El Parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars (MM)

[Sagitas E. Potter Blue]

La sensación de que había un fantasma cerca me puso nerviosa. No sabía nada de él o ella excepto que no era mi marido. Si era un fantasma masculino, bueno, pues que hablaran de lo que quisieran; pero si era un fantasma femenino... hum... Que no se acercara a mi Jack o le arrancaba el ectoplasma a mordiscos.

 

Sí, soy celosa, ¿qué pasa...? Y cuando sufro de ataques de celos estoy de mal humor. Eso debiera saberlo ya mi sobrina antes de provocarme.

 

-- ¿Cómo que no te dejo hacer tu trabajo? ¡¡Demonios desdentados!! ¿Cómo que te diga dónde tienes que ponerte a trabajar? -- braceé de forma exagerada. -- ¡Pero si es visible por todas partes! Esos malnacidos de los mortífagos han destrozado las tres carpas y son las que humean en el suelo. La cafetería ha explotado y sembraron el suelo con las palomitas de maíz de colores que estallaron por el calor. ¿Aún quieres saber dónde tienes que trabajar? No sé porqué Amya_An confía en ti para hacer de revertora. Yo te daría una escoba para que barrieras.

 

Que nadie se asuste; Heliké y yo siempre nos tratamos igual y, en el fondo, nos queremos.

 

-- Y yo no hago Avadas, querida mía. Pero te juro que hay veces que me olvido que debo de ser buena persona y me gustaría hacerlo. Lástima que tenga tan buen aguante o tendrías algún que otro escarbato bajo tu alcoba, te lo juro. No juegues con mi paciencia, Heliké.

 

Matt es mi hijo querido y sabe como calmarme cuando estoy celos... digo, enfadada. Así que dijo que empezaran la restauración.

 

-- Ya era hora -- me crucé de brazos, enfadada; iba a ser difícil que recuperara el buen humor hasta que apareciera mi marido y me cerciorara que no se había ido con otra. -- Hum... Gracias por preguntar por los animalitos. Están bien, gracias. Aunque muchos están afectados por el humo y, tal vez tendré que llamar a los de Transportes para que me ayuden con ellos. Espero que los puedan ayudar por aquí y no tenga que llevarlos a la Reserva.

 

Eso era otra cosa que me preocupaba. Me gustaba tener a mis criaturas cerca y no soportaba que el Ministerio interviniera. A pesar de los años pasados, casi diez, aún tenía muy presente que el Departamento de Criaturas había querido quitármelos y quedárselos. Siempre tenía miedo de que lo intentaran de nuevo, a pesar de tenerlos legalizados correspondientemente.

 

En aquel momento llegó una nueva adquisición de Accidentes. La reconocí aunque sólo fuera de pasada. ¿Galedra? No, esa era prima mía de la Adler. ¿Gabriela? ¡No, ya, Gabrielle!

 

-- Encantada de recibirla en el Circo. Por mí pueden empezar a restaurar cuando quieran. Yo les dejo camino libre. Voy a ver a mis criaturas y darle mimitos para que se tranquilicen. Si necesitan algo de mí, uno de los elfos me avisará o les llevará hasta el lugar, cerca de la entrada al Bosque Prohibido.

 

Me alejé rápido, antes de que a Heliké se le ocurriera abrir la boca y decir algo que me sacara de quicio y le lanzara un Avada. No es que fuera mala pero a veces me sacaba de mis casillas.

[Luisitha Black M.]

-¡Elegantemente tarde como siempre!- Susurró para si la Black a medida que corría para llegar al circo, la llamada había llegado para ella en un momento inoportuno y a penas si había logrado terminar de tragar. El revoltijo que tenia por estomago le recordaba las recomendaciones a cerca de no correr justo después de comer. Se aliso un poco el vestido verde que traía, intentando, infructuosamente que el terciopelo no se viese arrugado. Pero no tenia remedio, ni el ni sus botas negras llenas d pantano.

 

Al llegar por poco se le cae el mentón, cuando vio la cabellera violeta que atendía a su hermana, estaba segura de que era sagitas, una vieja amiga de sus épocas mas rebeldes. (de igual forma envidiaba a la rubia por haber podido degustar la comida sin tragarla como hipopótamo)

 

-¿Eh sagitas, que a pasado aquí?- Miró alrededor evaluando los daños siguiendo el esquema al que estaba acostumbrada, era una acción involuntaria, tanto que incluso se había olvidado a saludar a su hermana, a su vieja amiga y a sus compañeros de ministerio.-¡ups!, perdonen chicos, hola, ¿como están?-

[Gabrielle Delacour]

La Black sonrió con cortesía al escuchar a Sagitas referirse a ella, asintió y la vio alejarse. El trabajo pesado apenas empezaría y como departamento de accidentes pareciera tener mucho. Giró la cabeza en la búsqueda de más compañeros pero pareciera misión imposible con tan poco personal.

 

- Hasta que te dignas Lu.

 

Su hermana acababa de llegar y pensó que eso podría aligerar la carga de trabajo ¿O duplicarla? Conociendo a su hermana menor no durarían las cosas arregladas como para poder afirmar que ayudaría; era tan irónico el que la hermana más accidentada (literal) de los tres Blacks terminara en el departamento de Accidentes mágicos. Era el destino, el raro destino.

 

- Estamos por ayudar a Sagitas a reparar este desastre y llegaste justo a tiempo .- dijo sonriendo a su hermana y abrazándola con entusiasmo.- ¡Sii! ¿Lista para trabajar?

[Sagitas E. Potter Blue]

Me alejaba toda airada cuando sentí una voz muy conocida y que no había oído en años. El sentir mi nombre en sus labios me hizo dar un respingo.

 

-- ¿Luisitha? ¿Eres tú? -- No podía creerlo. Después de la Mansión Lechuga, había pensado que @@Luisitha Black M. había desaparecido para siempre del pueblo. ¿Cómo es que estaba allá, en el Circo, junto a los Accidentosos? No seguí con mi salida porque, realmente, estaba interesada en la presencia de mi otrora hermana verde. --¿Qué qué ha pasado aquí? Pues que unos desalmados con mal gusto para la música han destrozado la carpa central del Circo.

 

No podía creer que pudiera estar hablando de un tema tan prosaico con Luishitha. Me hubiera gustado más entablar una conversación mucho más sentimentaloide sobre el tiempo transcurrido y lo que habíamos hechos de nuestra vida mientras no nos habíamos visto. ¿Se habría casado como yo, tendría hijos, sería aún amante de los dulces...? Suspiré poco a poco y me acerqué a ella. @@Gabrielle Delacour le decía que llegaba a tiempo para ayudar a reparar.

 

-- ¿Eres Accidentosa? -- pregunté sin más. -- ¿Desde cuándo?

 

Estaba tan sorprendida que no tuve tiempo de ser amable y educada. Además, eso no contaba con Luisitha. Si seguía siendo como antes, cuando corríamos aventuras juntas, no le interesarían los convencionalismos sociales.

 

-- Yo también soy Accidentosa, o espero serlo al menos en breve -- musité, aún sorprendida. -- En fin... ¿Vais a restaurar? ¿Necesitáis mi ayuda para algo?

[Hecate Engosvezhof]

http://i.imgur.com/yc6FRQ3.png

Reparaciones, localización parque de las lamentaciones (en el próximo post, nos ponemos en el circo)

 

Perorata de Sagitas tal y cómo me lo esperaba. Su genio salía a relucir tan rápido como el mío. Sonreí maliciosamente mientras negaba con la cabeza, un par de chicas accidentosas también habían venido al encuentro "reparatorio".

 

- No hace falta que me ladres Sagitas. ¿Mortífagos, dices? -abrí mucho los ojos- me sorprende que me digas eso, sinceramente... ¿No serían los otros?

 

- Quizá fuesen vándalos, que yo sepa, no dejaron la marca tenebrosa en el cielo. Así que, hasta que no vea pruebas evidentes... Déjame que dude de esas acciones que dices tú que han actuado aquí...

 

- ¿vuelves a accidentes? - sentía que palidecía... Menudo horror (?) el tener que aguantarla otra vez, pero bueno, ahora digamos que la "paz" se había acabado en las oficinas accidentosas. No pretendía obviar a las chicas pero me sorprendió... Básicamente...

 

- Bueno mis señoras, vamos a reparar, no vaya a ser que Sagitas nos diga que sólo estamos de cháchara sin usar la varita, más que para lanzar fuegos artificiales...

 

- ¿Vamos, Matt? - le dije a mi pareja, que parecía que se había quedado mudo...

 

@@Gabrielle Delacour @@Luisitha Black M. @@Matt Blackner

[Gabrielle Delacour]

- Sí Sagitas - dijo sonriendo y dejando de abrazar a su hermana.- Las dos somos del Departamento de Accidentes, Lu tiene más tiempo que yo. Digamos que soy de las nuevas. Y me alegra escuchar que posiblemente deje de serlo al tenerte en el departamento.

 

Se separó unos cuantos pasos de la Black y sacó la varita de su sudadera. Sus ojos pasearon por el lugar mientras escuchaba las palabras de Helike ¿Mortífagos? No, no podía ser obra del grupo, y asintió cuando su compañera tocó el tema de que hubieran dejado una señal. Clásico. Helike tenía más que la razón en sus deducciones.

 

- Estoy de acuerdo con Helike, esto solo fue obra de algunos jóvenes traviesos... o ¿Tienes algún enemigo? ¿Algún vecino molesto? - De inmediato se retractó de sus palabras, no quería hacer sentir incómoda a Sagitas.- Disculpa, digo es que... eso también puede ser. Pero el punto es que venimos a ayudar.

 

Caminó unos pasos hasta donde estaba Helike y tomó a su hermana del brazo para acercarla, no quería sentirse sola y sabía que por alguna extraña razón su hermana podría causar algún otro desastre.

[Luisitha Black M.]

Recibió el abrazo de su hermana con cariño, entre todas las cosas buenas que le habían podido pasar había sido quizá, el apoyo que tenia de ella en bueno, prácticamente todo.

 

- ¿Luisitha?¿Eres tú? - Por la expresión de su rostro había podido asegurar que sagitas había visto un fantasma, una aparición espiritual de aquellas que te congelan el cuerpo y no te permiten moverte -¿Qué qué ha pasado aquí? Pues que unos desalmados con mal gusto para la música han destrozado la carpa central del Circo.-

 

Se rió por lo bajo, los problemas sin lugar a dudas no faltaban, y las cosas seguían igual de divertidas que siempre. Al menos para ella y su peculiar forma de ver al mundo. Para sagitas quien se veía algo mas agobiada la historia era diferente.

 

-Si, llevo poco en el cargo, pero lo he disfrutado mucho -Se acercó a ella disimuladamente para susurrarle de forma que solo Sagitas y quizá Gabrielle oyeran -Y ha decir verdad estar aquí es muy bueno para reparar mis propias tonterías, ¿sabes? y bueno me alegra verte por allí, a lo mejor y podamos ponernos al dia-

 

Sin duda lo que tenia de torpe, la Black lo tenia de brillante. A nadie en sus 5 sentidos se le habría ocurrido ni por un instante de que semejante criatura terminase reparando los innumerables desastres que causaba. Miró alegremente a su jefe, que se había quedado paralizado como una estatua (quizá conmoción de que alguien conociese a su madre y nunca se lo hubiere dicho, o quizá timidez para con su mujer que tomaba muy ampliamente las riendas de la situación, y al parecer habia discutido con alguien)

 

-Claro que puedes amiga-exclamó alentando a Sagitas a hacer lo que ellos al tiempo que levantaba la varita con destreza- ¿te parece si empezamos ?-

Editado 26 de Enero del 2017 por Luisitha Black M.

[Hecate Engosvezhof]

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En dirección al Circo, reparaciones con @@Luisitha Black M.@@Gabrielle Delacour @@Matt Blackner

 

Había escuchado las palabras de mis compañeras

 

- Bueno, ya veremos si realmente fueron mortífagos. Generalmente, dejan sus huellas más específicas -me encogí de hombros - pero supongo que no son más que vándalos, cómo tú comentas Gabrielle.

 

- Los hay que usan magia oscura tan sólo para divertirse o atormentar a los más... - hice una mueca burlona - débiles. Tan sólo hay que pensar en el poder, no hay ni bien, ni mal - era una de mis frases favoritas- sólo el poder y sólo aquellos incapaces de ir más allá - no pude evitar reír malignamente, recordando aquellos tiempos en cuándo estaba en la Marca Tenebrosa. Sinceramente, lo echaba de menos, era cierto que no recordaba a ninguno de mis compañeros. Cuando lo intentaba, una densa neblina hacía que, tanto como sus cuerpos y sus rostros quedasen ocultos tras ella.

 

- Por supuesto Gabs. Espero que no te moleste que te nombre así- le dije con una sonrisa a la chica - venimos para ayudar y para eso estamos, así que, ale hop! ¡andando! A pesar de que ambos negocios estén unidos, aún falta un trecho que recorrer para llegar realmente al Circo. Sólo espero que no nos encontremos con sorpresas en el camino... Ya sabéis, en el Parque de las Lamentaciones, puede haber todo tipo de sorpresas...

 

- Vamos Luisitha. No quiero que nadie se quede rezagado por el camino, intuyo que vosotras, ¿no entrásteis nunca al Circo, verdad? Lo digo, porque éste no es el lugar - aclaré- hay que caminar algo, si venís - me agarré del brazo del pelirrojo y le di un beso en la mejilla. Conociéndolo, seguro que se pondría tan rojo como su pelo- vamos cariño...

Editado 27 de Enero del 2017 por Helike Rambaldi Vladimir

[Gabrielle Delacour]

– Adelante, puedes llamarme Gabs.- sonrió y apresuró sus pasos para lograr llegar a donde estaba.– De hecho, preferiría que me llamaras así, al escuchar mi nombre completo siento que estoy en problemas.

 

Guiñó el ojo; recordaba bastante los regaños que llevaban el "GABRIELLE" por adelantado, ni siquiera su propio padre le hablaba por su nombre completo. Aún así todo eso le traía recuerdos y no le eran del todo placenteros. Giró la mirada hacia su hermana e hizo un gesto con la mano en señal de que fuera con ellas.

 

– Y no Heilike, nunca he estado en un circo .– dijo un poco apenada encogiéndose de hombros.– Pero para todo hay una primera vez.

[Hecate Engosvezhof]

http://i.imgur.com/yc6FRQ3.png

En dirección al Circo, reparaciones con @@Luisitha Black M.@@Gabrielle Delacour @@Matt Blackner

 

- Jejejeje - reí por lo bajo al escuchar el comentario de mi compañera - no te preocupes. Yo en mi caso no suelo echar broncas, a no ser claro, que sea por algo grave - reía y negaba a la vez con la cabeza.

 

- Por supuesto, todo es una primera vez...

 

Me quedé callada un momento y cómo no quería ser demasiado mala...

 

- Bueno, os aviso de que no son animales corrientes. Es decir; leones, jirafas o cosas así, no. Aquí mi querida tía es fanática de los bichos más estrambólicos que se puedan encontrar en el mundo mágico. No sé cómo le han permitido tener esos animalitos, pero bueno... El ministerio sabrá...

 

Me encogí de hombros y le indiqué con la mano que me siguieran. Caminé y noté cómo poco a poco la luz del día iba bajando, susurré un 'lumus' para que nos alumbrara el camino. Estábamos bordeando el lago, en dirección a ese centro de ocio que poseía mi tía.

 

Sí, el parque era bastante tranquilo, pero tampoco podía confiarme demasiado. Si hasta había una fantasma y un guardián que lo protegía pero no podía confiarme. ¿Hasta a dónde habían ido los destrozos de los supuestos mortífagos, que había dicho mi tía? Seguramente no hubiesen pasado de allí.

 

- ¿No lo oléis? - aspiré el aire y noté un poco de tufillo - parece que huele a quemado. Tened los ojos y las varitas atentas chicas. No vaya a ser que el basilisco ande suelto. No tengo tanto poder como para controlar a semejante serpiente. Espero que el enano gruñón lo haya atado bien fuerte...