El Parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars (MM)

[Sagitas E. Potter Blue]

Para una madre no hay nada tan maravilloso como los abrazos de un hijo. De una hija, en este caso. Me dejé englobar entre sus brazos y olí su perfume peculiar. Me sentía maravillosamente bien.

 

-- Gracias, hija, ya quería volver. -- No quería entrar en el motivo por el cual había estado ausente, así que la tomé por los hombros y la miré. Mi sonrisa fue desapareciendo a medida que notaba su ropa maltrecha y su rasguños, como si hubiera pasado por el medio de un zarzal. Mis ojos abandonaron la dulzura del encuentro y adquiriendo el brillo de la concentración.

 

Mis instintos maternales no me engañaban. Algo pasaba.

 

-- ¿No duermes bien? ¿Estás enferma? -- Puse la palma de la mano en su frente. -- Pero si estás fría. ¿Te han enfríado? ¿Te has comido algo en mal estado? ¿No te han dado mimos mientras estaba fuera...?

 

Así era yo, capaz de preocuparme por la salud de mi hija pero introduciendo algo que la hiciera reír y perder esa seriedad seca que me recordaba tanto a su padre.

 

-- Por suerte, he comprado mil pociones en el Magic Mall, así que seguro que encuentro alguna pimentónica que te dé fuerzas.

 

La tomé por los hombros y la forcé a irse hacia mi caravana. Entonces sentí de nuevo los pasos acelerados del Staff. Me frené en seco y miré a Perenela en los ojos.

 

-- ¿No habrás visto al Basilisco, verdad? No estoy segura si su mirada afectaría a un demonio con una petrificación o sólo con un malestar...

 

Empezaba a sentirme preocupada.

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

No pude evitar reírme ante la apresurada retahíla de mi madre, pasaba de emocionada a preocupada en menos de 65 nanosegundos y la amaba por eso, no había un solo momento en el que no la extrañara a sobremanera aun cuando me fastidio un poco que me arrastrara hacia la zonas de las caravanas, aun así me sentí amada cosa que me hacia falta. le contesté a mi madre entre correrios:

 

-Estoy bien, no he podido dormir, no he podido cazar y Matt no es que sea demasiado ávido a dar cariño y mimos, prueba mas bien con eso de dar ordenes - seguí a mi madre por el camino, aunque necesitaba de seguro una ayuda divina, no sabia si eso de mezclar pociones con un embarazo era demasiado seguro. Mi madre se detuvo al sentir a los elfos aun corriendo, me detuvo y mirándome a los ojos me preguntó si había visto al basilisco a los ojos:

 

-Oh vamos mamá, no quiero estar muerta, no de ese modo... Además a un demonio le afectaría igual que a cualquier otra criatura viva, moriría si lo miro directamente me petrificaría si lo miro por medio de otro objeto y de seguro me vaya al infierno, pero por ahora no... por ahora no.

 

Miré hacia los lados y le dije con seriedad a mi madre:

 

-No es mejor que solucionemos esta situación y después no sentemos en tu carromato a hablar ¿te parece?

[Sagitas E. Potter Blue]

Levanté una ceja, sorprendida. De todas las quejas que me hubiera podido esperar, la que menos es que hubiera fricciones entre los dos hermanos.

 

-- ¿Matt? ¿Dándote órdenes? ¡Sí, anda....! Si a estas alturas no sabe que tú eres un espíritu indomable... -- y la acerqué de nuevo a mi mientras hablábamos, divertida por pensar en Matt ordenando y Perenela sacando su genio. Pero entonces volví a caer en que su indumentaria estaba bastante maltrecha. Fruncí el ceño. -- No te pelearías con Matt, ¿verdad? Me niego a que os peleéis entre hermanos. Espero que no lo mataras, que tú eres muy bruta cuando pierdes el control...

 

Sabía que era imposible, si algo había entre los potterblackensis era una unión de Familia que, a pesar de todos nuestros encontronazos, nos queríamos y nos protegíamos los unos a los otros. Entonces... ¿Qué es lo que pasaba?

 

-- Claro que tengo que arreglar este caos. Acabo de llegar y ya estoy preguntándome si no debiera haber llegado más tarde... ¡Un basilisco fuera de los rediles...! Pero... Tú te vas a quedar quietecita en la rouloutte mientras mami se encarga de todo. Tienes pinta de estar muy fatigada. ¿Quieres que te prepare alguna poción pimentónica, o una para dormir? Creo que tengo filtro de los muertos por alguna parte...

 

Suspiré y la miré de reojo. Algo no iba bien y no sabía lo que era, pero si tenía experiencia en el trato con mi hija era que, si se lo preguntaba de forma directa, me iba a contestar con alguna ambigüedad que no satisfaría mi curiosidad y me haría enfadarme con ella. Tenía el genio de su padre. Mejor intentaba sacarle lo que fuera de forma amable.

 

-- Anda, entra... ¿Y por qué Matt quería ordenarte algo? ¿Es que ha pasado algo en mi ausencia? Y me refiero a la familia, no con el Basilisco, que eso ya lo veo.

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

-oh no, hubiera preferido que llegaras antes, ¡Que el basilisco es el menor de tus problemas! - me eché a reír un poco mientras mi madre me seguía dirigiéndome hacia su carromato, le sonreí con cariño mientras la dejaba guiarme, negué con la cabeza ante sus sugerencias de pociones y solo sonreí, mi madre se puso seria y pasé saliva y puse mi expresión lo mas serena posible, la escuché escrutando y pude ver los engranajes de su cabeza trabajar, sonreí:

 

-¡Oh no! Entre el "no vas a bajar tu sola" y el "debes de pensar en algo mas que en ti misma" me saca de quicio, sabes que es mas mandon que tu, me desespera mucho sobretodo porque no entiende ni escucha razones y siempre desestima mi opinión particular. - suspiré llevando una mano abrazándome a mi misma, me froté los brazos sintiendo el frío calar y tosiendo un poco mientras me sostenía el pecho tratando de que los puntos en la herida del pecho no se abrieran.

 

Era una innovación muggle para cerrar la herida del pecho que me había quedado del parasitario, la herida no había sanado y aun que en un principio cerró parcialmente las hebras de musculo se habían debilitado y estaban a punto de caerse, los puntos lo mantenían en su lugar y evitaban que la herida se abriera más, al mismo tiempo que mantenían la infección regulada a un solo sitio, miré a mi madre:

 

-No te preocupes, parecer ser solo un resfriado - le sonreí sin querer asustarla- ve, no querrías que los visitantes del parque queden petrificados, o muertos ya que estamos, con eso de seguro te cierran el circo.

Editado 2 de Noviembre del 2015 por Perenela Arya Grindewald Potter Blue

[Sagitas E. Potter Blue]

Hum... Kneazle encerrado en aquella frase... ¿Cómo que el Basilisco era el menor de mis problemas? Abrí la puerta del carromato y me pincé la nariz, para alejar todo espíritu maligno que merodeara mi cabeza. Lo que menos me apetecía en aquel momento era padecer una jaqueca. El lugar estaba como siempre, es decir, desordenado y con piezas de disfraces por encima de la cama. Los recogí y los metí dentro de un puff, de cualquier manera. Después la invité a que se sentara en ella.

 

-- A ver, a ver, muchachita... Matt es muy protector. Se crió sólo, para mi pena y mi desgracia. Yo no puedo decir que haya sido una buena madre con él, como lo he hecho contigo, muy a mi pesar, así que hay que aceptarle como es. Eso sí, es un gran hombre y estoy segura de que si quería protegerte es porque... ¡Ooooh! ¿Qué demonios? ¿Qué hiciste para que él tuviera que protegerte? ¿En qué lío te has metido otra vez?

 

Levanté un dedo acusador hacia ella que no tardé mucho en bajar al ver que hacía un gesto de frío.

 

-- ¡Ostras, te has resfriado, seguro? ¿Te has mojado? ¿Has dormido con la ventana abierta? ¿Te has bañado en el estanque por la noche? ¿Te ha picado algún mosquito africano? Venga, chiquilla, contesta... Si crees que tu hermano es mandón, será porque has olvidado lo pesadilla de madre que soy cuando me preocupo por vosotros. Anda, toma...

 

Saqué una chaqueta gruesa de lana de color gris perla e intenté que se la pusiera. Por algún motivo, ella parecía reacia a abrir las manos de su pecho.

 

-- ¿Quieres que te ayude a ponértela? No pienso irme hasta que vea que te la pones y te tumbas bajo la manta. Pareces un pescadito frío. Anda... Cuenta... ¿He de preocuparme por algo?

 

Un segundo intento para hacerla hablar.

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

-¿Porque asumes que he hecho algo? - le inquirí a mi madre frunciendole el ceño - ¿porque no asumes que Matt se ha puesto demasiado protector desde el parasitario? - Tosí un par de veces tratando de no sacar los pulmones entre toses y miré a mi madre afanarse a buscar un abrigo, fruncí el ceño y miré hacia abajo entre el hueco de la blusa las vendas no estaban impregnadas de sangre por lo que los puntos no se habían abierto y de seguro no sangraría pero aun así la herida escocia y dolía un poco.

 

traté de ponerme el abrigo de mi madre sin hacer demasiados movimientos para que las vendas no se notaran, aunque la herida era vieja no había sanado de buen modo en los tres meses que ella había estado fuera, sin importar cuanto bebiera ni que tan pura fuera la sangre no había mejoría. Aun así esperaba no tener que preocuparle y que el tratamiento de mi hija fuera un poco mas efectivo.

 

-No me he mojado - empecé a enumerar sus preguntas mientras las respondía - no he dormido con la ventana abierta sabes que los elfos no lo permitirían, no me he bañado en el estanque y no me ha picado ningún animal, a menos que Sean cuente como animal - dije para hacerla reír mientras me encaminaba a su cama, me metí bajo las cobijas y puse una mano en mi vientre por debajo de las cobijas, abrí los ojos ante la ultima pregunta de mi madre, me eche a reír:

 

-Anda que es solo un resfrío, con lo que ha cambiado el clima en Ottery y Diagon es casi imposible que no empiece la temporada de peste y gripe -dije por lo bajo:

 

-Porque la temporada de embarazos creo que ya empezó - alcé el rostro para mirar a mi madre, esperaba que ella no desarrollara un oído fino para escuchar mis murmullos o de seguro que iba a tener una retahíla de padre y señor mio

[Sagitas E. Potter Blue]

Intenté mantener el rostro rígido mientras acusaba a su hermano aunque no lo conseguí. Media sonrisa luchaba por alzar mis labios hasta que al final me reí.

 

-- De acuerdo, vale, lo siento. Sé que Matt es muy buena persona y consciente de su deber de hermano, así que te daré cierto margen de confianza y asumiré que sólo ha estado actuando de hermano protector de una hermana díscola. Pero tienes que entender que me es más fácil desconfiar de ti y de tus arranques que de la seriedad lógica de tu hermano.

 

Ante la mención de Sean, me envaré.

 

-- ¿Aún sigue vivo? ¿Aún sigues con él? Permíteme que insista, Sean no es del todo apropiado para ti; es demasiado... hum...

 

No conseguía encontrar un epíteto que no resultara peyorativo, así que aumenté mi sonrisa, que bajó de repente al oír la palabra "embarazo".

 

-- ¿Quéeeeee? -- Me senté a su lado y la tapé amorosamente mejor con la manta que se había puesto encima. -- ¿Matt ha dejado preñada a Heliké?¿Amya está embarazada? ¿Xell ha conseguido un hijo por inseminación artificial? ¿Quién.... quién ha tenido un hijo, a parte de mi hermana Trelli, durante mi ausencia?

 

Fruncí el ceño y arrugué los labios. Al final sí que tendría que matar a alguien... Había hecho bien al volver al pueblo...

[Hecate Engosvezhof]

El Parque de las Lamentaciones.

 

Necesitaba despejarme y sentirme en contacto con la naturaleza y el parque de las lamentaciones, era el lugar indicado para ello. No sabía si había gente pero si no lo había mucho mejor. Eso era uno de los días en que necesitaba calmar mis energías. Entre tanto el trabajo en el Ministerio cómo en la Universidad, debía de tener un día para mí...

 

Escogí de entre el baúl de madera un traje largo, hasta los pies al estilo griego, tenía un escote bastante considerable pero poco me importaba, en los pies llevaba unas sandalias de cuero que estaban atadas hasta la mitad de la pierna. En la cintura llevaba puesto un cordón que terminaba en un portavaritas, al cuello, llevaba el monedero de piel de moke, con muchas de mis preciadas pertenencias.

 

Me aparecí a unos tres metros de la puerta de hierro en forma de dragón. La primera vez que lo vi, me impresionó pero al mismo tiempo me había gustado. Abrí la verja y me adentré en el interior respirando todos los aromas de las flores. Me dejé llevar por el sonido de los pájaros y del murmullo del agua, sabía que estaba cerca del lago, pero no me importó.

 

Escogí uno de los senderos que me llevaría al interior del bosque, no quería aventuras, sólo disfrutar de la calma de la naturaleza que ahí estaba llena de esplendor. Quizás si identificase algunas plantas para la fabricación de pociones, esperaba que, a Sagitas no le importase. Cuántas más frescas mejor, siempre daban mejor resultado que las conservadas durante días.

Editado 3 de Noviembre del 2015 por Helike Rambaldi Vladimir

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

¿Díscola? ¿Mi madre me había llamado díscola? puse los ojos en blanco, era entendible eso cuando era patisuelta y casquivana pero la verdad era que había madurado y cambiado mucho desde la ultima vez que había cometido una locura de modo consciente como irme a viajar por el mundo sin avisar, o ver a mis abuelos sin decirle, además que en los últimos años no le había dado mucho motivo para desconfiar de mi, bufé para mostrarle mi desacuerdo con eso. Me eché a reír ante su reacción por el nombre de Sean, le sonreí y le dije:

 

-Vamos mami, si sigo con Sean, si aun sigue vivo por ahora, y si lo se es demasiado pervertido y mujeriego para tu dulce hija pero es mi prometido también mami - pase saliva y le conteste con una medio sonrisa:

 

-Amya esta embarazada - no sabia de Trelli que también lo estaba, pero con eso hacia un espectacular trío de embarazos en la familia, aunque si podía esconder un poquito el mio a mi madre seria fenomenal, no quería que le diera un infarto recién llegada, traté de desviar su atención del tema:

 

-Recuerda que hay un basilisco suelto en el parque mami...

Editado 3 de Noviembre del 2015 por Perenela Arya Grindewald Potter Blue

[Kutsy Stroud Lenteric]

**Drake Viatore**

 

 

Drake estaba más que nervioso pero dejaba que sus nervios se eclipsarán con las caricias que le proporcionaba al estar borrando el labial de su rostro el cual seguramente lucia por demás visible contra su piel blanca, aun a pesar de haberse alimentado el tono de su piel no cambiaba mucho pero era algo por lo que poco se preocupaba y escuchar aquel gruñido le hizo sonreír de lado mientras seguía con atención cada uno de sus movimientos y asentía ante la idea de comer aunque a él no se le apetecía en absoluto.

 

─Sí, sabes que nuestro hijo siempre desea sorprendente con cosas como estas ─comentó tomando un emparedado y recordando como el pequeño había cortado con esmero cada uno bajo la mirada vigilante de su padre, sabía que a Becan le gustaba la cocina casi como al Italiano, suceso que le hacía sentir alegría ya que cada conforme pasaba el tiempo podía ver en su hijo rasgos de si mismo y ella también ─es un niño muy listo mi amor.

 

La miró con fijeza cuando hizo mención de su peso lo que hizo se acercara para tomarla por la cintura y besar la comisura de su boca ─mira que si ruedas aún así me volverás loco─ susurró cerca de su oído ─además si tenemos un bebé tienes que gozar de buena salud ─agregó atrayéndola a su cuerpo abrazándola por la cintura de espaldas a él ─pareces más intuitiva de lo que podría apostar ─decía besando su cuello suavemente y sonreía ─por poco me descubres…

 

 

La abrazo más contra él cuando sintió que los nervios parecían jugarle una mala pasada, un suspiro salió de sus labios y tomó las manos de ella entre las suyas ─Con esta mano yo sostendré tus anhelos; ─sujetando una de las copas que había traído a ese pequeño picnic improvisado continuó ─tu copa nunca estará vacía, pues yo seré tu vino; ─esta vez su varita era la que hacía su aparición y alumbraba a ambos magos ─con esta vela alumbraré tu camino en la oscuridad... ─y finalmente cuando se quedo callado mostró frente a ella una caja dorada en forma de pez el cual al abrirlo encontraría un delicado anillo que sabía le encantaría ─Con este anillo yo te pido que seas mi esposa.

 

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