Château Dumbledore

[David Augustus Lestrange]

La ligera reverencia fue suficiente para que el príncipe esbozara una sonrisa. Contento de que alguien supiera cómo debía dirigirse a un miembro de la realeza. Sus esfuerzos por ocultar que se sentía superior daban sus frutos. En la diplomacia había que planear con cuidado cada gesto y cada palabra que uno se atrevía a pronunciar. Había que pensar antes de actuar. Los movimientos en falso podían desencadenar situaciones desagradables.

—Digamos que no soy de gustos sencillos, es difícil complacerme. —comentó mirando a su alrededor, observando el despacho que conocía como la palma de su mano y que podía describirse tal como Macnair había dicho. —Es posible, el mundo es un pañuelo. —argumentó. No se paró a pensar si se habían visto con anterioridad, lo haría más adelante. Entre otras cosas, el carácter que parecía tener y que demostraba no eran sencillos de pasar por alto. Parecía ser alguien que tenía las ideas muy claras y sabía lo que quería.

Dio un par de pasos por su despacho mirándola con atención. A pesar de su inexperiencia en esa clase de asuntos, estaba convencido de que lo que iban a hacer no era habitual. Cada político tenía una forma diferente de vivir esas situaciones, a ella parecía gustarle más la aventura que sentarse a negociar con calma. Estaba bien, el príncipe no tenía ningún inconveniente en ello.

—Parece un acertijo al que no le acabo de encontrar una respuesta, ¿qué lugar es ese? —quiso saber. Mas no necesitaba una respuesta para anotarse a la empresa que tenían por delante. Desprendía un aura de misterio interesante, había conseguido despertar la curiosidad del joven mago. Estaba dispuesto a hacer lo que hiciera falta para conseguir tratos que pudieran resultar interesantes, un poco de peligro siempre venía bien para darle emoción a la vida. —¿Algún problema con las tazas humeantes de café? Se lo puedo servir frío... —bromeó.

Durante unos segundos se paró a pensar qué clase de Ministerio enviaría a sus misiones diplomáticas a una persona como la Viceministra, se notaba a leguas de distancia que no sabía morderse la lengua. Sin embargo, habían acertado con la elección, pues prefería a las personas osadas y con valentía que no se andaban por las ramas.

—Debería preocuparse por su propia seguridad, Macnair. Seguro que a nadie le gustaría que se convirtiera en la nueva 'Ojoloco' Moody. —pronunció sin saber si entendería la referencia. Que el mago hubiese sido un auror de renombre en Reino Unido, no implicaba que lo hubiese sido en el lugar de dónde venía ella. No conocía su historia, no sabía cuánto tiempo podía haber pasado en el país dónde se encontraban. Sonrió mientras la observaba de arriba a abajo con detenimiento. —Ya me acabas de dar un motivo para darte una respuesta negativa, el que no lo haya hecho nadie nunca... —comentó con arrogancia.

Decidió tomar asiento en su silla, acomodándose elegantemente sin quitar la mirada de la atractiva mujer. Estaba en su castillo, en su despacho, en su hogar...  ¿Acaso pensaba que iba a dejarse manipular tan fácilmente?

—Dame un buen motivo para hacer que te acompañe. Dame un buen motivo para que no le diga a mi elfo doméstico que nuestra reunión se ha terminado, dame un buen motivo para que le pida que me traiga una ropa cómoda con la que ir de aventura. —hizo una breve pausa. Una parte de él le decía que seguramente la mujer haría lo que le pedía, al menos así sería si de verdad nunca recibía una respuesta negativa. —Pero piense bien sus palabras, no querrá que de aquí nazca un conflicto que no beneficie a ninguna parte, ¿verdad?

 

 @ Juv Macnair

[Kyle Blackthorn]

 

La entereza de la Holandesa quedaba demostrada en cada ámbito o faceta de su vida, jamás se dejaba amilanar por ninguna clase de circunstancia o situación que pareciera infranqueable de sortear. Años y años de entrenamiento, dedicación y esmero habían dado frutos a raudales para la Nigromante. La presencia del príncipe dejaba en claro que era un hombre que no cedía fácilmente ante las solicitudes de perderse en un mar de aventuras y riesgos extremos. Eso le agradaba de un mago que tenía a su cargo mantener a su reinado andando sobre ruedas y sin ninguna clase de dificultad en su camino.

— Es grato tener un rival de su calibre, no esperaba menos de los dichos que me han llegado sobre su persona—abriéndose paso en sus labios una sonrisa cargada de suficiencia. Presto atención al hecho de que no era sencillo complacerlo, aquello despertó de forma irremediable el lado competitivo y combativo de la rubia. Ella jamás quedaba mal cuando se trataba de demostrar que era capaz de complacer el gusto más exigente que habitará dentro del mundo mágico. Justamente por eso la admiración que le profesaba a su ingenio y creatividad.

Hacer las cosas a la vieja usanza no era parte de su repertorio, ella se adecuó a las nuevas normas que el Primer Ministro de Holanda, adoptará tras hacerse con el control total de esa nación. Para que ser tan cuadrado, si se podía darle la forma que uno deseará a sus acciones o anhelos. No se iría de ahí con las manos vacías, oh no, claro que no estaba entre sus planes ceder antes de demostrar de lo que  era capaz. Justo por eso era la indicada para lidiar con personas tan atractivas como el Francés, sabiendo donde tocar y las palabras justas que debía obsequiarle. 

— El lugar que le he citado, parece ser poco conocido por los seres que habitan dentro de Londres. Corrijo dentro de la comunidad mágica, puedo jactarme de haber viajado a parajes que le helarían la piel a cualquiera—se perdió por un breve instante en sus pensamientos— Pero no a un hombre como usted, porque se le nota que le corre por las venas la sangre de un guerrero sediento de aventura y adrenalina. Seamos honestos, no por llevar una corona, perderá ese espíritu de aventura ´¿si?—indicaba ladeando la cabeza. Se estaba pasando un poco los limites, pero decir las cosas tal y como eran era uno de sus mayores defectos, aunque ella lo consideraba una virtud sin lugar a dudas.

— Deseo llevarlo al lugar donde los sueños que no se cumplen mueren y nacen las pesadillas. Aquellas que atormentan a las personas que por desgracia han creído falsamente en el amor, ilusiones de cuentos  de hadas y finales felices—explicaba tomando sus palabras como una lección justa para esos seres que ambicionaban poseer lo que el destino no les obsequiaría ni por error— Conozco al mago que menciona, no se preocupe. No perderé nada en esta travesía, no contando con diversas habilidades y un entrenamiento que he ido mejorando con el paso del tiempo. Pero puedo asegurarle que si ganaré bastante—aquella broma le hizo reír para sus adentros de forma estruendosa.

—Hay formas de calentar el café y no precisamente con una cafetera. Pero no daré más detalles, suelo tomarlo al natural. No me gusta agregar ninguna clase de crema o leche, siento que eso causa que el verdadero sabor no sea apreciado del todo—se acomodaba contra una pared. Detectando que le escaneo con la mirada, sabiendo que el sacarlo de esa comoda oficina, no sería una tarea para nada sencilla— Simplemente le diré que es aburrido y tedioso hablar las cosas que le dan un beneficio o prejuicio a nuestras naciones—reflexionaba chasqueando la lengua.

— Con su aparente negativa, puedo pensar que se acobarda ante un reto. Que no posee lo necesario para empuñar una espada y defender a su pueblo, declarándose como un príncipe que deja que otros sangren antes de alzarse en armas y sacar la casta que le heredo su linaje—cruzándose de brazos, quedaba a la espera de su respuesta. Ella se permanecería ahí hasta que uno de los dos se cansará y no caería tan fácil. No alguien como Macnair, decidida hacerse con todo lo que deseaba costará o que costará. 

@ James Fleamont Potter

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Dualidad. Ese podria ser un principio basico en mi vida. Asi que supongo habria que aceptarlo, abrazarlo y reconocer que no podria hacer nada con eso salvo, de tanto en tanto, verme frente a decisiones imposibles. Respire profundo mientras subia por la escalera con un ramo de rosas, latiendo mi corazon a mil. En mi cabeza aun rondaba la epica noche donde todo comenzo, para paras a sonreir por colarme furtivamente en  medio de una boda solo para disfrutar del placer de ser su compañia. Y todos esos pequeños detalles que entre miradas...suaves besos....suspiros y anhelos....los hacen deliciosos.

Y ahi caia entonces la dualidad. Asi como era un ladron y en su maxima expresion un agente del caos...de disfrutar mover las cosas...a veces no para bien. Me gustaba el orden de tomar decisiones egoistas en medio del suceso. De ser bueno....e incluso pensar en un bien mayor. Lo mismo sucedia en el amor. Darla era mi paz....mi centro....y pudiera parecer algunas que habia perdido el toque de seductor empederino...pero el asunto es que me habia hecho el firme proposito de ser ese seductor solo para seducir a la vampira todo los dias...y en cuanto a lo pervertido....pues que decir....desarrollar todo un mundo pervertido solo para nosotros dos.

Imaginando las posibilidades llegue frente a la puerta de Darla. Sin dudas haria caso a su consejo de no usar la ventana otra vez. Aunque no era una promesa...eso lo sabia.

@ Darla Potter Black  

[Darla G Dumbledore]

Dualidad, paz y caos. Paz que lograba generar en mí, que había encontrado gracias a él, caos que ponía en mi vida, porque era consciente que había llegado para voltear mi mundo de cabezas. ¿Y sabes qué? No me importa lo pongas a él y a mi dados vueltas mientras estés allí y tú y yo estemos juntos.

Esa charla mental tenía, imaginando que hablaba con Sean, pero sabiendo que quizás de mis labios no saldrían tal cual esas palabras. ¿Cómo reconocer que me estaba enamorando? Era extraño el giro de ciento ochenta grados que había dado mi vida en un año. Pensaba en ese pisapapeles que había volado contra su cabeza y en lo que me había dicho una mortífaga hace poco: me di cuenta que había algo cuando lo defendiste de mí.

Quizás en el mundo mágico ella lo vio venir antes que la pelirroja, pero ¿qué decir? El amor tiene tantas caras y la verdad es que Cupido es un niño rebelde con alas que lanza sus flechas sin medir las consecuencias. O quizás midiéndolas y sabiendo quiénes sí pueden estar y lograr esa armonía en ese caos que él provoca.

Perdida como estaba igual sintió la presencia fuera de su puerta, se había acostumbrado tanto a su aroma, vamos, que lo había sentido, probado, vivido hasta casi sentir que era tan embriagador como nada más en el universo. Darla se puso de pie de un salto y abrió la puerta de su dormitorio, para quedar de pronto de nuevo congelada como el primer día frente a la ventana. No estaba él trepando por la ventana ni ella en bata de baño. Bueno, casi, ella estaba con un sencillo vestido solero y él con un ramo de rosas en la puerta.

—Sean… —dijo a pesar de todo sorprendida y jaló suavemente de su mano libre hacia el interior de su dormitorio, permitiendo que sus mejillas tomaran un tono rosáceo y quedó unos segundos más sorprendidas, apoyando la espalda contra la puerta cerrada y viéndolo de pie en su habitación con aquel ramo de flores —…hola  —atinó a decir, mientras lo veía de pies a cabeza, sintiendo como no solo sus mejillas tomaban temperatura.

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Deje el ramo de flores  frente a donde supuse saldria Darla, ocultandome detras de el. Algo tonto pues conocia el sentido del olfato que tenian los vampiros. De hecho tenia una anecdota sobre eso, de cuando habia entrado en accidente. Supongo que vampiros y guano de murcielago no era buena combinacion. Pero dejando eso a un lado mi corazon latia a mi, esperando...a millon cuando oi como abria la puerta....y a billon cuando la vi...casi saliendoseme por la boca.

Por un momento me senti tosco y patoso..cuando me tomo la mano y me hizo entran en su habitacion. Desde ese angulo no la reconocia...pero no importaba....mis sentidos solo se enfocaban en ella....en ese leve rubor que cubrio sus mejillas palidas...en su lenguaje corporal...en su vestido...y si....admito que en imaginarme su piel bajo este. Pero ese era el pervertido yo de siempre...tendria ropa interior??? A ver....ponte serio Sean.

-Este...es muy cursi que te regale rosas??? -dije algo apenado mientras me rasco el cabello. La verdad es que eran estos momentos de romper el hielo con ella lo que mas me gustaban. Creando una incertidumbre que no conocia. Haciendome novato en lo que antes considerba como profesional de la seducccion.

@ Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

Se alegró por unos segundos de no poder leer su mente porque de la forma en que la miraba suponía lo que pensaba, quizás lo mejor fue no saber aún leerla, para no haberse enterado lo del guano de murciélago… pero lo que Darla era consciente de que no quería utilizar con nadie amado esa habilidad, le parecía poco amable, pero no necesitaba leer mentes para notar como Sean evaluaba lo que ella llevaba bajo el vestido… poco a nada, ya que no le gustaba utilizar brasier con vestidos de breteles finitos y menos estando cómoda en casa, no sería como la primera vez que no había encontrado nada, pero tampoco encontraría mucho… salvo sus bragas… vaya, tendría que haberle puesto alarma…

Negó con la cabeza —no, no es cursi, es muy tierno, gracias… —dijo reaccionando por fin y tomando las rosas de su mano para llevarlas a un florero en la mesa de su habitación, buscó un poco de agua en el baño —quieres sentarte o qué… —se mordió el labio sin terminar la frase, ¿qué había estado a punto de preguntarle?

Cerró la canilla mientras acomodaba las flores en el jarrón y se giró hacia la puerta del baño que esta vez había quedado abierta de par en par, no como la primera vez en que él entrara a su cuarto. Su  mirada castaña lo buscó, como temiendo él se hubiera ido mientras ella le daba la espalda.

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Ufff menos mal...no era cursi. Respire aliviado mientras la segui con la mirada. deslizandose delicadamente por la habitacion y dejando el ramo de flores en un hermoso florero de fina porcelana. Ahora no podria saber si china o alemana. Pero sin duda de buena calidad estetica y valiosa. Y ahi iba de nuevo. Sin dudas los habitos cotidianos eran los mas dificil de no tener en cuenta. Y aunque a veces lo intentaba por educacion cuando hacia visitas, el valorar las piezas de la habitacion y su alcance en galeones estaba bien arraigado. Claro frente a mi..la pieza mas fina y bella tenia nombre...y para mi corazon invaluable.

-Bueno si...sentarse esta bien. -dije tomando asiento.

Era tonto o que....que de seguro en esa expresion el no terminarlo queria decir algo mas. Negue con la cabeza...debi haberme abofeteado por tonto...y ahora mismo no entendia la tension que habia en la habitacion....como una especie de autocontencion. Y yo no queria eso....no queria sentirme incomodo...o fuera de lugar cundo lo que queria y nodejaba de ver eran esos jugosos labios. Respire profundo mientras me incopore derepente.

-No....sentarme no -dije ante lo que seguro daria que decir a Darla de mi estado mental y confusion. Sin mas me acerque a ella. -Lo siento....pero....-y acercandola a mi...suavemente y mirandola a los ojos..mientras acercaba mis labios a los suyos.- no me aguanto las ganas de besarte -y sin mas....deje que si....mis labios alunizaran en la deliciosa textura de los suyos en un ardiente beso.

@ Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

Pero no se había ido, se había sentado, sí, ella lo había escuchado pero también había notado su tono nervioso pero ahora lo tenía de pie frente a ella. Lo miró desorientada sintiendo una sensación extraña en todo su cuerpo, él lograba transmitirle una electricidad, un calor, una vibración como no creía poder sentir.

—Perdón ¿por… —comenzó a preguntar pero no pudo continuar porque él la acercó viéndole a los ojos y logrando que de pronto las barreras de defensa que ella misma se construía quedaran por el piso, su respuesta lo dijo todo, no solo en la palabra sino en el propio acto.

Los brazos de Darla rodearon el cuello de él y poniéndose en puntas de pie respondió con pasión a aquel beso, saboreando sus labios, dejando que su lengua jugara con la de él, sintiendo que podía volar y estaba entre las nubes. ¿Cómo podían lograr sus besos hacerla tocar el cielo de esa manera? Lo había vislumbrado en aquel primer beso en el parque y se había negado a creerlo. Pero ¿acaso se puede tapar el sol con una mano? No, tampoco podía negar que todo su ser quería aquello, su cuerpo le gritaba que le permitiera refugiarse en sus brazos, sus labios rogaban por sentir los de él y toda su piel.

—Que delicia —susurró entre beso y beso pegando más su cuerpo al de Sean… ya estaba perdida… lo supo y no se resistió a lo que sentía, ni a lo que deseaba... a él.

@ Sean -Ojo Loco- Linmer

[Ernest Dumbledore Prior]

El mago despues de mucho tiempo habia llegado nervioso al Castillo Dumbledore, habia decidido hacer algo que nunca habia pensado hacer en su vida, o tal vez si pero en otras circunstancias, no pensaba que su vida al llegar al mundo magico cambiaria tan drasticamente.

Llego al salon sin saber que hacer, se movia en circulos sin saber si subir a su cuarto o esperar en el salon a que alguien de la familia saliera para platicar, tenia mucho que no hacia algo parecido y sabia que seria dificil. No tanto puesto que las cosas habian empezado apresuradas meses atras.

Uno de los elfos de la mansion llego en ese momento y el joven se decidio.

-Oye- le dijo al elfo- Hablale a la familia que tengo que decirles algo importante, a todo mago o bruja que este en la mansion, incluso todos los elfos vengan al salon, esto es informacion importante...- dijo el mago y rapidamente movio la cabeza. - ¿Sabes algo? Antes de llamar a toda la familia llama a @ Darla Potter Black y quedate aca mientras platico con ella, para darte la indicacion de cuando avisarle a la familia, dile que el mensaje es importante y que tiene calidad de urgente. - dijo el mago fingiendo una sonrisa, mientras pensaba en como iba a empezar la conversacion y veia al elfo irse a buscar a Darla. Tal vez tendria que haber esperado mas tiempo para dar ese paso, pero ahora ya no habia marcha atras.

 

[Darla G Dumbledore]

La pareja había terminado en un revuelo de idas y vueltas entre el chateau y el local de la pelirroja. Los libros habían quedado para después, el departamento en House of Books necesitaba que lo acomodaran un poco, pero ya de regreso en la Dumbledore, habían terminado donde habían iniciado, sobre la cama, la ropa por el suelo y ambos envueltos en un abrazo bajo las sábanas negras del somier.  Darla no estaba segura del tiempo que había pasado cuando un suave golpeteo la despertó, la mano de Sean presionaba con firmeza una parte de su anatomía sin dejarla mover por lo cual tuvo que colar sus dedos entre los de él para intentar que la soltara.

Tras un leve forcejeo se hizo con una bata mediante un accio y se preguntó quién insistía tanto en su puerta. Cuando estaba por abrir y mientras terminaba de cerrar la bata dio un respingo al ver aparecer con un crack un elfo dentro de su habitación.

—Pero ¿qué dem…? ¿qué quieres? —gruñó cerrando más la bata y mirando de reojo a un Sean que se había girado en la cama dejando buena parte de su anatomía al desnudo, al menos estaba de espaldas.

—El amo Ernest quiere una reunión urgente con la ama Darla —la inclinación del elfo la hizo admirar los buenos lumbares que tenía —pidió le informe que es urgente e importante luego para toda la familia

—¿Ernest? —el elfo asintió

 —La espera en el salón —la miró como urgiéndola a bajar pero la Potter Black hizo un gesto de negación.

—Ve, me visto y voy —dijo la pelirroja abriendo la puerta y despidiendo al elfo, quien pareció reticente pero accedió a salir de su cuarto que si no lo echaban.

La vampiresa cerró la puerta y se giró sobre sus talones, buscando dónde había quedado su ropa, encontrándola por los pies de la cama, el Linmer no daba señales de haberse enterado que el elfo había venido. Darla frunció el ceño y se decidió a dejar una nota en la mesita junto a la cama explicándole que estaba en una reunión con Ernest en la planta baja.

Tras acomodar su ropa, sus cabellos y buscar un par de zapatos y un suéter abierto para abrigarse la Potter Black fue en busca de Ernest, preguntándose qué podía ser tan urgente para que hiciera que un elfo se colara en su dormitorio sin permiso.

@ Ernest Dumbledore  @ Sean -Ojo Loco- Linmer