~Mansión de la Familia Gryffindor~

[Ellie Moody]

Madeleine Moody [100PV/5PP]

Agh, que idi***, necesita una clase de duelos. Pero bueno ahora sí Madeleine toma la daga del sacrificio que apareció en su mano y se hace un corte profundo en el brazo, aunque esta vez lo hace observando al único mortífago que queda en pie, Aaron, mientras PRONUNCIA LAS PALABRAS immolo oppugnare. Así pues el corte se proyecta en Aaron, haciéndole daño y pues, causándole dolor y esas cosas. Lamenta tener que atacar de esa forma cuando está intentando convencer a sus compañeros de que no es una de esas personas llamadas "emo", pero cada vez parece ser más difícil. Luego de eso, aunque tiene el brazo adolorido, levanta la varita mágica y conjura un confundus que lo confunde de inmediato y lo deja momentáneamente fuera de combate.

No podía negar que era reconfortante ver a los mortífagos caer. Estaban eliminando la putefracción del mundo mágico, un mortífago a la vez...

—¿Todos están bien? —exclama, volviendo el rostro hacia sus compañeros.

[Mael Blackfyre]

La neblina que nos cubrió no fue la suficiente para todos los ataques. Podía sentír la presencia de alguien nuevo pero mi cuerpo cayó al suelo. Tenía que admitir que no lo había sentido, especialmente porque el golpe había sido amortiguado por la lluvia, que no había dejado de llover ni por un segundo. Mientras que mi cuerpo caía, mientras que quedaba inerte rodeado por sangre, pude ver como nuestro Lider continuaba protegido al menos por unos instantes más. Y lo último que vi, en mi cabeza tal vez, ya que no pude distinguirlo, fue que me encontraba en la cima de una colina. Toda la isla estaba rodeada de un hermoso mar azul, el cielo despejado y aquel halcón blanco que aterrizaba cerca de donde me encontraba. Alguien me llamó detrás y me giré: vi todo negro.

 

OFF: Ataques de Ludwig inválidos, ya que el primer post solamente es de entrada.

Al finalizara, dejaremos el veredicto.

Gracias por sumarse ♥

[Aaron Black Yaxley]

 

Ideando un episkey para curarme por completo, protegido por el gas del detritus que Goldor había conjurado y viendo como éste caía a mi lado, chisté molesto pensando en qué hacer en ese momento. Miré hacia todos lados en una fracción de segundo y me hinqué junto al cuerpo que ya estaba mis pies- el de Maida- y plasmando ambas manos en el pecho de mis mortífagos, idee un haz de la noche que se abrió bajo mis pies. Lo demás era cuento propio.

El pozo mágico nos tragó hacia tierras desconocidas, quizás algún puerto cargado de magia oscura o una biblioteca de hechizos prohibidos. El bosque de Lucan también podría ser una opción. Había sido una buena batalla después de todo; la recordaría con orgullo (?). 

Hice un símbolo de paz cuando nos caímos para desaparecer de los terrenos de aquellos valerosos leones que ahora rugían los morsmordre por todo Londres.

Ideando un episkey para curarme por completo, protegido por el gas del detritus que Goldor había conjurado y viendo como éste caía a mi lado, chisté molesto pensando en qué hacer en ese momento. Miré hacia todos lados en una fracción de segundo y me hinqué junto al cuerpo que ya estaba mis pies- el de Maida- y plasmando ambas manos en el pecho de mis mortífagos, idee un haz de la noche que se abrió bajo mis pies antes de cualquier otro ataque. Lo demás era cuento propio.

El pozo mágico nos tragó hacia tierras desconocidas, quizás algún puerto cargado de magia oscura o una biblioteca de hechizos prohibidos. El bosque de Lucan también podría ser una opción. Había sido una buena batalla después de todo; la recordaría con orgullo (?). 

Hice un símbolo de paz cuando nos caímos para desaparecer de los terrenos de aquellos valerosos leones que ahora rugían los morsmordre por todo Londres.

[Illidan Burke]

Las cosas iban bien para el Lestrange, solo quedaban un objetivo por liquidar. Por lo que el rubio se centró en sus compañeros. Centrándose en Ellie moody el rubio sentencio un - Episkey - Esperando respaldara aquel ataque de las dagas del sacrificio. Si bien las cosas marchaban sobre ruedas, ya alcanzo en edad. Sabía que o habia opción para que aquella batalla se tornara en contra de su gente.

Sin rasguño espero y analizo las ternas de aquel enfrentamiento, no había opción negativa para ellos, por lo que se dispuso a repetir su acto. -Episkey-  nuevamente destinado a Rory,  para curar la herida que se había realizado con la daga del sacrificio. 

La tormenta sonaba en su apogeo, repicando sobre el techo, no había más que hacer, la batalla estaba ganada, y los mortifagos sabían, que tras la llegada de la trifuerza, poco tendrían que hacer, se les venía la noche, porque al que se duerme le cabe la maldad. 

[Ludwig Malfoy]

OFF: Lo siento, olvidé que no podía atacar en mi primer post XD.

ON:
La distracción y la falta de práctica hicieron que a Ludwig se le olvidaran algunas maneras de lanzar sus hechizos por lo que no tuvieron efecto alguno los previamente mandados. Ahora se encontraba más sereno y listo para volver a ponerse en práctica. Vió a los mortífagos que se escondían tras el detritus y supo lo que tenía que hacer.

Se dispuso a atacar pero no había mucho que hacer y los cobardes se retiraban a sus escondites. Miro a Illidian quien aún se encontraba herido y lo sanó con un episkey.

-Debes de dejar de meterte en problemas sin mi permiso – le dijo mientras lo ayudaba a recuperarse, durante el momento vio a sus enemigos escapar por lo que le regaló otor episkey a Rory y sanó sus heridas por completo.

Ludwig estaba frustrado por no llegar antes y poder dar algún desempeño adecuado pero estaba feliz de ver a sus colegas en acción y pelear hasta el fin.

 

 

[Rory Despard]

No había tiempo que perder, con el segundo mago mortífago cayendo sobre el suelo, muerto en su burdo intento de confrontarnos, rápidamente invocando la daga del sacrificio, se produjo una herida profunda pronunciando de inmediato immolo oppugnare para que la misma se reflejara también en el cuerpo del único enemigo que quedaba presente (Aaron). Las gotas de sangre manaron del corte, y Rory toleró el dolor sabiendo que al menos aquel mago se iba con el daño aunque era evidente cuando lo vio conjurar un portal justo después, que huiría cobardemente.

La curación de un episkey recibida por Illidan, alivió el ardor de la herida, restaurándome. Con un gesto silencioso agradecí al mago. El último de ellos había ido y ahora, recién comenzaba la verdadera misión, que ellos no habían podido impedir.

Sitiar la Gryffindor y que al menos por esa noche, ondeara en lo alto de la edificación la bandera de la Orden del Fénix,.

[Ellie Moody]

Madeleine Moody

Y, de repente, sólo quedaron los miembros de la Orden del Fénix.

—Se rindieron —murmura Madeleine—. Malditas alimañas.

Vuelve el rostro hacia la mansión de la familia Gryffindor, ahora sin poder evitar que los recuerdos vengan a ella. Hace mucho que no sabe de su padre y la verdad es que a estas alturas no le importa. No es por eso que le tiene, o le tenía, cierto respeto a la familia. Era más bien por todo por su valor histórico, por todas las generaciones que se sacrificaron por la Orden del Fénix, por todo el apoyo que le brindaron al bando... y si siente enojo, si siente que la familia fue usurpada, es porque todo parece no haber tenido ninguna importancia. Es un insulto, que ahora se haga llamar una familia mortífaga. 

Pero recuperamos este lugar.

—¿Qué haremos ahora, Despard? —Madeleine se vuelve hacia el Líder de la Orden. En sus manos ha aparecido un vaho helado, la magia de la Orden Oscura comenzando a manifestarse, luego de haberla contenido durante toda la batalla— ¿Cuál es el siguiente paso?

Echa un último vistazo... y se da cuenta de que los mortífagos dejaron algo atrás. Lamentable.

[Catherine Moody]

Melrose observa como se invoca el haz de la noche y alza la cabeza. La lluvia limpia el esfuerzo de su frente. La muchacha antes no podía realizar un patronus corpóreo pero cuando alza su varita hacia el cielo. 

Los topos que surgen de ella empiezan a correr a sus anchas por la extensión de la propiedad, que antes no conociera más que de luz. 

La mirada de Melrose se concentra en las sombras de ese jardín por un instante, antes de que su varita invoque una vez más, una señal en ese lugar, sin saber que era significativa de alguna forma:

Sabe que permanecerán en los jardines. La mansión Gryffindor ha quedado sitiada.

El cadáver del muchacho enmascarado, que Mel no tiene idea que se trata de aquel chico amenazante de la reunión pacifista, se ve menos agresivo en la tranquilidad de la muerte. 

Melrose agita su varita y un cúmulo de flores blancas rodea al muchacho. Melrose no sabe por qué lo hace pero no siente ánimos de dejarlo así, solo y vacío en medio de esa lluvia. Había luchado hasta el último momento, en defensa de aquel hombre, que había desaparecido tras un haz de la noche. 

[Illidan Burke]

Cuando se disipó la capa del detritus, habiendo escapado su conjurador, Illidan se encontró  de pie sobre el cuerpo de Mael, se sentía bien al haber demostrado, que el pasar de los años no habían dejado atrás, u obsoletas sus habilidades.

En su tiempo de mortifago tomaba recompensas o premios cuando una redada era victoriosa, en este momento, pensando si era prudente defecar sobre Mael o orinar sobre su cuerpo, el Lestrange opto por robar su calzado, atar los cordones los unos con los otros, y salir a la calle, lanzar los mismos sobre el cableado de la acera.

Así se vería, cuál punto de venta de drogas muggles, los zapatos de Mael, colgados.- Damas, las dejo, fue un honor demostrar quien manda... - Diría el Trifuerzo, para con un movimiento de su arma, desaparecería del lugar.  

[Hannity Ollivander Evans]

Hannah Rambaldi 

 

Dos de los mortífagos habían caído, pero quedaba uno y a pesar de que ellos eran mayoría sabía que los enmascarados no se los dejaría fácil, no se daría por vencido tan fácilmentente, el mortífago conjuró un hechizo para huir llevándose el cuerpo de la mujer, Hannah alzó la varita y murmuro -Accio  varita de inmediato la varita del l morrigago Goldor llegó hasta ella, la giró entre sus dedos y la guardó en el arnés.

 

Habían desertado, las cosas no habían sido como lo esperaban, habían recuperado el lugar, habían ganado, pero no de la manera esperada, aún así las banderas de la orden del fénix ondeaba con el viento que soplaba.

 

-¿Qué es lo que sigue ahora señor Despard?