♠ Casino Royale ♠ (MM)

[Idylla Macnair T.]

Tenía una buena racha, los juegos y la mesa iban genial en aquel momento, tomo unas cuantas fichas más y las aventó a la mesa mientras seguía viendo el juego. El ruido en el casino era ensordecedor había gente maldiciendo su mala fortuna y otra saltando de alegría en los juegos de maquinas.

Cualquiera pensaría que por ser una parte del mundo mágico, no había juegos de azar tan divertidos, pero este casino era su preferido por eso. Le gustaba sentir el ambiente de apostar y que las cosas le saliera. Muy bien, como lo estaba haciendo esa noche. Escucho una voz detrás de ella, parecía alguien conocido aunque no podía identificarlo solo con la voz, así que se giro para poder encarar a quien estaba detrás de ella.

-Buenas noches señor Rada, ¿Se acuerda que ya lo conocía?- comento la chica con cierto aburrimiento, la verdad es que después de aquel encuentro tan raro que habían tenido en esa noche, ella dejo de pensar mucho en eso. -Bueno es cierto, porque usted señor desapareció tan rápido como llego, debió de haber algún percance para salir corriendo asi- dijo la chica y espero haber que reacción tenía a aquello, no le había gustado que el mago la hubiera dejado con la palabra en la boca aquella vez, pero no podía reclamarle nada.

-De lo que si tengo duda es ¿Que está haciendo usted aquí? ¿Vino a apostar?- señalo las mesas de póquer y sonrió, si se iban a poner a apostar está noche estaría muy interesante.

@ Radamantys

[Eobard A. Black Lestrange]

La ficha de póker rodó por la superficie aterciopelada de la mesa de juego, hasta topar con el borde de caoba y finalmente tintinear hasta quedarse quieta. Al ser de una tonalidad similar al verde césped del área de juego, era fácil confundirla y, por consiguiente, olvidarla. Una estrategia predecible, pero potencialmente útil hasta para el jugador más experimentado. Sólo había un pequeño problema.

El casino llevaba años en un estado que al Black Lestrange se le antojaba entre descuidado e ignorado. 

Aunque eso fue durante el oscurantismo, entre guerras, crisis políticas y fenómenos sociales varios que azotaron Inglaterra la década pasada. Ahora, aunque tenía años sin pararse ahí, había recuperado un poco de su vieja gloria. Si es que alguna vez la tuvo. Como fuera, Eobard se limitaba a descender al nivel subterráneo, dónde le daba la bienvenida la sala de juegos privada, con las sendas doce sillas que jamás llegaron a ocuparse. 

⎯Ah, mira, ya no habrá que pagar por la apertura de los negocios, maravillosa noticia, ¿no te parece? ⎯ inquirió al aire, lanzando una pequeña misiva que terminaba de leer, para unirse a la ficha, del otro extremo de la mesa. 

Tenía media pierna apoyada en el borde, y con la mano libre sopesaba la copa de cristal, dentro de la cual se mecía ese exquisito Bollinger '61 que tanto había guardado por años. Claro que, las cavas del casino tenían gran variedad, y no era la única botella de todo el negocio, pero se trataba de su regreso a la supervisión del infame Casino Royale. 

Jack White, su asistente de colorida indumentaria, bajaba los últimos peldaños con una bandeja en la que se podía alcanzar a distinguir el humo del cuenco con la sopa de almeja, directa desde Boston. Dada la quietud del sitio, el castaño lo había convertido en su habitación provisional, por lo que no era raro, a estas alturas, ver cajas de archivo muerto con los registros de los últimos años. 

⎯Mi señor, sólo para informarle que hoy tenemos casa llena. Recién llegaron dos clientes más, creo que este mes habrá saldo positivo ⎯ decía el irlandés mientras depositaba la sopa a un costado de la copa.  

En cuanto escuchó las palabras "casa" y "llena", casi escupe la costosa bebida, por lo que se quedó con una expresión atónita. Levantó la botella con su mano para asegurarse de que no había tomado de más, y después apuró la bebida a través de su garganta, casi desgarrándola en el proceso. Era un champagne demasiado bueno para desperdiciarlo. 

⎯⎯Atiéndelos bien, Jack, por favor. Asegúrate de que la pasen bien, y si regresan, qué mejor. La casa nunca pierde. 

Le dijo al peculiar personaje de túnica con motivos de ases, corazones y picas, antes de que volviera a los niveles públicos del Casino. Eobard, por su parte, se reclinó sobre el respaldo de la silla, y extendió su cuerpo hasta escuchar el crujido de su cuello. Confiaba en sus empleados para estas cosas, más tarde, quizá se aparecería por ahí. Después de todo, era la cara del negocio. 

 

Off: No me hagan caso (?) Aquí dejando un post que sirve de reapertura, resurección, como sea. ¡Diviértanse!

[Radamantys]

-Es verdad- respondió Radamantys a las palabras de la joven, la partida del mago aquella ocasión había sido tan súbita que había olvidado las pocas palabras que habían logrado intercambiar, pero ahora el recordaba que ella le había comentado que fue su alumna en clases de duelo de la Academia.

-Fue una total descortesía de mi parte el haberte dejado de esa forma, pero me surgió un imprevisto—le dijo Radamantys acercándose un poco más a donde estaba la bruja, que al perecer estaba siendo favorecida por la fortuna en los juegos.

-Te ofrezco una disculpa- añadió Radamantys haciendo un movimiento tan rápido que apenas se notó cuando la varita negra apareció en su mano derecha y este la agito con presteza, apareciendo un ramo de rosas rojas con tulipanes amarillos delante de la joven.

-Te ofrezco este pequeño presente a modo de disculpa y espero que me puedas perdonar- le dijo Radamantys dibujando una sonrisa en los labios, -Además que podría pagarte la siguiente ronda- dijo el señalando el vaso de la bruja. –O un par de juegos más- concluyo mientras desviaba la mirada notando que nadie les prestaba mucha atención.

En ese momento el mago se acercó un poco más la bruja, quedando más cerca de ella, el aroma que ella emanaba era el mismo de la habitación que había revisado la noche anterior en la mansión Macnair.

Eso sin duda alguna le dejaba claro que aquella prenda pertenencia a ella, Radamantys exponiéndose a que la bruja sacara la varita y le lanzara un hechizo se acercó más a ella poniendo su mejilla a la altura de la de ella y susurrándole al oído.

-Tienes un aroma bastante peculiar y agradable- dijo Radamantys rozando muy levemente el oído de ella con sus labios, -Además de ofrecerte disculpas, tengo algo tuyo que creo debo entregarte, uno de mis animales cometió un error- prosiguió alejándose bruscamente de la joven.

El lugar era lo de menos Radamantys nunca había sentido miedo o intimidación ante nadie en el mundo mágico y poco le importaba que los demás magos o brujas que estaban en el lugar vieran lo que él estaba haciendo.

Sin embargo, no quería ser irrespetuoso con la joven, así que pregunto - ¿Este lugar tiene privados o te entrego tu pertenencia en frente de todo el mundo- añadió el con una sonrisa traviesa, -Talvez pedirás explicaciones y puedas sentirte algo apenada- dicho esto el mago se dejó caer en un banco que estaba su derecha esperando la respuesta de Idylla.
 

[Idylla Macnair T.]

Estaba al tanto de la cercanía del mago hacia su persona, no es que la incomodara ni mucho menos pero era raro que ahora mostrará un comportamiento tan diferente que al de aquella situación. Cuando ofreció la disculpa la Macnair lo miro con una sonrisa de lado y tan pronto como lo hizo un ramo apareció en la mano del mago. Bueno eso era nuevo en realidad, alguien disculpándose con un ramo, no era nuevo pero sinceramente si la había sacado un poco de su estado de ignoracion hacia el mago.

-Bueno tienes mi atencion- comento la bruja mientras agarraba el ramo y olía las flores -¿si te perdono obtengo tragos gratis o juegos gratis? Bueno no necesito nada gratis, pero puedes quedarte a jugar conmigo si quieres- su cercanía cada vez se cerraba más, el mago sin duda estaba metiéndose en su espacio personal. Pero de alguna manera la bruja no podía detenerlo del todo, olía el perfume que se había hechando en esa distancia y trago un poco, escuchando sus palabras.

Sus ojos se abrieron como platos, ¿El tenía algo suyo? Pensó mientras sentía su aliento rozar sus orejas, por algún motivo los sentimientos que tenía ella cuando aún era más chica en la academia, ahora los recordaba mientras tenía al mago muy cerca de ella. Las palabras la sacaron de su ensoñación ¿Pues que tenía de ella que no podía mostrarlo en público? 

-Amm si hay algunos lugares más privados, ven te enseñaré - comentol la bruja parándose de la silla donde estaba sentada, y tomo la mano del mago mientras lo llevaba hacia uno de las habitaciones privadas, las cuales servían para cuándo la gente Tenia negocios ilícitos y no querían ser molestados -¿bueno, entonces que querías entregarme?- comento tan pronto como llegaron al salón.

@ Radamantys

[Radamantys]

Radamantys soltó una carcajada al escuchar el comentario de la bruja sobre las bebidas o juegos gratis, mientras observaba como ella tomaba las flores en sus manos.

Pero al parecer Radamantys estaba perdiendo su toqué ya que Idylla no parecía impresionada en lo más mínimo y mucho menos parecía sentirse halagada,talvez habría que retirarse pensó el mago.

Con esos pensamientos en la mente estaba Radamantys cuando la joven respondió la pregunta de este y en ese momento ella tomó la mano del mago para guiarlo a algún lugar más privado.

El no pudo evitar sentir algo raro en su interior al percibir la tibieza de la mano de la bruja tomando la suya,¿Qué sería aquello? Se cuestióno mentalmente el mago mientras avanzaba detrás de la bruja aún sintiendo esa calidez en su mano.

Entraron a aquella habitación que se encontraba austeramente decorada,un sofa de dos plazas a la izquierda,una mesa grande al centro y un par de sillas iluminado con una tenue luz.

Una vez dentro Rada escucho la pregunta de la joven y centrando de nuevo su total atención camino hasta la mesa que se encontraba al centro y sin decir palabras alguna saco la ropa interior que el oso panda de Rada habla llevado de la mansión Macnair.

La depósito encima de la mesa mientras se hacía a un lado y señalaba con la mano la prenda y se dirigía a Idylla,-Espero no equivocarme,pero esto creo que te pertenece – añadió Radamantys mientras una sonrisa inocente se marcaba en su rostro.

El mago dio unos pasos hacia atrás para que la chica se acercará y pudiera ver bien la prenda ,Rada se quedó de pie ,quieto y esperando la reacción de ella ,a decir verdad ni siquiera estaba seguro de porque estaba haciendo aquello, ya que sin duda alguna ella querría explicación y entonces, ¿ El revelaría que había ido a hacer a la mansión de la bruja?.

[Mael Blackfyre]

Desde aquellos techos del Callejón Diagon me encontraba realizando algunos patrullajes a escondidas de cualquier ojo curioso. Algunos rumores habían llegado a la Fortaleza Oscura y había decidido actuar, obviamente salteándome algunas reglas que nos habían impuesto. Si, nos habían impuesto que actuáramos de otra forma, pero aquello no iba con mis ideales. Si era necesario me enfrentaría a unos cuántos compañeros del bando para demostrarles que no debíamos bajar los brazos.

Una estela de humo rojizo apareció a mi lado. Abrí los ojos. ¿Acaso era estú.pido? Elfo estu-pido.

— Señor Mael… —aquellas palabras hicieron que automáticamente dejara mi forma animaga que hasta entonces era la que había usado para vigilar, para apretar mis dedos tan fuertes sobre sus labios para que dejara de hablar.

— Dime una simple razón para que no te corte el cuello en este momento

El elfo miraba con sus ojos más grandes que de costumbre. No sólo que me ponía en peligro como animago, ya que pocos conocían ésa habilidad de mi parte, sino que me estaba delatando mi posición y mis intenciones. Miré a ambos lados, desde los techos de aquellos edificios no había nadie. Era gracias a Merlín que no estuviera en medio de una calle o un ataque. Debía darle la orden al elfo.

— Nunca más te presentes a mi fuera de la mansión Gryffindor. Molesta a cualquier otra persona, pero solo dirígete a mi cuando esté dentro. Y lo mínimo posible —antes de poder hacerle caso a mi instinto de reventarle la cabeza contra las tejas, éste desapareció. Me puse de pie pasando mi mano por mi rostro, invocando mi máscara de mortífago. Las señales habían sido claras y aunque el Elfo no había podido emitir palabra alguna, su aparición era para avisarle sobre la tarea que le había encomendado: tenía que encontrar a un mago dentro de aquel local.

Salteé del techo con aquella estela de humo negro que nos caracterizaba a los que pertenecíamos a la Marca Tenebrosa. Sobrevolé algunos metros para aterrizar en el frente de Casino Royale, observando que irónicamente tenía unos adornos con forma de león, el emblema de la familia Gryffindor. Pasé de largo, con la máscara que cubría mis facciones, una túnica negra, simple y lisa que rozaba mis talones y unos zapatos que resonaban sobre el suelo del negocio. El Elfo lo había visto escabullirse en una de las habitaciones. ¡Bingo!

Moví mi varita. Algunas llamas demoníacas hicieron reventar aquella puerta giratoria de cristal y me permitió el paso. Tenía que actuar rápidamente. Las llamas alcanzarían aquella decoración muy bonita sobre el emblema del lugar. Pero para entonces movía la varita una segunda vez para despejar mi camino del montón de mesas. Miré para arriba. Las escaleras llevaban a aquella habitación. Me dirigí automáticamente, manteniendo la respiración y la concentración. No tenía que dejarme llevar por la ira. Miraba a través de las rendijas, azotando la varita y abriendo la puerta de par en par.

— Pero aquí estás… —interrumpiendo a la parejita feliz, que al parecer estaban teniendo un lindo momento, ahora de los 3—. Lamento decirte, muchacha, que éste chico se viene conmigo. Puedo decirte que se trata de un traidor a la sangre. ¿Acaso quieres eso en tu vida?— estaba parado en la puerta del umbral. Avancé dos pasos y cerré la puerta de la habitación. Donde estaba un sofá, una cama y una mesa. Y un mago siendo apuntado por mi (Radamantys)

 

@ Radamantys

 

OFF: estamos coordinando esto con Rada. Tenia permiso de interrumpir el rol xD vamos a pelear Initie contra Base para ser justos.

 

[Radamantys]

Radamantys estaba esperando la respuesta de Idylla cuando a lo lejos pudo escuchar gritos y explosiónes provenientes de afuera,algo en el interior del mago se removió porque el sabía lo que eso significaba, cuántas veces el mismo habia sido el causante de aquel tipo de alborotos.

Aún con aquella sensación recorriendo su cuerpo,la puerta se abrió de manera violenta dejando ver la figuro de un mago tenebroso,era totalmente reconocible por la máscara que portaba pero más un lo era por la actitud.

-Ya se habían tardado – susurro Radamantys al tiempo que se giraba totalmente hacia la puerta encarando al mortífago,una sonrisa desagradable se curvo en los labios del mago al escuchar las palabras de aquel rival.

Radamantys ahora perteneciente a la orden del Fénix no tenía ningún reparo en revelar su identidad ni su filiación al bando nuevo,por lo que sin más la varita negra que había cobrado tantas vidas apareció en su distra.

-Morphos-

Susurro Radamantys apuntando al sillón que se encontraba en la pared derecha a escasos 5 metros de Goldor y este se convirtió en un enorme lobo de casi metro y medio de tamaño que sin más ,se lanzó ordenado por Rada a atacar a Goldor directo al cuello.

Acto seguido Radamantys apunto una vez más al mortífago y susurro :

-Silencius-

Ahora Goldor estaría sin voz en su siguiente movimiento, Radamantys se movió hasta quedar de espaldas a Idylla con la intención de protegerla de los hechizós del mortífago,aunque estaba seguro que ella no lo necesitaba,pues según sus fuentes ella era Mortífaga.

-Bueno,veamos quien cae está noche – añadió Radamantys atento al mortífago,con la adrenalina recorriendo todo su cuerpo,como cada vez que entraba en batalla.

 

[Mael Blackfyre]

El enfrentamiento se estaba llevando a cabo sin esperarlo. El mago se aferró a su varita y sin dudarlo, no esperó ni un segundo en comenzar. Emití una sonrisa detrás de mi máscara, aferrándome a mi arma, que solamente tenía el objetivo de llevarme al chico lejos de allí. Fue en ese momento que fijé mi vista en la chica. Rayos. Estaba en problemas. Alguien hablaría si salía vivo o muerto de ahí. Luego vería como solucionar eso.

— Oppugno —exclamé al ver como un lobo feroz se materializaba dentro de aquella habitación para atacarme. Sus patas corrieron en mi dirección, pero cuando mi hechizo lo impactó, en su mente se borró la orden de Radamantys para que se viera reemplazada por mi orden—. Atácalo, desgarra su ingle. —el lobo ya estaba a punto de atacarme a mí, por lo que se giró en dirección a mi rival.

Si no hacía nada al respecto no podía evitar que el lobo lo atacara y quitara un buen pedazo de carne, mientras se desangrada. Sin dudarlo estiré mi brazo a la altura de mi hombro, apuntando a su pecho. Pensando en un Seccionatus, ya que el desgraciado se había encargado de dejarme silenciado. Pero eso no limitaría mis acciones. Salieron disparadas una docena de medialunas afiladas para que impacten en su pecho y lo desangraran, además.

— Veo que alguien sabe como jugar. Ríndete y tal vez te deje vivir

@ Radamantys

[Radamantys]

Radamantys no podía menos que sonreír,el siempre había sido un aficionado al combate y ahora que se encontraba del otro lado podría encontrarse rivales dignos con los cuales chocar la varita,en otros tiempos no había encontrado mucha resistencia.

El lobo que Rada había mandado a atacar a Goldor fue controlado por este mismo y de un momento había pasado a correr en dirección de su invocador con la clara intención de atacarlo por lo que no había manera,se tenía que hacer.

Radamantys bajo la varita y dejo que la bestia lo atacará,está de inmediato se lanzó contra Rada y le mordió la ingle dejándole una muy fea herida,- Es como el ajedrez - pensó Radamantys mientras la sangre le goteaba.

Al levantar la mirada pudo notar como una docena de medias lunas vijaban hasta su posición, simplemente extendió los brazos abiertos y 5 de las 12 medias lunas se clavaron en su cuerpo, haciendo heridas graves todas ellas había impactado en su pecho , Radamantys ahora estaba hecho una pena, goteando sangre de la ingle  y del pecho.

Se retiró las medias lunas enterradas y le sonrió al mortífago con descaro,-El que va a morir aquí serás tu- añadió mientras pensaba -Episkey- y las heridas causadas en el pecho por el seccionatus se curaban,más tarde atendería la ingle.

La bestia de Radamantys había vuelto a su control y nuevamente Radamantys ordenó atacar el cuello de Goldor,el pecho del mago subía y bajaba agitado,la sangre aún corría por su ingle,pero Radamantys sonreía.

[Mael Blackfyre]

Largué una carcajada cuando el mago se dejaba llevar por la adrenalina, ofuscándose en movimientos simples. La mandíbula del lobo se cerró sobre la ingle de Radamantys y le arrancó un pedazo, mientras la docena de medialunas también hacían su trabajo. ¿Por qué no se defendía? ¿No veía que estaba a punto de morir y ante un paso en falso sería mío?

— Oppugno —nuevamente mi influencia fue más fuerte que la del propio creador para que cayera nuevamente bajo mis ordenes. Ahora iría a la misma zona que se estaba curando. Mi seccionatus había sido solucionado pero el lobo, en un ida y vueltas, ahora se lanzaba una vez más contra Radamantys. El lobo ya había recorrido aquella habitación varias veces.

— Silencius —apuntando a Radamantys para que quedara enmudecido un buen rato y no pudiera curarse más. El tiempo corría a contrarreloj y tenía que ver nuevamente cómo se desenvolvía y salía de aquello. De todas maneras, esperé a que la situación se fuera dando a mi favor porque tenía que salir vivo de allí, asegurándome que la bruja no hablaría.

 

@ Radamantys