundo respiro que le ayudo a relajarse y enforcarse completamente en su objetivo. Al exhalar dejó ir la flecha y vio como ésta rasgaba el aire hasta hundirse con certeza en el ojo izquierdo del animal, al caer muerto recién entonces alarmó a sus compañeros quienes de inmediato comenzaron a correr, con el grupo de lobos mordiéndoles los tobillos. 

Bajó del árbol en cuanto el sonido de la manada se perdió en la inmensidad del bosque, se acercó entonces hasta su presa y tomándolo por una de sus astas desapareció de allí para reaparecer en la cueva donde Leah le esperaba. Dejó caer el animal esbozando una sonrisa de triunfo, de verdad disfrutaba de aquel tipo de actividades.

- Si me das un par de horas tendrás la cena servida – anunció la mortífaga sacando un largo cuchillo del costado de su bota, lista para comenzar a desmantelar su presa. 
 

#5

[Hecate Engosvezhof]

4ºpost

HABILIDAD: OCLUMANCIA 

Clases de acompañamiento: Alumno  @ Thoth

Al otro lado del lago, enfrente se ve el campo de quidditch en la falda de la montaña y ocultos por el bosque (indico la locación de los 2 personajes para que no haya problemas de interacción con otros compañeros de rol)

- hum - veía al chico pero me daba la sensación de que había algo más. Si quería seguir aprendiendo debía enfrentarse a algo más que recuersos borrosos la oclumancia podía serle de ayuda- quedate tranquilo, por muy novato que seas con la magia, éste tipo de conjuros y las pociones son sencillas de realizar. No hace falta aireos de varita mágica ni nada por el estilo para que se haga bien, sólo necesitas seguir las instrucciones, nada más - le dije con cariño...

- Ésto casi ya está - dije, removiendo la poción y sacando un poco para olisquearla usando un cazo - no eres inútil - comenté para animarlo - simplemente eres alguien que no tiene sus recuerdos en orden, oclumancia quizás te ayude a eso, ¿acaso temes enfrentarte a lo que puedas ver? - levanté las cejas, sorprendida. 

- A mí me sigue sorprendiendo que alguien como tú, un joven de once años se apuntase a una de las habilidades más difíciles que hay en el mundo de la magia, aún siendo un Ravenclaw y teniendo aptitudes para aprender, no sé... me temo que dentro de tu subsconciente hay más de lo que realmente recuerdas. Quizás hay otro ser dentro de ti, que te haya obligado a perder la memoria para usarte... nunca se sabe, las posesiones malignas hacen eso habitualmente - tomé un trago de whisky de fuego y continué- quizás tu alma recuerda cosas y las bloquea para no herirte...

Todo eran conjeturas, afuera, se escuchaba la música el bosque, dentro de la tienda había paz y un aroma que había creado para ayudar en la experiencia oclumántica.

- ¿Estás dispuesto a averigüarlo todo? -pregunté de golpe - porque si es que no, entonces todo ésto, no tiene sentido -negué con la cabeza- no te hace falta ser un Gryffindor para sacar el valor que necesitas, todo está ahí - señalé su cabeza- algo me dice que encontraremos muchas cosas, repito ¿sigues estando dispuesto? - tomé una frasca de cristal y lo rellené de la poción del caldero, ahora era un tono índigo y se lo puse encima de la mesa- si estás dispuesto, podremos comenzar en breve, tendrás que agarrarme la mano para que el conjuro sea eficaz, el contacto y la poción nos llevará a tu mundo olvidado para crear muros de defensa

- Es tu decisión, continuar o quedarte, la poción no genera sueños, nos lleva a tu mundo interior, cuánto más tomemos más profundo será la caída del sueño onírico y más podremos averigüarlo. Sólo tú tienes la llave... En cuánto la tomes, caerás en somnolencia y a partir de ahí, sólo los dioses nos indicarán el camino a seguir... yo te acompañaré en todo el proceso -le dije para que se tranquilizase- seré una especie de fantasma, invisible para los que están dentro de ti 

[Leah Slytherin]

Animagia, con @ Alyssa Black Triviani

Sus patas se hundían en la nieve con silenciosa profundidad mientras bordeaba el bosque. Su pelaje era muy claro en comparación a un lince normal, de un rubio casi blanco, similar al tono en que tenía el pelo en su forma humana, de modo que se camuflaba entre los árboles sin poner el menor esfuerzo. Había algo natural en la forma en la que se adecuaba a la transfiguración, en la que su cuerpo se acoplaba a sus nuevas características. Lo disfrutaba, sin duda, aunque no pudiera hacerlo de forma recurrente debido a que, entre otras cosas, no era precisamente un animal doméstico.

Alyssa estaba a varios metros de distancia, lo bastante lejos como para no percibirla, lo bastante cerca como para verla trabajar. 

Confiaba en ella como para dejarla sola, pero a su vez sentía curiosidad. ¿Qué haría? Vio cómo descartaba algunas especies y, al final, cómo se decantaba por una presa grande. Curioso. Era un pensamiento específico y, lejos de la practicidad que habían comentado antes, era más bien conveniente. Pero no para sí misma, para las dos. En ningún momento le había dicho que ella necesitara comida y, sin embargo, Alyssa había interpretado que la presa debía ser para las dos. El dato se lo guardó en la memoria con un sentimiento de complacencia y una vez que se aseguró de que la mujer se hacía con un venado, volvió a la cueva a la carrera. 

Cuando Alyssa entró, ella ya estaba dentro en su forma humana, sentada junto al fuego que había dejado encendido antes. El sol había descendido por completo hacía unos minutos y la oscuridad envolvía la cueva como un manto, apenas dejando entrever las sombras de los árboles en el exterior. El viento viento helado aumentó su cadencia y pronto el rumor de las hojas y la nieve revuelta era lo único que se escuchaba. No parecía preocupada, de hecho, parecía divertida.

—¿Vas a hacerme un plato de cuchara? —preguntó con auténtica curiosidad.

Se dejó caer en la piedra helada y se estiró como un gato. Era evidente que a medida que más tiempo pasaba en su forma animal, más empezaban a fusionarse ambas personalidades. Al hablar, un leve ronroneo se le escapó de la garganta, apenas perceptible.

—Me hago una idea de por qué —anunció, viendo cómo Alyssa empezaba a hacerse cargo de la piel de su presa—, pero me gustaría que me contases las razones por las que has cazado un ciervo y no cualquier otro animal. ¿Por qué no una ardilla? ¿Por qué no un pájaro?

[Alyssa Black Triviani]

Animagia, con @ Leah Dayne

 

Desmantelar un animal era como otra forma de meditar para la Black, se perdía en los procedimientos metódicos y encontraba paz en hacer algo tan primitivo con sus propias manos. Abrió el vientre de la bestia y primero sacó los órganos, descartando algunos pero reteniendo otros que resultaban ser más ricos en propiedades que la misma carne. Cortó las patas y la cabeza, secciones que no necesitaba, quedándose finalmente con el tronco del animal el cual comenzó a despellejar y separar la carne según los distintos cortes. 

- Si – respondió a su primera pregunta – Un estofado, pero solo si me permites usar magia para traer los vegetales y condimentos que necesito, sino me temo que no tendrá mucho sabor. 

Jamás se le había ocurrido no incluir a la Dayne en sus planes para la cena, aquel era otro de sus talentos del cual no muchos conocían, le encantaba cocinar y de hecho se le daba bastante bien. 

- Animales pequeños te sacan de apuro si estas con hambre y no tienes más opciones, pero lo cierto es que no ofrecen mucho en términos de comida – comentó la Black mientras continuaba con su trabajo – Primero pensé en un oso, la carne es dura pero tiene más grasa, y además la piel es un excelente abrigo y las garras pueden ser útiles también, pero no mataría a un animal mientras duerme indefenso. La siguiente mejor opción era este ciervo, no tiene mucha grasa pero sus órganos son ricos en otras propiedades, la carne es abundante y la piel puede ser útil también. 

Blandiendo su varita hizo aparecer un caldero sobre el fuego, se llenó de agua que comenzó a burbujear poco después. Comenzó a echar trozos de carne y algunos de los órganos en el caldero mientras que la Dayne se estiraba cual gato, al final esta pequeña excursión con su amiga estaba resultando mejor de lo que esperaba. 

- ¿Cómo fue tu primera transformación? ¿Porqué un lince? ¿Cómo fue….el proceso? – le preguntó a Leah mientras continuaba con la cena. 
 

#6

[Rosália Pereira]

La legitimancia es una habilidad complicada de aprender, porque la mente suele tener recovecos intrincados y difíciles de descifrar. Puede compararse con un inmerso mar, que nos ofrece la oportunidad de descubrir las barreras que podemos derribar, para que descubramos los  pensamientos y emociones que están sellados en lo más profundo de la mente que deseamos desenmarañar. Libros antiguos que fueron creados para ser leídos y que son tesoros invaluables. Llevaba demasiados años a cuestas y poseía diversas formas para romper barreras mentales con eficacia, si sus alumnos eran capaces de edificarlas con la fortaleza adecuada, entrarían en la mente de cualquier mago y bruja sin problemas. 

 — Espero que no se demoren en llegar, porque el tiempo apremia — murmuraba mirando las hermosas plantas del invernadero. Usaría estas como ejemplo, para hacer germinar las herramientas necesarias para que Beltis y Sean se hicieran con la habilidad que ella impartía. Caminando por el salón aspiraba el aroma de las rosas que se habían empecinado en crecer a costa de estar cerca de un lazo del diablo. Las maravillas que obsequiaba la naturaleza, no era apreciadas a simple vista y debía ponerse especial atención en los detalles más elementales, porque en ellos solía radicar el origen del todo. 

Tenia dos alumnos y ansiaba poder exprimirlos como naranjas maduras y obtener de ellos todo el sumo que guardarán en sus mentes. Iniciaría con una prueba básica, para Beltis y Sean tentandolos sin que ellos se percatarsen de las intenciones de Rosalía para desequlibrar sus mentes. 

 — Bienvenidos sean—dejaba ese saludo flotando en el aire como si fueran hojas de cerezo

@ Beltis Beltis @ Sean -Ojo Loco- Linmer

 

Editado Jueves a las 11:15 por Rosália Pereira