Mansión "Ojo Loco" Potter Blue

[Sagitas E. Potter Blue]

Cerré la puerta, sí, pero no antes de oír el chirrido de la verja de entrada (habría que cambiar las bisagras, anotó mi cabeza en la zona de pendientes) y sentir el caminar, algo característico, del caradura de mi yerno. Apoyé la cadera contra la madera (por cierto, había que pintarla, que había zonas ásperas y agrietadas que se engancharon en mi chaqueta, rompiendo algunos puntos del tejido), en un intento de controlarme. No me apetecía nada que aquel... muchachote... me viniera con pegas hacia mi por salvar a mi nieto. Con un poco de suerte, si no me movía, si él no usaba su varita, si no se caía nada en el hall, pensaría que había visto visiones y que no había nadie en casa.

Y así me hubiera tirado, bien quietecita, siglos enteros si una voz conocida, tanto por el tono como por el enfado, no estuviera dándole una regañina enorme a @ Sean -Ojo Loco- Linmer . Por supuesto, eso no quería perdérmelo, así que me giré y abrí la puerta, nada, sólo un centímetro, para ojear mientras los dos estaban enzarzados en una pelea.

Sí, la voz era de Heliké, pero no era ella. Bueno, no parecía... Sí, sí que lo parecía, pero... A ver, ¿era o no era? Sean la identificó como ella y sí, era ella, sólo que...

-- ¡Por las pantuflas de Merlín! ¡Heliké! ¿Qué te pasó en la cara?

Había abierto la puerta y la luz del hall inundó la entrada. Noté que algunas de las armaduras, tan curiosas como siempre, se inclinaban un poco sobre su pedestal para ver a mi sobrina. Avancé por la puerta y empujé a un lado a Sean con la mano, sin mirarle siquiera. Abracé a la muchacha.

-- ¿Pero qué te han hecho? ¿Qué te ha pasado en la guerra? ¿Pero...? ¿Qué...? ¿Cómo...?

La apreté más fuerte contra mi pecho y me puse a llorar. Sí, yo lloro, ¿qué pasa? ¿Es qué no puedo llorar?

-- Mi niña, mi cielo, ¿dónde has estado todo este tiempo? Sin noticias tuyas. Anda, Hel... Heliké, pasa, pasa...

Era ella, seguro, y tenía pinta que de había sufrido mucho en los años que no nos habíamos visto. Y necesitaba mimos y un caldito de pollo diricalw de granja, que daba mucha fuerza a los sufridos.

 

OFF:

@ Hecate Engosvezhof , que aún no me hago con el rol con tu nuevo nombre y personaje, ya me lo cuentas en rol, porque Sagitas te seguirá llamando Heliké hasta que le expliques los cambios.

[Hecate Engosvezhof]

- ¡nunca! - grité a @ Sean -Ojo Loco- Linmer  estuve a punto de lanzarle un hechizo me contuve, no era tiempo de llamar la atención, no ahora que estaban las cosas tan revueltas a pesar de la paz tensa actual- pero le debo un respeto - recordaba los días de la Marca, en cuánto era líder... y no sólo por eso fue ¡ministra de magia! - y tú deberías tenerle respeto al menos, no por ser exsuegra... ha conseguido muchas cosas... - y "con su política ha destruído otras" dijo una vocecita en mi cabeza pero no tenía razón no al menos, no del todo, había intentando hacer leyes para protegernos a todos pero se había vuelto una locura insana. Todos habíamos perdido, de una manera u otra.

Era temprano pero @ Sagitas E. Potter Blue (off: perdón por la tardanza en responder!!) debió escucharnos gritar en la puerta ¡Qué vergüenza! encima que venía a pedirle asilo y nos las pasábamos gritando... bueno y si hablábamos en voz baja eso sí que no era lo habitual. Aún podía recordar como en la época de Accidentes estábamos así todo el día, incluso haciendo reparaciones a todo tipo de estructuras, no pude evitar sonreír con añoranza esos tiempos y hasta me sorprendió su efusividad. Tan lejos de todo contacto humano y el simple gesto de un abrazo me había dejado noqueada

- eh... eh... - balbuceé y con el abrazo extendido a nuestras caras, teníamos mi varita alumbrando mi cara y la suya apretada como estaba por su abrazo y cuando aflojó y dejó de llorar, dijo con la amabilidad que siempre la caracterizaba (a pesar de las peleas exsuegra/nuera) me había mandado pasar con un movimiento de mi varita susurré la palabra - "nox"  -para apagarla y señalé a Sean - él estaba esperando en la puerta - le dije en voz baja aún auturalla por todo lo que había sentido y por supuesto, una mueca burlona asomó en mi cara cuando vi las armaduras que giraran su cabeza metálica para cotillear, si es que realmente lo hacían ... la luz que alumbraba el hall demostraba que todo estaba hecho una pena, un segundo noqueo - vaya... si necesitas ayuda con las reparaciones - susurré otra vez - cuenta conmigo, sólo pido un techo puedo pagarte con oro, tengo suficiente... -preguntaba por mi cara y sonreí, normal que lo hiciera no sabía nada y hasta incluso yo misma desconocía todos los detalles, sólo la resurrección por parte de él y susurré su nombre - Lázarus me ha resucitado - dije con desconcierto - tengo pocos recuerdos de los últimos meses de la guerra, así que, técnicamente... le debo la vida a ese cerdo - dije con rabia... nos había hecho mucho daño, demasiado.

Pasé al hall y esperé mientras Sagitas esperaba a hacer algo, no sabía si quería matar a Sean o lo dejaría pasar adentro de la casa como lo había hecho conmigo, era leve, demasiado leve, pero un aroma llegó a mis fosas nasales y me devolvió un recuerdo tan vívido que tuve que llevar mi mano a la cabeza lanzando un quejido, sacudí la cabeza frenéticamente para que saliera ese pensamiento, pero no pude evitar soltar:

- ¿Y mi hija? - pregunté con voz temerosa- no vengo a quitárosla, con vosotros está más segura que conmigo -suspiré y con un movimiento de mi varita guardé la escoba dentro del morrall de moke, y esperaba que se colocase al lado de la pesada maleta que tenía guardada- os tengo que dar las gracias por todo - fruncí el ceño, pero no estaba enfadada- por desgracia la herencia que tenía para ella, se ha perdido - dije, elevando mis hombros- tengo que comentárselo a Matt... por esa parte, la cría, no tendrá más peligro o eso espero - me había encargado de matar a todos los enemigos que tenía en esos momentos y los futuros pero nunca se podría saber dónde estaba la amenaza real. El reinado de otra dinastía vampírica en Italia podía hacer que viniesen a por mí y seguramente mi asesinato había venido por esa vía, porque sería lo lógico, acabar con cualquier rastro de intento de reclamar un trono pero ya estaba cansada de toda esa historia, que se lo quedasen de una vez por todas... Quizás habían sido ellos quiénes me habían asesinado y pensando que todo había acabado, me habían dejado por ahí, hasta que mi mentor se propuso a buscarme.

- Si me invitas a un whisky de fuego, te podré contar todo lo que sé, aunque imagino dentro que está todo patas arriba... podemos terminar de arreglarlo todo, y con calma, hablamos - terminé con una sonrisa. Guardé mi varita en el bolsillo del pantalón y esperé a que pasara algo más... A lo lejos, se escuchaba el sonido de un grillo que daba cierta paz al lugar.

 

Editado 23 Septiembre por Hecate Engosvezhof

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Hacía ya casi un mes del encuentro que tuvimos Helicate, Sagitas y yo. La primera prometió a la segunda ayudar a reparar la Mansión, pero no lo hizo. La segunda dijo que quería estar en la Mansión y no lo hizo. Yo lo dije nada y heme aquí siendo el único inquilino de la Mansión.

Sagitas seguía mudada en la Potter Black, y yo como señor me había encargado de las goteras, el quitar telarañas y limpiar la chimenea. También me encargue de acuerdo a mis escasos conocimientos de mantener el jardín lo mejor posible. Pudiera haber dicho que fui solo yo pero alguno de los colegas de Harpo, impulsados por este, me habían echado una mano.

Ya después aproveché para hacer vida de soltero. Tenía todos los cuartos a mi disposición así que los aproveché para visita furtivas de Chicas. Pero hoy no. Con la Mansión bastante decente me tocaba tener una charla con la pelivioleta. Respire profundo y conjure un patronus para mandarle un mensaje a @ Sagitas E. Potter Blue .

-Ehhh tu. Ven a la Ojo Loco. Tenemos que hablar.

Mensaje bastante sencillo pero que esperaba hiciera mover los huesitos de mi querida ex- suegra. Al final esperaba me tomase en serio, porque como yo lo veía lo que tenía que contar era importante.