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Terrenos e Invernaderos


Adrian Wild
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Hogwarts posee amplios terrenos a su alrededor, llenos de explanadas verdes y algún que otro punto de interés, como lo es la cabaña del guardabosques, el círculo de piedra o, por supuesto, su más que conocido campo de Quidditch. No se conocen con exactitud las hectáreas que abarcan estos terrenos, lo que sí se sabe es que están protegidos ante cualquier intrusión, muggle o mágica, y que son terrenos seguros —al menos en la teoría— y practicables para todo el alumnado, profesorado y personal de la escuela. A excepción del Bosque Prohibido.

Uno de los grandes atractivos de estos verdes terrenos de la alta Escocia es el gran lago al sur del castillo, conocido como el Lago Negro. Sus aguas tranquilas podrían incitar a un buen baño en épocas en las que las temperaturas son más altas, pero no es del todo recomendable debido a las criaturas acuáticas que viven en él. Se sabe de la existencia de colonias de grindilows y selkies en sus profundidades, pero se sospecha que son muchas más las que lo habitan. Por no mencionar al calamar gigante, del que hay quienes todavía dudan de su existencia por no haberlo avistado nunca.

Cercanos al lago y a los campos de entrenamiento donde los estudiantes reciben la materia de vuelo y practican con sus escobas, se encuentran los invernaderos, preparados para las clases de Herbología y en los que se pueden hallar toda clase de plantas mágicas, algunas de ellas mortíferas. El Invernadero Tres está restringido a su uso exclusivo durante las clases de Herbología Avanzada, bajo la supervisión del docente que imparte la asignatura, pues en él se encuentra una amplia selección de los especímenes más peligrosos.

Todos estos terrenos son un apreciado lugar en el que poder compartir tiempo libre y llevar a cabo toda clase de actividades —permitidas... O no—, o donde poner en práctica algunos de los conocimientos adquiridos sin perjuicio de mobiliario, piezas de valor, tapices, esculturas, material o, en definitiva, infraestructura del interior del castillo.

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✤ Viajero de la noche ✤

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  • 4 semanas más tarde...

1 Post 

HABILIDAD: OCLUMANCIA 

Clases de acompañamiento: Alumno  @ Thoth  

Al otro lado del lago, enfrente se ve el campo de quidditch 

Hacía siglos que no daba una mísera clase decente de conocimiento y menos aún, habilidades ¿dónde demonios estaban los dichosos arcanos? Bufé... alguien me había pedido que le hiciera ese favor y tampoco es que me costara mucho trabajo, pero tenía compromisos pendientes en la Biblioteca, no podía descuidarlo o estaba segura de que tendría una buena reprimenda... pero lo mejor de todo es que estaba fuera del horario laboral y ahí sí que no me podrían decir nada. El día era soleado, demasiado para mi gusto, llevaba debajo de la blusa negra un medallón para que me protegiera de los rayos mortales del sol, para los vampiros era peor que veneno

- Ya bien puestos, podía escoger la guarida de Slytherin - bufé nuevamente, pero como necesitábamos un lugar tranquilo, Hogwarts en esos momentos del día era imposible mantener el silencio y la concentración necesarias para tal fin. Elevé mi nimbus unos cuántos metros por encima de los terrenos del castillo para ver si podía observar algo cómo sin que nos molestasen... el bosque prohibido desde luego no era lo mejor para lo que tenía planeado, giré la escoba y la impulsé un poco hasta desplazarme más allá del campo de Quidditch que tan buenos recuedos me traían de mi época de estudiante... A lo lejos, vi un pequeño promontorio de rocas tras una elevación del terreno y me dirigí hasta allá. Cuando lo vi y bajé hasta casi tocar suelo, pude ver que era un pequeño promontorio de rocas, con mucho moho por todos lados y mirando de un lado a otro, sólo veía montañas y en la parte inferior el bosque normal y corriente... hacía brisa y eso ayudaría bastante a traer paz y calma

Preparé todo lo necesario y cuando terminé, de mi morral de moke extraje pergamino pluma y tinta y garabateé, cuando terminé llamé a una lechuza y le indiqué instrucciones precisas, el contenido pergamino que sólo podría ver el alumno gracias a la magia, llevaba escrito lo siguiente: 

Spoiler

Soy Hecate Engosvezhof, tu profesora de oclumancia

Sigue mis instrucciones al pie de la letra para no perderte escoge una escoba voladora que sea potente o te caerás en lago. Dirigíte hacia el campo de Quidditch en línea recta (enfrente al campo de juego), verás una pequeña elevación del terreno puedes usarte de un catalejo por si no tienes suficiente visión. En cuánto te acerques, verás un pequeño promontorio de rocas cubiertas por el musgo, haz una curva a la derecha y sigue cuesta abajo hacia el inicio de la ladera de la montaña, verás una tienda de campaña en los límites del bosque que está cubierto por pequeños árboles para que dean sombra y fresco, verás además, una fogata encendida y a mí esperándome. Espero que no tengas problemas en encontrarme. Si ves que no hay manera, lanza el hechizo periculus o si sabes hacer un patronus manda auxilio e iré a buscarte. No creo que tengas problemas en pedir una escoba prestada del cuarto, dejaré anotado que yo te he dado permiso.

Empezaremos las clases a las 17 pm, a tu salida de las clases de Hogwarts

Me giré sobre mis talones y me aparecí en el lugar de encuentro respiré aliviada y saqué la capucha que la puse al lado de una silla de camping normal, el fuego crepitaba alegremente mientras alumbraba mis botas, pantalones y blusa negras, llevaba mi varita y el morral de moke con todo lo necesario, pero sabía que dentro de la tienda de campaña, estaríamos más seguros. Lo pensé mejor y tracé varios círculos con magia, lo mejor que se podía hacer era que fuéramos invisibles y sordos a cuánto bicho hubiese alrededor, fuese mágico o común. Dentro de la tienda tenía todo lo necesario para la enseñanza de la oclumancia... Salí del círculo y esperé a que llegase el alumno, si estuviera dentro del círculo protector no vería nada. Cerca, se escuchaba un arroyo y las hojas de los árboles cercanos se mecían al compás de la brisa... esperaba y rogase que encontrara un buen sitio para la enseñanza

 

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HABILIDAD: OCLUMANCIA 

Con perdida de memoria

Lisandro Luxure (falsa identidad) con @ Hecate Engosvezhof

 

 

-Arriba. -

 

Luxure repetía una y otra vez en clase de vuelo, este tenía cerca a él un Saeta de Fuego, la cual era de su propiedad. Aunque, este no estaba seguro si era la más veloz, segura o estable y aún así era dueño de la misma. Este tenía escrito un diario que era un regalo, a pesar que no lo recordaba  ¿Acaso ese era un efecto de convertirse en vampiro? Esto era algo que se cuestionaba. Y luego de mucho intento toma la escoba con su mano.

 

-Bien, ahora intente montar la misma. – expreso la profesora de vuelvo. -Dije que solo la montaran, pero al parece Snape tiene otros comentarios. - En eso el estudiante se estrella bruscamente contra el suelo. -Estudiantes eso es todo por ahora. – El docente suspira y ve como la escoba se había quebrantado. -Luxure lleva a tu compañero a la enfermería. -

 

- ¿Pero ¿cómo bajo? - Menciono algo preocupado el estudiante de primer año de la casa de Ravenclaw.

 

-Solo inclínate y ten determinación. - Aseveró el docente.

 

Y así lo hizo Luxure, llegando a maniobrar, algo como si el mismo hubiera pasado años viajando en escoba, quizás un talento natural, a pesar que ocasiones mostrará cierto miedo en volar, quizás porque evocaba que era la primera vez, pero esa sensación le gusto, es decir, de ese sentir el aire en su cabello. Y llegando al suelo se dirigió a donde se encontraba su compañero.

 

-¿Estas bien?- Indago algo preocupado. -Ven yo te ayudo. - Le extendió la mano y este fue recibida, ayudándole a levantar. -descuida son algunos rasguños. - agrego y sonrió. -Vamos, debemos darnos prisa seguro el profesor de maldiciones nos regañara si llegamos tarde, ya que se dice que el no tolera escusa que si nos caemos, enfermamos o algo por ese estilo.- Suspiro.

 

Y ambos se dirigieron a la enfermería, en donde el personal medico lo examino y para darle algo de animas se quedo junto con él, igual ese ratón de biblioteca no era muy conocido por tener muchos amigos, a pesar de sus muchos intentos. Al terminar de estar vendado y sanado ambos se dirigieron corriendo por los pasillos, esperando llegar a tiempo a esa clase. Y siendo la misma la última de su ciclo escolar, en donde en cada momento portaba un collar protector contra el sol.

 

-Esto fue bastante difícil. – Mencione Luxure a su homologo. -No pensé que fuera tan estricto el profesor, por suerte llegamos justo a tiempo.- En eso el otro estudiante se despide. -Otra vez solo, quizás sea mejor irme a la biblioteca. – Era en ese lugar que el mismo se sentía cómodo. -Curioso parece que se me acerca una lechuza. - Y allí observa un ave que se le acercaba, esta le evocaba como cuando en su diario apareció escrito como una de ellas le entrego su carta de ingreso, algo en verdad curioso y más porque no lograba evocar.

 

-¿Clase de oculmancia?- Este se cuestionó. -¿Acaso estoy leyendo bien? Quizás se equivocaron al considerarme, ya que apenas soy un estudiante de primero. - Su sorpresa era tal que no se lo creía. Y volvió a leer la carta, y aparentemente era dirigido a él. -Es posible que sea una broma, pero no puedo evitar intentar adquirir un nuevo conocimiento, pero no me parece haber oído algo como eso de oculmancia ¿Acaso será un tipo de magia de ataque o defensa?-  Se pregunto.

 

En eso en su mente evocaba cada palabra de las instrucciones, llegando media hora antes de lo indicado al patio. Y suspirando para volver a volar, solo que en esta ocasión cuando casi ponía la puesta de sol, o esta se encontraba en su apogeo. Eran quizás 16:30 o 1600 horas o 4:30 de la tarde. -Bien, por suerte la clase de maldiciones termino temprano y el ave me llego a las 1600 horas. - En eso suspira. -Bien, puedo hacerlo y volar no debe ser tan difícil. –

 

Y realizando lo aprendido en clase de vuelo logra elevarse, y comienza a subir poco a poco y comienza a ubicarse donde se encontraba el campo de Quidditch, por lo que para ese momento volaba con la Saeta de Fuego, adquiriendo la velocidad que este se permitía no tan rápido o tan lento, pero si seguro. -Esto es increíble. – Menciono con una sonrisa de par en par a hora que veía a lo lejos los aros. -Vaya, allí se encuentra entrenado el equipo de Ravenclaw. - Este se admiró por la práctica, por lo que opto volar sin dar interrupciones al mismo, pero captando la atención del capitán quien le observa con cuidado.

 

-Que susto. - Agrego al verse casi impactado por la Bludger, y como el capitán que era un golpeador le salvara. -Y aún me felicito por los reflejos, pero no me atrevo animarme aún a ingresar como suplente en el equipo, pero quizás pudiera ser una forma de hacer amigos, por suerte le dije que me lo pensaría – Y regresando a su objetivo, siguió las instrucciones de la carta, dirigiendo en línea recta en donde encontró una pequeña elevación y se acercó. -Esto debe ser el promontorio de rocas cubiertas por el musgo. - Entonces dio una curva a la derecha y continúo dirigiendo cuesta abajo hacia el inicio de ladera.

 

-Esa debe ser la fogata. – El vampiro se alegró de encontrarla, al menos no se perdió, quizás porque era alguien apasionado de ese deporte y tenía cierta curiosidad si era verdad todo como lo decían los libros. Este al llegar desciende y a penas logra ver la sombra de alguien, o eso le parece en una mano sostiene la escoba. -Me disculpo, pero debo beber algo. - Esta saca un frasco con sangre y lo bebe. -Es algo que debo consumir con regularidad, espero que mi condición no sea un problema. - Agrego el estudiante algo apenado y con la mirada baja. -Mi nombre es Luxure, Lisandro. - Este esperaba haber llegado a tiempo y al lugar indicado.

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Llegando a los Terrenos de ingreso de Hogwarts en busca de @ Mael Blackfyre

Dicen que algunas costumbres no se pierden y ella era consciente que estaba una vez más volviendo a sus viejas mañas. Hogwarts había sido su hogar durante muchos años, ahora regresaba una vez más para solicitar ayuda. No tenía idea de en dónde más encontrar a aquel mago. Había pensado recurrir a Adrian Wild, pero, reconozcámoslo, las últimas veces que se habían cruzado el ambiente eléctrico que se había formado a su alrededor la había hecho sentir un poco extraña. Dos grandes amigos podían llegar a hacer magia muy fecunda, pero en ese momento ella no se sentía tan capaz de enfrentarle cara a cara después de tanto tiempo y con tantos secretos que había guardado en uno de sus encuentros.

Por eso esperaba que los rumores fueran ciertos y allí también estuviera un mago con el que se había cruzado algunas veces, aunque en ese momento parecía ser él quien la esquivaba, aunque ya no tanto en el último tiempo. Por lo que sabía Mael Blackfyre impartía Conocimiento de Maldiciones, pero había escuchado de él otras capacidades muy interesantes, una de las cuales quería ella llegar a poseer.

Era consciente que aquello le provocaría una nostalgia que no tenía ganas de sentir, pero vamos, quizás por eso había elegido a Mael y no a Adrián para guiarla. El Blackfyre no tenía un vínculo con ella, Adrián era de la familia Dumbledore, frunció el ceño con la ironía. Nostalgias…

Miró con curiosidad el lugar, el ingreso a Hogwarts, los terrenos que lo rodeaban, se veían tan cual los recordaba. Habían reparado todo luego de las guerras o habían logrado mantenerlo intacto luego de tantos y locos ataques que había sufrido. Sonrió aún a su pesar y echó hacia atrás la capucha de su negra capa de viaje, dejando al descubierto sus cortos rizos rojos, apenas se distinguía bajo la capa sus ropajes siempre tan muggles: borcegos, pantalón cargo y una camisa cuyos botones desabrochados del cuello hasta el escote, dejaban ver debajo un corsé tan negro como el resto de su ropa.

Metió con disimulo la mano en el bolsillo, acariciando a Edelweiss, el tacto de su varita la hizo sentir un poco más tranquila, era hora de hacer frente a aquella habilidad que habían pensado hacer juntos con Seba Granger: la Animagia 1. Aquello los hubiera unido aún más al sentir ambos que compartían una criatura interior, algo que ahora jamás podrían confirmar. Lo único que ella descubriría es si si tenía un animal más allá del que había manejado al ser miembro del clan oscuro en la Orden.

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2º post

HABILIDAD: OCLUMANCIA 

Clases de acompañamiento: Alumno  @ Thoth

Se me cayó el alma a los pies en cuánto lo vi aparecer era ¿un crío? ¡era un crío! 

- Joven, ¿cuántos años tiene usted? - pregunté al muchacho que había aterrizado con la escoba, al menos, las instrucciones habían sido claras y concisas y por suerte no tuve que ir a buscarlo - me parece que no tiene edad para ser un oclumante -miraba al alumno de arriba a abajo me desconcertaba, porque lo último que me esperaba es que fuese un alumno de primer año y ese tenía toda la pinta (piensa que Hecate no tiene ni idea de la historia del chaval xD)

Miré el atuendo de los colores que llevaba, azul y bronce.

- Vaya, me alegra ver a alguien de mi casa, la Ravenclaw - aclaré y acaricié con cariño el cabello del chico - y no te preocupes, yo también tengo que tomar mi dosis... Espero que no seas más inútil que los otros que me he encontrado por el camino -dije, bufando con una media sonrisa-.

- Oclumancia es una disciplina dura, eres aún demasiado joven para tener recuerdos dolorosos para tener que ocultarlos con una potencia extrema - saqué un cigarrillo, lo encendí con la varita y empecé a fumar, le indiqué con el dedo a que me siguiera - hice un círculo protector mágico, aquí estaremos seguros ante intrusos y animales "en teoría" -sonreí al alumno- ponte cómodo - saqué del interior de la tienda de campaña (de lujo, por supuesto) un par de sofás de cuero negro y guardé la típica silla que traía como regalo en su interior. Señalé el butacón y yo me puse en otro lado - espero que no llueva, no hay encantamiento meteorológico... bien - di una calada al cigarro y se lo tenía que preguntar - ¿porqué quieres hacer oclumancia? ¿qué necesitas esconder? Es una habilidad mágica que hay que respetar entiendes, ¿no? -levanté una ceja y saqué de mi morral el anillo que me permitía potenciar mis poderes oclumánticos - lo gané con esfuerzo, espero que tú también puedas conseguir el tuyo, pero como hoy es una clase teórica... eres el primer alumno de primer año que tengo y no es muy habitual -me consideraba una buena observadora pero aún así- tengo la sensación de que hay algo oculto, no sé porqué... y lo más raro aún es que Hogwarts te haya dejado participar en algo así, cuando son a partir de 7º año o incluso cuando acaban el colegio, muchas de ellas son habilidades muy duras y yo tampoco las he adquirido al completo - di una calada al cigarro y dejé que el humo se lo llevara la brisa

- Para que puedas conseguir tu anillo, lo haré de forma distinta al resto de los arcanos... te daré a beber una poción y caerás infundido en el sueño pero será dentro de la tienda de campaña y por eso los encantamientos protectores - aclaré- en cuánto te duermas yo me introduciré en tus sueños y vivencias con otra poción, tú, lo que tendrás que hacer es crear una muralla de protección tan fuerte que ni siquiera el hechizo legeremens, que es el que se usa para introducirse en tu mente, podrá adentrarse a tu interior - señalé su frente-, podrás crear barreras para cuándo duermas y así que no te imbuyan falsos recuerdos o emociones que no te pertenezcan o hasta incluso si sufres de un interrogatorio puedes cerrar tu mente y así evitar que tus recuerdes los usen en contra tuya, y es más, intentaré darte instrucciones precisas para que, la última vez que intente entrar en tu cabeza, la tuya propia me expulse o las otras y no se pueda acceder más a ella.

 

 

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HABILIDAD: OCLUMANCIA 

Con perdida de memoria

Lisandro Luxure (falsa identidad) con @ Hecate Engosvezhof

 

“Lo sabía…”. Pienso.y aun así me había ilusionado en comprender un nuevo tipo de magia.” En sus orbes comenzaron a crearse unas lágrimas. “Y al parecer no debí ser yo a quien iba dirigido esa carta, quizás fue un error del destino.” En ello siguió escuchando cada palabra, suspirando lentamente y mantenido todas sus fuerzas para no llorar. “Quizás, solo deba disculparme y marcharme.” Entonces fue cuando su mirada descendió poco a poco, y luego comprendió aquel estudio, aquello que se llamaba Oculmancia.

 

“¿Recuerdos dolorosos?” Reflexiono en su mente y digavo un poco. “Si no estoy seguro de como me llamo, solo evoco momentos muy fugaces, y no estoy seguro que sean ciertos, estos dicen llamarme Lisandro Luxure.” Cierra su puño. “Y Aún así no si es verdad, ya que no recuerdo nada de mi pasado.” Y una lagrima comenzó a descender. “Esto es muy patético.” Y paso su mano por su rostro. “Y no se que responder, y si digo algo que le ofenda.” Cada uno de sus pensamientos le indicaba que era mejor marcharse.

 

-Yo…- Expreso con un tono triste. -no estoy seguro porque deseo ser oculmante, hace poco me entere que ello existía. -fue sincero. -tengo once años, y tampoco sé si poseo recuerdos dolorosos…- aclaró con cierto énfasis en estar seguro de poseer memorias. -Quizás sea mejor…- hizo una leve pausa. -Resguardar aquello que no se si tengo. – Afirmo con cierta duda. -Y tampoco comprendo la razón del porque fui elegido o bien pudo ser un error…- Otra lagrima se produjo. -Y sí ese es el caso me disculpo por hacerle perder el tiempo, yo no quiero ser una molestia. - Dos nuevas lagrimas surgieron.

 

En ese momento escucho un siseo a la lejanía. -No te rindas. – Esa frase comenzó a repetirse una y otra vez, era extraño, era algo diferente, algo que poco a poco le daba ánimos al estudiante. -Sigue adelante. – Fue en ese momento que Luxure agradeció en un lenguaje que no comprendía y mucho menos que lo hablaba. -Gracias. – expreso en parsel. -en verdad te lo agradezco. - Y se inclinó a la que sería su profesora. Este pensaba que la voz provenía de ella, ya que no había nadie más.

 

Luxure intento evocar lo que ella le había indicado, pero una sola palabra paso en su pensamiento: “Quizás solo deba confiar un poco… “ Suspiro y siguió llorando. “Es mejor intentar y no arrepentirme”. Fue esa frase que termino en su mente, mientras optaba en tomarse esa poción, quizás era algo bueno o malo. -No sé si te comprendí...-

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Acompañante de Animagia
post #1

— Señor… señor…

Un elfo intentaba alcanzarme tras un largo pasillo de aquel sexto piso en Hogwarts. Camine, muy apresurado para intentar escapar de la criatura. No podía creer que allí fueran tan intensos como las criaturas que había tenido que convivir en la Gryffindor, los elfos del viejo auror muerto eran insoportables. O necesitados de atención. Me giré al ver que no frenaba. Las palmas de sus patas chapoteaban contra la piedra del suelo como si hubiera agua y sus orejas rebotaban al lado de su cabeza.

— ¡¿Qué?! ¿Qué quieres? ¿No ves que estoy ocupado?

— El director anuncia la llegada de la alumna para su habilidad de Animagia…

— ¿Alumna? Soy profesor de maldiciones y si no te alejas, te lanzaré una. Dile al director que se vaya…

Calma, Mael” me dije a mi mismo porque no era bueno que explotara la situación con el director allí. Las malas lenguas (o buenas, en este caso) me habían avisado que habían puesto más atención en mi persona. ¿Tal vez esto era una prueba? El elfo me indicó que habían visto a la muchacha adentrarse en los terrenos del castillo. Así que, sin esperar, me escabullí entre un pasillo, bajé todos los pisos por muchas escaleras de caracol y llegué donde se suponía que estaba.

Tenía que admitir que un escalofrío recorrió toda mi espalda al ver a Darla Dumbledore por lo que parecía uno de los patios que daban atrás de Hogwarts. ¿Era el Patio de Transformaciones? ¿El patio del reloj? No recordaba aún todos los nombres, pero podía ver desde allí, el puente que iba en dirección al bosque, a aquella cabaña abandonada y otro camino que se bifurcaba, tanto al estadio como a la lechucería. Estaba a uno cincos metros. La última vez que habíamos estado en aquella posición (sin que ella supiera que era yo, sino Goldor) estábamos enfrentándonos.

— Señorita Dumbledore. Los elfos me avisaron qué me buscaba. ¿Estoy en lo correcto? —fui todo lo protocolar que mi boca lo permitió. No emití ninguna sonrisa, solo apoyé mi mano sobre aquella pared de piedra que actuaba de especie de asiento—. ¿Por qué me buscas? ¿Qué necesitas?

@ Darla G Dumbledore

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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Adquiriendo el Conocimiento en Meteorología
Acompañado por Kyle Blackthorn

¿Que hacía Cillian en aquel lugar? Se suponía que los terrenos de Hogwarts estaban destinados exclusivamente para estudiantes pero... ¿Por qué tenía que importarle eso al líder de La Marca Tenebrosa? No tenía planeado atacar el castillo, ese no era su estilo. El rubio no estaba ahí para causar el Caos, estaba ahí para recabar información. Cillian sabía bien que aquel colegio nunca se había caracterizado por alinearse con los ideales mortífagos, más bien siempre se había empeñado en proteger a todo sangre sucia que pisara sus terrenos. 

Si bien hubiera podido citar a cualquier otra persona, había elegido a Kyle Blackthorn y le había pedido que lo encontrara cerca del gran lago negro, ¿acudiría su llamada? Esperaba que sí o si no tendría que encargarse de todo por el mismo. Mientras Cillian esperaba al mago una gran tormenta se formaba en el cielo. 

- ¿Qué estará pensando Blackthorne? Hace diez minutos que debió haber llegado... —murmuró pasa si mismo, mientras observaba como el clima cambiaba segundo a segundo, el viento comenzaba a volverse cada vez más fuerte a cada minuto que pasaba y en el cielo podían notarse ya un par de relámpagos.

Si bien el rubio cubria su rostro con una insulta máscara de color negro, no podía dejar de pensar que el clima estaba jugando a su favor y que su misión en Hogwarts se volvería un tanto más sencilla gracias a ello.  Lo que Cillian y Kyle tendrían que hacer en aquel lugar era llegar hasta los archivos de la dirección y robar los registros sobre los estudiantes del colegio. 

 

@ Kyle Blackthorn

Editado por Cillian Haughton

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