Departamento de Cooperación Mágica Internacional y Embajadas Mágicas Internacionales

[Ministerio de Magia]

     Departamento de Cooperación Mágica Internacional     
     Embajadas Mágicas Internacionales     
 

Al Departamento de Cooperación Mágica Internacional se podía acceder eligiendo el quinto piso al estar en el ascensor y es el encargado de política exterior, intentando obtener relaciones con magos de diferentes países para cooperar en las acciones de magia política. Este esta conformado por las siguientes divisiones: el Cuerpo de Normas Internacionales de Comercio Mágico, la Oficina de la Ley Mágica Internacional y la Confederación Internacional de Magos. Después del fin de la guerra y con el fin de intentar volver las relaciones internacionales un tanto más fuerte se tomó la decisión de crear diversas Embajadas Mágicas en las cuales solo tendría jurisdicción las leyes establecidas por el gobierno al que perteneciera fuese mágico o no.

Lo primero que podías ver al ingresar al llegar al quinto piso era una pequeña área de recepción en la que se encontraba un modesto escritorio sobre el cual había un letrero en el que se podía leer la palabra “informes” y detrás de mismo se encontraba siempre sentada Amanda Green, una bruja cincuentona que era la encargada de brindarle la información necesaria a los diversos visitantes del departamento. Aparte del escritorio había cuatro puertas, todas detrás de Amanda, las cuales daban acceso a las diversas divisiones del departamento.

Sobre las tres primeras divisiones no había mucho que decir, se habían mantenido igual desde la creación del Ministerio de Magia, pero las Embajadas Mágicas eran otro cantar. Si bien se encontraban en el mismo piso que el resto del departamento, el Ministerio se había encargado de que crear diversos encantamientos en el que se podía acceder a cada una de las embajadas por la misma puerta y cada una de ellas contaba con el espacio equivalente a cualquiera de los pisos el edificio, quedando su acondicionamiento completamente a decisión de los magos y brujas extranjeros que trabajaran en ellos.

          En el quinto nivel se encuentran:

Embajadas Mágicas Internacionales
Cuerpo de Normas Internacionales de Comercio Mágico
Oficina de la Ley Mágica Internacional
Confederación Internacional de Magos

          Conocimientos necesarios para trabajar aquí

Estudios Muggles
Idiomas
Historia de la Magia
Runas Antiguas
Leyes Mágicas
Encantamientos
 

[Ada Camille Dumbledore]

Directora del Departamento

 

Era muy temprano en la mañana momento de empezar labores en el departamento de cooperación mágica internacional, como era temprano quería que todos nos reuniéramos en la sala de conferencias del departamento, quería hacer una reunión general para que todos estuviéramos en sintonía con el nuevo proceso y que iniciaríamos en el departamento. Siendo la directora debería llevar la batuta, pero me gustaba que todos trabajáramos en equipo cada uno de las personas que estaban en el departamento era un engrane y todos debíamos trabajar juntos para que esta máquina fuera el equipo ideal.  La verdad estaba entusiasmada me gustaba saber que contaba con todos además en el departamento habían Magos y brujas en las que confiaba y eso me hacía sentir muy tranquila porque sabía y conocía sus capacidades.

 

Al llegar estaba segura que iba a ser la primera, me gustaba serlo y llegar temprano, para poder arreglar todo antes de la llegada de los demás era demasiado controladora me gustaba que todo saliera perfecto y además era una de las primeras reuniones que llevaría con este nuevo equipo lo cual me gustaba y quería dejar la mejor imagen en ellos. 

El traje negro de pantalón chaleco entallado Me encantaba junto a la camisa blanca y la corbata negra con un pequeño escudo violeta de Beauxbeatons, me gustaba que Mi Alma Mater siempre quedara en alguno de mis de los lugares a los que asistía. El cabello lo llevaba recogido totalmente con dos kanzashi, me gustaba la forma de que sostenían mi cabello. Ahora era momento de iniciar todo el trabajo, así que saque mi varita y organice la Sala de conferencias, a un lado nunca carrito con bebidas de e toda clase, pastelillos, pasteles, y otros deliciosos productos de pastelería. 

[Yadiz Vashtí]

Don Thiago Mateo Bagshot** era un hombre panzón y rico que se había retirado y vivía en las afueras de Escocia desde hacía unos 3 años. Había sido un empresario traficante de criaturas mágicas prohibidas y vendedor de artefactos mágicos ilegales en una pequeña tienda en Rumania. A través de los años se había adentrado en la política tras bastidores y gozaba de conexiones ministeriales en toda Europa.

Su mayor éxito se debió a mantenerse en el anonimato absoluto. Trabajaba entre las tinieblas de forma extremadamente exitosa. Yadiz le conoció la noche que escapó del G-8 y desde entonces el hombre había tirado de sus influencias para ubicarla en distintos puestos administrativos en el ministerio Rumano. 

Su relación era un tanto complicada. Certeramente habían comenzado con el pie izquierdo, pero la bruja había demostrado un talento irrefutable y Don Thiago nunca supo contenerse ante un buen activo. 

Bagshot no era un hombre amable. De hecho, tenía un carácter bastante pesado y lacerante. Yadiz le guardaba recelos. Nunca confió del todo en él. Sabía que el mago veía en ella una herramienta más para hacerse de conexiones, por lo que decidió devolverle cual espejo la relación codiciosa. 

Aprendió de política bajo su tutela y gozó, por intercambio, favores para posicionarla. Sin embargo, se aseguraba de pagar sus deudas con el hombre casi de inmediato. Presenciaba de primera mano que, si bien le convenía sus influencias, deberle al mago nunca resultaba bien. 

Don Thiago, reconocía perfectamente ese patrón, algo que morbosamente le entretenía. Se dedicaba a agendarle favores cada vez mas grandes, y sin su solicitud, con la única intención de ver cómo la bruja se las ingeniaba para pagarle al instante. Podría decirse que en el fondo se potenciaban mutuamente. Pero en el fondo, Yadiz era una especie de botín, capturada por él. Tan pronto pudo valerse por sí misma, tras reubicarse a las afueras de Escocia, abandonó al viejo sin miramientos.

Por un año entero vivió en Londres. Se dedicó a tirar de sus propias conexiones y talentos hasta posicionarse en el Ministerio Mágico Británico. Por fin, por medio de recomendaciones y trabajo arduo, se había hecho paso a una posición que había codiciado durante años: la representación británica en la Confederación Mágica Internacional. Desde allí podría expandir sus redes en pro de la protección del mundo mágico. 

 

-“Quinta planta, Departamento de Cooperación Mágica Internacional y Embajadas Mágicas Internacionales.”- Escuchó anunciar una melodiosa voz cuando se abrieron las puertas del elevador.

Yadiz ajustó su gabardina mostaza sobre su traje corto negro. Llevaba unas medias negras y unas botas en tacón para la ocasión. Su pelo cobrizo lo sostenía en una desordenada cola de caballo que le daba un tono casual. Se adentró en la recepción del departamento. Se hallaba vacío con una única nota flotante sobre el escritorio principal que leía:

“Bienvenidos. Favor de pasar por el Salón de Conferencias. Att. Ada Camille Dumbledore. Directora.”

Yadiz no le conocía en persona aun… o eso pensaba. Oficialmente no se habían presentado más allá de varias cartas para aceptar el puesto. El salón de conferencias se accedía a través de la puerta que leía Director del Departamento, pero la bruja, intrigada por quienes serían sus compañeros, decidió caminar frente a las puertas de las otras oficinas para leer los tabloncillos identificando a sus autorizados representantes. 

-Eterno Blackthorn… Normas… de Comercio… Mefistófeles Evil… Ley Mágica. - leyó por lo bajo. Tras no reconocer ninguno de los nombre, se dispuso a entrar a la Sala de Conferencias. 

Una bruja de vestuario negro y blanco le recibía. Yadiz la miró por segundos, intentando recordar dónde había visto aquel rostro. Entonces recordó. Hace unos días, aquella bruja le había ayudado en el ataque en la Mansión Riddle, tras el secuestro en el Ministerio. Le había removido su máscara mortifago y había hecho el mismo gesto para ayudarla, justo antes de que Yadiz perdiera el conocimiento. 

-Encantada oficialmente: Yadiz Vashtí.- extendió su mano hacia ella de forma genuinamente amigable. Sabía que le debía una grande a aquella bruja. Aunque detestaba deber favores, estaba claro que al menos su superior era alguien en quien debía confiar. Después de todo, ambas conocían de primera mano la posición de la otra. Eso las uniría. 

« Aprovecho, antes de que se acerquen nuestro compañeros, para agradecer tu ayuda esa noche. Nunca tuve momento. Tienes mis respetos. - concluyó con una leve reverencia. 

La última vez que había visto a esta bruja había sido como Galia, en una reunión de mortífagos donde Medusa no había comenzado con el pie derecho. Era momento de reivindicar esa relación. Su nueva directora no solo era su jefa, pero también su líder en la Marca. Aquello sin duda, era una alianza entre brujas que valía la pena explorar. 

 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Eterno Blackthorn  @ Mefistófeles Evil.

[Ada Camille Dumbledore]

La hora de la reunión había llegado era momento que todos los empleados del Misterio empezaran a llegar a su trabajo yo ya había organizado todo lo que se podía permitir era una reunión de inicio de ciclo Así que dejé todo listo y me senté a cabeza de la mesa revisando algunos documentos a la reunión había invitado los a los miembros del departamento esperaba llegar y pudiéramos comenzar con la reunión. Habían varios temas que deberíamos ampliar sobre todo para dónde íbamos ahora como departamento sabiendo que las reacciones diplomáticas por no tener una cabeza en el Ministerio se estaban dando a conocer desde todas los ministerios del mundo la comunidad mágica internacional siempre era muy sensible a los cambios de poder y nosotros como cooperación mágica internacional digamos es el departamento que debemos controlar todo aquello junto ya había iniciado algunas misivas para enviar a primera hora y las tenía junto a mí para enviarlas cuando escuché que alguien se acercaba, al subir la mirada de una bruja cuando sobre todo y un vestido negro corto pero al ver su rostro reconocí en ella a Medusa mi compañera de bando, fue una sorpresa saber que ella era Yadis, porque era la primera vez que socializaban fuera de allí y no sólo cuando estábamos en batalla. Le sonreí ampliamente y más cuando se acercó ya nos conocíamos pero era bueno saber que era una persona en la que se podía confiar.

- Un placer señorita Vastí, no te preocupes, aquí estamos en confianza, me alegra saber que estas bien.

Me arregle el vestido y tome asiento haciendo un gesto para pedirle a @ Yadiz Vashtí  para que tomara asiento.

- Quieres tomar algo, ordené una barra de desayuno para todos

Mi el final al escuchar se tenso fuera de la Oficina, ella estaría atendiéndonos en esta mañana. Esperaba que @ Mefistófeles Evil.  @ Eterno Blackthorn  llegaran pronto

 

[Maida Black Yaxley]

El coste del secreto de Vuelapluma había sido aceptarle casi a modo a de chantaje la dirección de "El Profeta" a Sagitas, esto en contra de sus planes personales de trabajar en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional, sin embargo, ahora que necesitaba la información, veía el lado positivo a las cosas. Maida, a pesar de ser una bruja bastante privilegiada, había usado estos privilegios a su favor y adrede muy pocas veces en su vida; es más, casi nunca utilizaba su apellido más fuerte: Black. Se presentaba siempre como una Yaxley y aunque no le era necesario pisar fuerte, este día intentaría hacerlo.

Las elecciones a nuevo Ministro eran evidentes y con semejante acontecimiento, era posible que viejas presencias rondaran en Ottery, debía estar preparada. Sabía además que en el Departamento se encontraba Ada, por lo que seguramente, ella tenía más noción que ella del paradero de la presencia incómoda.

Ser acomodó la túnica gris antes de ingresar a las oficins de la quinta planta y carraspeó para hacerse notar una vez vio a dos brujas dentro del recinto.

— Buenos días, Maida Yaxley, directora del Profeta, ¿podría brindarme la lista de enviados de MACUSA o instituciones americanas para el período electoral? —eso, saludo y al grano, todo frío, todo natural.

@ Yadiz Vashtí  @ Ada Camille Dumbledore

[Yadiz Vashtí]

La Dumbledore era una bruja bastante amigable y cortés. Tal vez demasiado amigable para el gusto de su recién empleada. Yadiz era de mantenerse cordial, pero no era tan accesible, como aparentaba ser la Directora.

– Es de hecho solo Yadiz. – le corrigió sin mucho ahinco mientras tomaba asiento en la mesa de conferencias.– Vashtí es mi segundo nombre. Hace mucho no uso mis apellidos. Aunque puede llamarme como desee. Respondo igual por ambos. – aclaró sin mucha importancia.

La rubia le ofreció disfrutar de la barra de confiterías en el salón de conferencias. Yadiz asintió amablemente – Un café será suficiente. Gracias. – levantó su varita en dirección a la barra: una taza recién servida de café se aproximó por el aire hasta la mesa frente a ella.

Yadiz observó pensativa el vapor emanar de su taza por dos segundos. Era la primera vez que se encontraba a solas con Ada. Tenía varias cosas que le gustaría hablar con una de los altos rangos de la Marca Tenebrosa. En las últimas misivas del bando había quedado claro que la Directora se postularía al Ministro de Magia inglés. Era intención de la pelicobrizo colaborar para hacer esto realidad en pro del grupo. Sin embargo, aún con su afiliación, Yadiz no era bruja de seguir a nadie ciegamente. Necesitaba medir las posturas de su jefá, puesto que se disponía a ayudarla en la manera posible.

En su última reunión en la Mansión Riddle, Ada no había sido legible para Yadiz. Era una bruja que emanaba paz y confianza. Pero, ¿sería una imagen política, o realmente tendría un buen corazón? La bruja no le conocía del todo. Sabía que sólo dando la oportunidad descubriría las verdaderas habilidades de la Dumbledore. Sin embargo, no era el momento apropiado para preguntas incisivas. – "Tiempo al tiempo" – pensó mientras tomaba un sorbo de café.

– Oye, quería felicitarte por la postulación a la máxima silla ministerial. De más está decir que cuentas con nuestro apoyo. Me pareció curioso escuchar que ya tienes experiencia en el Ministerio Francés. ¿Qué te pareció la experien…? – le comentaba animosa cuando el carraspeo de una nueva visita anunciaba su llegada.

Maida Yaxley, directora de El Profeta, requería las listas de las instituciones americanas que se harían presente durante el proceso electoral. Casi por acto reflejo, Yadiz contestó cordialmente.

– Saludos Yaxley, bienvenida. Yadiz Vashtí, a sus servicios– le saludó tocando su propio pecho, aún desde la silla. Ada miró a Yadiz en un simple gesto indicando que ella se haría cargo del requisito.

>> La señorita Dumbledore le podrá asistir. ¿Gusta algo de comer? – concluyó poninedose en pie para estrechar su palma hacia la mesita con el desayuno.

Sin esperar respuesta, se acercaba al festín. Le estaba un tanto extraño el requerimiento de la visitante. Era una periodista por lo que evidentemente necesitaba información. Lo que no lograba entender era ¿por qué específicamente americano? En estos días múltiples gobiernos y representantes se harían presente para las elecciones, no sólo el americano. Decidió no darle mucha importancia. Ada se disponía a atenderle.

 

@ Ada Camille Dumbledore  @ Maida Black Yaxley

[Ada Camille Dumbledore]

La reunión en el Departamento estaba retrasada, me agradaba que @ Yadiz Vashtí había llegado a tiempo, hubiera querido hablar con ella algo más, me agradaba eso era evidente, yo no disfrazada mis sentimientos a personas que quería mostrarle mi confianza. Apenas empezaba nos a hablar cuando la figura de una dama de acercó a la Sala de juntas, mi mirada cambio cuando ví a  @ Maida Black Yaxley  , hacia ya mucho tiempo que no nos veíamos y la última vez la había visto junto a Matt en New Orleans, ya más de cinco años atrás. Mire  Yadis con Picardía, esa mirada fría que no lograba dejar ver si mis intenciones era  buenas o malas, pero que seguro las disfrutaría. 

-    Señorita Maida Yaxley bienvenida al Departamento. 

Al escuchar lo que necesitaba sonreí con malicia, sabía que ella estaba buscando, tome una de los pergaminos que tenía cerca donde se anunciaba que alguien de la MACUSA vendría a informar y formalizar las visas y los permisos de varitas para la entrada. 

-    Pues aún no tengo el listado, seguramente vendrán pronto a legalizar todo, es más creo que sería hoy el día, toma asiento, tal vez podrías encontraré algún nombre conocidos en el listado del enviado de ellos.  Aunque no entiendo porque el profeta necesita esa información, ? o es algo más personal? 

Mi mirada estaba fija en sus ojos casi adivinando su reacción y esperando seguro Información del hawaiiano.  Me levante y busque la taza de café para mi, me gustaba servirlo yo misma, un café filtrado e  cafetera francesa de variedad Geisha, delicioso con notas florales, además de un aroma delicioso. 

-    ¿Te apetece un café Yaxley o quieres un te?

Ofrecí con la sonrisa en el rostro. 

[Maida Black Yaxley]

— Ada, señorita Vashtí —saludó con rapidez una vez fue atendida—, gracias por la recepción. La delegación americana siempre es la más grande, por tanto la más dificil de rastrear cuando se les tiene que entregar sus credenciales. Sé que suena extraño, pero el Departamento de prensa del Ministerio ha solicitado apoyo a la dirección de Profeta, así que no, no es personal.

Pudo notar en la mirada de la francesa, que no se terminaba de comer el cuento pero aunque sea conocían gracias al bando, no habían llegado a tener ese tipo de secretos entre ellas. Era curioso, a pesar de ser ella también mortífaga, la Yaxley estaba segura de que no le había revelado su secreto al Ironwood, porque sino, en su encuentro en New Orleans él no habría sido tan amable con ella. Estaba segura. ¿O era porque con ella tenía un pasado? Quizá a ella si la aceptaba como parte de su vida aún teniendo la Marca Tenebrosa en el antebrazo. Sin darse mucha cuenta, sacudió la melena para disipar los pensamientos que se le agolpaban con respecto a sus últimas conversaciones con el americano.

— Creo que podría tomar un café con ustedes si no me demoro demasiado en esta diligencia —volvió a insistir—, quiero tener las credenciales listas y quizá tomarme unos días libres antes de las elecciones. Por cierto Ada, interesante plan de gobierno, tienes un puntos bastante rescatables debo decir. 

Le sonrió con cierta condescendencia, no eran buenos tiempos para tentar un puesto público, pero claro, eso no lo diría en voz alta.

— También espero que sepas, que deseo la primera entrevista si la campaña es tan exitosa como te la deseo. 

[Adrian Wild]

A veces, poder aparecerse en cualquier lugar del mundo, no era suficiente. No entendía cómo había llegado al punto, en apenas unas semanas, de que aquello se convirtiera en una realidad. No podía dar aquella sensación de ansiedad caminando con el paso apretado por los pasillos del Ministerio de Magia; ahora tenía una imagen que mantener, era el director de Hogwarts. Aunque, quizá, mostrarme en público en pantalón gris de pinza casual estrecho por encima de los tobillos, con zapatillas "Old School" negras y una camisa negra remetida y sujetada con un cinturón igualmente negro, tampoco favorecía a mantener una imagen formal. Al menos, me había cubierto con una capa elegante, oscura con tonos verdosos.

Bueno, no me habían aceptado en ese puesto por la imagen. Quién no lo tuviera claro, que se imaginara los motivos.

Eric me había informado aquella misma mañana de que se había convocado una reunión en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional y de quién había accedido a la dirección del mismo. Me alegró saber que Ada había tomado las riendas del departamento y, viendo que podía abandonar momentáneamente la escuela a su suerte, aprovechando las horas lectivas, a pesar de ser los primeros días del curso, decidí pasarme a darle la enhorabuena y atender a la reunión. Debía hacer algo con mi posición como director del Comité Cultural Mágico Internacional, pero todavía mantenía aquel cargo dentro del Ministerio, aunque ya le había dado vueltas a las posibles sucesiones.

— Buenos días, Amanda —saludé al pasar junto a la mesa de la recepcionista.

— ¡¿Señor Wild?!

Su sorpresa hizo que detuviera por unos segundos mis pasos. Apenas la miré, con sus ojos a punto de salirse de las órbitas, compungió su gesto.

— Discúlpeme, ¡ni una lechuza le he enviado felicitándole por su nuevo puesto! Y como hacía tanto que no le veía se me había olvidado por completo. Por favor, le ruego que me disculpe...

Siempre tan sentida aquella mujer, que ahora parecía casi hallarse al borde del llanto. La consolé restándole importancia al olvido y dándole a entender que apenas había pasado por allí aquellos meses y que agradecía su gesto mejor en persona. Aquello calmó su moralidad, siempre tan comprometida. Retomé mi celeridad en el paso y, enseguida, llegué a la sala de conferencias, junto a cuya mesa se disponía un largo carro lleno de alimentos, dulces y bebidas para el desayuno. No esperaba menos de mi sobrina.

La sala ya la ocupaban tres mujeres: Ada, otra chica que no conocía y... Maida. Por un momento mi mente paralizó el resto de mi cuerpo y me fulminó con una terrible sensación de dejà vu. No tardó en llegar un bandazo de recuerdos recuperados al instante por mi memoria. Maida y yo habíamos sido compañeros en aquel departamento hacía no tantos años, guiados por Orión. Y desde el minuto cero, habíamos establecido cierto amor-odio, una relación de compañerismo y deseos de buena y mala fortuna velados que todavía no parecía haberse terminado de acoplar. Desde luego, su presencia nunca me resultaba indiferente.

No era de extrañar que percibieran mi entrada, así que volví en mí y actué con la misma rapidez con la que me había movido, sin darle importancia a lo que fuera que hubiera interrumpido.

— Ada, enhorabuena —felicité a la mujer mientras me acercaba a darle un caluroso abrazo—. Qué alegría que hayas conseguido este puesto, aunque seguro que después del gobierno francés, esto es un paseo para ti.

Me giré hacia la nueva directora de "El Profeta" y la saludé con una leve gesto de la cabeza en forma de reverencia respetuosa.

— Maida. Igualmente, me alegro por tu nueva posición. Espero que no envíes a zonas muy peligrosas a tus reporteros.

Y, finalmente, extendí la mano hacia la mujer de profusos cabellos cobrizos.

— Adrian Wild, actual director de Hogwarts y, por el momento, también arrastro la dirección del Comité Cultural Mágico Internacional —me presenté—. Parece que el puesto no quiere deshacerse de mí.

Tras terminar las felicitaciones y presentaciones formales, me acerqué al carrito de desayuno y olisqueé sutilmente sus aromas, apreciando que no había nada que me interesase. Todavía no había tomado mi ración matinal de sangre y aquello apremiaba más que disfrutar de cualquier delicatessen. Intenté disimular la decepción. En el último año las revueltas de vampiros y licántropos nos habían abierto las puertas a la vida en sociedad sin tantos reparos, pero la adaptación a nuestra integración era lenta, y yo, personalmente, todavía no me sentía en el punto de compartir libremente mi condición. Y, a pesar del extremo cuidado en los detalles que sabía que tenía la Dumbledore, aquel desayuno me demostraba que esa integración estaba muy lejos de ser una realidad.

Volví la mirada a las féminas, con una sonrisa dedicada especialmente a mi sobrina.

— No te preocupes, no vengo más que de oyente a la reunión. No me puedo quedar mucho rato; Hogwarts parece que es seguro hasta que descubres que los alumnos son capaces de armar batallas campales con bombas fétidas en apenas un minuto de despiste. Pero quería poder felicitarte en persona antes de que ya fuera una vergüenza hacerlo.

[Yadiz Vashtí]

La directora del departamento así cómo la directora de “El Profeta” se embarcaban en una conversación casual. Yadiz las escuchaba  en silencio y con interés. Se animaba a servir en un platillo varios bollos de bath y empanadas de calabaza, para ella y sus acompañantes. 

Tras la pícara pregunta de Ada, Maida aclaró de forma tan inmediata que hasta Yadiz sonrió ligeramente. Agradeció estar de espaldas, sirviendo las confiterías, para no parecer inapropiada. Era la primera vez que la bruja se manejaba dentro del Ministerio inglés. Aún conocía muy pocas personas involucradas en los foros ministeriales y aquella reunión casual le parecía buen momento para introducirse a nuevos magos.

Ada se dispuso a servir la bebida de la Yaxley. Yadiz se acercó a la mesa, ubicó el plato repleto de delicias en medio y tomó asiento nuevamente. Con un gesto de mano ofreció a Maida servirse del plato, en silencio. Para entonces, un nuevo visitante se hacía presente en el salón. Adrian Wild, según se presentó, era el actual director de Hogwarts, y al parecer director de un comité que la pelicobrizos, vergonzosamente admitía para sí, no conocer existencia. 

–Yadiz Vashtí, encantada. Me puede llamar Yadiz. Soy la nueva jefa de la Confederación Mágica Internacional aquí en Inglaterra. A penas me incorporo oficialmente hoy. – respondió el saludo de mano al caballero, quien ahora se acercaba al bufete. 

Adrián parecía ser un mago amable y ameno. Era curioso que uno de los primeros pendientes de la bruja en su puesto era acercarse al director de Hogwarts, y casualmente se encontraba con él allí. Tras las palabras del mago hacia la Dumbledore y ésta contestarle, Yadiz no pudo evitar interrumpir. 

– Que buena casualidad que le conozco Sr. Wild. Estaba por prestar una visita a la escuela. Desde la semana pasada venía auscultando la información del departamento. Poniéndome al día, ya sabe. – le comentó a modo de camaradería. 

>> En la próxima asamblea general de la Confederación Internacional Mundial me gustaría proponer un nuevo sistema de intercambio educativo para las 11 escuelas mágicas que la Confederación maneja. La intención sería unificar y proveer una experiencia multicultural a los estudiantes y por qué no, profesores. Obviamente incluiría un programa de asilo y varios requisitos diplomáticos de los estudiantes y profesores escogidos. Esperaba que el director de Hogwarts me pudiese ayudar. Me gustaría tener una reunión con usted sobre este asunto en otro momento. Si le interesa el proyecto, claro está. – concluyó, inclinándose a tomar un bollo de bath del medio de la mesa. 

Tras degustar un pequeño pedazo del panecillo miró a Ada – Esto era una de las cosas que disponía hablar hoy. Tengo varios proyectos a los que dar forma, si no le incomoda. Le prometo que se alinean a su propuesta incluso, cómo Ministra.– comentó afirmativa aunque con un leve tono de disculpas. Arrastrada por la dopamina de encontrarse tan casualmente al director, se tomó la libertad de adelantar la información a Adrian sin consultarle primero a la rubia. Sin embargo, tras ver su plan cómo Ministró sabía que estaría abierta a ello.  

@ Ada Camille Dumbledore  @ Maida Black Yaxley @ Adrian Wild

Editado hace 5 horas por Yadiz Vashtí