• Mansión de la Familia Macnair •

[Hades Ragnarok]

El vampiro abrió los ojos y observó a la figura que estaba parada frente a él. La reconoció, aunque ellos no era que se llevarán bien o hubieran hablado mucho. Esa Macnair en específico era de las que aparecían un día, se quedaban 2 y desaparecían para volver cada muerte de obispo. Suspiro y la estudio atentamente de arriba a abajo. Si, definitivamente esa chica tenía un aire de Macnair que no le quitaba nadie.

 

-Por el momento una sola y no se encuentra en casa -respondio el hijo de la noche con tono serio- las demás, como siempre desaparecieron -dijo en tono quizás un poco acusador - parece que es una costumbre a ja cuál nos hemos acostumbrado 

 

El Ragnarok bebió un trago de su bebida sin quitarle los ojos de encima a la peliazul.

 

@ Idylla Macnair T.

[Idylla Macnair T.]

Alzó una ceja hacia el mago sentado en el sillón, vaya que si era nefasto; le hablaba con un tono acusador por haber abandonado a la familia, no era que no se lo mereciera pero quién rayos se creía para poder decirle eso.

-¿Y tú quien eres para hablarme de esa manera?- pregunto mirandolo fijamente y dejando sus cosas en una mesita que estaba a su izquierda, no le gustaba que extraños vivieran y la acusaran. -espera... Acaso tu eres...- lo miro bien desde que había entrado a la casa, era el esposo de su madre, claro con unos años más encima y el cabello diferente de como lo traía, si lo pudo reconocer -¿Dónde está mi madre Hades?- 

Pregunto con una ceja alzada, mientras que su elfina le traía una bebida y la depositaba en sus manos, le dio un trago largo a su bebida.

@ Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

-Yo? -la observo atentamente entrecerrando sus ojos- no soy nadie importante -dijo el hijo de la noche mientras bebía otro trago de su bebida - tu eres una joven grande o una adulta supongo yo que responsable y sabrás lo que haces y dejas de hacer -dijo el vampiro aun serio- aunque creo que a la final termine siendo tu padrastro o simplemente el esposo de tu madre

 

El cainita escucho la pregunta de la joven Macnair y pensó seriamente si debía responderla o no, la razón fundamental para aquella duda era que desde hace mucho tiempo Cissy ni siquiera había mencionado a sus hijas, la ex vampiresa estaba tan acostumbrada ya a la aparición y desaparición de sus hijas que la verdad no sabia como estaba la situación entre ellas por lo que simplemente deseaba ahorrarle un gran disgusto si es que acaso no se llevaban bien, aunque claro estaba, si su relación era buena, el que llevaría las de perder seria el Ragnarok.

 

-Tu madre esta visitando a Castella -simplemente informo

 

@ Idylla Macnair T.

[Idylla Macnair T.]

--Me lo imaginaba- comento mientras le decía donde se encontraba su madre -Si bueno, nunca tuve padre y no va a ser el día que vaya a tenerlo así repentinamente- comento la licantropa, aún le dolía no haber conocido a su verdadero papa, pero cissy había sido una mamá más que suficientemente buena para ella. 

 

-Espero que no se tarde- comento por lo bajo y se sentó en el sillón frente al vampiro, lo miraba de reojo y se acordaba vagamente de su boda con su madre -¿Y como a estado Cissy?- le pregunto para no tener ese silencio incómodo que reino en la habitación de repente. 

 

@ Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

-Lamento que no lo hayas podido conocer -dijo el vampiro en tono serio.

 

La verdad es que el no solía llevarse muy bien con las Macnair, mas bien, el hijo de las noche no solía llevarse bien con nadie. Eran muy pocos, casi que podría contarlos con las manos los mas allegados o al menos aquellos con los que solía tratar. Suspiro, su historia era difícil, normalmente al principio el ragnarok era apreciado, pero mientras mas pasaba el tiempo terminaban odiándolo y pidiendo su cabeza. Dibujo una mueca, no podía confiarse. bebió un trago de su bebida mientras un incomodo silencio se apoderaba de la estancia, claro estaba, al vampiro nunca le había molestado el silencio o la soledad, mas bien, disfrutaba de ella,  aunque era verdad que muchas veces la soledad lo hería.

 

-debo decir que Cissy se fue una temporada con Castella y tardara un poco en regresar, yo me quede por cuestiones de... trabajo -le dijo a la joven Macnair aun serio - lamento ser yo quien tenga que informártelo -suspiró- de todos modos esta es tu casa, así que puedes decidir si quieres quedarte o deseas desaparecer de vuelta, ya que, el único que esta aquí soy yo

 

El cainita escuchó la pregunta de Idylla y tardo unos segundos en responder, mas que nada, pensando que era lo que el iba a decirle sobre la vampiresa

 

-Supongo que sabes que Cissy dejo de ser vampiro por un tiempo -comento serio- tuvimos una pequeña hija y en este momento como ya mencione ambas están de viaje con Castella -el ragnarok termino su bebida e hizo señas a su elfo para que le trajera otra- Cissy esta bien, si es lo que te preocupa -recibió su bebida y miro a la chica- deseas algo de tomar?

 

@ Idylla Macnair T.

 

 

[Juliette Macnair]

El tiempo es incierto.
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Apareció en un haz de luz que cortó al ambiente por completo, y se paró frente a la imponente entrada de la Mansión Macnair, su hogar ancestral, con una mezcla de nostalgia y determinación palpable en el aire. El crepúsculo arrojaba sombras alargadas sobre el camino empedrado, mientras el viento susurraba entre los árboles centenarios que rodeaban la propiedad. Había pasado mucho tiempo desde su última visita, demasiado tiempo para una mujer que siempre había sido fiel a sus raíces, aunque fueran oscuras y retorcidas.

El eco de sus pasos resonaba en el vestíbulo vacío cuando cruzó el umbral en una nueva aparición, recordando cada rincón de la mansión como si fuera la primera vez que lo veía. El olor a madera antigua y a incienso quemado la envolvía, reconfortante y familiar. Cada mueble, cada tapiz, llevaba consigo la historia de generaciones, una historia de poder y oscuridad que la había moldeado desde su adolescencia.

Se detuvo en el centro del salón principal, dejando que la quietud del lugar la envolviera como una capa pesada. Había regresado, sí, pero las razones de su retorno eran más complicadas de lo que estaba dispuesta a admitir. La ausencia de Aaron Black pesaba en su corazón como una losa, una herida que se negaba a cicatrizar, incluso después de todos estos años. Su amor por él había sido su mayor debilidad y, al mismo tiempo, su mayor fuerza, pero ya no podía seguir viviendo del pasado, ¿verdad?

Un suspiro escapó de sus labios mientras sus ojos recorrían la habitación, buscando algún indicio de cambio, algún rastro de vida en un lugar que parecía congelado en el tiempo. Pero la mansión guardaba sus secretos con celo, revelando poco de lo que había sucedido en su ausencia.

Con paso firme, se dirigió hacia la biblioteca, el santuario de su padre, su hermana, su tía y la mayoría de los integrantes de su familia, donde los libros antiguos y los pergaminos amarillentos guardaban conocimientos prohibidos y oscuros, aquel lugar que le daba refugio y la esperanza de encontrar todas las respuestas del mundo. Juliette sabía que sólo allí encontraría el camino que debía seguir, aunque no estuviera segura de estar lo suficientemente lista para abandonarlo.

Se desplomó en el alfeizar de la ventana, y toqueteó con las puntas de los dedos las gotitas que comenzaban a arrastrarse por la misma luego de que la tormenta rugiera con furia. La más joven de los Macnair había vuelto, y no tenía intención de desaparecer por un largo, largo tiempo.

[Idylla Macnair T.]

-No sabía nada de eso, la verdad es que como sabes. No eh estado en contacto con ella- comento mientras miraba su bebida y se la tomaba de un solo trago -digamos que está vez la distancia de verdad fue mucha, ni siquiera sabía que tenía una hermana. Y ni siquiera está aquí para recibirme está vez-

 

La Macnair soltó un largo suspiro mientras miraba a Hades, talvez no tenían la mejor relación, pero se veía un poco afectado también porque Cissy no estuviera. Si el de verdad quería a su madre, ella podría talvez convivir más con el. De todos modos era el único por la casa que conocía, sintió una presencia en alguna parte de la casa, pero no podia identificar quien era.

 

Se cruzó de brazos y miro al Ragnarok -y cuéntame, ¿que puedes decir de ti?- pregunto la chica peliazul con una ceja levantada -si vamos a estar en esta inmensa mansión solo nosotros dos, creo que debemos de empezar a conocernos ¿no?-

 

@hades

[Hades Ragnarok]

El vampiro estudio a la chica. la verdad no sabia porque le revelaba aquello?, aun así aunque no recordaba mucho de la relación que tanto la Macnair como ella llevaban supuso que debía comentarle donde estaba su madre. bebió un trago de su bebida. Era cierto que Cissy no mencionaba mucho de sus hijos, quizás porque le dolía la ausencia de ellos o porque por algún motivo estaba molesta o la relación entre ellos no era la mejor. Claro estaba, a Idylla la había visto alguna vez y por eso fue que decidió hacerlo.

 

-haz estado mucho tiempo fuera -dijo el ragnarok en tono serio pero no acusador, sino mas como un comentario que no sabia como iba a tomar la chica- te haz perdido demasiadas cosas, pero no te preocupes, no preguntaré que has estado haciendo o donde te habías metido, eso no me toca saberlo, supongo que esa conversación la tendrás con tu madre cuando ella regrese o vayas a verla

 

La verdad es que el hijo de la noche no tenia ningún tipo de poder o control sobre los hijos de la Macnair, el simplemente era el esposo de Cissy, el llamado padrastro por lo que ellos no le debían nada a el, o al menos lo único que el pedía era respeto y que pudiera vivir en paz y feliz con la ex vampiresa.

 

Al escuchar la pregunta de Idylla el cainita pensó un poco en que pudiera decirle que fuera medianamente interesante o no tan aburrido y en algún punto algo informativo. Obviamente, no iba a contarle a la chica que era el jefe de una organización criminal que estaba causando terror por todo el mundo tanto mágico como muggle, tampoco podía contarle que era un mortifago y un señor de la muerte como Senescal de Caronte, ya que esas habilidades fueron adquiridas de una forma nada agradable o mas bien, de forma realmente oscura. Que era un lord de la Hermandad de la Rosa Negra que era una sociedad secreta de vampiros Rumana y que su pequeña hermana Kore Artemis era la heredera legitima de la Hermandad? y que tanto Cissy como él tendrían que hacer un viaje que podría poner sus vidas en peligro ya que todos los querían muertos?. Suspiro...

 

-Soy Director de San Mungo, a eso me dedico -dijo el cainita diciendo aquella verdad, ya que, era su verdadera mascara, quien iba a imaginar que el respetable Director de san Mungo era un mortifago y además Jefe de T.A.R.T.A.R.U.S.- soy especialista en pociones y amo con locura a tu madre -el ragnarok esperaba que aquello, fuera suficiente como para que al menos la chica se sintiera satisfecha, pero la verdad es que no estaba seguro de ello- la verdad soy un vejete chiflado aburrido sediento de conocimiento

 

Bebió otro trago de su bebida observando el crepitar de las llamas de la chimenea, para luego observar a su hijastra

 

-y tu?, que me puedes decir de ti?

 

@ Idylla Macnair T.

Editado 17 Marzo por Hades Ragnarok

[Idylla Macnair T.]

-si lo eh estado- comento la Macnair por lo bajo, mientras recordaba en donde había estado. Sus pensamientos pasaron de lado cuando escucho que Hades era el director de San Mungo, era un cargo importante y más que nada algo en realidad aburrido, porque los medimagos eran los que trabajaban de verdad. El solo se quedaba en su escritorio firmando aprobaciones, o bueno es lo que ella imaginaria de ser un jefe.

 

-Que interesante, pues yo trabajo en el departamento de comunicación y difusión en el ministerio Italiano, por así decirlo soy la cotilla de la ministra- comento la Macnair con una mueca, le gustaba su trabajo, pero no le podía decir que en secreto era miembro de los mortifagos, también miembro de los senescales de Caronte que sembraban terror en la comunidad mágica. El se veía tan respetable que el conocer su doble vida podría estropear toda su tapadera, además de que su segundo trabajo era traficar con las cosas más inimaginables.

 

-Aunque también tengo una habilidad para encontrar cosas que son relativamente raras de conseguir- comento a pequeños rasgos, sin decirle exactamente lo que hacía. Tampoco es que podía decirle que por estar traficando objetos mágicos, uno accidentalmente la transportó al pasado y estuvo ahí mucho tiempo, hasta que logro encontrar otro objeto para volver al presente. En ese tiempo habían pasado casi tres años y por eso es que su mamá no pudo comunicarse con ella de ninguna forma. Al parecer su trabajo si era demasiado peligroso y los objetos que traficaba también.

 

-Eso es a grandes rasgos lo que a sido de mi vida, y el trabajo como jefe de San Mungo debe ser algo estresante ¿No?- 

@ Hades Ragnarok

[Hades Ragnarok]

El vampiro escuchó atentamente las palabras de su hijastra

 

-Así que trabajas para el Ministerio Italiano -dijo el vampiro- interesante, mi sobrina es la Ministra Francesa -dijo sin mas sin darle muchos detalles a la chica, aunque aquello ultimo mencionado por la hija de la Macnair le llamo la atención, solo que lo tomo sin darle mucha importancia, aunque si lo tenia, mas que nada por la calidad de los objetos que Idylla podría conseguir. Aunque no quisiera el ragnarok, iba a tener que estar mucho mas pendiente de su hijastra, quizás, debería enviar a alguien a seguirla, vigilarla sin que se diera cuenta o algo así tanto para saber que objetos extraños podría conseguir como para cuidarla de algún peligro, ya que siendo una Macnair... El ragnarok suspiro. Mas que nada porque si Cissy sabia que ellos habían mantenido aquella conversación y él no había hecho nada al respecto por cuidarla, aunque se llevaran mal o tuvieran mucho tiempo sin hablarse, ella lo tomaría muy mal. Inmediatamente el ragnarok pensó en Dylan Davies, aquel seria un trabajo perfecto para el joven, que quien sabe donde demonios se había metido.

 

Dibujo una mueca para luego contestar su pregunta.

 

-Depende de la temporada -dijo el cainita- a veces todo esta muy tranquilo, a veces, tienes que detener el apocalipsis zombie -comentó recordando la vez que tuvo que preparar un antídoto para curar aquella epidemia de Zombies que amenazo a todo Londres a pesar de ser el Director, aun me gusta ir a los laboratorios y... ensuciarme las manos -el ragnarok sonrió- investigar, explotar cosas mientras intentas encontrar alguna nueva poción -suspiro- pero también muchas veces tienes que viajar para hacer tratos en los diferentes países para conseguir ingredientes extraños o materiales que necesites o realizar convenios con las diferentes instituciones de salud -el hijo de la noche se encogió de hombros- así que podríamos decir que si, a veces es estresante, pero a veces puede ser divertido si es que sabes encontrarle el chiste a las cosas 

 

El ragnarok guardó silencio. Nuevamente habían caído en el mutismo incomodo, aunque al parecer ambos estaban haciendo un extraño intento de hablar y llenar los vacíos diciendo cualquier cosa para intentar llevarse medianamente bien.

 

@ Idylla Macnair T.