Château Dumbledore

[Rose Black Lestrange]

Mansión Black Lestrange

La imponente mansión estaba en un profundo silencio, rota solo por el crepitar de las llamas en la chimenea. Rose, envuelta en el resplandor de los lujos que la rodeaban, se encontraba inmóvil frente al espejo. Cada rincón de la mansión parecía haber sido diseñado para una reina, pero aquel día, ese trono se sentía más pesado que nunca. La bruja respiraba hondo, consciente de que, en cuanto cruzara las puertas hacia el altar, dejaría atrás no solo su libertad, sino una parte de sí misma. El miedo la asaltaba como un espectro invisible. ¿Estaba lista? ¿De verdad lo estaba?

El vaso de whisky en su mano temblaba ligeramente, el líquido dorado meciéndose al ritmo de sus pensamientos que no paraban de atormentarla. ¿Había elegido bien? ¿Era el vestido adecuado? ¿Y si simplemente... escapaba? Las dudas se enredaban en su mente, como serpientes listas para devorarla.

Pero entonces recordó a Saori. Amaba a Saori. Lo juraba por todo lo que era, aunque había dejado un margen, una pequeña grieta abierta en su promesa, solo en caso de traición o infidelidad. Era su única excusa. Sin embargo, sabía que ese tipo de razonamientos eran trampas que ella misma había tejido en su mente para no enfrentar la verdad más simple: estaba aterrorizada.

—Bueno, Rose, es hora de deslizar ese vestido sobre tu piel —susurró para sí misma, mirando de reojo el vestido que descansaba sobre la cama. Un suspiro pesado salió de sus labios. No estaba segura de nada en ese momento.

—Calma, madre, el vestido es digno de una mujer como tú —la voz de su hijo la sacó de su ensimismamiento. Había entrado sin que ella lo notara, como un fantasma silencioso—. Más de un mago hablará de él. Aunque... si aún dudas, ya sabes que siempre podemos escapar al refugio.-

Rose giró bruscamente hacia él. Su hijo, siempre tan resuelto, tan seguro. Pero ese día, no podía soportar su energía.

—Digno hijo eres, pero ahora preciso que vayas a donde menos puedas causar alboroto —le dijo, empujándolo suavemente hacia la puerta. Con un rápido movimiento, la cerró tras él, asegurándose de trancarla. Necesitaba silencio, soledad. Solo con eso podría continuar.

Frente al espejo, sus manos comenzaron a moverse, ágiles y seguras. En cuestiones de su apariencia, la bruja no necesitaba más consejera que ella misma. Las joyas chispeaban bajo la luz, sus dedos trabajaban con la precisión de una hechicera, delineando su rostro, su cabello. Todo tenía que ser perfecto.Todo debía ser perfecto.

Sin embargo, un oscuro pensamiento se coló en su mente, interrumpiendo el hechizo de preparación. ¿Habría recordado su primo lo que le pidió? ¿Y su madre? El pánico empezó a crecer en su pecho como una sombra amenazante, apretando su garganta. El aire comenzó a faltarle, sofocando cualquier grito racional que hubiera podido emitir.

—¡Madre! —susurró con un hilo de voz, llamándola como lo hacía cuando era una niña asustada, deseando que apareciera y la rescatara de sus propios demonios.El gran día estaba cerca. Y Rose, con toda su fuerza y poder, se encontraba temblando en las sombras de su propia mansión, enredada entre el amor y la duda, la promesa y el miedo.

@ Ashura Lestrange  

Editado Domingo a las 19:15 por Rose Black Lestrange

[Lukyan A. Volkov]

Aries Black Lestrange. 

Habían pasado ya más de 10 años desde la última vez que había pisado Londres, le había parecido una cosa del destino que justo le llegará la invitación a la boda de una de sus primas. Rose se le hacía una persona muy hermosa, como todas las mujeres de la Black Lestrange, ella también era de buen cuerpo, y carita angelical. Seguro eso lo habían heredado de su abuela, Mía. No tenía dudas de eso, todas esas mujeres eran capaces con esos atributos conseguir al hombre que ellas quisieran.

Aries ya tenía 12 años que se había divorciado, y desde que su hijo había cumplido los 11 años, hace ya 4 años, Sammael había decidido no ir con el a donde vivía por cuestiones del colegio. Así que estaba seguro que no lo acompañaría a esta ceremonia tan importante como lo era la boda de Rose. Se preguntaba si iría alguien más de la familia, si tendría que ser sociable. Su aspecto no estaba para socializar, no deseaba contestar preguntas sobre su aspecto, aunque estaba seguro que un poco de maquillaje lo solucionaría todo.

Llegó a la Mansión Familiar, su habitación debía seguir tal cual la dejo, y así fue, al entrar se acostó en la cama y miro al techo, aquel lugar lo ponía nostálgico. Tenía tantas vivencias en aquel lugar, sobretodo dentro del bando "La Marca Tenebrosa." Qué cuando se casó, quiso deshacerse de aquel pasado e iniciar de nuevo, quiso ser una buena persona para su esposa, pero como dicen, tu pasado te persigue y él hizo más cosas malas que buenas. Esa tortura mental que sentía era lo que lo había orillado a divorciarse de Kaori, ya que nunca le iba a poder hacer tan feliz como ella lo merecía.

En lo que se ponía a recordar a su ex, se empezó a arreglar, había llegado con el tiempo justo para la boda. No hubiera asistido a aquella fiesta de no ser que dentro de la invitación, a pluma y tinta, venía una carta de Rose, donde le decía que necesitaba de alguien que la entregará en el altar y qué deseaba que él fuera esa persona... No sé pudo negar, quería saber a quien le iba a entregar una de las joyas de la Black Lestrange, quien era tan afortunado o afortunada como para casarse con alguien de su familia. 

Se miro al espejo, un traje vino como camisa negra era lo que en esa ocasión iba a usar. Acomodo su cabello y cuando quedó como deseaba uso un hechizo para que se mantuviera de esa forma hasta el otro día, camino por los pasillos que daban a las habitaciones de aquella Mansión, cuando chocó con un niño, no tenía idea de quien se trataba pero seguro sabía dónde era la habitación de Rose.

—Hola amiguito, sabes dónde puedo encontrar a Rose. —el niño le miró y acto seguido señaló la habitación donde había salido. Aries le hizo un gesto de agradecimiento y llamo a la puerta para que su prima le permitiera entrar a la habitación. 

—Rose, Aries está aquí. 

[Caelum]

Al fin había llegado aquel tan ansiado día y como buena hija, la noche antes de la gran celebración no había podido dormir, razón que hizo que tuviera que llevar algunas opciones de vestidos a la casa de la tía Ada, mismos que no me convencían del todo y que me probé más de una vez para asegurarme de elegir la opción correcta.

__ ¿debería usar este? __ negué con la cabeza y volví a cambiarme, hasta que por fin me decidí. Terminé eligiendo un vestido color verde esmeralda, largo hasta el suelo con terminación en cola de sirena (corte más bien ajustado a mi cuerpo) y mangas transparentes a tono que cubría todo mi pecho y cuello. Pues sí, era una opción conservadora.

A juego, me puse unos zapatos de taco aguja de satén con un moño detrás, en la parte del talón. Un peinado con el cabello suelto, atado por la mitad con un moño a juego con los zapatos y aretes colgantes verdes con dorado.

__ Si, este es el indicado __ hablando sola, como siempre terminé de arreglarme, me retoqué un poco el maquillaje y tomé de la mesa una carta que tenía escrita las palabras que debía decir y me las puse a practicar.

Realmente había pasado mucho desde que había vuelto a este mundo, cosas increíblemente impensadas y, sobre todo, irreales, ya que mi vida, de alguna manera había comenzado a tomar su rumbo y a arreglarse de a poco.

Este día iba tomando forma mientras las horas pasaban y los invitados iban llegando a la recepción, pues se podían oír las voces de varias personas, mismas que parecían conversar sobre todo el tiempo que no se habían visto.

Realmente esperaba que mis madres me amaran tanto como yo desde el momento en que lo descubrí.

 

@ Saori Rambaldi Ragnarok  @ Rose Black Lestrange  @ Ada Camille Dumbledore

[Saori Rambaldi Ragnarok]

con los nervios en punta  mas de lo que ya estaba saori mira por aquel ventanal esperando a que rose llegara o a que alguien llegara, ella al estar encerrada no sabia quien había llegado  aunque escuchaba voces por lol que asumía que ya estaban llegando los invitados , saori tomo un poco mas de vino y medico sobre todo lo que sucedida a su al rededor  y de como después de tanto iba a unir su vida con la persona que escogió, asi mismo como la llegada de su hija cosa que no era tan esperada pero que siempre sera algo genuino para ella, saori amaba a  rose mas que a cualquier cosa. 

Sin mas saori necesitaba ver alguien para poder hablar y calmarse y un poco pues las dudas y preguntas sobre como será su vida de ahora en adelante abrumaba a la Asryver  por lo que mando a los elfos que estaban en su habitación. 

-por favor trae mas vino , llama  a mi padre porfa mira si mi hermana @ Kamra Ashryver D.  a llegado - el elfo hace un ademan y sale del cuarto a cumplir con su misión. 

 

Saori Titubea una canción que su tío hades le cantaba cuando de niña era asustada por la oscuridad que ahora ama, la asryver sentía cosquillas, al  otro elfo - Dile caelum que venga  - 

 

 

 

@ Hades Ragnarok  @ Caelum @ Rose Black Lestrange  @ Ada Camille Dumbledore

[Hades Ragnarok]

HASAM MALFOY

 

El elfo de @ Saori Rambaldi Ragnarok llego corriendo a la habitación de Selene @ Ada Camille Dumbledore donde sabia que el Malfoy se encontraba. Al vampiro le pareció extraño ya que se suponía que debía estar con ella ayudándola con los últimos preparativos de la boda y su vestido, sin embargo, cuando el elfo le informo que su pequeña hija (siempre seria su pequeña aunque estuviera viejita) lo había mandado a llamar se levanto, beso dulcemente a Selene quien seguía acomodándose y salió rumbo a donde se encontraba la Rambaldi Ragnarok

 

El vampiro camino rápidamente por entre los pasillos siguiendo al elfo, esquivando personas que iban llegando o a los camareros y demás personas que se atravesaban en su camino, sin embargo, el Malfoy sonrío al ver a una pequeña no tan pequeña niña que parecía tener cara de estar perdida. Negó con la cabeza, @ Caelum  era demasiado parecida a el y a Hades, se podría decirse que había sacado el lado ragnarok de la familia y ellos estaban muy orgullosos de ello.

 

-Hola mi pequeña nieta -dijo Hasam abrazando a la niña- hace mucho que no te veía, te estas portando bien?, estas comiendo? le sigues sacando canas verdes a tu madre y a todo el que se te acerque? -pregunto divertido el Malfoy mientras despeinaba un poquito a la chica antes de que se quejara de que iba a quedar mal peinada por su culpa-voy a ver a tu madre, quieres venir conmigo? -pregunto

 

Sin embargo, ya la había tomado de la mano y comenzado a caminar rumbo a ver a saori.

 

Una vez que llegamos a donde estaba la hermosa novia el Malfoy no pudo mas que quedar sorprendido - te ves realmente... hermosa hija - dijo sonriéndole.

Editado Martes a las 03:32 por Hades Ragnarok

[Datura]

Pareciera que una cubetada de agua helada callera sobre de mi dándome la sensación de desvanecerme y fusionarme con el espacio, me encontraba en el vórtice que habitualmente me trasladaría hacia la convención cuando un par de sombras a mi alrededor llamo mi atención (me estaban siguiendo), varios pensamientos y lugares aparecían rápidamente en mi mente mientras me encontraba viajando rápidamente en aquel tubular de colores, lo sucedido no me dejaba otra opción mas que tomar una arriesgada y poco usual alternativa...

Debido a los estudios y artes mágicas estudiados había logrado cambiar de lugar de aparición, *plop* logrando canalizar mi energía el as de luz que viajaba en el tubular de colores se desvío inesperadamente perdiendo por completo a las sombras que habían logrado seguirme, en esos momentos sentí como era absorbido por la oscuridad formando una "X" en el viaje, mi única alternativa en aquel momento fue concentrarme en el lugar que mas seguridad me daba.

La aparición en mis aposentos fue estrepitosa, caí dando varios giros en el suelo para después estamparme en la base de la cama, las ganas de vomitar y el mareo fueron inevitables mientras mi cuerpo se materializaba por completo en el lugar, logre incorporarme tras unos minutos mientras las imágenes de lo sucedido aun rondaban por mi mente.

Editado Martes a las 03:11 por Datura

[Caelum]

Con aquellas palabras escritas en el papel que sostenía en la mano, salí de la habitación donde me encontraba y para mi sorpresa una cara conocida se había presentado frente a mi. 

 

_ho... ¡Abuelo!_ lo abrace de igual manera y sonreí aliviada de que al fin encontraba gente conocida. Después de todo, a pesar de provenir de una familia bastante empoderada, yo era muy tímida. 

 

_¿Qué cosas dices? Yo no le saco nadas verdes a nadie_ volteé los ojos y reí a modo de sarcasmo. 

 

_Me alegra verte, aunque no he visto a mis madres aún, me concentre en vestirme y preparar lo que iba a decir, y por si fuera poco, anoche no dormí nada... espero que todo salga bien..._ se podía notar en mis palabras un poco de miedo y estrés, pues era un día que todos íbamos a recordar y quería que fiera increíble. 

 

Sonreír inquieta mientras veía que un elfo estaba esperando al lado de él, como si lo estuviera llevando a algún otro lado. 

 

Mis sospechas eran ciertas, pero para cuando me di cuenta, era jalada de la mano de mi abuelo hacia otra de las habitaciones. 

 

_¡Ay, Ay! ¡¡Espera!! Tengo tacones y nose usarlos _ sin más entramos en la habitación de mamá y la imagen que vi a continuación me dejó encantada. 

 

_M..mamá... te ves... hermosa_ no pude evitar soltar unas lagrimas para luego acercarme y abrazarla, realmente era increíble verla vestida así. Ella era perfecta. 

 

@ Hades Ragnarok  @ Rose Black Lestrange  @ Saori Rambaldi Ragnarok

[Idylla Macnair T.]

Parecía que últimamente siempre estaba llegando tarde a todos lados, bueno no era su intención hacerlo, simplemente siempre daba la casualidad de que algo pasaba justo en el momento de que debía llegar a algún lugar. Ya estaba totalmente arreglada y se acababa de peinar su cabellera azul, el kimono tapando su piel se veía espectacular. Por lo que dio una última mirada al espejo y sonrió. 

Con un leve movimiento de la varita, dio media vuelta y desapareció de su habitación en la mansión Macnair, no sin antes agarrar su monedero, ya hacía tiempo que no se pasaba por una boda, así que estaba con las expectativas altas. Apareció a las afueras del chateau Dumbledore y vio que algunos elfos estaban en la recepción, les entrego su invitación dada por Ada y paso a la residencia con una sonrisa.

Ya había bastante gente ahí, y se veía que la ceremonia apenas estaba comenzando por lo que se paró a un lado de su hermano Sean, que por lo visto estaba hablando con una bruja que ella ya reconocía por el ministerio. Su cara se puso roja porque la reconocío como la bruja que le había llamado la atención aquel día de la muerte del ministro de magia.

-Hola Sean, hola Eliah que gusto volver a verte-  

@ Sean -Ojo Loco- Linmer  @ Saori Rambaldi Ragnarok  @ Eliah Selwyn R.  @ Rose Black Lestrange  @ Ada Camille Dumbledore  @ Caelum @ Hades Ragnarok

 

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Estaba yo ahí contemplando o tratando de dilucidar que tan bien dotada era la delantera de @ Eliah Selwyn R.  solo con analizar las ondulaciones de su Kimono cuando una voz conocida me sobresalto al venir justo de mis espaldas para situarse a mi lado. Sin duda, tendría que ver eso con algún medimago, porque tener sentidos disminuidos pues no era propio de un ladrón. Puede que no fuese auror pero entendia el concepto de Alerta Permanente. Pero bueno regresando al asunto si, @ Idylla Macnair T. tambien se veía excelente en Kimono, era mi hermana, pero quien sabe si pudiera en algún momento adquirir sus bragas para mi colección.

-Hola hermana, al parecer soy el único que no sabía que aquí se haría una boda. - me rasque la cabeza y me mire la ropa. Sin duda con ropa ordinaria y sintiendo descalzo el húmedo roce de la hierba en mis pies. -Supongo que tendré que subir a cambiarme.

Aun si no estaba invitado o, dándole el beneficio de la duda, se había extraviado la invitación, pues me escuse con las damas presentes para subir a cambiarme. Ahh esta vez no lo haría por el balcón que quedaba visible desde donde estaba sino por la puerta principal. Mientras no hubiesen modificado la estructura del castillo daría pronto con mi habitación.

[Darla G Dumbledore]

Darla G Dumbledore bebiendo en los Jardines 

No había pasado demasiado tiempo desde que había hecho su pedido hasta que el camarero regresó con un mojito. La pelirroja sonrió agradeciendo su bebida y sorbió lentamente, disfrutando la bebida. Estaba por acercarse a saludar a su cuñada y al resto de los presentes cuando algo la hizo estremecer y detenerse. Podía sentir la presencia de un miembro de la familia, alguien se había aparecido en el interior del Chateau. La matriarca lanzó un largo y profundo suspiro, el desvío que alguno de los miembros más antiguos de la familia podían tomar, evitando el hechizo antiaparición y evitando hacerlo en los jardines solía dejarla debilitada.

Cerró los ojos, sin preocuparse en concentrarse en intentar buscar con su mente a quién había llegado pero sus labios se abrieron levemente.

—Lualú —su elfina apareció unos segundos después —ve a ver qué necesita el recién llegado —ordenó a su elfina la pelirroja y ésta desapareció segundos después.

Darla suspiró, girándose para acercarse a la barra, donde apoyó sus codos, sintiendo la necesidad de relajarse. Alguna vez había comentado con su sobrina que su única debilidad siempre habían sido los Dumbledore. Definitivamente debía aprender a manejar mejor sus debilidades.

Lualú elfina de Darla llamando a la puerta de @ Datura

La elfina había aparecido en el ala sudeste del segundo piso, sus nudillos golpearon suavemente a la puerta donde la magia había fluctuado indicado a la matriarca que alguien había aparecido en el lugar. 

La elfina esperó con paciencia a ver si alguien le atendía para cumplir el recado de su ama, aunque no tenía mucha idea de los servicios que podía prestar en  el Chateau, acostumbrada como estaba a cumplir funciones en el local de House of Books.