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Bosque Prohibido


Adrian Wild
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Animagia con Zack #4

 

Fue mucho más fácil de lo que esperaba.

Suponía que Zack tenía bastante claro en que parte de su mente buscar, en aquellos momentos borrosos que debía de tener claro. Aunque habían descubierto en que animal se podía convertir, el descubrimiento que tenía hermanos y que los había revivido era algo nuevo para él. Para Zack, para ser exactos, pero estando dentro de la mente del mago sentía que los recuerdos formaban parte de si mismo.

Al salir de la mente y volver al Bosque Prohibido tuvo que sostener por los hombros a Zack que estaba a punto de caerse de espalda.

— ¿Estás bien? —preguntó, era una pregunta bastante tonta tras lo que habían descubierto. Zack se veía un poco fuera de si mismo, pensativo, más serio de lo habitual—. Supongo que esas dos personas eran… ¿tus hermanos? —se aventuró a decir— eso fue lo que me transmitiste, pero no creo recordar que alguna vez me mencionaras que tuvieras hermanos.

Ambos se quedaron sentados en silencio, Pik sosteniendo las manos de Zack hasta que este volviera a si mismo. Sabía que aquellos recuerdos le afectarían mas de que lo confesaría y Pik no le buscaría sacar más información de la necesaria, cada quien debía procesar sus traumas a su debido tiempo. En ese momento Pik solo se encargaría de apoyarlo.

— Creo que este descubrimiento fue bastante importante, pero hemos cumplido con el objetivo de saber en que animal te puedes transformar. Un águila, bastante curioso diría yo, al final si vamos a poder ver las estrellas juntos —ahora le tocaba ser a él quien debía coquetear y subirle los ánimos—. Vamos, ahora comienza la parte más difícil que es intentar transformarte por tu propia cuenta, no en una situación que solo te transformes por estrés o intentando salvar tu vida —Pik se levantó y ayudó a Zack hacerlo—. Quiero que me cuentes que fue lo que sentiste cuando te transformaste en tus memorias, ¿tienes claro que pasó tu mente en aquel momento, como se sintió en tu cuerpo la transformación? Luego, haré una pequeña demostración.

 

@ Zack Ivashkov

Editado por Pik Slytherin
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Hablante de Parsel

Castiel Lycan

 

 

-De acuerdo. - Profiero el fraile fantasma y se marcho avisarle a su homologo.

 

En ese momento el fraile de paz comenzó a divagar un poco entre la relación de fe y magia, además que este momento estaba empleado la nigromancia para así invocar una legión de sus antiguos compañeros de camino, esos que en su momento habían compartido alegría y tristeza, eso hermandad muy desconocida para muchos, por lo que comenzó a dibujar en su mente ciertas ideas contrarias para muchos, aquellas que no todos pueden comprender y aún así juzgan a simple vista, quizás porque no comprenda su particularidad.

 

En ese instante paso sus inicio como novicio en la orden, aquellas dificultades de austeridad y los conflictos con sus padres ante la decisión dedicarse a una vida ajena a los planes de los sueños de sus progenitores, aquella negación de poseer decendencia, y no tener vinculación con alguna mujer o hombre en su vida de forma sentimental o de apegos, aquellos placeres que para muchos son prioridad y para él no lo era, por lo que fue en ese estado de transe meditativo que su mente comenzó a divagar un poco, aquellos pensamientos que solo un legeremanete pudiera leer facilidad y con magia le costaría comprender.

 

“En el mundo secular era incompatible pensar entre fe y magia, sin embargo, existen muchos tratados que hablan que muchos hombres descriptos en los textos sagrados de que quienes se decían ser santos, los cuales poseían ciertos atributos sobrenaturales dado por una identidad, entre ellos Salomón, un rey erudito con capacidades más allá de un simple mortal, por lo que los antiguos escribanos señalaron un libro o grimorio atribuido al mismo. Otro similar era la religiosidad existente en Valle de Godric en donde existía una iglesia, a pesar, de ello ciertos magos y brujas puritanos rencorosos de los juicios de Salen no veían compatibilidad con ello.

 

Y aun así, existía estos frailes de San Mungo y no solo eran ellos, esto era motivado a la existencia de múltiples órdenes religiosas, sacerdotes, monjas y mojes de todo el mundo con diferente credos. Aunque, era posible que muchos no evoquen como uno de los fantasmas de Hogwarts es un Fraile, y este nombre es dado solo a los religiosos que pertenecen a comunidad religiosa. No obstante, el ateísmo no es solo para los muggles sino para sociedad mágica, por lo cual la diversidad de creencias es posible en todo el mundo.”

 

Finalmente termino su meditación, y los fantasmas desaparecieron al instante. El egipcio se levanto muy calmadamente, mientras la Serpiente Cornuda observa a la bruja en su preparación, este ya tenía una forma de como ayudarle, pero este no le iba a decir sobre su proceder, pero si sería un observante en donde no podría intervenir de forma directa, pero si observaría lo que allí ocurre, quizás no fuera un legeremente pero no es la única forma de penetrar la mente.

 

-¿Dónde estará esa bruja?-

 

Cuestiono en parsel. Y ese siseo fue suficiente para que la serpiente que acompañaba a su estudiante se marchará de donde se encontrará y fuera buscarle, ese sonido que les permitía ambos comunicarse. Y fue cuando se encontraron que ambos establecieron una fuerte discusión, en donde al final el mago opto por escuchar el consejo de la misma, para luego dirigirse a donde estaba ella. Aunque, cuando llego, este no sabía si ella había terminado la poción o mucho menos si la había bebido, por loque comento.

 

-¿Estas lista?-

 

Cuestiono, sin saber si le respondería, pero algo estaba seguro ese camino para llegar a eso que le oculta su don sería algo seguro que lo consiguiera, pero aún así examino y espero que todo saliera bien, al menos tenía un encantamiento para penetrar la mente, si notaba un cambio brusco o que pudiera causarle problemas.

 

@ Hecate Engosvezhof

Editado por Thoth
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El látigo de luz azul salía de mi varita con menos fuerza que antes. Cada vez que lo movía, sentía cómo la piedra absorbía más de mi energía, como si estuviera drenándome con cada golpe que daba a esa criatura maldita. Mi cuerpo ya no respondía con la misma agilidad, y el frío helado que emanaba del aire era cada vez más insoportable. Sin embargo, la orden de Coleen resonó en mi mente: piensa en algo feliz.

¿Algo feliz? ¿De verdad? ¿Cómo se supone que podía pensar en recuerdos felices cuando todo a mi alrededor indicaba que íbamos a morir? Me vi acorralada, retrocediendo unos pasos mientras la criatura avanzaba, su gruñido gutural perforando el aire. Mi cuerpo temblaba, y no estaba segura si era por el miedo o por el esfuerzo de mantener el látigo activo. Pero, a pesar de todo, había algo en la forma en la que Coleen me miraba, algo que me decía que confiaba en mí para mantenernos a salvo el tiempo suficiente.

El Fuego Negro que había conjurado estaba creciendo lentamente, flotando sobre nuestras cabezas. Una parte de mí estaba impresionada por su magia, otra parte aterrorizada porque no sabía cuánto más podríamos aguantar antes de que esa cosa nos destrozara. ¿Por qué demonios habíamos decidido hacer esto? Podía sentir el pánico atenazándome, pero lo último que quería era mostrarle a Coleen que estaba perdiendo el control.

De repente, el ruido de pasos rápidos me sacó de mis pensamientos. Antes de que pudiera darme cuenta, el Director Wild, apareció frente a nosotros. Mi corazón dio un vuelco al verlo, y un miedo completamente distinto me recorrió. Nos había descubierto.

¡Poneos detrás de mí, AHORA! —gritó con una autoridad que no dejaba lugar a dudas.

Por un instante, me quedé congelada. Era imposible que él estuviera allí. Nos habíamos cuidado tanto para no ser descubiertos… pero ahora no solo estaba frente a nosotros, sino que acababa de salvarnos de aquella criatura con una facilidad pasmosa. Y peor aún, sabía lo que estábamos haciendo. Podía sentir el calor en mi rostro al imaginar el castigo que nos esperaba.

No puede ser —murmuré entre dientes, mientras la criatura volvía a lanzarse hacia nosotros y Adrian la repelía de nuevo con un fuego púrpura que nunca había visto antes. Mi mente estaba a punto de explotar entre el terror de lo que enfrentábamos y la certeza de que habíamos roto más reglas de las que podía contar.

Coleen seguía concentrado en su Fuego Negro, que ahora crecía lo suficiente para hacernos creer que tal vez, solo tal vez, podría funcionar. Pero con Adrian ahí, mi estómago se revolvía. Sabía lo que vendría después: castigo, suspensión… tal vez hasta nos quitarían las insignias de prefectos.

Nos vamos, ¡ya! —ordenó Adrian, pero cuando intentamos movernos, nos dimos cuenta de que algo nos retenía. La piedra. Nos estaba absorbiendo, sujetándonos como si fuéramos sus prisioneros.

Los ojos de Adrian se oscurecieron, frustración y sorpresa se dibujaron en su rostro. Incluso él, el vampiro, el director, no podía liberarnos fácilmente de este lugar maldito.

Sentí una mezcla de alivio y terror cuando escuché su voz dirigiéndose a Coleen:

Lánzalo.

Mi mirada voló hacia Coleen, esperando que su Fuego Negro fuera lo suficientemente fuerte como para destruir la piedra. La criatura, a pesar de los ataques, seguía allí, acechando, alimentándose de nuestras energías.

No creía que funcionara, pero no teníamos otra opción.

 

@ Coleen Black  @ Adrian Wild

Editado por Astara Macnair
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Aprendizaje de Animagia #5

Acompañante: @ Pik Slytherin

—Eso creo— se limitó a decir en referencia a sus hermanos, no a la pregunta de si estaba bien. Su vida cada vez tenía menos sentido. Mientras más escarbaba más lazos y personas extrañas encontraba. No era el caso con Pik y Leah, claro, la única excepción. Ahora además de aturdido por ese recuerdo, estaba perdido en sí mismo y un poco triste, así se reflejaba en su expresión. Parecía ser un recuerdo de hacía muchísimo tiempo, probablemente de cuando estaba en sus veinte reales. Siendo un vampiro tan viejo ya naturalmente no podía remitirse a ciertos recuerdos, solo a través de magia como la que su primo aplicó.

Tras un intercambio de miradas, apretó los ojos con fuerza como para intentar dejar atrás la extraña sensación en su cabeza. Sentía una presión en las sienes que se alivianaba poco a poco, pero continuaba ahí latente.

—Tal vez sean otro tipo de parientes. Ya lo descubriré...— agregó intentando restarle importancia al tema y sacudiendo su cabeza, obviando el detalle que, según vio, los tres hombres eran casi idénticos en su forma humana, y ni hablar de la forma animal. Lo extraño era haber borrado ese recuerdo de su mente, o tal vez nunca existió, tal vez era una escena sembrada por las propias fuerzas oscuras cuando practicaba la nigromancia. Solo que ahora se abría una nueva línea de cuestionamientos, y el vampiro no se detendría hasta encontrar respuestas. En otro momento, ahora necesitaba terminar con su objetivo.

—Siento que fue involuntario, pero a la vez fluido... natural. Como si solo copiara las acciones de los otros dos, como si supiera exactamente lo que tenía que hacer para unirme a ellos— respondió a Pik mientras se ponía de pie junto a él y se acercaba hasta que una muy escasa distancia separara sus labios —. Así, como una acción sencilla para acercarme a donde quiero — explicó mirando los labios del pelinegro —. Como si solo eso bastara para volar juntos — finalizó con el mismo tono seductor que utilizó en las frases anteriores.

Acto seguido recorrió con una caricia los brazos de Pik mientras sonreía de forma pícara y volvía a marcar una distancia prudente viéndole a los ojos. No había tiempo para distracciones, aunque vaya que hasta aturdido el Slytherin mantenía su esencia. La base de su encanto consistía en esa seducción a veces hasta involuntaria.

—Dime en qué tengo que pensar, cómo tengo que moverme, o a qué más debo prestar atención. No creo que sea solo una cuestión física — preguntó cuando su primo ofreció hacerle una demostración. Si bien la habilidad consistía claramente en transformar su aspecto físico, algo a lo cual él ya estaba acostumbrado al ser metamorfomago, no era lo mismo pasar a una forma animal. Al menos ahora sabía que si tenía que enfocarse en uno sería en un águila calva, ya tenía su animal, pero eso no era todo el trabajo por hacer.

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El fuego negro aun no crecía lo suficiente como para que pudiera destruir aquella piedra y lo sabia. Aun necesitaba tiempo y era lo que le estaba pidiendo a una Astara que estaba llegando a su limite. Podía ver con miedo como su magia se iba acabando y era mucho mas débil, si no hacia nada todo acabaría allí. maldije por ser tan débil, siempre me creí lo suficientemente fuerte e invencible y ahora cuando mas lo necesitaba no podía hacer gran cosa. para colmo, escuchaba como unos pasos se acercaban rápidamente, al ver de quien se trataba mi alma cayo al suelo. de todas las personas que podían aparecer tenia que ser justamente el Director.

 

Su tono de voz era entre miedo y molestia. ya me veía de patitas en la calle. Si alguien se merecía quedarse en Hogwarts era @ Astara Macnair  ella había demostrado muchas veces ser mas lista que yo, solo que jamas se lo dije. No importaba lo que pasara ahora, me iba a echar la culpa para que ella siguiera, uno de los 2 tenia que cuidar a los Slytherins. Observe esperanzado como el director lanzaba aquel  Ciclone Maximus logrando ralentizar a aquel,a criatura, pero al igual que nosotros se dio cuenta tarde que aquella piedra estaba absorbiendo toda la magia que se podría estar lanzando.

 

Escuche su orden, quera que lanzara el Fuego negro, pero no estaba listo, aun no. Si quería destrozarla piedra y acabar con aquella pesadilla de una vez por todas tenia que ser un golpe definitivo.

 

-Aun no esta listo!!! - grite- llévese a Astara, así sea a la fuerza o cargada sáquela de aquí, yo debo quedarme, aun no esta lo suficientemente fuerte como para destrozar la piedra, necesito un minuto mas -grite a @ Adrian Wild para que hiciera lo que hiciera no se quedaran. Esperaba que me hiciera caso

 

Seria mi fin?, no lo sabia o ya no me importaba, si iba a morir, iba a morir luchando seria mi ultimo sacrificio, quizás mi redención de todas las pesadillas que pude haberle causado a la Macnair y a las personas que en algún momento conocí. Cerré los ojos. Imágenes pasaron por mi cabeza. Sonreí. Estaba listo. Busque en mi mente algún otro hechizo que pudiera ayudarme, pero no vino nada a mi cabeza, al parecer aquella cosa hasta se estaba llevando mis recuerdos.

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Animagia con Zack #5

 

Cuando Zack se acercó a él fue un gesto involuntario cuando Pik colocó ambas manos en la cintura del hombre y deslizó una por su espalda, acercándolo un poco más. Una parte de él estaba intentando prestar atención a lo que decía, pero otra parte era consciente de las caricias de Zack y todo lo que le estaba haciendo sentir.

— Aún falta bastante para que seas capaz de volar, primero debes ser capaz de transformarte y luego debes lograr salir de la transformación, transformase es solo mitad del proceso —lo soltó y le permitió alejarse solo un par de pasos—. Al comienzo transformarse es… incomodo, como cuando aprendes a hacer algo nuevo. Imagina a un bebé que está aprendiendo a caminar, al comienzo se cae, no está estable cuando se levanta pero, luego de mucha practica, es capaz de hacerlo. Nosotros como adultos somos capaces de caminar sin ni siquiera pensarlo, es algo natural. Transformarse es parecido, al comienzo costará, pero luego de mucha practica te saldrá de forma natural, y es que es algo natural —aclaró— uno se vuelve parte de la naturaleza, debes verlo como si tu instinto animal se apodera de ti. Para ti quizás sea más fácil de comprenderlo al ser vampiro, ¿quizás es como la sensación cuando quieres beber sangre? —aventuró a decir, sin saber como se sentía eso pero se lo podía llegar a imaginar—. Transformarse es igual, uno no solo piensa que quiere transformarse, uno debe hacerlo y seguir el instinto.

Pik dio un par de pasos hacia atrás.

— Cuando intentes hacerlo recuerda todo lo que te he dicho y lo que sentiste en tu recuerdo, no debes frustrarte si no te sale al comienzo, podemos intentarlo de varias formas. Si empiezas a sentir dolor en tu cuerpo no luches contra el dolor, debes dejarte llevar por el dolor y que tu cuerpo haga lo que deba hacer para transformarse. Piensa que es Metamorfomagia al extremo.

Para Pik fue fácil. No tuvo ni que pensar en transformarse, él solo quería llegar a la parte más alta de uno de los arboles que lo rodeaban. Lo único que hizo fue dar un salto cuando su figura mutó, agitó las alas y alzó vuelo hasta llegar a una de las remas más altas. Cuando tocó el troncó volvió a su forma humana, sentado en una de las ramas.

— Ahora quiero que intentes llegar para acá en tu forma de aguila, Zack, tienes unos —sacó un pequeño reloj de mano de su bolsillo— veinte minutos para intentarlo antes de que lleguen los centauros, estás en un lugar sagrado para ellos.

Le dedicó una sonrisa y se recostó del tronco del árbol, listo para ver sufrir a Zack durante los próximos minutos. Quizás necesitaba un poco de motivación.

— Si logras llegar acá antes de los viente minutos te ganaras un beso —esperaba que fuera capaz de lograrlo.

 

@ Zack Slytherin

Editado por Pik Slytherin
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