Mansión "Ojo Loco" Potter Blue

[Xell Vladimir Potter Black]

Parpadeé un poco al sentir el comentario de la Tía Hayame. ¿Se llevaba mal con la otra tía nueva? Se me hacía raro pero acababa de llegar y no sabía muy bien si bromeaba o hablaba en serio, si era cierto que se llevaban mal o si era un comentario divertido. A veces, la familia habla raro.

 

- Tú no eres mala ni oscura, tiita. Al menos no lo eras cuando me fui del pueblo...

 

Era un dato impreciso. Cuando me fui, ella aún no había vuelto de su gran viaje en el extranjero. ¿Habría cambiado en algo y se habría hecho... oscura? Yo entendía por oscura a los que amaban los ideales mortífagos pero no podía creer eso de ella. Me fijé en su aura. Era sacerdotisa de Avalon y aún conservaba las doctrinas aprendidas, aunque no las usaba porque había aprendido cosas nuevas en el paso del tiempo. Podía ver su aura. No era oscura. Era una vampiro y tenía mucha firmeza de carácter, nada malo e inusual.

 

- Eres buena, tiita Hayame. No exageres. Ella es más mala que tú...

 

Me refería a la tía Sagitas. La tía aprovechaba que su hermana se preocupaba por su pierna herida, que yo no veía herida, y se hacía querer con pucheritos. Después comentó que la abuela Antara era mi abuela, algo que ya sabía. Harpo comentó que había una persona fuera y miré por encima de todos, algo fácil pues estaba de pie y soy alta.

 

Me sorprendió que la tía Sagitas preguntara si tenía el pelo violeta. Después caí, las personas que la perseguían. Me aupé un poco más para fijarme en quién recibía Harpo en la puerta.

 

- No, tía. Es rubita, como yo, aunque con el pelo ondulado. El mío es más liso.

[Ashley Peverell]

La preciosa niña parecía más aliviada al ver el apoyo que sentía de la familia, eso era maravilloso porque muy a pesar de los berridos y de las quejas de su otra hermana el resto de la familia que cada vez era más grande le seguían abriendo la puerta y los brazos como si no hubiera pasado nada de tiempo desde aquella enorme fiesta, pero claro que eso había ocurrido en otra mansión y si lo pensaba bien era la primera vez que ponía los pies en la mansión Ojo Loco Potter Blue.

Pero esa no era excusa para olvidarse de los modales así que otra vez estaba tomando de manera delicada y elegante el borde de su amplio vestido anaranjado que le daba el aspecto de una enorme flor de amplios pétalos e hizo una ligera reverencia mientras que seguía al lado de Sagitas todo el tiempo.

-¿Porqué dicen que Sagitas es mala?

Preguntó al escuchar a la otra niña rubia que estaba en el lugar, si lo pensaba detenidamente parecía que la mayoría de los miembros de la familia tenían el cabello amarillo de diferentes tonalidades con sus pequeñas excepciones, comenzaba a creer que si seguían así al tiempo los confundirían con los Malfoy que se destacaban por rubios.

-¿Soy tia abuela?

Terminó gritando quedito con un timbre agudo en la voz, no quería imaginarse con arrugas y ahora se estaba enterando de que tenía nietas cuando ella todavía se sentía una señorita.

¡El mundo era tan raro!

[Sagitas E. Potter Blue]

La forma de ser de Xell siempre era así, amable y sensible. Disimulé un ataque de risa cuando le contestó a Hayame que era, mejor dicho, que no era ni mala ni oscura.

 

-- ¡Qué poco la conoces, sobrina! -- murmuré, disimulando con la mano en la boca para que no se oyera mucho. Después, protesté al ver que se metía conmigo. -- ¡Oyeeee, que yo no soy mala!

 

Otra vez puse cara de pucheros por aquella acusación falsa que yo no me merecía. ¿Por qué iba a ser mala por aprovechar un poco de atención que me daban, desde hacía mucho tiempo? No era justo que acabara de llegar de lejos para insultarme. Para eso, se podía haber quedado en su casa. ¿Quién sería la muchacha que entraba en la mansión?

 

Era Ash con un elegante vestido anaranjado que le quedaba muy bien.

 

-- ¡Demonios, Ash! Tú siempre tan guapa -- la saludé. Como ella se encaraba a mi sobrina Xell por su deslenguado insulto, la apoyé. -- ¡Eso, eso... ! Explica porqué soy mala.

 

Me puse a reír. Era divertido ver a Ash perdiendo los estribos por la consanguinidad que le unía a la otra rubita de la familia.

 

-- Eres tía abuela, Ash, y no estás vieja, no te preocupes. Pero por si acaso, en tu cumpleaños te regalaré una crema nutritiva antiarrugas.

 

Me reí otra vez pero mi mente aún temblaba por otra cosa. La boda de Matt y Heliké... No sabía cómo lidiar con eso.

[Xell Vladimir Potter Black]

La tía Ash me hizo sentir mal. Entendí que estuviera sorprendida de mis palabras sobre la tía Sagitas. Me puse toda roja y miré de reojo a Matt. ¿Qué pensaría de mí por haber insultado a su madre?

 

- No quise decir que era mala, tía Ash. Es que... exagera. Estoy segura que la pierna no le duele pero no dice nada para que la mimen.- La tía Sagis también protestaba por eso y la sonreí, avergonzada - Lo retiro, por favor, no os enfadéis conmigo.

 

Después me dieron ganas de reír cuando supo que era tía abuela.

 

- ¿Ves cómo es mala, tía Ash? Te amenaza con comprarte crema antiarrugas. ¡No la necesitas! Tienes un cutis precioso. Bueno, no es mala, es... traviesa.

 

Tampoco era la palabra correcta pero me había puesto nerviosa. Era necesario cambiar la conversación. Por ello, miré a Matt y bajé la cabeza, algo triste.

 

- Entonces... ¿La boda sigue adelante, primo Matt?

 

¿Por qué le preguntaba eso ahora? No era correcto. Era... imprudente. Volví a ponerme toda roja y miré hacia la tía Ash, para no tener que verle la cara.

[Lisette Ryddleturn]

La chica en el exterior de aquella mansión oía voces y no pudo evitar terminar por morderse el bordecito de un dedo con nerviosismo, empezando a balancearse sobre los pies hacia delante y hacia atrás

-Hayame ya me había contado que las familias a las que pertenecía el círculo, eran... extrañas y locas, pero supongo que me faltaba ver mas cosas

Comentó en un suave susurro para sí misma y cerró los ojos, terminando por inspirar profundo y asentir un par de veces de manera que pudiera darse algo de valor; vamos, que solo era una de las mansiones de la que sería su cuñada también, no había motivo alguno por el cuál debiera de sentirse mal o con mareos o ganas de vomitar de nervios

Aunque...

Se frotó las manos y tragó un poco.

Como nota de paz les había traído una sorpresa a las hermanas y a casi toda la familia, pero ahora no estaba muy segura de qué tan bien recibida iba a ser aquella sorpresa, así que...

Sacudió la cabeza

Porqué estaba tan asustada?

Volvió a tocar la puerta, esta vez con mayores ánimos para dejarse escuchar y le pareció percibir que unos pequeños pasos de elfo se acercaban a la entrada

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame se había hecho aparecer un yogurt y ahora se lo comía despacito observando con sus ojos rojos brillantes a toda la familia mientras que lamía su cuchara con granola y entonces, se quedaba viendo a Xellita mientras que algunos puntos mágicos comenzaban a flotar por encima de su cabeza

Unos momentos después no pudo evitar abrazarla con fuerza emitiendo un chillido

-Pero si tu eres mas buena que el pan artesanal!!

Exclamó con los ojos muy cerrados para finalmente soltar a su niña y volver a comer una poca de yogurt

-Estas loca, yo soy más mala que un dolor de estómago- sus ojos formaban un par de medias lunas en deformet sin dejar de degustar su postre- todo el mundo sabe que todo lo que se pegue a mi hermana se vuelve malo, más malo que Quien-Tu-Sabes

Movió las cejas

-Si me entiendes... bueno, con algunas deshonrosas excepciones...- esta vez le dirigió una mirada un poco agria a su hermana Ash que había comenzado a preguntarle acerca de la Marca Tenebrosa, empezando a temer que ella se les quisiera unir- y claro, las... excepciones honorables...

Esta vez miró en dirección de Xell

-Contigo a un lado siento que se me baja el gramaje de maldad a una velocidad alarmante y eso no me conviene

Comentó y dejó escapar un suspiro pesado para después voltear para ver en dirección de la puerta desde donde llegaba el sonido de alguien queriendo entrar

-Pero vaya!! Harpo, si no quieres abrir que lo voy haciendo yo, eh!!... y soy una mujer que acaba de tener un bebe con la nariz adorable de su padre y sus negros cabellos!- aseguró

[Sagitas E. Potter Blue]

Miré a Xell con cara de pocos amigos. Sí, me había llamado mala, que no se excusara ahora. ¡Y por dos veces! Hubiera protestado pero alguien tocó en la puerta. Por supuesto, informé al elfo de la forma tradicional, gritando:

 

-- ¡Harpoooo! Llaman a la puertaaaaaaa.

 

Mientras abrían a quien fuera, contemplé la escena de Haya abrazando a Xell, llamándola buena. Me crucé de brazos. Encima que me llamaba traviesa tenía que aguantar que la halagaran delante de mis narices.

 

-- Bueno, eso es cierto. Si Xell está cerca es imposible hacer nada malo. Parece que exhuma bondad por todas partes. Es sosa.

 

No lo era, por cierto, pero tenía que meterme con ella. Hayame dijo que iba a abrir y nos dio la noticia. La miré, sorprendida.

 

-- ¿Dónde está tu barriga? Pero si hace unos días la tenías como una pelota y ahora estás lisa... ¿Es qué... ? -- no sabía qué pensar. ¿Ya no estaba embarazada? -- ¿Cuándo has dado a luz, hermana?

 

Me puse de pie y me acerqué a ella pero Hayame ya volaba hacia la puerta.

 

-- ¡Demonios, esta mujer es puro tormento. Unos días embarazada, otros ya no tiene nada... ¿Alguien ha oído llorar a un bebé? Parece que ya somos tíos de nuevo? En serio, no gano para sorpresas en esta casa.

 

Esperé a que volviera de abrir la puerta y nos explicara donde había metido al bebé porque yo no me había dado cuenta que ya había dado a luz. No quería que pensara que era una mala hermana por no estar a su lado en ese momento pero... ¡Podría haber avisado!

Editado 15 de Junio del 2018 por Sagitas E. Potter Blue

[Matt Blackner]

Me eché a reir con la respuesta de Sagitas, ya que de pronto, y fijándose uno (madre mia xD) la tía Hayame había tenido a su hijito, y no nos había dicho nada. A lo mejor se le había pasado con tantas nuevas visitas. Xell, Ash, Lisette...demonios, tanta gente en la familia de golpe, era algo que me abrumaba un poco.

 

Y no solo a mi, porque al saber que era tía, y tía-abuela, la pobre Ash perdió los estribos, pero es qeu nuestras relaciones familiares, a veces, casi siempre, eran un tanto...complicadas, si.

 

Asi qeu agradecí que Xell cambiara un poco de tema. Agaché ligeramente la cabeza, con Sagitas aun agarrada a mi brazo y noté me subía el calor a la cara, ruborizándome.

- Si...si que sigue adelante. Supongo que has llegado justo a tiempo. - contesté.

 

Ahora era yo el que quería cambiar de tema. No me gustaba ser el centro de una conversación, y pensar en la boda me ponía nervioso, por muchas cosas...iba a ser el centro de atención! Mejor me fugaba y me casaba en secreto, como había hecho Sagitas. Seguro que me mataba...

 

- Bien, entonces, merendamos o no? - dije, mirando a las chicas.

[Ashley Peverell]

La niña iba viendo de un lado a otro de la familia como si estuviera viendo una especie de juego donde se pasaran la pelota de un lado a otro sin apenas darle tiempo de reaccionar, se sentía demasiado emocionada al ver a tantas personas juntas y saber que todas eran su familia aunque casi no conocía a la mayoría.

Y ahora hablaban de bodas y del bebé de su hermana.

-¿¡Qué!?

No pudo evitar dejar salir un nuevo chillido mientras veía como la hechicera pelirroja se iba nada más para meter una nueva persona a la casa, era como una enorme reunión de Potters que seguramente haría revolver el estómago del esposo en pintura de su hermana mayor, que parecía muy obsesionada.

¿Sería legal que se casara con una pintura que era un objeto?

-¿Mi hermana tuvo otro bebé?

Bufó.

-¿Y a quién se lo va a dejar esta vez?

Se cruzó de brazos porque nunca le había gustado bueno, la idea de tener hijos pero menos el que tuviera hijos y luego se los dejara a las demás personas, casi como un "cuíden de mi bendición".

-Todavía no recupera al primero y ya está teniendo un segundo, creo que hay necesidad de una intervención familiar.

Comentó levantando un poco la nariz con orgullo.

-¡Sí! ¡Merienda! ¿qué hay para merendar?

Preguntó muy emocionada de repente mientras miraba con intensidad a su sobrino, que todavía le impresionaba que fuera tan alto pero siendo sinceros todos eran más altos que la delicada y preciosa niña, que cerró los ojos en un intento de recordarse que era el precio de ser bonita y de que tuviera tanta bondad dentro de su corazón.

[Lisette Ryddleturn]

La chica continuaba en el exterior de la mansión mientras que esperaba a que alguien le pudiese abrir pero no se sentía ofendida en absoluto, sabía que con deberes y asuntos familiares a veces las personas se tardaban un poquito en abrir las puertas

Además sabía que Hayame estaba adentro, podía escuchar su voz desde donde estaba y no podía evitar dejar escapar unas cuantas risas mientras que negaba con la cabeza

Cómo le hacía siempre esa chica para dejarse notar a todo pulmón, incluso habiendo una puerta gruesa de por medio??

-Parece que sin importar la situación, mi cariño siempre será la misma

Se rió quedamente y entonces tomó la decisión de mientras aguardaba ponerse a caminar un poquito por los alrededores de la mansión para verla; especialmente porque había visto las hermosas rosas azules que estaban sembradas y se observaban enormes y lozanas en los arbustos alrededor

Estaba fascinada

-Son como las de Westown!- exclamó con emoción- pero mucho más grandes y mágicas

Se inclinó para oler una y percibir su perfume y sonrió todavía más con alegría, no esperaba encontrar ese tipo de plantas en el sitio... y ahí estaban!; la hermana de la pelirroja en verdad debía de tener una mano más que buena para las plantas de flor si podía haber hecho crecer unas como esas que tenían un aura... distinta

Si, era un algo mágico que lo llenaba todo