Ranas Lunares (MM B: 105591)

[Beltis]

Vagar por las callejuelas que componían la zona de Diagón se le hacía extraño. No recordaba la última vez que había recorrido esos senderos de piedra vieja, paseando entre los negocios tan variopintos que se podían encontrar en ese lugar. No lo recordaba porque había sido hace mucho tiempo o porque nunca se había dado el tiempo de caminar con calma para observar cada escaparate, cada anuncio y letrero. Probablemente fuese lo segundo. Todo aquello le llamaba la atención, aunque lo que más curiosidad le causaba, entre todos aquellos edificios, eran los magos. Quiénes compraban con cierta despreocupación, ajenos al devenir de los tiempos.

 

¿Pero qué podía esperar? ¿Qué podía pedir? En cierta manera los envidiaba. Ahora que se entregaba a esa vida más calmada, más normal, le costaba lograr abstraerse de sus grandes preocupaciones y metas. Avanzaba entre la multitud con parsimonia, con los brazos cruzados a la espalda, arrastrando el bajo de un ligero vestido de seda cruda ajustado a la cintura. El sol en lo más alto del cielo indicaba que era mediodía. Era un día inusualmente cálido y despejado, algo raro en esa ciudad inglesa. Tal vez por eso había tantos magos paseando.

 

Quería conocer el barrio y a sus habitantes porque pensaba reabrir su negocio. Y esta vez inaugurarlo para promocionarlo y atraer compradores, así que dedicarle tiempo a ese paseo era una buena idea. Había pasado la mañana haciendo visitas y deambulando por ahí, sin embargo ahora quería hacer una pausa. Tal vez tomarse algo.

 

No tuvo que caminar mucho más para encontrar una llamativa especie de cafetería familiar, perfecta para descansar un rato a la sombra y beber un café cargado. O un zumo de frutas. Con ese calor no sabía si no era mejor pedir un helado.

 

Entró y se fue a sentar a una de las mesas. Mientras esperaba se dedicó a observar la decoración del negocio.

[Lyra Katara Selwyn]

En la actualidad, con Beltis

Estaba revisando la contabilidad como siempre hacia con Evelyn cuando se iba a terminar el mes. Al menos el negocio no estaba en rojo todavía cosa que me alegraba. De todas formas, en lugar de concentrarme en los números estaba pensando en todo lo que la bola de cristra me mostraba a diario y las cartas también.

 

Definitivamente habría algunos cambios en mi vida, algunos de los cuales tenía que pensar bien y no actuar alocadamente. Le entregué los libros a Evelyn, mientas decidía que tomar, cuanod vi que una cliente llegaba y la reconocí de inmediato.

 

-Evelyn, a la señorita que esta en esa mesa no le acepten ningún pago. La casa invita.-Comenté.

 

Alise las arrugas imaginarias de mi pantalón de mezclilla, mismo que hacia juego con mi playera de mangas cortas color peridot. Llevaba en la mano derecha, mi varita además los anillos de las habilidades que ya estaban aprobadas, también el menú. Uno de los elfos me seguia para poner la mesa.

 

-Señorita Malfoy, que gusto verla en otro sitio que no sea el Mall.- Sonreí.- ¿Quiere que le deje la carta o le recomiende algo?

 

Espere la respuesta de la líder mortífaga, tenía buenos recuerdos de ella de la Marca y una de las pocas personas que me daba miedo y admiraba a la vez, por todos los hechizos que tenía, entre otras cosas.

Editado 28 de Julio del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Beltis]

- Preferiría que me recomendaras algo, ¿tienen alguna especialidad? -preguntó de inmediato, sin detenerse a pensar.

 

Estaba claro que no conocía la carta ni tenía la cabeza como tomar pequeñas y simples decisiones. No le apetecía en lo más mínimo después de pasarse días y noches tratando de elegir lo mejor para la difícil empresa que a veces era el bando. Ni hablar de sus asuntos personales. Ese día lo había tomado libre por sorpresa, fruto de una locura repentina y había llegado como una brisa de aire fresco entre todos sus quehaceres.

 

Reparó en Lyra unos segundos, obra del azar o del travieso destino. La misma mujer que le había negado tantas veces los libros ahora la atendía en un restaurante. Aunque hace tiempo que Beltis estaba buscando alguna razón para encontrar a Lyra y pasar a saludar. ¿Había sido eso, su propio subconsciente empujándola hasta ahí?

 

- Espero tener los puntos necesarios para poder comprar algo aquí -bromeó-. De lo contrario, hoy me quedo sin comer.

 

Hizo un gesto con la mano, sonriendo. Su intención estaba muy lejos de intimidar a Lyra, pero a veces hasta sonriendo y pronunciando palabras amables causaba cierto temor y recelo. Y no los culpaba, no podía escapar a quien era.

 

- Por favor, toma asiento, hace mucho que no hablamos.

 

¿Cuánto recordaba Lyra? ¿Se acordaba que fue quién primero abrió las puertas de su casa para cobijarla? Había pasado tanto tiempo, casi una vida de todo aquello. Sin embargo, Beltis se acordaba a la perfección de esos años y de Lyra, por supuesto. Jamás olvidaría todo lo que la ayudó.

[Lyra Katara Selwyn]

-Nuestra especialidad son las hamburguesas. No solo tenemos la tradicional que es la de res, tocino y queso amarillo, sino de camarón, pescado o pollo, si no eres muy adicta a la carne.- Comenté, recordando que algunas personas sin necesidad de ser vegetarianas, evitaban la carne.

 

Sonreí al escuchar los comentarios sobre los puntos y no pude evitar sentir que me enrojecía un poco, aún sabiendo que era una broma. Esa era una parte que no me gustaba hacer, pero de todas formas tenían que hacerse.

 

-Si me dejas revisar tu formulario, te puedo decir si tienes puntos.- Bromeé también.-¿Te imaginas que en el callejón se tuviera ese sistema? Seria un caos.

 

Moví la cabeza negativamente. Sin embargo, recordé que hasta en algunas tiendas muggles se llegaban a utilizar sistemas de puntos, en los que les daban puntos por cada determinada compra y después de un tiempo podían canjearlo por algo más. De todas formas, no le veia una posible aplicación a ese sistema en todo el callejón.

 

-De todas formas, aunque no tuvieras puntos, sabes que aqui no te quedas sin comer.- Comenté, moviendo negativamente la cabeza.-No sé si seas de comer algo más saludable, también hay ensaladas o si deseas algo que no este en el menú, en tu caso podría pedirle al chef que lo prepare.

 

Me senté una vez que Beltis me invitó y le pedi una cerveza de mantequilla a la elfina, sin saber que prefería tomar mi invitada. ¿Qué haría si descubriera que tenía todos mis recuerdos de esa época? O casi todos, algunos se habían ido olvidando como es natural y a pesar de que si los perdí al salir de la Marca, muchos daban por echo que los recordaba, olvidaban que no debía saber nada de esa época.

 

-¿Cómo te ha ido, Beltis? Hace mucho que no sé casi nada de los Malfoy con los que conviví más, hace varios años, creo que ni recuerdo la mansión.- Comenté.-Aunque si es cierto que tienen un basilisco ahi, no me gustaría encontrármelo si alguna vez se me ocurre entrar y arañar las cortinas.

 

Bromeé. Había perdido la costumbre de invadir mansiones ajenas, porque uno no sabia que mascotas tenían en esos lugares.

 

@@Beltis

[Little G.]

Con Lyra, hace mucho tiempo (?)

 

La pregunta de la animaga le arrancó una sonrisa avergonzada. Desde si regreso había puesto empeño en la apertura de diversos negocios, incitada por su madre y sus mejores amigas. No es como si Little tuviese un espíritu empresarial, simplemente buscaba motivaciones para quedarse en su hogar. Estaba acostumbrada a vagar por el mundo, arrastrando a la dulce niña que ahora aguardaba con emoción la llegada de su almuerzo. Teniendo algunas propiedades a su disposición, tenía menos probabilidades de huir de sus responsabilidades.

 

-Conseguí un empleo en el Ministerio - finalmente contesto, pensando en lo extraño que resultaba pertenecer al sistema burocrático que gobernaba el mundo mágico en Inglaterra. - Departamento de accidentes y catástrofes mágicas - añadió mientras apoyaba su mentón en la palma de la mano y fijaba su mirada miel en Lyra. - Ha sido interesante, mis colegas tienen por costumbre... Aparecer en donde menos te lo esperas. Suceden cosas insólitas.

 

No llevaba más de dos meses trabajando para el departamento, pero ya se había adaptado a la dinámica: no importaba qué misión tuvieran, todo se volvía un caos cada vez que intervenían. Mientras recordaba sus roces con Helike, la elfina regresó trayendo la orden; colocó diestramente los platillos frente a Little y Naunet, quien no aguardó para coger la malteada y darle un largo sorbo. Cuando había azúcar de por medio perdía la timidez.

 

-Mis padres se han esforzado por darle vida al castillo Karkarov, así que tuve un grato reencuentro. Recientemente descubrí que tengo dos hermanos menores, la familia ha crecido considerablemente - contestó la castaña al tiempo que se llevaba un par de papas fritas a la boca. Estaban crujientes. - Cuéntame de ti, Lyra, ¿qué hay de tu familia?

[Beltis]

Lyra se sentó junto a ella. En algún momento pensó que no iba a recibir bien la invitación que le había hecho después de todo el tiempo que llevaban sin hablarse. Pero para su sorpresa, no solo no había escapado -ni arañado-, sino que además había decidido acompañarla. Era un alivio, no le apetecía estar sola en aquel lugar ni perder definitivamente a Lyra. No sabía todavía lo que iban a conversar, ni le importaba mucho. Tenía que admitir que en el fondo le tenía aprecio a esa mujer, incluso con todas sus extrañezas y su excesivo e incomprensible amor a los gatos.

 

- Si no me vas a dejar sin comer, entonces voy a pedir una ensalada. Con este calor infernal no me apetece mucho más. Y claro, una cerveza de mantequilla.

 

Se alisó el vestido en un gesto inconsciente.

 

- Oh no, que los puntos no lleguen al callejón o lo voy a pasar muy mal. Aunque creo que uno de estos días me pasaré a comprar al Magic Mall, ya me recuperé de la traumática experiencia anterior.

 

La elfina llegó con las cervezas y las puso sobre la mesa. El cristal de las jarras brillaba con las gotas que caían de la espuma.

 

- Estoy muy bien, algo más vieja y mucho más tranquila -sonrió -. Los años me han hecho bien, se me ha ido esa tontería de la juventud, ya no voy persiguiendo dragones con tanta imprudencia ¿Y tú qué tal? ¿La familia? Creo que han habido muchos cambios durante estos años ¿Cómo te va en el nuevo trabajo?

 

Se llevó la refrescante cerveza a los labios, y la saboreó un instante antes de seguir hablando.

 

- Los Malfoy -hizo una pausa-, supongo que estarán bien. No me he pasado por casa hace meses, he estado tan ocupada que no he podido descansar una temporada en la Mansión, y debería, del Magic Mall me iban a llevar las criaturas que compré. Cuando quieras puedes pasar de visita sin preocuparte por el basilisco.

 

Realmente no sabía si el basilisco seguía vivo o si había seguido el destino de su dueño y había desaparecido sin dejar rastro. Lo que sabía era que la Mansión era un sitio lo bastante grande como para tener a Lyra en una sala y al basilisco en otra.

[Lyra Katara Selwyn]

Tiempo muy, pero muy atrás con Little.

Sonreí al escuchar que trabajaba en ese departamento. Nunca entendería la dinámica de ese departamento, asi como tampoco podría llevarme bien con los integrantes del mismo, siendo ella la unica excepción por el momento.

Era una forma de trabajar demasiado extraña para mi, que prefería la comodidad de una oficina. Entre los papeles de las compras que había que certificar, no podía meterme en lios.

-Me alegro que te la estes pasando bien con tu familia y el empleo.- Comenté, mientras veia a Naunet dando un trago a su malteada.

Me quede pensativa al escuchar su pregunta sobre mi familia, no era un tema que me gustara hablar. Suspiré.

-Mi familia, depende de por cual de ellas me preguntas. Me conociste cuando aún tenía la Ryddleturn, si no me equivoco. Esa familia ya no existe para mi. Hubo un momento en que mis hijos me hicieron la ley del hielo y al final abandone la familia, no tiene caso estar en una familia donde te ignoren.- Suspire.-Cuando me sali, descubrí que unos tíos me heredaron la Selwyn, en la que vivo con mi hijo Lionel, mi hija adoptiva Sophie a veces nos visita, pero no me preocupa que no haya tanta gente, porque al menos mis mascotas están bien, sin tanta gente.

Me encongí de homrbos, para demostrar indiferencia.

-Además, ahorita estoy viviendo en la Ivashkov. Conocí a Leah y a Zack en el concilio de mercaderes, además de que tuve un reencuentro con mi hermana Tauro y cuando se casaron, me invitaron a vivir con ellos, cosa que acepte. Me siento muy a gusta en la familia, aunque tengo que presentarles a Lionel.- Expliqué.-La Selwyn la seguire teniendo, sobre todo ahora que estoy a punto de lograr tener mi dragón conmigo, tengo que buscar un lugar tranquilo para que viva. ¿Cómo te han tratado tus hermanos?


~~~*~~~
Con Beltis
La elfina que nos atendía tomo el pedido de Beltis, una ensalada, mientras me decidía por lo mio. Al final elegi algo nada nutritivo, un emparedado de jamón y queso, más otra cerveza de mantequilla.

-No puedo acostumbrarme a las ensaladas por más que lo intento.- Confesé.- Deberías it, tu libro te esta esperando y creo que las clases del siguiente curso no tardan en empezar. Valen la pena.

Sabía que si seguia hablando de los libros de hechizos muchos me iban a terminar odiando, pero ¿qué culpa tenía que por fin el Ministerio hiciera algo tan bueno por los neutrales? Hechizos que permitían defenderse y al menos lograr escapar sin heridas, si bien era cierto que en la actualidad ya no tenía con quien enfrentarme, pero era mejor prevenir.

-No hables de años ni de espantar dragones. ¿Sabes? No estoy segura si esto paso en realidad o es tan solo un sueño, pero te recuerdo molestando a un dragón junto con otra visitante o familiar en la Ryddleturn. Es muy confuso, ni siquiera recuerdo de donde había salido el dragón, pero creo que término escapando de ustedes..- Sonreí al pensar en eso, había pasado tanto tiempo que no estaba segura si paso en realidad, pero ahi estaba ese recuerdo.-Si ya no persigues dragones, te invitaré a conocer al mio cuando lo pueda sacar de la reserva.

Otra vez sonreí. El pensar en el dragón me hacia bastante feliz, algo que en otro tiempo había visto demasiado imposible, se haría realidad, lo que me demostraba que habia hecho valió la pena.

-La familia, ya no soy Ryddleturn. Solo puedo explicar a grandes rasgos que no es bueno poner muchos patriarcas sobre todo si puedes hacer el trabajo sola.- Comenté.-Me sali de ahi, no tenía caso seguir en la misma si te encontrabas a alguien y te ignoraban.

Me encogí de hombros, mientras pensaba como explicar lo de las familias sin repetir lo que alguna vez le dije a Little.

-Los tíos que me educaron me heredaron su familia, la Selwyn, en la actualidad vivo con Lionel, el único hijo que me queda y que se sigue pasando por la misma Tengo otros parientes ahi, mi hija adotpiva Sophie, mi hija Eliah y Axel, mi ahijado, pero ningo ha ido en mucho tiempo.- Aclare.-Hace poco tuve un reencuentro con Tauro, recordando que eramos hermanas y cuando se caso con Leah, fui a vivir a la familia Ivashkov, cosa rara, pero me siento bastante bien ahi.

El elfo nos trajo los pedidos y le di un trago a la cerveza de mantequilla. Beltis tenía mucha razón, hacia mucho calor.

-Prometo que me pasaré e intentaré no araar nada. ¿Porqué no me cuentas de tus negocios? Me gusta conocer sitios nuevos e imaginó que tienes algunos.- Comenté.

Sería raro visitar la familia Malfoy después de tanto tiempo, pero en parte me daba curiosidad ver si seguia como la recordaba.Después de todo, si bien había perdido algunas cosas, en el camino gane varias y eso compensaba todo lo pasado. Era como si las cosas poco a poco fueran cayendo en su sitio.

@@Little G.
@@Beltis

Editado 12 de Agosto del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Beltis]

- Me pasaré esta tarde a comprar el libro. Y a inscribirme a las clases, también debería tomar un nuevo conocimiento. Además debo ir al ministerio, están haciendo una subasta y me han invitado... Creo que el día se me va a hacer interminable.

 

La ensalada y la cerveza llegaron mientras conversaban. Naturalmente, relegó la ensalada y tomó rápidamente la jarra de cerveza con una mano y le dio un sorbo. Sonrió aliviada después de beber. Era justo lo que necesitaba antes de morir a causa del calor sofocante de esa ciudad. ¿Podía ser que nunca se acostumbrase a Londres? Iba siendo el momento de aceptar ese sitio y a su gente, de echar raíces sin más en vez de enfrascarse en esa absurda batalla y pretender que no pertenecía a ningún lugar.

 

- No recuerdo si el dragón huyó, aunque me parece lo más lógico. Lo que sí sé es que son criaturas maravillosas a las que hay que tratar con algo de respeto. Aprendí la lección.

 

Aliñó la ensalada y comenzó a revolver sus ingredientes. De pronto se detuvo en seco y se quedó mirando a Lyra extrañada y con los cubiertos en la mano.

 

- ¿Cómo? Tengo que haber escuchado mal ¿hermana de Tauro? De padre quieres decir, porque... soy su madre -arrugó el entrecejo, evidentemente confundida-. No conocía la historia de esa parte de la familia...

 

Respiró hondo y dejó la ensalada en paz para escuchar a Lyra, más tarde iba a tener que interrogar a Tauro.

 

 

Me pasaré esta tarde a comprar el libro. Y a inscribirme a las clases, también debería tomar un nuevo conocimiento.

[Little G.]

Con Lyra, hace mucho tiempo (?)

 

Naunet centró su atención en la comida, cediendo únicamente las crujientes papas fritas a su madre. Little se encontraba ensimismada en la conversación con Lyra, por lo cual dejó que la niña degustara cómodamente lo que la elfina había servido. Había sido una buena idea asistir al local de la animaga, estaban pasando un rato agradable. Sin embargo, la Karkarov presintió que su última pregunta había tocado un tema delicado y temía haber incomodado a su interlocutora.

 

Aunque nunca había tenido conflictos graves con sus parientes, Little no era especialmente cercana a ninguno de ellos. Los quería y respetaba por el lazo sanguíneo compartido, pero entendía a qué se refería la Selwyn. El hogar no estaba donde la sangre llamada. Asintió en silencio, asimilando la respuesta sincera de la bruja y agradeciendo que ella hubiese podido encontrar un lugar para sí misma.

 

-Realmente me alegra escuchar que ahora te sientes a gusto, Lyra – alegó la castaña con honestidad al tiempo que tomaba su malteada y la daba un sorbo. El dulzor del chocolate le inundó el paladar, dándole una sensación de satisfacción. – Oh, ¿te interesan los dragones también? – la mujer era precisamente conocida por el gusto que profesaba hacia los animales de cualquier tipo.

 

-En casa tenemos dos dragones, ¿verdad, mamá? – intervino la pequeña rubia que seguía masticando, deponiendo brevemente la timidez. Le sonrió cándidamente a Lyra, como si estuviera orgullosa de su comentario.

 

Lo que la niña decía era cierto. Bastian y Valkyria también tenían gustos extravagantes, así que el castillo estaba repleto de especímenes. Entre ellos una pareja de dragones malcriados. Little sonrió divertida aunque el gesto vaciló ante el interés de la Selwyn por sus recién adquiridos hermanos. Pensar en los jóvenes hacía que la Karkarov se sintiera inquieta.

 

-Si soy sincera, no tenemos una mala relación… pero tampoco he encontrado una forma de profundizarla. Aparecieron de repente y yo apenas estoy reincorporándome a la dinámica familiar; por el momento todo es meramente cordial – lo bueno de charlar con Lyra era que no necesitaba esconderse en respuestas elaboradas. Una nueva sonrisa floreció en el rostro de la ojimiel – O quizás yo he complicado las cosas, me siento demasiado mayor cuando estamos juntos. La diferencia de edad es de casi diez años.

 

@@Lyra Katara Selwyn

[Lyra Katara Selwyn]

@Beltis
@@Little G.

Con Beltis
-¿Una subasta? Algo me pareció haber escuchado, pero la verdad no me conviene ir ahi. - Movi la cabeza negativamente.

No me quería quejar de estar sin galeones, sabiendo que había gente con menos galeones que yo y que sin embargo seguia invirtiendo ne su educación, por lo mismo, no iría a una subasta, sabiendo que no podía comprar nada.

-¿Qué es lo que venderan?- Pregunté, después de darle un trago a mi bebida.

Imaginaba que en la subasta venderían criaturas que no se encontraban en el Magic Mall o algunos objetos. A veces no se sabia cuales eran los productos hasta que fueran a ser subastados, para llamar más la atención.

-Me alegra que te inscribas a las clases. Tal vez recuerde que no soy mucho de duelos, pero aún asi me ha ido bien. A ti seguro te ira mejor todavía.- Comenté.

El tema de la subasta me había llamado la atención por lo que el tema de su inscripción lo deje un poco rezagado. Todo iba bien, hasta que escuche la pregunta de Beltis. ¿Porqué no recordaba que era madre de Tauro? Me quede sin saber que decir por unos minutos, esperando no complicarle la vida a Tauro.

-Si, es por parte de padre.- Comenté.-Aunque creo que esa parte de la historia le toca contarle bien a ella, yo no recuerdo mucho, solo que es mi hermana.

¿Qué más podía decirle? Suspiré apenada. ¿Cómo se había enredado nuestro padre con nuestras respectivas madres?

~~~*~~~
Con Little G

-Afortunadamente los malos ratos en ese sentido se han terminado, asi que si, estoy a gusto.- Sonrei. Realemnte le debía mucho a Leah y a Tauro.-Lo sé, Naunet. Recuerdo haber visto esa compra hace mucho tiempo, pero ¿quién puede resistirseles? Miré de nuevo a Little y asenti.-Siempre quise uno, por eso cuando pude en una subasta compre mi primer dragón, pero estuvo todo este tiempo en la reserva. Por fin logre sacarlo.

Evite decir más de los dragones, aunque no podía evitarlo. Estaba demasiado orgullosa de ese logro. Era cierto que había perdido algunas cosas en esos años de espero, pero lo había compensado bastante.

-La edad es importante, lo reconozco, pero creo que más bien influye haber estado separado de ellos tanto tiempo.- Comenté.-No creo que hayas complicado las cosas, solo es difícil socializar con gente que de repente aparece en tu vida, solo dale tiempo, a veces solo con eso mejoran las cosas y verás que cuando entres en confianza, la relación será mejor.

Podia entenderla, aunque no sabia bien como explicarme. En ese momento me estaba pasando algo similar con mi familia, el encuentro de mi hermana y con mis dos hijas, las cuales habían estado viviendo lejos de mi. Una viajando y otra con su abuelo. Sin embargo, poco a poco estaba mejorando la relación, volviendo a ser cariñosas con ellas, pero al principio si era extraño. Agradable pero extraño, más cuando uno ha vivido sola mucho tiempo.

Editado 2 de Septiembre del 2016 por Lyra Katara Selwyn