Castillo Ivashkov (MM B: 106154)

[Ley Gryffindor Rosier]

Ley Gryffindor Rosier

 

Luego de un rato llegó alguien, ya me había pensado que no llegaría nadie a darnos guerra y no pude evitar sentirme feliz. Como era de esperarse la mortífaga venía desnuda dando show a los presentes, o al menos a el único miembro varón que había llegado con nosotras -Ya tenemos compañía que bien- y sin esperar más levanté la varita.

 

-Strellatus- dije apuntando a los ojos de Leah, provocándole un picor en los mismos y evitando que pudiera ver con claridad, pues el rayo que había salido de la punta de mi varita era muy potente y dejaría medio ciego a cualquiera... no era mala idea que la Atkins se quedara sin ver, pero desear el mal estaba en contra de mis principios.

 

Mandé a mi león a que estuviera cerca de Leah sin atacarle para que pudiera estar al pendiente por si algo se necesitara, luego de eso volví a levantar la varita apuntándo a la mortífaga.

 

-Silencius- dije y al instante Leah se quedó sin habla, lo que nos daría una buena ventaja a la hora de atacarle pues no podría con tanto hechizos encima, eramos más que ella y bueno no saldría nada de provecho pero ese era problema suyo no nuestro. La observé mientras los ataques surtían efecto en ella, negué con la cabeza y esperé a ver qué pasaría después.

[Rory Despard]

Una mujer hizo su aparición de pronto en los jardines. Conforme avanzaba y podía apreciarse un poco mejor su figura caí en cuenta que estaba completamente desnuda y portaba una máscara de mortífago.

 

- Hasta que por fin una da la cara, empezaba a creer que los mortífagos se habían convertido en un mito, aunque bueno, visto lo visto siguen siendo un mal chiste como siempre. Y no se que de divertido encuentras aquí, no tendríamos que estar aquí si tu bando no cometiera las atrocidades que comete.

 

El león que había morpheado permanecía a mi lado y todavía contaba con la protección del aqueora así que sin perder más tiempo me dispuse a atacar a la mujer. Estaba claro que ella no había venido a darnos ninguna clase de tour por el castillo sino a combatir, y quien sabe hasta morir en la batalla.

 

- Limitate - el hechizo pronunciado de forma clara salió de mi varita directamente hacia la joven (Leah Atkins) justo luego que ella se protegiera con un oportuno detritus de ataques físicos.

 

El efecto sería inmediato y le impidería lanzar en lo sucesivo, cualquier clase de rayos o invocaciones. Inmediatamente a ese ataque seguí con uno más.

 

-Corpus Patronus- pronuncié y en el acto delgadas hileras se formaron de mi varita hasta materializar un robusto elefante adulto de gran tamaño, con todos los sentidos en perfecto funcionamiento y en alerta, listo para cumplir mi más pequeña orden.

[Romina Black Lestrange]

Los minutos transcurrían tan lentos hasta que llegó al punto de creer que ya se había pasado demasiadas horas en el lugar. Después de un tiempo lograron entrar al jardín, en donde vio como una mujer, al parecer una mortífaga, hacía acto de presencia en el lugar. ¿Solo una? Pensó para sus adentros, mucho no le gustaba tener que ser muchos contra uno solo, pero si así eran las cosas no tenía otra cosa que hacer más que atacar o al menos dejarla imposibilitada.

—Floreus— al decir esas palabras se dirigía a Leah, la única mujer que hasta el momento les había hecho frente, de su siguiente hechizo lo único que saldría sería un ramo de flores, algo que no le causaba daño a nadie.

—Silencius— apuntó con su varita en dirección a Leah Atkins, aunque sabía que al ser un efecto no era necesario tener puntería, le gustaba hacerlo de igual manera. Ahora la mujer no podría decir hechizos verbales, solo no verbales, pero como no sabía el nivel de peligrosidad de la misma, no iba a saber si en su poder tenía muchos hechizos que no necesitaran ser pronunciados.

[Leah Dayne]

~Leah Atkins

 

 

 

Tenía la apariencia de una muñeca a tamaño real, sí, pero en la cabeza no tenía más que una serie de estrategias y la lista de hechizos entera lanzándose en cada pensamiento como un latigazo, esperando salir de sus labios con la brutalidad de sus efectos. No obstante, permaneció en absoluto silencio mientras esperaba a que alguien la atacara primero, como dictaban las normas del duelo y no hacía más que respirar lentamente, como si estuviera calmando su poder mágico y sus ansias de salir. Incluso su varita, la que movió en una floritura veloz en cuanto vio la oportunidad, vibraba con insistencia.

 

—¡Absorvere!

 

Por supuesto, había intercalado esa acción a la segunda de Ley Gryffindor. El efecto fue el indicado. Sin importarle realmente el Strellatus pues las había visto de antes, no hizo más que romper las muñecas donde Ley y Bel portaban las varitas, para impedir así que pudieran apuntar correctamente después. Las Necrohands apartaron al león de un manotón y lo seguirían haciendo por un rato.

 

¡Episkey!

 

 

El pensamiento curó sus ojos por el Strellatus, solo por si acaso. El efecto del silencius se fue ahi.

[Zack Ivashkov]

Zack no podía permitir que los Fenixianos visitaran su hogar y causaran estragos cada vez que quisieran. Si no podía evitar que entraran entonces evitaría que se adueñaran del lugar y daría la cara para dejarles claro que estaban en territorio prohibido. Con el rostro congestionado por la rabia cambió su simple atuendo de trabajador del concilio a unos jeans cómodos junto con una suave remera que le protegiera la parte superior del cuerpo. Se calzó unos zapatos deportivos a juego y tan pronto como pudo apareció su varita en la diestra al tiempo que mágicamente se cruzaba sobre su espalda la Katana de plata.

 

Sus ojos cambiaron repentinamente a un tono rojizo, era lo único que resaltaba de la máscara plateada con detalles en azul que apareció para cubrir su identidad. Solo una parte del mentón se mostraba, su mandíbula tensa evidenciaba el descontento del Ángel Caído para cuando apareció en los jardines del Castillo Ivashkov. Ahí estaba su prima, dando la cara fielmente por la familia y por el bando. Él lamentó no haber llegado antes, pero al menos ya estaba ahí. Dirigió una mirada de complicidad a su pariente y se puso en guardia marcando diez metros de distancia entre él y cualquier otra persona presente.

[Leah Dayne]

~Leah Atkins

 

 

 

Oh, Voldy, la luz. Le dedicó una sonrisa a su primo aunque éste no pudo haberla visto y apuntó a Romina, sabiendo que tenía encima un Limitate. El silencius, el silencius... Vale, eso era un pequeño problema. ¿Qué podía hacer? Pensó un segundo en sus posibilidades y al final acabó por murmurar otro absorvere, que no salió por el hecho de estar silenciada. El efecto se fue y ella había perdido un hechizo, pero eso era suficiente.

 

-¡Morphos!

 

Uno de los zapatos de Romina se transformó de inmediato en una avispa marina, que inyectó su veneno enla chica sin que ella pudiera hacer nada más que apretar la mandíbula. La Atkins estaba haciendo lo mismo, por supuesto, ahora que necesitaba las acciones no era momento para estar Limitada. Pero Zack estaba ahí para hacer la parte fuerte en lo que ella se recuperaba, lo que sería suficiente... por un rato. Agradeció haber hecho el llamado.

[Zack Ivashkov]

Al cabo de unos segundos fue que el Mortífago pudo evaluar la situación. Estaban alrededor de seis Fenixianos, todos en contra de una Mago Oscuro que, por supuesto, tendría que maquinar cada movimiento para poder salirse con la suya. En una batalla cuando todos se iban en contra de una única persona las probabilidades de salir con vida eran escasas. Sin querer perder mucho más tiempo, el vampiro se puso en acción elevando su varita.

 

¡Celerus Fuego Maldito Mortis! Conjuró sus hechizos con mucha rapidez. El primero le ayudó a adquirir una velocidad en sus movimientos imprescindible para el resto del encuentro, sin duda necesitaría de eso. El segundo invocó tres águilas de fuego que viajaron cada una a objetivos diferentes. La primera criatura en llamas abrazó el rostro de Romina, la segunda impactó en el pecho de Romina, mientras que la tercera alcanzó a Bel. Los tres objetivos resultaron con graves quemaduras que requerirían curación de emergencia.

 

¡Absorvere! Soltó a continuación rompiendo de forma violenta los huesos peroné en las piernas izquierdas de Adryanie, Romina, Bel y Ley. Todas ellas perdieron el equilibrio de inmediato y comenzaron a titubear en su lugar. No tendrían posibilidad de correr o caminar a ningún lado, si se querían ir de ahí lo tendrían que hacer de la forma más humillante: arrastrándose.

 

Necrohands Pensó ya para finalizar sus movimientos invocando dos enormes manos fantasmales que surgieron del suelo y se colocaron junto a él para interceptar cualquier tipo de ataque que le enviaran. Todo había sucedido tan rápido que el mago no tuvo oportunidad ni siquiera de intercambiar palabras con los desgraciados invasores.

[Rory Despard]

El primer ataque de la joven mortífaga no se hizo esperar, pero lamentablemente se encontraba en desventaja y rapidamente Romina había frenado el intento de absorvere que pretendía hacernos con un oportuno floreus que hizo que de su varita solo saliera un bonito ramo de flores en lugar del efecto que pretendía atacar nuestras muñecas.

 

Mandé mi leon conjurado en cuanto vi que un tipo (Zack) hacía su aparición en el lugar y sin perder más tiempo, pronuncié fuerte y claro.

 

- Morphos- apuntando hacia una piedra a los pies de Leah la cual inmediatamente se transfomró en un mortal escorpión que inyectó su veneno en el pie desnudo de la joven que se encontraba sin ningun tipo de zapato potector.

 

Luego sin perder más tiempo volví a conjurar un strellatus que haría efecto en la vista de ambos mortífagos (Zack y Leah) impidiendo que pudieran hacer rayos y teniendo que curarse.

[Leah Dayne]

~Leah Atkins

 

 

Pisó el escorpión con todo el asco del mundo, haciendo un gran esfuerzo por no vomitar. Pero pronto quedó solamente el dolor leve de haber pisado una maldita piedra. Murmuró algo inentendible y apuntó a Bel, haciendo un uso veloz de las intercalaciones acompañada de un movimiento de varita.

 

-¡Silencius!

 

De esa forma, evitó que el Strellatus saliera, y tuvo un lugar en primera fila para ver la muerte de la mujer en 3D. Sonrió complacida y notó que ese era el último turno del Limitate, por lo que podría defenderse más adelante sin ese molesto hechizo encima. Movió la cabeza en un regodeo hacia Zack y esperó a que los siguientes empezaran con los ataques, aunque primero tendrían que defenderse de las cosas que su primo había arrojado con tanta eficacia. Alzó la mirada al cielo y luego bajó de nuevo los ojos, esperando, nada más, a que alguien se atreviera a amenazarla de nuevo.

[Ley Gryffindor Rosier]

Ley Gryffindor Rosier

 

De la varita de Leah salieron unas bonitas flores luego de que hubiera intentado realizar su hechizo, el absorvere no nos pegó y para mofarme moví mi muñeca y luego haciendo un puchero dije -Qué lindas flores ¿son para mi? No te hubieras molestado- gracias a Romina podíamos seguir atacando sin problemas. Pues sin desperdiciar la oportunidad que tenía levanté la varita nuevamente hacia Zack.

 

-Episkey- dije curando de emergencia mi mano rota, no sin antes cambiar la varita de mano para poder hacerlo, ahora necesitaría otro episkey pero primero necesitaría atacar... más adelante me curaría totalmente la mano ahora lo que necesitaba era hacer algo rápido antes de que murieramos todos allí, pues por desgracia habíamos perdido a Bel.

 

-Silencius- el efecto fue inmediato haciendo que se quedara mudo y sin poder atacar, ahora tendría que por una acción realizar algún hechizo no verbal lo que nos daba puntos antes de que algo más sucediera, necesitábamos ser rápidos si queríamos salir vivos de éste ataque pues yo sabía de lo que eran capaces Zack y Leah