Bosque Prohibido

[Coleen Black]

El grito de @ Astara Macnair  me sobresalto. la vi moverse en el suelo, al igual que yo, estaba seguro que se había resentido de aquel golpe que la criatura le había dado. Ella también  estaba luchando. observe de reojo como lograba levantarse. Dibuje una mueca orgulloso, si sabia algo de Astara Macnair, era que definitivamente era una chica dura. Aun así, ambos estábamos en problemas y en un peligro mortal si no lográbamos salir de aquella situación. No lo voy a negar, prefería caer derrotado por perder contra Astara que caer allí frente a esa cosa. Claro estaba, no iba a decírselo a ella, al menos, no aun. Tenia que pensar, pensar rápido. Era yo o el cielo se estaba haciendo cada vez mas oscuro?. hacia tanto frio cuando llegamos allí?, no, era quizás algo peor, aquella cosa estaba drenandonos la vida. Observe a mi compañera prefecta moverse, agarrar la varita y volver a pronunciar mi nombre

 

-No podemos ganar con fuerza bruta -le escuche gritar a Astara- la piedra esta absorbiendo nuestra magia -resonó en mi cabeza.

 

Observe a Astara luchar, darlo todo de si. le había entendido bien, ella se estaba sacrificando para distraer a aquella criatura mientras me pedía que yo encontrara la solución a aquel problema que teníamos. La Macnair era la lista, yo el suertudo o tal vez ambos teníamos las mismas similitudes y quizás por eso era que chocábamos tanto, tal vez necesitábamos probarnos a nosotros mismos con alguien igual de bueno que nosotros mismos o alguien que fuera superior en algún aspecto. Astara me estaba entregando toda la responsabilidad en aquel momento. Nos odiábamos si, pero no podía fallarle. En la vida o en la muerte (si eso legaba a sucederme) no me iba a perdonar si algo le pasaba a Astara.

 

Observe las chispas rojas que Astara había lanzado al cielo para distraer a la criatura. Su gruñido gutural heló mi sangre, sentí como los vellos del cuerpo se erizaban. No podía ser un cobarde.

 

La idea me llego como un flashazo. No estaba seguro si iba a funcionar. jamas había intentado hacer aquel encantamiento. Lo había leído si, había aprovechado un momento de descuido para entrar en la sección prohibida y había "tomado prestado" un libro de allí. Sabia la teoría. La practica era otra cosa. Era justo lo que Astara me estaba pidiendo pero... Negué con la cabeza, no era el momento de dudar de mi.

 

-Astara, voy a intentar algo, no se si funcione pero vamos a tener que distraerlo el tiempo suficiente -le grite esperando que ella me escuchara entre cada latigazo que le estaba propinando a aquella cosa con el Kiorke que había invocado. me prepare y rece para que saliera el encantamiento. levante la varita, lo pronuncie y no sucedió nada. maldije, hice un segundo intento. nada. me moleste conmigo mismo, porque justamente ahora?. sentía nuevamente que el aire se escapaba de mis pulmones, aun así, Astara estaba luchando, no iba a dejarla sola.

 

-Fuego Negro- invoque en un grito.

 

A varios metros de altura apareció flotando una pequeña bola de fuego negro. Sabia que si se mantenía en el aire el tiempo suficiente aquello podría destruir la piedra, el problema era ese, que necesitaba unos minutos mas para crecer teniendo así el tamaño ideal para que funcionara. Me moví mientras la bola de fuego negro se mantenía suspendida en el aire. Tenia que llegar al lado de la Macnair para entre ambos mantener a la criatura lo suficientemente distraída.

 

-Astara piensa algo feliz, quizás con un Patronus lo podremos mantener a raya o distraído lo suficiente como para que la invocación que hice se haga lo suficientemente poderosa -grite mas cerca de ella.

 

Intente pensar en algo feliz, no se me ocurría nada, era como si aquella piedra también me estuviera quitando los recuerdos.

 

-Expecto Patronum -dije moviendo la varita intentando encontrar un  recuerdo feliz en aquel momento. Una simple niebla fue lo que salio de la punta de mi varita. -Maldición Coleen Black no ahora, piensa en algo -me grite a mi mismo- vamos so inutil. -Expecto Patronum -intente nuevamente pero el resultado fue mucho peor  al anterior. Ya estaba mas cerca de Astara. -Expecto Patronum -grite concentrándome mientras recordaba uno de esos días de tregua en que Astara y yo no nos intentamos matar, sin,o que nos habíamos hecho bromas y travesuras tontas que ambos disfrutamos como 2 niños pequeños. Había sido una tontería pero ese recuerdo si funciono. jamas debería decirle a Astara que ella había formado parte de mi recuerdo feliz. De la varita salio un patronus corpóreo, un Grifo. Aquel animal con cabeza de águila gigante y cuerpo y patas de un león se abalanzo contra la criatura oscura. Si esta lo esquivaba o lo traspasaba estaba seguro que el patronus iría a dar directamente a la piedra.

 

Esperaba que eso funcionara

[Eterno Blackthorn]

Conocimiento de pociones

Post 6

@ toji

Habiamos avanzado mucho desde el primer momento en que cruzó la puerta de este lugar, ya los calderos se encontraban hirviendo llenos de aquellas sustancias que nos ayudaría mucho para poder identificar el contenido de los viales que teníamos enfrente.

 

Atinó a acercarse tal como le habían dicho sacando su varita la cual se encontraba ya en la mano diestra, asíntiendo con la cabeza las hizo levitar mientras apuntaba en aquella dirección de los viales con un movimiento de muñeca.

Estos giraron lentamente en su centro agitándose, tratando de no vertir nada de su interior hasta el momento justo. 

 

El líquido de uno de los viales cayó dentro del caldero mezclándose con la ayuda de una cucharón especial provocando un olor especial mientras burbujeaba, luego de unos momentos del color medio transparente que era se oscureció reaccionando correctamente al catalizador ácido.

 

En efecto se trataba del Weedosoros tal como le había deducido, aquel veneno potente pero le habían fortalecido, felizmente para el no lo había ingerido ya que me pudo haber provocado un malestar muy intenso con posibles convulsiones aunque en dosis con muy controladas actuarían de manera efectiva contra el estrés y la desesperación.

Ahora entendido bien lo que llevaba en esa maletín, y cuánto valor podría tener para muchos, por ello tuvo que preparar su cabeza rápidamente un plan mientras agradecía con la mano al tutor, ya que si en su ayuda no hubiera podido haber llegado nada, dentro de su alegría y su ganancia decidió despedirse aprovechando el momento para irse directamente a su oficina, el conductor de su movilidad se encontraba a las afueras del colegio, él llevaba consigo ese portafolio metálico el cual guardo bajo su túnica.

 

 Tenía que continuar con sus labores en el Ministerio para controlar de una mejor manera el ingreso de esas sustancias hacia el país.

Su carruaje se elevó para el cielo y desapareció de la nada como en un abrir y cerrado de ojos. 

[Ada Camille Dumbledore]

 

Acompañamiento de Habilidad de animagia con @ Lucrezia Di Medici  @ Malum Luxure

 

El bosque prohibido hacía aflorar en mí el sentimiento de transformarme en mi Lince y correr por el bosque sentado alguna ese sentimiento de libertad cuando me abandonaba a los instintos de mi animal mágico me hace sentir libre totalmente plena y era algo que quería transmitirle a las dos personas que estaba guiando por este camino conocía a malo a Lucrezia muy poco pero tenía en mi memoria todas las historias que me habían contado de ella, siempre una mujer fuerte, fría, calculadora pero la animagia se trataba de corazón de instinto dejando el pensamiento y resucitando atrás hasta que tu animal te invadía y te hacía transformar en él y después tomar el control de él para poder usarlo en tu beneficio esa era el principio de la animación que quería transmitirle pero hacer que una persona sienta es algo muy difícil solamente podía guiarla ella era la única que podía hacer aflorar esa magia maravillosa que era el instinto de un animal dentro de tu alma.

El Escuchar sobre los sueños de Lucrezia me hizo pensar que el instinto afloraba a ella cuando estaba inconsciente, tuve la leve visión dejarla inconsciente con un desmaius para que aflorara, eso pero no era lo correcto, ella debía encontrar justamente su esencia sin tener que ser llevado por un hechizo, demás ella tenía grandes capacidades estaba segura que lo iba a lograr.

 

- Les contaré mi experiencia, yo encontré mi animal mágico a través de la decepción, los sentimientos que afloraron en mi fueron tan fuertes que deje que el instinto de mi animal poseyera mi ser. Con palabras es tan difícil de explicar… pero me rompieron el corazón y lo demás es historia.

 

Me de tuve un poco saboree ese dolor del pasado y ese vacío instantáneo por su partida en mi pecho

 

- La Arcana me había indicado que focalizara esos sentimientos en mi, me permití invadir me de ellos. Pero el verdadero lío es cuando haces la transformación, esos instinto de tu animal mágico te invaden de tal forma que se apoderan de tu raciocinio y lo apartan, siempre pensé que no lo experimentaría, pero me costo volver a mi consiente transformada en Lince, creo que esa es la razón por la que nos insisten de tal manera para mantener nuestro control en nuestro animal; una cosa es saber que debes hacerlo y otra muy distinta lograrlo.

 

Les compartí a mi experiencia porque para mí ese era justamente el punto de la animagia el dejarte primero invadir por esos instintos y después mantener el control de tu razón a mí me había costado Estuve a punto de atacar al arcana de devorarla por sentirme el peligro cuando estaba transformada el Lince por primera vez por eso mismo sabía que no era algo sencillo sino algo de control algo de saber manejar esa magia es una magia antigua y demasiado poderosa no cualquiera tenía esa habilidad por eso mismo era un estudio profundo el que debe hacerse sobre esta magia.

 

 

 

[Thoth]

Hablante de Parsel con @ Hecate Engosvezhof

Castiel Lycan

 

El fraile comenzó a cerrar el portal y meditaba las palabras de quien sería su aprendiz. -Si me sería de mucha ayuda en crear el brebaje, mientras tanto buscare el hongo de caldero de bruja. - En eso su mirada desciende. -Y como ha mencionado tener experiencia de esa clase de pócima, seguro que podrá realizarla rápido. Esto me hace evocar que fabricar pociones es similar con ser hablante parsel, es una mescla entre el destino, la suerte y sobre todo la disposición de abrir la mente de quien quiera tener ese don.-

 

El religioso intentaba crear una conexión entre lo que debería enseñar con lo que se estaba realizando. -Los ofidios son muy diferentes a otras criaturas, estas tienen sus particularidades como todos los ingredientes y conocer a profundidad su especie, capacidad, habita nos conduce una mejor forma de comprenderlos, pero como escoger los ingredientes no es tarea sencilla, tampoco lo es encontrar la forma correcta para encontrar ese recuerdo. - Sonríe un poco. -Quizás divague un poco, pero supongo que es cosa de los años. –

 

Suspira, y su cuerpo se encontraba exhausto por haber lanzado esa magia tan avanzada, en sus manos se encontraba aquel hongo que buscaba. -Una interesante bebida. -  Uno de sus dedos se hunde ese hongo, el cual desprende un líquido, y se nota una membrana blanda. -A su salud. - Y se bebe el interior del mismo, era algo natural. -¿Acaso quiere probar?- Le ofrece uno de esos hongos. -Descuide en la antigüedad se decía que este brebaje era usado como cosmético para rejuvenecer, si bien no se sabe todas sus propiedades vinculantes, le puedo asegurar que su sabor es interesante. Aunque, si su interés es del uso de belleza debe aplicarse como una mascarilla, según dice deja la piel como la de un bebe -

 

Este meditaba un poco, y se preocupaba por la eficacia de la poción. -Casi lo olvido. -  Sacando entre su ropa una bolsa, en donde comienza a sacar un caldero, un mechero, varios frascos de ingredientes. -Quizás le pudiera servir, supongo que siempre traigo algo de material para crear este tipo de brebaje, si bien no tengo experiencia en el mismo, pero supongo que no debe ser tan difícil.  O si bien, por su experiencia Usted lo pudiera hacer. – Este desconocía si ella ya poseía esa solución con ella.

 

Suspira nuevamente. -¿De que estábamos hablando?- Cuestiona. -Así, sobre ser hablante parsel.- Clava la mirada en la bruja. -El comienzo de darse cuenta en cada bruja o mago es diferente, este don puede ser silenciado por un sigilo, una magia que prohíbe en ocasiones ocultar una información, en otros casos puede ser bloqueado por una magia de protección, quizás incluso ser reprimido por la misma persona por causa de un trama. No obstante, el camino que pudiera recorrer al viajar dentro de sus recuerdos puede no ser muy grato, y no le podre acompañar. – Le aclara. -A lo mucho puedo garantizar proteger su cuerpo de las criaturas que moran en el bosque. -

 

La Serpiente Cornuda observa al mago. -Es mejor ir a otro sitio. – Le expresa el reptil.

Editado ayer a las 18:45 por Thoth

[Adrian Wild]

No entendía cómo era posible. Iba a tener que reforzar las medidas de seguridad de Hogwarts, pero de salida.

— ¡Por aquí! —exclamó el guardabosques.

Seguía sus pasos, pero en cuanto detecté el brillo opaco a lo lejos entre la espesura del bosque y supe la dirección que debía tomar, me adelanté, haciendo uso de la gran velocidad de movimiento que mi condición como vampiro me otorgaba.

— ¡Quédate atrás, asegúrate que ningún otro alumno entre en el bosque! —le grité al hombre al rebasarle.

Sentí, a pesar de la velocidad, los instantes de duda a los que se enfrentó el hombre, pero también sentí su alivio. Era nuevo, apenas había comenzado a trabajar en la escuela la semana pasada, y aunque parecía muy responsable, no era un hombre robusto, y algo me decía que sus temores eran más fuertes que lo que se necesitaba para ocupar un puesto como el de guardabosques de Hogwarts. El problema no era su falta de forma física, sino su falta de templanza, arrojo y valor.

No tardé en llegar al punto desde donde se emitía aquella luz casi espectral y de encontrarme una escena mucho más sorprendente de lo que cabía esperar. Dos magullados alumnos de séptimo curso hacían frente a un espectro que, aunque pudiera confundirse con un dementor, no tenía nada que ver. Cuánto daño habían hecho las historias sobre "el niño que sobrevivió" que, con apenas 17 años, se había enfrentado a uno de los mayores magos oscuros de la Historia. Aquellos muchachos pensaban que podían hacer frente a cualquier peligro ellos solos.

Sin embargo, lo que más me sorprendió, fue ver a Astara con un gran látigo azul de poder saliendo de su varita y a Coleen con un Fuego Negro flotando sobre su cabeza. Estaba completamente seguro que aquello no se les había enseñado en Hogwarts, por difíciles que hubieran sido los últimos años. Aunque debo reconocer, que gran parte de mi sorpresa, fue ver cómo se enfrentaban con tanta fortaleza a aquella criatura. En cualquier caso, ya podían ir pensando decoraciones bonitas para sus cuartos, porque no iban a salir de ellos en todo el curso. Por no hablar de sus insignias de Prefectos.

Analicé rápidamente la situación: la luz era emitida por una piedra que parecía contener un cristal al fondo de un hueco en su centro y una criatura espectral de unos dos metros se movía livianamente entre los árboles, tratando de dar alcance a Astara y Coleen, que parecían debilitados. Y entendí por qué en cuanto sentí que algo tiraba de mis energías: la piedra absorbía la magia de toda fuente que se le acercara. Ahora tenía una más.

Conjuré mi Vara de Cristal y, enseguida, mi varita se transformó en un báculo negro con detalles plateados y un entramado iridiscente de diferentes filamentos flotantes en su punta. Sentí como aquella herramienta podía canalizar una mayor fuente de magia a la vez.

— ¡Cyclone Maximus! —exclamé de cara al espectro, confiando en que, a pesar de su incorporeidad, el fuerte viento que mi báculo comenzó a expulsar lo alejara lo suficiente como para darnos margen de actuación. Por suerte, así fue—. Ni se os ocurra acercaros a esa piedra. ¡Poneos detrás de mi, AHORA!

Mis palabras no daban lugar a réplica. Intenté avanzar hacia la piedra, pero esta parecía impedirlo con un campo mágico de resistencia. No había tiempo de investigar, ya vería de qué se trataba todo aquello. La criatura emitió un chillido hueco antes de lanzarse de nuevo hacia nosotros. Con un rápido y tajante movimiento de la Vara de Cristal lancé un Fuego púrpura que, de nuevo, le expulsó hacia atrás y le hizo traspasar varios troncos.

— Nos vamos, ¡ya!

Me giré para tomar sendas manos de Astara y Coleen, pero al intentar alejarme corriendo con ellos, otro campo energético parecía impedir que escapásemos. La piedra nos retenía, absorbiendo nuestro poder mágico cada vez con más ansia.

«No puede ser», pensé.

Me sentí impotente por unos instantes. No podía quedarme allí sin intentarlo todo, no podía ser que el director de Hogwarts no fuera capaz de salvar a dos alumnos de un peligro semejante. Al menos, parecía que el fuego púrpura había conseguido su cometido y la criatura se había quedado inconsciente por unos instantes. Miré el fuego negro de Coleen que se había hecho cada vez más grande.

No creía que funcionara, pero miré al muchacho, y muy avergonzado, le pedí:

— Lánzalo.

No, aquello no daría resultado.

 

@ Coleen Black  @ Astara Macnair

[Lucrezia Di Medici]

Animagia con @ Ada Camille Dumbledore

El siseo…ese maldito siseo. En la tétrica y densa calma del Bosque Prohibido volvió a oírlo, esta vez con mayor claridad que en sus sueños y sus pesadillas. Allí, entre medio de los árboles entre cuyas copas se filtraban los últimos rayos de sol, aquel reptil llamado cobraba otro sentido. Era consciente de que ese sonido solo resonaba en su cabeza y sin embargo no podía desligarlo del lugar en el que se encontraba parada en aquel momento: un círculo dibujado por gruesas raíces de sauces que, hundiéndose y resurgiendo en la tierra, parecían conectarse entre sí formando una red de vida. 

En ese instante decidió darle más relevancia a las palabras de Ada, a quien hasta el momento había escuchado con moderada atención. Lo que Dumbledore decía se alineaba a la perfección con la principal hipótesis de la blonda: la naturaleza mágica y espiritual de ese lugar servía como catalizador. La bruja sentía un leve cosquilleo en la punta de sus dedos que solo había experimentado al practicar años atrás la magia más primitiva, esa que no requiere de varita alguna. Tal vez era momento de darle carácter de verdad a los rumores; el mito de que el Bosque Prohibido potenciaba la magia de quienes se aventuraban en él parecía ser cierto. 

Lucrezia cerró sus ojos en respuesta a las palabras de una Ada que, como supuso que haría dada su personalidad, parecía más dispuesta a dar consejos que indicaciones u órdenes. Tomó una larga bocanada del denso aire que se respiraba entre la espesura del Bosque y relajó sus hombros, siempre tensionados para remarcar su señorial postura. Putrefacción, moho, pelajes mojados, flores silvestres, polen, madera seca...tantos aromas se mezclaban en el ambiente en una armonía tan perfecta que resultaba imposible concentrarse en uno.

Se llevó la mano izquierda al vientre para controlar el ritmo de su respiración con la intención de mantenerla constante y relajada. Podía sentir la ligera neblina acariciando las partes descubiertas de su piel y generando en su cuerpo casi imperceptibles escalofríos. Percibía los pocos vellos de su cuerpo en punta. En la oscuridad plena se sentía sola y solo encontraba sosiego en su fuero interno, el íntimo lugar que podía modelar a su gusto y donde nunca experimentaba la indefensión. 

Su consciente apenas logró absorber algo de las palabras de la Dumbledore, que narraba la historia de origen de su animagia, con la decepción como disparador ¿Cuántos eventos históricos había ocasionado un corazón roto? ¿Con cuántas vidas había acabado y cuántas nuevas habían comenzado luego de pasar por ello? No le cabía duda a la aristócrata que un evento tan doloroso podía despertar magia dormida toda una vida. Le decepcionó caer en cuenta que el de Ada no iba a ser su caso pues no había sufrido de una decepción amorosa. Solo la repentina ausencia de Thiago se le asemejaba a un sentimiento tan lacerante.  

Fue en ese mismo instante, cuando vio todo con una claridad reveladora, que Lucrezia perdió la consciencia. 

[Lawan Nguyen Thanh]

Lengua pársel con @ Noeline Malfoy McFarlan

 

Lawan obtuvo respuesta a la interrogante que había proferido segundos después de cruzar el portal hacia el bosque prohibido. El vampiro esperaba que aquello no diese pie a un enfrentamiento poco beneficioso para el mago o la bruja que lo convocó. Antaño, en sus inicios como arcano, Lawan disfrutaba de torturar un poco a sus estudiantes, puesto que creía que no solo había que tener aptitudes mágicas para vincularse a la magia de las serpientes, sino también una gran destreza en combate, tanto físico como psicológico, además por supuesto que el mágico. Ahora, cientos de años más tarde y jubilado de la enseñanza, el encantador de hanöi disfrutaba mucho más de pescar y seguir aprendiendo y descubriendo especies de criaturas y animales con las que concertar.  

AL fin la persona que lo había llamado se hizo presente. Se presentó como si pretendiera que su nombre le sonara de algo. Muchos estudiantes habían pasado por las manos del arcano, demasiadas que ya ni recordaba cuándo fue la primera vez que tuvo que enseñar. —¿Su nombre debería sonarme de algo, Malfoy? —interrumpió antes de que la bruja continuara con lo suyo. —Eso no explica por qué te tomas las molestias de enviarme un mensaje escueto, que intenta aparentar críptico? —la bruja, luego de la interrupción del vampiro, explicó que buscaba a alguien quien le enseñe la lengua de las serpientes. Lawan no pudo evitar dibujar una sonrisa malvada después de escuchar semejante requerimiento.  

—Creo que ha cometido un error, yo ya no me dedico a la enseñanza. —la mirada del arcano se volvió directo a los ojos de la bruja, y sin apartarlos continuó. —...después de la guerra de los pactos rotos muchas cosas cambiaron en el mundo mágico, la enseñanza fue una de esas cosas...—entrecerró un poco más los ojos como si intentara meterse dentro de la cabeza de Noeline. Lawan sentía curiosidad por saber dónde había estado metida la bruja estos años como para no saber que la universidad fue cerrada y que los Uzzas y arcanos enviados de vuelta a sus lugares de procedencia. —Los arcanos ya no transmitimos nuestros conocimientos de la misma manera que lo hacíamos antes, bajo la estricta mirada de la política y jerárquica de la comunidad mágica internacional.  

El vampiro extendió la mano para acariciar la escamosa cabeza de la pitón que descansaba a su lado. Había dejado de describir círculos para proteger al arcano y a igual que él, el ofidio también mantenía su mirada rasgada en Noeline, escudriñando. <Una prueba... una prueba para ver si  tiene el aura oscura> siseó la pitón mientras ladeaba la cabeza escamosa de un lado a otro, pasando de la bruja al arcan.  

Solo Lawan había entendido lo que decía la pitón, ella se comunicaba con el arcano mediante la lengua de las serpientes. El vampiro le respondió asintiendo, más curioso aún porque su ofidio vio algo que aun el encantador de hanöi estaba por descubrir. —¿Dónde ha estado escondida? Esta información es de dominio público, más aún desde que se restauró el nuevo régimen político— el vietnamita cambió su postura, bajó un poco la guardia y se relajó. Había determinado que la bruja que lo había convocado no suponía un peligro inmediato, sino más un bien una oportunidad para recuperar aquello que les fue arrebatado a los arcanos. —Déjeme preguntarle otra cosa, Malfoy... —el rostro arrugado de Lawan tomó contacto nuevamente con la Malfoy. —...en caso de accediera a darle una oportunidad, ¿En qué emplearía este nuevo poder? —la lengua de la pitón aceleró su siseo y este rompió el silencio nocturno del bosque prohibido.  

Aún no había tomado la decisión de si debía enseñarle a la Malfoy o no. Es cierto que el linaje es una parte importante a tomar en cuenta, pero como ya era sabido, no todos los magos y brujas pueden acceder al poder y la magia ancestral de las serpientes. Muchos habían perecido intentando conseguir a toda costa hacerse con el anillo del arcano, pero poco habían sido los afortunados. ¿La bruja tendría lo necesario para superar las diversas adversidades que supone aprender la lengua de las serpientes? Lawan esperaba que sí, había algo diferente en ella que la pitón había visto y él mismo quería compararlo de primera mano.  

Editado Domingo a las 18:49 por Lawan Nguyen Thanh

[Noeline Malfoy McFarlan]

—No me interesa si mi apellido le resulta familiar —respondió con frialdad, manteniendo la compostura—. No estoy aquí por lo que mi nombre pueda significar, sino por lo que busco. Mi mensaje no era un intento de ser críptica, solo directo. No acostumbro pedir favores, pero el Parsel no es algo que pueda aprender en libros o de maestros ordinarios. Necesito saber si esta habilidad está en mí, y usted es el único que puede ayudarme a descubrirlo.

Lawan la observaba en silencio durante segundos que parecieron una eternidad. Su mirada era penetrante, como si intentara desentrañar cada rincón de su alma. La bruja mantuvo su posición firme, aunque por dentro sentía la tensión crecer. La profundidad de sus palabras resonaba en el aire, y ella sabía que estaba en juego algo más grande que simplemente una búsqueda personal.

—Sé bien que los tiempos han cambiado, pero no estoy aquí para seguir los métodos antiguos ni los dictados de las instituciones que ahora controlan el mundo mágico —replicó con calma, aunque firme—. No busco un maestro convencional, porque lo que deseo aprender no es algo que pueda enseñarse bajo las reglas de la comunidad mágica. Usted y yo lo sabemos. Lo que necesito está más allá de cualquier sistema de enseñanza.

El arcano la miraba en silencio, pero ella percibió una chispa de interés en sus ojos oscuros, un destello que delataba una curiosidad latente.

—No me importa si los arcanos ya no enseñan como antes —prosiguió Noeline—. Si hubiera querido seguir el camino tradicional, no estaría aquí, en el Bosque Prohibido, buscando a alguien como usted. Vine porque necesito respuestas que ningún libro o maestro puede darme. Confío en que solo alguien con su capacidad puede dármelas.

Cada palabra de Lawan la evaluaba y decidía su destino. La serpiente a su lado, con su lengua bifurcada, rompió el silencio nocturno del bosque prohibido, y Noeline respiró hondo antes de continuar.

—He estado en la sombra, observando y aprendiendo por mi cuenta lo que el mundo mágico no quería mostrarme. No tengo intenciones de permanecer oculta, sino de descubrir mi verdadero potencial —sus ojos brillaron con determinación—. Este poder, si lo consigo, no lo usaré para dominar ni buscar venganza. Lo emplearé para fortalecerme y asegurar que nadie pueda quitarme lo que es mío. Recuperar el conocimiento perdido me permitirá abrir caminos que otros ni siquiera saben que existen. Quienes se alineen conmigo se beneficiarán. Pero, ante todo, este poder será para mí, para hacerme más fuerte y asegurar que siempre tenga la ventaja en un mundo que no perdona a los débiles.

Mientras escuchaba a Lawan, su mente se deslizaba hacia los días de su infancia, cuando se aventuraba a los terrenos de la mansión Malfoy en busca de compañía. Recorría los jardines y las praderas verdes, donde las serpientes no venenosas se deslizaban con gracia entre las hierbas. Eran criaturas suaves y serenas, completamente ajenas a los ruidos y tensiones del mundo humano. Recordaba cómo, con un simple gesto, podía atraerlas. La conexión que había desarrollado con ellas era única, en su presencia, se sentía comprendida, como si compartieran un secreto que solo ellas conocían. Mientras las personas a su alrededor iban desapareciendo, Noeline hallaba en ellas la confianza y la compañía que tanto le faltaban.

Esa cercanía había sido un refugio en tiempos de soledad. Noeline comprendió que su deseo de aprender el Parsel no era solo una búsqueda de poder, sino una forma de honrar esos momentos de conexión con sus amigas reptilianas. En ese instante, supo que quería profundizar esa relación y convertirla en una herramienta.

 

Hablante de Parsel @ Lawan Nguyen Thanh

[Hecate Engosvezhof]

Me acompaña en ésta habilidad Pársel con @ Thoth

Miré al pequeño frailecillo y vi que sacaba varias cosas

- Si me permite, le ayudaré - y mientras él iba sacando las suyas en mi caso, extraje otro caldero mediano con diferentes frascas de distinto contenido. A pesar de que no estábamos en un lugar precisamente, agradable, aproveché para aromatizar el lugar - mi señor me disculpará pero quizás ésto es mejor hacerlo bajo resguardo, si voy a entrar en mi mente, necesito tener la seguridad de que nadie va a atacarnos y tengo malas vibraciones de éste sitio - y extraje dentro de mi morral de moke una tienda de campaña de lujo con todo incluído, seguramente habría que colocar muchas cosas, pero no importaba. Con un simple aireo de varita, ésta se colocó como si estuviese varios días plantada.

- eeeh, no - negué con la cabeza, intentando no ser descortés con el religioso - para tomar una poción es mejor tener el estómago vacío, por si acaso... muchos ingredientes interaccionan con otros y bueno, los resultados no son siempre lo que se esperan -parecía que la serpiente estaba inquieta aunque no la comprendiese del todo, sí entendía perfectamente su comportamiento, iba de un lado a otro... persona o animal, siempre se mostraban así, inquietos - ¿qué le sudece? -pregunté a Castiel- la veo inquieta... sí, yo también me siento insegura aquí... el bosque parece que reacciona sólo, que tiene vida propia -aclaré- no sé si es el mejor sitio para ésto - comenté con voz trémula - y tiene pinta de que puede avecinarse una fuerte tormenta, las tiendas de campaña no son el mejor sitio para ello - suspiré agobiada.

- Bueno, no soy manca en eso de las pociones, fui profesora - le dije con cierto orgullo en la voz - pero no duró mucho la verdad... soy más de acción que simplemente mezclar cuatro cosas - comenté, elevando mis hombros

- Pero como usted diga, ¿nos movemos o nos quedamos? porque entonces, habrá que endurecer la tienda de campaña por si cae tormenta y estar a resguardo, hay que hacer hechizos protectores - y mientras decía eso, noté una clavada en la sien, un recuerdo muy vívido... me había visto de pequeña, jugando con serpientes ¿lo había olvidado? así parecía, froté mis sienes y sacudí la cabeza para tener la mente despejada porque si no, estaba segura, no funcionaría.

4º post

[Thoth]

Hablante de Parsel

Castiel Lycan

 

-De acuerdo. - Hace pausa y saca su varita ¿Acaso la tenía ya en la mano? Y aún así la apunta al firmamento. -Quizás necesite tu ayuda al crear esta protección. - Reflexiona sobre la última vez que los había conjurado. -Protego Horribilis, Protego Maxima, Protego Totalum, Repelio Muggletum, Fianto Duri, Repelio Inimicum, Salvio Hexia, Patris Temporus.- Repitió varias veces y se comenzaba a crear una cúpula.

 

- ¿Por qué empleaste todos esos hechizos defensivos? - Cuestiono la serpiente Cornuda. - ¿Acaso espera que magos o brujas le puedan atacar? En ese caso, quizás esos anillos de tu sobrino te pueden ser útiles, lástima que no se vinculan a ti. Esos seres que odias tienen medidas preventivas. -

 

Y sin poder responder seguía expresando. -Protego Horribilis, Protego Maxima, Protego Totalum, Repelio Muggletum, Fianto Duri, Repelio Inimicum, Salvio Hexia, Patris Temporus.- Ante lo cual su poder mágico se encontraba casi al límite, esos años no pasaban sin dejar secuelas, ese agotamiento de haber convocado un portal no era fácil de llevar.

 

-Ella parece teme que algo les encuentre…- Intrigo la Serpiente Cornuda.

 

Y finalmente se termino de construir la cúpula. Este no intervino al ofidio, en cambio se dirigió a ella. -El sendero de un hablante parsel no es siempre seguro, quizás estas medidas pueda prevenir ataques externos, pero en el mundo que deseas ingresar es mucho más peligroso y posiblemente tu magia no te sea de ayuda, ya que en ese mundo mental no se rige por las riendas de este mundo. Sin embargo, si aún quieres seguir ese camino usare todo mi conocimiento para protegerte. –

 

En ello saca de su ropaje unas cuentas negras con extraños símbolos. -Entrare un estado meditativo para forjar un lapso con los que ya no están con nosotros, aquellos que lamentan y nos brindarán una protección contra las criaturas, mis ojos no son los de antes, pero esto te puede ayudar.- Y cerro sus parpados, mientras que la mano sostenía la varita la dejaba en el suelo y este sentaba entre la grama y las rocas. -Recuerda, protegeré tu cuerpo…- hace pausa. -pero tu mente va más allá de mis habilidades, aunque lo que debes buscar en ellos lo sabrás cuando lo encuentres, quizás sea un mar tan inmenso, pero entre más profundo vayas puede revelar el motivo oculto en tí . -

 

Y fue como su habilidad de la Nigromancia comenzó a verse, ante cada cuenta desbordaba una tenue luz dorada en esa esfera que poco a poco se ponía cristalina. En ese instante este dejo que su estudiante decidiera su camino, así como las serpientes eran seres individuales y deberían tomar sus propias decisiones. En cambio, su método religioso convoco a frailes vestidos con hábitos negros y rostros demacrados, aquellas miradas eran penetrantes y vacías a la vez.

 

-No tengas miedo. - Expreso uno de los fantasmas. -Nosotros protegeremos este lugar. – Observo a quien fue su novicio en vida. -El sigue el camino de la Orden. -  

 

@ Hecate Engosvezhof

Editado ayer a las 19:09 por Thoth