• Mansión de la Familia Macnair •

[Kraven Von Alexandros]

La mansión Macnair como se leia en el reporte tenía sospecha de almacenar objetos de magia muy poderosa pero sobretodo de magia Tenebrosa. Además de que sus miembros pertenecientes a la familia tenían la reputación de ser crueles con sus víctima, como el ejecutor del ministerio Macnair. 

 

De pronto también apareció una bruja cerca de ellos, pero ella llevaba un haz de luz para no revelar su identidad. Kraven aún no se sentía como parte de la orden plenamente pero se acercó a la mujer y con voz baja le habló. 

 

— Me llamo K's, asumo que perteneces a la orden, quisiera decirte ki nombre por completo pero si algún mortifago ronda or aquí pues tendría severos problemas así que igual hay que prevenir. — Dijo Kraven a la bruja 

 

— ¡Morphos!– Dijo Kraven alzando su varita contra un sillón pequeño de una persona dentro del recibidor de la mansión. El sillón se transformó enseguida en un tigre, que gruñó ante la orden de seguir al castaño. 

 

—Morphos— Dijo de nuevo Kraven ahora a un candelabro en el techo de la mansión. Este se transformó en una cobra sumamente venenosa, siseo a la orden de seguir a Kraven, que lo defendería de cualquier ataque.

 

—Supongo que debemos registrar habitación por habitación ¿no compañero? Según el reporte tienen almacenados objetos tan peligrosos que peligran a todos, magos y muggles por igual. Debemos encontrarlos. — Entonces apareció entre ellos la líder de su bando.

 

—Eres tu...—

[Sophie Elizabeth Granger]

Entro tras ver como Radamantys había hecho un hoyo en la puerta de la Mansión, tal vez un alohomora hubiese sido suficiente pero quien era ella para decirle nada a su hermanito. Además si ahí había objetos oscuros, debían entrar con rapidez, requisarlos y llevarlos a un lugar donde no hicieran daño. Seguramente en la Potter los anteriores lideres habían dejado maneras de como mantener ese tipo de cosas bien resguardadas, lejos de manos inquietas e intenciones malévolas.

 

Camino con tranquilidad por la sala principal y comenzó a revisar con mucho cuidado los cuadros en las paredes, muchas veces la gente ocultaba sus secretos a la vista de todos. Además, al parecer la familia se encontraba de vacaciones en otro lugar porque la casa parecía estar abandonada. No había señales de vida, salvo tal vez un movimiento detectado por la Granger por el rabillo del ojo, que seguro eran los elfos, observando y esperando.

 

-          Pero tu no eres un simple mortal y lo sabes – le contesto mientras estiraba la mano y le daba una tierna caricia en la mejilla sonriendo. - De verdad crees que esta gente tenga algo por aquí? No se ven tan mala gente – dijo mientras miraba la foto de una mujer que le devolvía la mirada con el seño fruncido – claro, no te gusta ser tocada por una sangre sucia no es así – dijo esta vez hablando con la foto

Sintió la mirada de otro de sus compañeros y lo saludo con una inclinación y una leve sonrisa 

[Luna Gryffindor Delacour]

Sonreí cuando Kraven dijo que estamos en el mismo lado, asentí la realidad era que amaba hablar, pero más amaba pelear, por ende les hice una seña con mi blanca mano para que nos encaminemos hacia el salón para poder empezar la diversión, hice una mueca preguntándome si no estaba demasiado entusiasmada o porque no emocionada con el asunto, solo era una pelea más, debería de sentirme algo nerviosa, pero no estaba tan nerviosa, tampoco temblaba o tenia miedo, solo era adrenalina y felicidad, estaba contenta de poder ayudar a mis amigos y de paso volver al ruedo de algo que amaba que era luchar y pelear por mis ideales más que cualquier otra cosa. 

- Tienes Razón, estamos en el mismo lado y pues por supuesto que nos ayudaremos entre nosotros siempre que podamos - Le dije a mis amigos que me acompañaban aquel día - 

- Por cierto soy solo E, nada más que E, por si quieren nombrarme o algo así, mucho gusto K´S-

-Registremos todo lo que podamos y no dejemos nada sin ver, cualquier cosa podría servirnos y si ven algo sospechoso, solo avísenme que voy y no lo toquen así nomas, puede ser peligroso, se que estamos preparados pero no sabemos que podemos encontrarnos ¿si? es por precaución - 

No esperaba que nadie, excepto Sophie, supiera porque había elegido la E en concreto, me pregunté que demonios hacia pensando en Elvis, en un momento como ése, ¿acaso estaba tonta o qué? necesitaba concentrarme y evitar que algo malo nos pasará, no ponerme melancólica al divino cuete, así que suspire diciéndome que esto lo haría en su honor y que por supuesto que intentaría proteger a todos mis amigos a como diera lugar.  

Mientras buscábamos se nos sumo Sophie lo cual hizo que sonreirá feliz, al menos mi carta si le había llegado a tiempo, era eso o el patronus que nos habían mandado, me gustaba pensar que había contribuido a llegar aunque seguro que había sido el patronus, me saque eso de la cabeza, mientras veía como había hecho un Corpus Patronus, así que decidí imitarla y llamar a algún animal que me protegiera, al fin y al cabo, la idea era divertirnos un rato. 

 

- Corpus Patronus - Invoque a un gran león de melena dorada al cual le pedí  que me cubriera a mí y a todos mis compañeros - 

 

Mire para todos lados preocupada, ¿y si nos hacían algo? estaba en alerta como siempre, no quería decirles que si bien me emocionaba hacer esto con ellos, también tenia algo de miedo, porque estaba totalmente oxidada y no recordaba mucho como se peleaba antes, habían sido unos años tan duros en la guerra, que la paz que habíamos conseguido me había venido bien, pero aun así y con todo, lucharía con valor a su lado y los defendería a capa y espada, no importaba tanto que no fuera tan buena con los hechizos, al menos, podría intentar ayudarlos de alguna manera. 

 

Me pregunté si hacer aparecer un león no era como decir a viva voz que era una Gryffindor, quise darme de cachetadas mentales porque cuando pensé en un animal, obviamente que pensé en un león sin si quiera pensarlo demasiado, suspiré diciéndome internamente que a lo hecho pecho, además cualquier podría elegir un león, no tenia que si o si significar absolutamente nada ¿cierto? bien podría ser por mi casa en Hogwarts, si seguro que podría ser por eso o porque amaba al animal ¿no es cierto? me tranquilice al instante diciéndome que al menos, nos había defendido y esperé paciente haber si sucedía algo o no ese día.  

 

 

[Sophie Elizabeth Granger]

Miro a Luna sonriendo levemente, había intentado invocar un leon, nomas le falto ponerse los colores de Gryffindor, ademas que la letra que había escogido para ocultar su nombre real le evocaba recuerdos de su primo, cuya familia era parte de la descendencia del fundador de la casa mas famosa de Hogwarts. 

 

- Busquen por toda la casa, seguro hay algo por ahi escondido, yo me ocupo del comedor y la cocina - les comento mientras pasaba sus manos por la mesa de color negro. No podía negar que los Macnair tenían buen gusto, aquel mueble era exquisito. Busco en los muebles una botella de vino, los mortifagos se habían acabado su vino en la ultima visita. Encontró un par que se veían buenos y los escondió en su gabardina - se ve que tienen algo escondido dentro - dijo para justificarse a si misma.

 

Cruzo las puertas de la cocina y comenzó a trastear todo. Lanzo utensilios por todos lados mientras buscaba algo que fuera interesante. Tras no encontrar nada ahi busco en la alacena. Encontró algunas cosas que podían servirle para su casa de campaña y también se las embolso. Abrió la heladera y lanzo todo hacia atrás de ella mientras buscaba algo de helado.

-  que en esta casa nadie come helado para el mal de amores,  que mal - gruño mientas cerraba la heladera de un portazo. Se encamino hacía la sala e invoco a otro corpus patronus. Esta vez invoco a un León que se sentó a una orden suya en uno de los muebles, con tan mala suerte que rompió un sillón. 

 

- aqui no hay nada, falsa alarma, sera mejor retirarnos. - dijo a sus compañeros - si llegan a encontrar algo, lo llevan de inmediato a la casa - les dijo antes de salir y dejar un pequeño recuerdo en la entrada principal

 

[Luna Gryffindor Delacour]

Suspire al ver que el león no había salido como lo esperaba, pero podría volver a intentarlo al fin y al cabo, no estaba muerto quien peleaba, me dije que podría hacerlo mejor, me reí con lo del mal de amores de Sophie, la realidad era que quería comer un helado, tuviera mal de amores o no, me dije que porque pensaba en comida ahora cuando tendría que ir a revisar más cosas, revolví los libros que había, solo porque quería encontrar alguna joyita oculta, pero me aburrí de que solo fueran libros de textos y cosas de magia, adoraba la magia, pero esperaba alguna edición especial o algo así, sobretodo porque creía que la familia estaba bien posicionada. 

 

No quería ser cobarde, así que decidí hacer aparecer a otro animal, podía hacerlo mejor la próxima vez, ¿es que todo lo relacionaba con la familia? si claro, que si, Luna era demasiado familiera, así que eso no era una novedad, ¿por qué pensaba en un lobo? si exacto por Lisa, mi mamá, suspiré pensando en que ella me mataría por hacer esto, ya estaba escuchándola quejarse porque no le avise a tiempo, de hecho no le había dejado una nota como si lo hice con Sophie, me sentí culpable pero me dije que era solo porque quería hacer esto con mis amigos, pero igualmente me decidí a ayudar a Sophie de alguna manera y porque no dejar la casa lo mejor que pudiera. 

 

 Pero este animal tampoco salio de mi varita, así que frustrada suspiré y me dije que al menos lo habia intentado ¿no? y que peor era nada, seguramente me faltaba más practica y porque no volver a saber como duelear, me dije que le preguntaría a alguien para que me ayude luego, al fin y al cabo, por ser tiempos de paz llevaba mucho tiempo sin hacer esto de forma correcta. 

 

- Buscaré en las habitaciones y la biblioteca, si es que me ven perdida es que ando por ahí, dios mio, ¿como tienen tantas cosa en una casa? lo siento, es la desacostumbré, pero nada sospechoso, solo es una decoración que yo no utilizaría para nada, perdón que ando divagando, ahora me iré a recorrer haber si veo algo, si alguno ve algo me chiflan ¿va? - Les dije mientras me dirigía a la biblioteca para ver que podía encontrar ahí - 

 

La biblioteca era tan grande que me quede mirándola maravillada, ¿estaría muy mal volver algún día siendo solo Luna y como civil para ver la biblioteca? si seguro que si, así que solo recorrí el lugar buscando cosas oscuras, pero claro que me quedé leyendo un poco, solo porque los libros me podían y porque amaba leer por sobre todas las cosas, solo esperaba que no se me hiciera demasiado tarde en cuanto quisiera irme de ahí.  

 

Seguí leyendo la leyenda de los mejores magos de su tiempo, aunque debería de decir del siglo 20, no entendía porque podían su tiempo cuando era evidente que ese no era precisamente "mi tiempo" en concreto, me concentré en la lectura pasando un buen momento y casi olvidando que debería de buscar algo oscuro, para cuando lo recordé ya habían pasado dos horas y decidí seguir buscando, intentando no dejar nada en su lugar y no revolver demasiado, no sabia porque me preocupaba pero igual no era de hacer destrozos así que para mí eso estaba bien. 

 

- Acá no parece haber nada, en fin... al menos lo intente y pase un lindo rato leyendo pero hubiera sido hacer más cosas, al menos ayude en lo que pude, para la próxima espero estar más preparada y no tan oxidada como hasta ahora, mejor será que me vaya, un placer estar con todos ustedes hoy - Les dije mientras les saludaba con la mano y salia de la biblioteca hacía la puerta de calle - 

 

Me encamine hacía la salida, abrí la puerta, pero antes de salir, les deje un recordatorio de que había pasado por ahí y camine por el jardín saliendo a las inmediaciones del lugar, al final al llegar a la calle, me saque la luz de la cara volviendo a ser solo Lunita Gryffindor de nuevo, la inocente auror que nunca iba a cateos ni revolvía bibliotecas mortifagos, decidí irme caminando hacia la casa de Ada, al fin y al cabo, no estaba haciendo nada malo y ya nadie sabría lo que había hecho esta noche, pensé en la torta de chocolate que me esperaba en mi casa y en la historia de Aurores que le contaría, tenia todo pensado y calculado, solo faltaba llegar, sonreír, contarle que había visto a Sophie por trabajo de auror e  irme a dormir, no era tan distinto a lo que había hecho otras veces, solo esperaba que tener una linda charla como siempre y porque no reírnos como siempre hacíamos.  

 

Editado 26 Septiembre por Luna Gryffindor Delacour

[Kraven Von Alexandros]

De momento la mansión Macnair estaba desierta salvo por sus elfos domésticos y sus fantasmas que merodeaban expectantes ante ellos. Con varita en mano subió a los pisos de arriba entrando en habitaciónes esperando encontrarsecon alguien de pronto por ello siempre mantenia su varita lista en posiciónde ataque.—Por favor,  si hay alguien aqui levante las manos y deje su varita en el suelo...— Replicó Kraven cuando abrió una primera puerta. La habitación estaba ordenada y parecía que allí pertenecia  a una mujer. Por ello el castaño ondeo su varitia y con magia cada cajon y puerta se abría con fuerza. Pronto un caos de ropa y pertenecías volaban por la habitación mientras buscaba algún indicio de objeto peligroso. Pero no encontro nada.

Salió y entró en otra habitación pero con un toque masculino en el ambiente, de nuevo con magia abrió lugares y registro las pertenecías de la persona que era dueña de la habitación. Pero de nuevo no encontró nada. Habitación por habitación entró y busco cosas aplicando Especial Revelio en cada cosa pero nada fuera de lo normal. Dejo libres a sus invocaciones para que se divirtieran si podían.

 

Bajo con los demás compañeros y les dedico una ligera sonrisa.  —Creo que ha sido falsa alarma compañeros me retiro... espero volver a verlos— y sin más Kraven camino a la salida de la mansión mientras los demás lo hacían lo mismo. Y cuando estuvo en los terrenos de la mansión despareció del lugar sin dejar rastro alguno no sin antes haber marcado la puerta con una imagen.

 

 

[Radamantys]

Radamantys sonrió ante las palabras de la Granger, agradeciendo la caricia, habría querido corresponderle de la misma manera, pero aquella mascara no lo dejaba que lo hiciera, así que solo se conformó con tocar suavemente la mano de la Líder.

-Bueno sigamos buscando- dijo Radamantys desviando la mirada de Sophie y posándola en los pisos superiores, avanzo por las escaleras hasta llegar al área de dormitorios e ingresando al primero que encontró.

En su avance su par de bestias caminaban detrás de el a unos 5 metros, el oso pando gordo iba derribando mesillas de noche, taburetes y todo lo que se le atravesaba   a su volumen, rada negó con la cabeza en gesto de reprobación, pero sin ocultar la sonrisa.

El aroma de aquella habitación le era familiar, sin duda era el de aquella chica que se había encontrado en los jardines de la mansión Idylla se llamaba, Así Radamantys empezó a mover la varita y todas las cosas salían volando en diferentes direcciones pero no había nada incriminador, el mago se detuvo y ordeno al panda que buscara con su buen olfato, el oso metió la nariz por todas partes pero no había nada sospechoso y tras salir de un montón de ropa el panda salió con unas pantaletas enredadas en las orejas, Rada soltó una carcajada y salió del lugar.
Llego a otra habitación y al ingresar una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, también conocía ese aroma y lo conocía muy bien, -Arya. Pensó y al momento el lobo hizo lo propio metiendo las narices por todos lados y esta vez el animal salió con un brasier atorado en las orejas, rada sonrió aún más y cuando estaba por salir junto con sus animales vio movimiento a su derecha.

Se trataba de un elfo, que lo miraba con desdén, Rada no le hizo casi y se giró y cuando su gordo oso panda se movió derribo sin querer una cómoda grande y pesada que cayó encima del elfo. –Lo siento señor elfo- dijo Rada con fingida preocupación y salió del lugar bajando de nuevo al salón y de ahí a la estancia, esperando a sus compañeros, parecía que no había nada y era hora de irse.

Ellos fueron llegando al salón y saliendo de la mansión después de dejar algunos recuerdos para que los habitantes supieran que la Orden del Fénix los vigilaban, Radamantys avanzo hasta una gran pared que estaba al lado de la puerta y con una sacudida de la varita hizo aparecer un Fénix de fuego enorme que quedo adherido a la pared, les costaría mucho quitarlo.

Así el mago salió del lugar y agradeciendo a sus compañeros la pronta asistencia, avanzo hasta traspasar la reja de entrada y camino un poco más hasta donde el lugar estaba ya despoblado agito la varita y sus animales que estaban detrás de él desaparecieron dejando en el suelo la pantaleta  y el brasier, Rada los levanto y guardo en sus bolsillos, si las dueñas lo querían recuperar tendrían que buscarlo, al fin Rada no ocultaba su rostro, con una suave sonrisa Radamantys giro con suavidad y desapareció dejando un suave aroma dulce tras de sí.
 

Off: Nada relevante.Saludos.

[Alyssa Black Triviani]

Habilidad: Metamorfomagia
Alumna: Alyssa B. Triviani
Mentora: @ Astara Macnair  - PJ secundario: Ava Onyx

 

Aquella mujer incitaba su curiosidad cada vez más, poseía un cierto aire de misterio y sabiduría que atraía a la Triviani irrevocablemente. Su desconcierto ante la idea de que tomaran una prueba para poder dominar una habilidad le era un indicativo de que había encontrado a la persona correcta, después de todo ella misma siempre había pensado que aquella noción no era más que una manifestación de la burocracia que regía el sistema mágico. No le molestaba en lo absoluto que fuera una tutora privada para niños magos, algunos de sus mejores recuerdos eran los de su propia tutora de la infancia, Vera. 

- Ese fue mi caso también – replico la Black – Crecí en Venecia con la familia de mi madre, allí mi educación estuvo en manos de mi tutora hasta que fue tiempo de ir a Hogwarts. Hasta el día de hoy considero que aprendí mas de ella que ningún otro profesor o institución mágica. 

En ese momento una elfina apareció junto a ellas dirigiéndose a Ava, Alyssa tomó nota mental del apellido mencionado por la criatura. Tras un breve intercambio de palabras la elfina procedió a guiarlas al interior de la mansión, poco después las dejo en la sala de estar donde unos cómodos sillones las esperaban junto a una mesa en la cual descansaba una bandeja con la tetera humeando y un plato de masitas. 

- Mi madre me dijo que de bebé ya era capaz de cambiar el color y forma de mi pelo o algunas facciones de mi rostro – respondió la Black ante la pregunta de la tutora – Pero mi habilidad siempre ha sido errática, nunca fui capaz de controlarla hasta que comencé a tomar clases. Y aun así todavía siento que hay mucho más sobre este poder que no he aprendido todavía. 

Alyssa sabia de algunos metamorfomagos que eran capaces de mantener una apariencia completamente diferente casi sin ningún esfuerzo y por prolongados periodos de tiempo, pero a ella aun le requería un alto nivel de concentración solo para realizar pequeños cambios como los que le había enseñado antes.

- Realmente me cuesta imaginar ser capaz de mantener una apariencia completamente distinta a la mía mientras que ocupo mi atención en otras cosas al mismo tiempo – agrego la Triviani explicando su mayor dificultad – Mantener un aspecto diferente ya en si requiere mucho de mi concentración como para encima estar pendiente de otras cosas.  
 

#3

[Astara Macnair]

Habilidad: Metamorfomagia
Alumna: Alyssa B. Triviani
Mentora: Astara Macnair - PJ secundario: Ava Onyx

 

La bruja escuchaba atentamente todo lo que su interlocutora le decía, sin interrumpirla. Sabía que era muy importante poder identificar ciertas emociones mientras se estaba aprendiendo una magia nueva, sobre todo una tan poderosa e impredecible como aquella. Ava había trabajado tantos años con niños, donde sus constantes desbordes podían ser producto de preocupación para sus padres, al desatar magia incontrolable, para Ava había sido un hábito el enseñarles a asimilar sus sentimientos y respetarlos. No era distinto con los adultos.

-Ya veo- murmuró, haciendo una leve pausa mientras pensaba una forma de abarcar lo que iba a decir a continuación-. Las demandas de la adultez muchas veces ocupan nuestra cabeza con tantas cosas que nos es imposible compartimentar. Pasa lo mismo con la magia. Lo primero que debes aprender sobre la metamorfomagia, es que es una cualidad natural de tu persona y, por lo tanto, hay que ejercitarla como un músculo.

Ava se puso de pie, respiró pausadamente unas tres veces, dejando entrar el aire por la nariz y soltándolo por la boca, de forma acompasada. Luego, comenzó a cambiar ligeramente su cuerpo. Primero fue el color del cabello, a un borgoña. Luego, la forma de su rostro, comenzando por la boca, la nariz, los ojos y las cejas. Cambió el tono de piel a uno pálido y liso, lejos de las arrugas de la edad que ella mantenía. Poco a poco, su rostro se convirtió en el de Alyssa.

-No es sencillo- aún seguía siendo su voz, pues cambiar aquello era una de las cosas más difíciles que había-. Pero puedes lograrlo si vas con calma- tomó su varita mágica y comenzó a mover las cosas en la habitación, utilizando wingardium leviosa y otros hechizos.

Mientras más exigentes eran los hechizos que usaba o más grandes los objetos que movía, a Ava le costaba más mantener la concentración sobre su apariencia, y poco a poco las canas florecieron en su cabello. Luego le volvieron a salir arrugas por aquí y por allá. Pocos minutos después, su rostro estaba mezclado con razgos de Alyssa, pero ya no era puramente la joven bruja, sino... algo raro.

-¿Ves? No es tan fácil, joven Triviani- Ava relajó sus facciones y todo su rostro volvió a ser el de ella-. Mientras colocas más exigencias en tu haber, entonces menos puedes mantener tu apariencia. Lo ideal es compartimentar. Y eso requiere de muchísimas práctica en relajación. Una vez que comprendas a tu mente y puedas aislar aquellas cosas más importantes de las menos importantes, mantener una transformación se te hará más sencillo. ¿Dónde sería un buen lugar para estos momentos de relajación? Soy nueva en la ciudad.

@ Alyssa Black Triviani

 

[Alyssa Black Triviani]

Habilidad: Metamorfomagia
Alumna: Alyssa B. Triviani
Mentora: @ Astara Macnair - PJ secundario: Ava Onyx

 

Alyssa escuchó con atención lo que Ava tenia para decir y observó cautivada como la bruja cambiaba su aspecto hasta lucir exactamente como ella misma, tan así que de haber estado paradas una al lado de la otra frente a un espejo la Triviani no hubiera podido decir cuál era su persona. Sin embargo, a medida que su mentora aumentaba el nivel de complejidad de los hechizos que estaba llevando a cabo su aspecto comenzó a fallar delatando ciertos rasgos que volvían a su estado natural. Compartimentar su mente era al parecer la clave para poder dominar este aspecto de su habilidad, algo que solo podía lograrse a través de la meditación e introspección.

- Tengo el lugar perfecto en mente – respondió la Black evocando ciertos recuerdos – Un bosque al que solía ir cuando era joven, todavía es el lugar que elijo siempre que necesito de un espacio para encontrar paz y armonía. Es el bosque que limita con los jardines del castillo Triviani, particularmente un claro donde se encuentra una pequeña laguna con un gran y viejo sauce a su orilla. 

Con su varita en la mano la italiana tan solo pensó en el Haz de la Noche manteniendo aquel lugar en el bosque fijo en su mente, frente a ella se abrió un portal que las llevaría directo a dicho espacio. 

- Después de usted, maestre Onyx – invitó Alyssa indicando hacia el portal.

Del otro lado les esperaba el fresco y puro aire del bosque, con el perfume de otoño inundando sus sentidos. Una suave brisa corría entre las copas de los árboles haciendo susurrar las hojas, combinándose con el dulce cantar de los pájaros y otros sonidos de la vida silvestre. La Triviani fue hasta las raíces del viejo sauce que dominaba el paisaje y se acomodó en un recoveco familiar, una sensación de paz y serenidad se apoderó de ella apenas puso un pie en ese espacio, tal era el poder que ese lugar tenía sobre ella. 

- Compartimentar – repitió la Black. Inspiró profundo por la nariz y lo dejó salir lentamente por la boca manteniendo los ojos cerrados. A los pocos minutos su imagen comenzó a cambiar lentamente, su pelo se contrajo hasta quedar al ras del cuero cabelludo cambiando de color a un negro azabache, nariz más pequeña, labios gruesos y prominentes mientras que su piel tomaba un tono como el del chocolate. Su figura se volvió alta y corpulenta, con extremidades largas y un físico musculoso. Era una de las transformaciones más extremas que había atentado puesto que era un aspecto tan diferente al suyo, un hito que requería de casi toda su concentración.

Inspiró hondo una vez más y mientras lo dejaba escapar lentamente dejó que su cuerpo y mente se relajaran, manteniendo aun la transformación en una sección de su mente mientras que se estreñía para dividir su concentración. Abrió los ojos, que ahora eran de un color avellana, y alzó ambas manos aferrando en una de ellas su varita. El agua de la laguna comenzó a vibrar ligeramente, incrementando la intensidad hasta que de ella se desprendió una bola de agua que comenzó a levitar ligeramente sobre la superficie de la laguna. El rostro de la Black estaba contraído por el esfuerzo que le requería llevar a cabo este tipo de magia elemental y mantener su transformación al mismo tiempo, de pronto sus ojos comenzaron a mutar del marrón al azul y viceversa, su piel parecía aclararse de a momentos y su pelo traicionaba tonos rojizos. Apretando los dientes dejó escapar un suspiro frustrado cuando ya no pudo sostenerlo más, dejó caer sus manos y con ellas la bola de agua cayó de vuelta a la laguna con un ruidoso chapoteo. 

- Me ha dejado sin aliento – comentó la Triviani regresando a su aspecto habitual, apoyándose en el tronco del árbol mientras que trataba de calmar su cuerpo y mente una vez más. 

 

#4