Bosque Prohibido

[Thoth]

Hablante de Parsel con @ Hecate Engosvezhof

Castiel Lycan

 

-No es necesario tanta formalidad. -  Agrego el egipcio, cuya mirada reflejaba paz. -Y si este es el lugar. - agrego secamente. -Antes de comenzar deseo conocer tu experiencia con las serpientes, es decir, ¿Acaso existe algún antepasado que puede hablar con ellas?- Cuestiono y paso su mano por la barbilla. -Y más que conocer a un familiar que domine el idioma de las serpientes ¿Tienes algún evento en tu pasado, presente sobre comprender este idioma? –

 

La serpiente Cornuda la observa y se acerca a ella, mientras sisea y fija su mirada en esa bruja que había llegado.

 

-Curioso. - Agrego el instructor. – Este comportamiento nunca lo había mostrado. - Observo a la estudiante. -Creo que debí advertirte de su presencia, pero ahora es demasiado tarde. - Baja la mirada. -Ella en verdad se encuentra molesta. –

 

La serpiente poco a poco se le aproxima y su siseo se hace más evidente, hasta llegar a un punto donde les separaban a escasos metros de distancia.

 

-Quizás no comprenda si posees este don. - Asevero el egipcio. -Sin embargo, algo debes comprender, no todo es tan sencillo, no es como si con este idioma les puedes doblegar, es más como un acuerdo o pacto con ellas.- Le aclara. -Y cada una tiene su personalidad, esta Serpiente Cornuda que ves aquí le es fiel a mi sobrino, y por él ella es capaz en cierto punto de escucharme.-

 

El egipcio habla en parsel. -No le hagas daño. - Su tono es casi de súplica. En cambio, la serpiente le observa y le responde. -Ella no me tiene respeto. –

 

La situación se andaba poniendo tensa, por lo que el egipcio regresa la mirada a la misma, y le responde, dejando de hablar parsel.

 

-No sé si puedes comprender el idioma, y aún así te sugiero que le hagas una reverencia a ella. Quizás no puedas hablar o comprenderle, pero no te preocupes que el primero en hablar este idioma no fue alguien que naciera con este talento, se dice que fue una bruja tenebrosa cuyo nombre se perdió en la historia y cuyo descendientes hoy son los que le hablan.- hace pausa. -Otros estudian por su cuenta, y logran comprenderla hasta cierto nivel, pero no lo hablan.- Y le regresa la mirada. -Y unos muy pocos descubren una nueva manera con las Artes Oscuras para lograrlo, el cual no tiene documentación pero es el sendero de la bruja que inicio este caminar.- Este mago no sabía que camino ella escogería y hasta cierto punto él le acompañaría.

Editado 9 Octubre por Thoth

[Lawan Nguyen Thanh]

Lengua pársel con @ Noeline Malfoy McFarlan

 

¿Conocimiento? ¿Poder? Es lo único a lo que aspiran hoy en día los magos y brujas que acudían a la tierra lejana, en donde impartía las clases para obtener el poder de la lengua de las serpientes. El sol apenas se había levantado sobre el anciano, la brisa proveniente del lago hacía ondear la hierba que cubría el suelo verde y refrescaba las altas temperaturas locales. Lawan se empezaba a impacientar con la lentitud de los peces que apenas se acercaban al cebo que había preparado minutos antes. En otros tiempos ya habría pedido a sus ofidios que hicieran el trabajo por él.  

—¿Debería ponerles otra prueba?  ¿quizás otro cebo diferente? — siseaba dubitativo mientras sostenía la caña de pescar que apenas daba indicio de moverse. Su compañera serpiente hizo un movimiento con la cabeza que daba a entender que estaba en desacuerdo con el anciano. —Bueno quizás una última cosa… si te parece… — dibujó una pequeña mueca en su arrugado rostro y continuó atento al nulo movimiento del sedal que se perdía en la profundidad de aquel lago. —Bueno, mejor lo dejamos... no creo que saquemos nada bueno de esto hoy— se resignó mientras recogía el sedal de la caña. Lawan agitó la varita y los utensilios de pesca desaparecieron al instante, había pasado más tiempo del que le hubiera gustado, pero tenía que volver a la realidad... 

Una lechuza irrumpió el descanso del vampiro anciano, impresionado porque no había explicado a nadie del sitio a donde se dirigía. Muchas veces, Lawan escapaba del ajetreado Londres al sitio en el que había descansado por muchos años, sitio en donde enseñó a más de un centenar de magos y brujas, sobre el noble arte de la lengua de las serpientes.  

El anciano tomó la pata de la lechuza y desató la nota que llevaba atada con un lazo de color verde esmeralda, cuál piel luminiscente de las escamas de una bípeda del bosque. —¿Una invitación? —renegó decepcionado al leer la letra sobre el pergamino... aún olía a tinta. —La juventud necia que aún aspira a descubrir el entramado que esconde la magia ancestral de los ofidios— se quedó pensativo mirando como el ave volvía a emprender el vuelo, libre al fin de su cometido de llevar la nota hasta los confines de la tierra. —¿Y si...? —vaciló durante un segundo. No podía ignorar aquellas palabras, si bien sólo para satisfacer su mera curiosidad, la sensación de volver a compartir los secretos de las serpientes con otro mago o bruja también se le antojaron como excusa.  

<Creo que nos vamos de excursión, compañero> siseó el vampiro a la pitón que se había colocado junto a él de manera silenciosa. Lawan la había sentido mientras se acercaba. Siempre la sentía junto a el, sin importar cuánta distancia les separe. El vínculo que el vampiro y la pitón, de más de dos metros de largo tenían, era antiguo, puro... mágico. <Estoy intrigado> Un portal se abrió frente a ambos, solo con ligero pensamiento del sitio que muchas veces había visitado antaño, cuando enseñaba, bastó para que el aura de color esmeralda abriera una puerta hasta el bosque prohibido, ubicado en los alrededores del castillo de Hogwarts, se presente frente a ellos. Lawan atravesó el portal y junto a él, la pitón lo siguió, cruzando así hasta las inmediaciones de los terrenos del castillo. —¿Quién eres tú para invocarme con estas formas tan desagradables? —el tono seco de su voz retumbó en la oscuridad del bosque. —Déjate ver de inmediato— su compañero describió círculos alrededor del Lawan. Era protector con el vampiro.  

[Hecate Engosvezhof]

2º post

Me acompaña en ésta habilidad Pársel con @ Thoth  

Me quedé pensando ante lo que me había dicho la persona que me iba a acompañar en esas enseñanzas

- No, que yo recuerde... quizás algún antepasado lejano sí tuviese la habilidad de comunicarse con las serpientes, lo desconozco, mis padres nunca me han comentado algo parecido - le dije, elevando mis hombros desconectada- es cierto que tuve intentos de aprender aquí, en Hogwarts con los arcanos, pero de una forma u otra nunca acababa por formalizarse el tema -suspiré

- Para mostrarle algún tipo de respeto -me agaché - debería conocer su idioma, pequeña serpiente - intuí cierto peligro así que, me puse unos metros más atrás. Es cierto que se me había acercado mucho pero ese tipo de animales, era mejor estar prevenidos

<< interesante - quedé pensativa durante un momento - yo tengo un grimorio personal pero claronada que ver con éste tipo de reptadores, me pareció entender algo por eso rehuí, me puse a cubierto pero tampoco es no sabría decirlo como si lo conociese de siempre -comenté desesperada

Me senté en el suelo a medio metro de la serpiente cornuda que acompañaba al profesor

- Siempre tuve afinidad hacia a ellas ahora que lo recuerdo, de cuando era pequeña... pero crecí y no volví a hacer caso, muchas cosas pasaron por mi larga vida que ya apenas tengo recuerdos de mi infancia y mi especialidad son las artes oscuras, he enseñado en éste colegio y nuevamente, sentía que venían a mí pero que no establecían contacto porque yo apenas les prestaba atención... curioso -dije, cayendo de la cuenta - quizás sí posea el don y sea hora de descubrirlo ¿no le parece? 

- Perdón por mi falta de educación, mi nombre es Hecate ¿y usted, señor? Si tenemos que hablarnos... es lo primordial -dije con una gran sonrisa cómplice, pero vigilando a la serpiente cornuda por si se le ocurría a atacarme, aunque algo me decía, que el profesor lo había evitado. Por el momento.

off sé que el rol es pequeñito, pero iremos avanzando un poco más en la trama😘

[Noeline Malfoy McFarlan]

De repente, un portal se abrió frente a la pelirroja. Un resplandor esmeralda iluminó el oscuro bosque, y de la nada surgió una figura delgada, envuelta en un aura que parecía destellar con el mismo color que la serpiente que lo acompañaba. Una pitón de escamas brillantes se deslizó silenciosa junto a él, como una sombra viva, mientras cruzaban hasta las inmediaciones del castillo. Lawan Nguyen Thanh, el arcano que había convocado, se presentaba en toda su imponencia.

La voz de Lawan era seca y fría, como el aire que envolvía el Bosque Prohibido y exigía respuestas. Su tono retumbó en la oscuridad, reverberando entre los árboles. La serpiente, con movimientos elegantes, describía círculos protectores a su alrededor, con la mirada fija en Noeline, como si fuera capaz de leer sus más íntimos pensamientos. La intensidad de la situación la hizo sentir vulnerable por primera vez en mucho tiempo.

Noeline, que podía mantener una actitud altiva frente a desconocidos, supo que esta vez debía actuar con cautela. El hombre que tenía ante sí no era cualquiera; era el maestro que había buscado durante meses. Con un gesto calculado, apartó la capucha de su capa, dejando entrever su larga cabellera rojiza, que caía con gracia sobre sus hombros.

—Mi nombre es Noeline Malfoy —dijo con firmeza, intentando mantener la calma—. He venido a averiguar si tengo el talento del hablante de Parsel, la lengua de las serpientes. Ellas han sido mis amigas desde que era una niña, y siento que forman parte de mí. Necesito descubrir si puedo dominar este arte.

Sintió cómo Lawan la observaba en silencio, sus ojos oscuros y rasgados parecían escrutar cada rincón de su alma. Noeline esperaba atenta sus palabras favorables, aunque sospechaba que vendrían acompañadas de alguna advertencia. Por dentro, la determinación y el temor se debatían en su mente. El Bosque Prohibido, lleno de criaturas mágicas y serpientes, le recordaba momentos antiguos del pasado, esa sensación de estar apartada del mundo. Pero aquí, frente a este hombre, sabía que el reto era aún mayor que el de su pasado.

El viento agitaba las hojas a su alrededor, creando un murmullo casi hipnótico que resonaba en el aire fresco del bosque, como si el propio entorno estuviera vivo y al tanto de su decisión. Los susurros de la naturaleza parecían advertirle de los peligros que acechaban en la penumbra, mientras las sombras se alargaban y se retorcían, como serpientes esperando en la maleza. 

Noeline sabía que había dado el primer paso en un camino sin retorno, uno que la llevaría a explorar los recovecos más oscuros de su propio ser. Cada latido de su corazón resonaba con la expectativa y el temor; entendía que el viaje que estaba a punto de emprender no solo implicaría el dominio del Parsel, sino también una inmersión en su propia alma, donde las dudas y los temores que había reprimido durante tanto tiempo aguardaban pacientemente.

 

Hablante de Parsel @ Lawan Nguyen Thanh

[Thoth]

Hablante de Parsel con @ Hecate Engosvezhof

Castiel Lycan

 

 

La serpiente cornuda le observo, y se detuvo en seco. -Al parecer ella me respeta. - Agrega el ofidio. -No se si me puede comprender, pero debo admitir que siento curiosidad. –

 

El egipcio medito cada respuesta de la misma, de igual forma analizó su actuar con la criatura traída. Este no respondió al momento, evocado cada palabra y la posibilidad que ella poseyera naturalmente esa habilidad, destaco en sus ideas el conocimiento previo con los Arcanos, los cuales a él en relación a su sobrino le traía desconfianza.

 

-Yo también siento curiosidad. - Respondió en parsel el vampiro. -Es un placer. - Agrego y dejo de hablar el idioma de las serpientes. -Mi nombre es Lycan, Castiel.- Observo a la bruja. -Soy un fraile.- Esta enmarcación lo denotaba como miembro de una orden religiosa, a pesar que no vestía para ese momento como uno. -pertenezco a la Orden de Frailes Menores de San Mungo.-

 

El religioso medito un poco y se cruzo de manos. -Y descuide, debo admitir que capto la atención de ella. - Refiriendo a la Serpiente Cornuda. -Quiero decir, que no le atacará, pero esa situación puede cambiar. Ahora regresando al tema del Parsel.- se toca la barbilla. -Desconozco si posee el dónde de forma natural, y si así fuera debería comprender las palabras que hemos pronunciado. - Y baja la mirada. -Aunque, no siempre es así, quizás un trauma en su pasado o algo en este le pudiera estar bloqueando ese don. -

 

Lycan evoco en su memoria los rumores de Lawan Nguyen Thanh, el cual era algo particular en su forma de enseña, quizás único. -Quizás un método tradicional no creo que funcione. - En lo que el mago saca su objeto mágico.

 

- Haz de la Noche (Fulgura Nox)-

 

Sentencia, creando un portal imbuido con la habilidad de Nigromancia capaz de enviarlo al mundo de los muertos. Además, lo combino con los conocimientos de Historia de la Magia y Runas Antiguas se podrían quizás abrir portales al pasado. Estas dos posibilidades se abrieron ante ellos, dos caminos que bien se pudieran combinar o bien llevarlo a un tiempo distante del que se encontraba ¿Acaso su magia sería capaz de llevarlo a donde moran los muertos? Y así hablar con un antepasado de esa bruja, o bien pudiera llevarlo a una época donde pudiera estar viva la primera hablante de parsel.

 

-Debo admitir que esta magia es muy impredecible, por si deseas continuar ese camino. - Agrego con total honestidad. -Aquí bien puedes conseguir respuestas a tu don, o bien llevarnos a la muerte. Es difícil con este conocimiento de magia del tiempo y espacio, no te puedo garantizar el destino si decides cruzar por ese portal. -

 

El fraile observo a la serpiente. -¿Qué piensas al respecto?- Cuestiona en parsel el mago.

 

-Es peligroso. - Agrego la Serpiente Cornuda.

 

Lycan medito todo lo referente y no supo que hacer, ya que no podía asegurar si esa bruja poseía ese don de forma natural. En eso dejo de hablar el idioma de las serpientes y observo a Hekate.

 

-Este método es inusual, pero puede ayudarte. - Hizo pausa. -Existen otros que es enseñarte el idioma, pero no te aseguro que lo puedas hablar, comprender en su totalidad. - Este evocaba como Albus Dumbledore lo podía comprender, pero no era un hablante parsel, otro mago similar era Ronald Weasley que lo podía hablar como un idioma, pero no comprenderlo en su totalidad. – Y quizás sea el grado de mayor de complejidad de enseñar, ya que se basa a nivel teórico en imitar el siseo natural de las serpientes, así como las sutiles entonaciones. –

 

El egipcio no se atrevió sugerirlo, ya que era más basado a una posibilidad de enseñanza de un idioma antiguo. No obstante, no se negó a esa posibilidad de enseñanza. -Otra posibilidad, sería quizás buscar una forma desbloquear eso que te imposibilita despertar el don natural, debo admitir que no soy un legeremante capaz de penetrar tus recuerdos, pero existen otros medios capaz de inducir tu mente a un estado que te permita vivir esos recuerdos.- Este hablo desde el uso de pociones, quizás alguna en su inventario le pudiera servir.

 

-Y finalmente esta el camino del portal, donde este sendero desconocido pudiera revelar si posees esa habilidad. En este te acompañaría y respondería todas tus preguntas, pero te lo advierto antes, no esta en mí desbloquear aquello que te prohíbe percibir tu don, tampoco te puedo garantizar el existo del aprendizaje, hasta el más mínimo detalle de adquirirlo depende ti.- Asevero. -Como fraile puedo garantizar que te acompañare, pero a veces los caminos que cada uno recorre lo debe hacer por su cuenta. –

 

Y suspirando profundamente le consulta. -¿Qué camino quieres seguir?-

 

Le cuestiona. El egipcio omitió el método usual del Arcano, el cual era intentar que el participante pudiera comprenderlo desde establecer una relación con una serpiente, este limita su uso como don natural, lo cual no estaba mal, pero en ocasiones los traumas del pasado bloqueaban el don, otros no serian capaces de comprenderlo de forma natural, y otros incluso pudieran adquirir un nuevo método jamás probado, lo cual hacía que los historiadores debería preguntarse ¿Cómo fue la primera bruja en adquirir ese grado de magia? Ya que no siempre los sucesos ocurren de forma natural, a veces son los miembros de la comunidad mágica que crean esas capacidades extraordinarias, a pesar que en la actualidad se le vea como una habilidad dada a ciertos descendientes. 

Editado 10 Octubre por Thoth

[Hecate Engosvezhof]

3º post

Me acompaña en ésta habilidad Pársel con @ Thoth

- Es un honor conocerle - le dije agachando levemente la cabeza - todas aquellas personas que cuidan de nuestra gente deben ser bien considerados en nuestra sociedad, así que usted, se ha ganado mis restos, señor -incliné nuevamente la cabeza para mostrarle mis respetos.

Ahora sí, me levanté del suelo y me limpié los pantalones de los restos que se pegasen a la ropa, debía esperar haber como actuaba ese compañero tan particular de enseñanza. Y tras unos breves momentos de silencio el mago abrió un portal que reconocí enseguida, no era la primera vez que usaba uno de esos conjuros y dependiendo de la manera esos portales podían ser permanentes, ir al pasado, o futuro... Dudé durante un momento... 

Escuché atentamente sus palabras:

- me gustaría más desbloquear recuerdos que ir al pasado, si nos pasa algo durante el viaje o, hacemos algo que nos repercuta en la actualidad sinceramente mi señor, temo las consecuencias de eso... si tiene habilidades con las pociones, yo misma puedo serle de ayuda, fui profesora de esa materia y bueno, digamos que no se me dan tan mal - sonreí al fraile- tampoco soy legeremante... no hace mucho, acompañé a un joven a hacer sus pruebas de oclumancia, accedí a sus recuerdos mediante pociones y hechizos... quizás sea lo mejor en éste caso, ¿le parece bien? - pregunté con curiosidad al ensotanado, me parecía que llevaba ciertas reminiscencias de un pasado antigüo como el egipcio, pero era mejor no preguntar tampoco me quería inmiscuír en la vida de alguien que me estaba enseñando.

<< así que, puede cerrar ese portal y si necesita cosas para hacer pociones, aquí tengo algo - saqué el morral de moke en dónde llevaba muchas cosas que, aunque no las usara estaban ahí por si acaso y sobre todo, para situaciones como aquella 

 

 

[Lucrezia Di Medici]

Animagia con @ Ada Camille Dumbledore

El sentir ternura era una experiencia ciertamente extraña para Lucrezia, más por falta de motivos que por no estar dispuesta a sentirla. En contraposición al prejuicio que existía sobre ella alrededor de una supuesta dureza autoimpuesta, la aristócrata no sentía que ello fuese una debilidad para su carácter; simplemente las personas no le daban razones para considerar algo “tierno”. Por el contrario, la blonda italiana sentía una atracción innata por las criaturas mágicas, algo más que evidente en la enorme y variada población que moraba en los terrenos de la mansión Di Médici. La sensación de ternura siempre afloraba de manera natural en ella cuando visitaba a los pequeños hipógrifos que se criaban en sus establos, con sus pequeños picos y abundantes plumajes.

El ver la transformación de un blanco lince a la esbelta dama que conocía la tomó por sorpresa pese a que tal acto era lo esperable por parte de una animaga y que era algo que ya había atestiguado en más de una ocasión. Encontraba algo genuinamente admirable en la naturaleza animal de aquel tipo de magia que no provenía de ninguna fuente específica como lo eran los núcleos de las varitas. La animagia era aún un misterio sin revelarse por completo incluso para los estudiosos y los inefables del ministerio de la magia. Consciente era de que no estaba destinada a ser ella quien descubriese el origen de la animagia pero ¿Por qué no experimentarlo en carne propia para empezar a darse una idea de ello? 

La aristócrata se vio obligada a ahogar un devastador comentario sobre la impuntualidad de la otra aprendiz al presenciar como entre las palabras de Ada y la llegada de Malum apenas transcurrieron unos segundos. Al ver llegar a ésta última, la blonda italiana le dedicó una mirada en principio fugaz para luego verse transformada en disimuladamente curiosa. Era bella sin dudas…al menos físicamente. A su presencia la rodeaba un aire ligeramente familiar, incluso imponente, pese a que en sus años en Londres sus destinos jamás se habían cruzado ¿Era quizás también de alta alcurnia? ¿Sería parte, sin saberlo, del mismo círculo social que ella? Sin dudas se empeñaría en descubrirlo durante aquella jornada procurando no ser demasiado evidente en sus intenciones. 

- Bienvenida. Pese a que seguramente me conozca mi nombre es Lucrezia Di Médici.- se presentó con un tono extrañamente amigable, regalándole a Malum un ligero asentimiento de cabeza a modo de reverencia que pocos habían tenido el honor de recibir.- No tengo duda de que usted vale la pena aunque poco queda por discutir dado que llegó a tiempo.

Escuchó las palabras de Ada sin dejar que por la gestualidad de su rostro escapase lo obvias que le parecían sus palabras pues nula era su intención de faltarle el respeto a la Dumbledore. Con la honrosa excepción del dinero, para la aristócrata lo más valioso que un ser humano tenía era el tiempo y que aquella mujer lo hubiese invertido en capacitarla sobre la animagia era un gesto que genuinamente apreciaba. Que la dificultad de la Animagia radicaba en mantener el raciocinio durante la transformación le parecía algo que hasta un mago con cuestionable intelecto daba por descontado pero ¿Por qué hacérselo saber a alguien cuya amabilidad, a su forma de ver, no conocía límite? 

- Nunca tuve una experiencia cerca de la transformación. Es curioso que el llamado me vino en sueños. No me dejo tentar por el escepticismo con facilidad pero…¿Por qué no probar si mi destino es ser animaga?- soltó con una media sonrisa dibujada en sus carnosos labios antes de dejarse llevar por las palabras de Ada.
 

-

@ Malum Luxure

[Eterno Blackthorn]

Conocimiento de pociones

Post 5

@ toji

Al docente le faltaba un par de minutos para que terminara de hacer su elixir y eso le daba tiempo para pensar un poco mientras tanto se ponía a deducir que podría ser según los efectos que habían tenido con él.

Recordaba el escozor que te había sentido en la mano para haber tenido contacto con el líquido, aunque no conocía los ingredientes tenía que deducir qué productos provocaban eso al ser mezclados con otros, tenía las intenciones de preguntárselo al japonés pero lo veía demasiado concentrado en lo suyo, estaba pensando en poder ingerir un poco corriendo el riesgo de sufrir los efectos pero no sabía si era venenoso o no, por lo tanto dudo en realizarlo.

 

Felizmente su contra veneno estaba casi listo solamente terminaba de reposar y era totalmente efectivo para contrarrestar algún veneno muy potente, pero no estaba muy seguro de que funcionase con esta sustancia desconocida.

Teniendo muy en claro que los venenos podrían ser naturales o artificiales, pero no sabía.

Al ser un producto de exportación podía esperar cualquier cosa y mucho más si fuera usado para dañar a la población.

 

Intentó abrir el sello de seguridad pero preguntando primero si lo debería hacer, sosteniéndote con el guante y viendo de que la manipulación del mismo era un tanto incómoda ya que la flexibilidad era un mínima.

Escucha la voz del nipón el cual le preguntaba qué era lo que podía tener entre sus manos, mientras él trataba de explayarse en el tema aún sin conocer mucho

 

-Pues, como verá no soy un experto en esto aunque solo me espero que no sea tóxico, estaba pensando en ingerirlo para determinar si lo es o no, quizás hacerme un conejillo de indias pero me correría el riesgo si es venenoso y ni mucho menos al no saber qué efectos secundarios podría tener y ni los efectos principales.

Pero me hace dudar por el color y el olor, pues es muy parecido al del Weedosoros, que ya le había visto en otra oportunidad. Recordará qué trabajo en Ministerio en el control de la venta de otros producto.

A menos sea un compuesto hecho artificialmente, ya que no todos te producen escosor en la piel en el contacto, como fue en mi caso. -

 

Quedo pensando un momento mientras intentaba abrirlo usando una especie de pinza la cual iba eliminando seguros y por seguro  haciéndole la palanca con la punta del mismo, sigue observando aquellas letras  en el vial que decían escritas algo y pero no sabía bien qué significaba.

[toji]

Pociones con @ Eterno Blackthorn

 

—Desde luego que no... no sería profesional que lo tomase como conejillo de india —miró perplejo al mago cuando este pretendía exponerse a la sustancia que aún no habían podido identificar.  

Toji no creía que estuvieran frente a un veneno peligroso, eso lo había podido esclarecer en el momento que el primer hervor de la pócima que estaba realizando el Balckthorn fue inalada por este. El antídoto que Eterno estaba creando era de aplicación aérea, es decir que su función era tratar cualquier maleficio o envenenamiento a través de las vías respiratorias. El profesor fushiguro quiso omitir parte de esta información para no preocupar al mago y que este se confiase al seguir el procedimiento de la elaboración que tenía en marcha.  

—Si se quita los guantes, podrá ver como el escozor le está remitiendo... es un procedimiento común cuando la enfermedad o maldición contraída a través de frascos de brebajes de pócimas raras entra en contacto con su contra veneno.  

Fushiguro se acercó más para verificar que lo que había dicho tenía sentido para Eterno. El profesor revisó las manos del mago para buscar algún síntoma que le indique que los vapores no habían resultado efectivos, pero no fue así. El antídoto había funcionado al cien por cien de efectividad. —Ahora bien, ya salvado nuestro primer inconveniente aún nos queda resolver el misterio del contenido de los frascos... y para esto he estado trabajando en este brebaje que provocará una reacción según el contenido que haya dentro de los viales — se sacó las gafas que llevaba en la cabeza y con un ligero movimiento de la varita apuntó hacia los frascos que sostenía el Blackthorn.  

—Acompáñeme al caldero... — caminó hasta la mesa en la cual se encontraba en ebullición el brebaje que estaba preparando. —Como decía... el caldero que tenemos en frente reaccionará, en cualquier caso, dicha reacción será equivalente al contenido de los viales — sonrió un poco expectante por el desconocimiento de lo que podía suceder en la cabaña una vez depositen los viales dentro del caldero. —¿Quieres hacer los honores? — dejo de apuntar con su varita y los frascos descansaron junto a al caldero en ebullición. —Es la magia de las pociones... si no experimentas, no sabrás lo que puedas descubrir.  

Toji dio un paso atrás por seguridad. Acción innecesaria ya que si había alguna reacción peligrosa toda la cabaña sería afectada.  

[Astara Macnair]

El dolor se extendía por todo mi cuerpo, cada respiración era un recordatorio del impacto contra el árbol. Apenas podía moverme, y mi varita había caído fuera de mi alcance, brillando débilmente a unos metros de distancia. Intenté incorporarme, pero mis músculos gritaban en protesta. Todo estaba sucediendo demasiado rápido. El frío del bosque parecía penetrar hasta mis huesos, y aunque intentaba concentrarme, la criatura que teníamos delante me helaba el alma. Su presencia era abrumadora, y la Piedra Encantada… esa maldita piedra estaba drenando nuestra magia. Sentía cómo mi fuerza se desvanecía, como si algo la estuviera absorbiendo lentamente.

Escuché la voz de Coleen, lejana, pero clara. Sabía que estaba intentando pelear, que no se iba a rendir, y a pesar de toda nuestra rivalidad, me aferré a esa idea. No podíamos darnos el lujo de fallar aquí. No en este maldito bosque.

Lo vi volar por los aires, como si fuera un simple muñeco de trapo. La criatura lo había lanzado lejos, y por un segundo, me sentí completamente sola. Maldición, Coleen. No me dejes sola en esto.

El miedo me golpeó con fuerza. Sabía que era joven, que no tenía ni la mitad de la experiencia que muchos otros magos habrían tenido en este tipo de situaciones. Y, sin embargo, aquí estaba, frente a una bestia de magia oscura que absorbía nuestras defensas como si fueran nada. Me sentía pequeña, insignificante. ¿Cómo había llegado a este punto? ¿Cómo había pensado que podía manejar algo así? Sentí las lágrimas arder en mis ojos, no de tristeza, sino de frustración. No podía permitirme esto. No ahora.

—Vamos, Astara —murmuré para mí misma, el temblor en mi voz apenas perceptible—. No te puedes quedar aquí tirada.

Me arrastré hacia mi varita, mi cuerpo protestando con cada movimiento, pero lo hice de todas formas. Tenía que recuperarla. A mi alrededor, el bosque se sentía vivo, como si nos estuviera observando, esperando que fracasáramos. Sabía que la criatura no estaba lejos, y que el próximo golpe sería fatal si no hacía algo.

Escuché otro gruñido espectral, una advertencia de que no teníamos mucho tiempo. Coleen había conjurado un Reducio, y aunque el hechizo no había tenido el efecto que esperábamos, le había dado unos segundos más. Vi cómo intentaba levantarse a lo lejos, su cuerpo claramente dolorido, pero no podía dejar que lo enfrentara solo.

Mi mano finalmente alcanzó la varita, y con un último esfuerzo, me levanté tambaleante. No sabía cuánto más podía soportar, pero sabía que no iba a quedarme de brazos cruzados. El miedo seguía ahí, esa sensación de estar frente a algo mucho más grande que yo, algo que me superaba en cada sentido. Pero había una cosa que siempre había aprendido: el miedo solo te consume si se lo permites.

—¡Coleen! —grité, sintiendo cómo mi propia voz resonaba en la oscuridad—. ¡No podemos vencerlo con fuerza bruta! La Piedra está absorbiendo nuestra magia. Necesitamos distraerlo.

Él giró su cabeza hacia mí, apenas capaz de mantenerse en pie, pero en sus ojos vi la misma determinación que me impulsaba a seguir. Teníamos que pensar rápido. Si la magia directa no funcionaba, teníamos que ser más inteligentes.

—Voy a intentar atraer su atención. ¡Tú busca una forma de destruir la piedra o neutralizarla! —No tenía ni idea de si funcionaría, pero ya no teníamos otra opción.

Alcé mi varita y apunté hacia el cielo.

—Periculum —conjuré, y una explosión de chispas rojas iluminó el área. No era un hechizo ofensivo, pero esperaba que al menos desviara la atención de la criatura por unos segundos.

El rugido volvió, y la criatura se detuvo, sus ojos infernales centrándose en las chispas. Aproveché ese momento para lanzar un Impedimenta en su dirección, no para detenerla, sino para ralentizarla lo suficiente para que Coleen tuviera tiempo. No era magia poderosa, y probablemente no duraría, pero tenía que confiar en que juntos, de alguna forma, podríamos salir de esto.

El miedo seguía ahí, palpitando en mi pecho. Podía convertirme. Podía transformarme en un hurón y huír de allí con velocidad, pero eso significaba dejar a Coleen atrás. No, no podía ser tan cobarde.

Me mordí el interior de la mejilla y los ojos se me llenaron de lágrimas, mientras la boca se inundaba con el metálico sabor de la sangre.

—Kiorke — el látigo azul que brotó de la varita era largo y brillaba sin cesar, como una luz de neón de esas que los muggles ponen en sus negocios. De inmediato, le ordené que atacara a la criatura de sombras.

En efecto, el látigo pegó en el ser, haciendo que éste retrocediera. Aún así, la luz se iba extinguiendo poco a poco. A menos que Coleen se deshiciera de la piedra, no había hechizo capaz de mantener a esa criatura a raya por mucho tiempo. Y nuestras fuerzas se agotaban.