Ranas Lunares (MM B: 105591)

[Evarela Black Haughton]

¿De dónde había salido Katara? Por unos segundos parpadeó, un tanto sorprendida. Al parecer había estado tan embobada que ni si quiera la había visto. Sonrió al verla y la abrazó. Notó la sorpresa en su rostro al ver a la pequeña que la acompañaba. Antes de su prolongado viaje a penas había visto a su prima por lo que no se había enterado de su embarazo. Después Caterina solo era un bebé al que tenía bajo la protección más estricta y, tras su viaje, la había dejado a buen recaudo lejos de Londres, con el fin de evitar cualquier peligro.

 

- Te presento a mi hija más pequeña, Caterina - agregó sonriendo - Cat, esta es mi prima Katara y, por lo tanto, tu prima también. Si alguna vez necesitas algo, ella te ayudará.

 

La pequeña observó a la bruja con sus grandes ojos verdes con cierta desconfianza. Su madre le había advertido en numerosas ocasiones, a pesar de ser tan pequeña, que no se fiase de nadie. Sin embargo, su gesto se suavizó al escuchar las palabras de su madre. La banshee la agarró en brazos para que pudiera darle un pequeño beso en la mejilla a modo de saludo. No tardó en asentir enérgicamente cuando escuchó la palabra "juegos"-

 

- Sí, sí, sí - dijo la pequeña entusiasmada - Mamá me prometió diversión.

 

- Y seguro que la tendrás - miró a su prima y sonrió - Por supuesto Lyra, creo que tenemos mucho de que hablar. Te invito a un café - agregó riendo.

 

- ¿Puedo tomar un batido? - inquirió Caterina.

 

- Si te portas bien, sí - respondió la Black.

[Lyra Katara Selwyn]

-Mucho gusto, Caterina.- La salude.

 

¿Cuánto tiempo había pasado sin ver a Evarela? Sabia que no era tanto, pero ¿porqué nunca me dijo nada de la pequeña? Imaginaba que pasaba algo parecido a lo que a mi me paso con Lionel, tuve que irme a la mansión del abuelo para tenerlo y su crecimiento, fue en verdad sorprendente, gracias a su parentezco con Hades**.

 

Era lo único bueno que había hecho por mi el dios del inframundo. El y Reishi, ambos hijos de ese dios, al que afortunadamente ya tenía tiempo sin ver. Le devolvi el beso a la pequeña, que estaba interesada en los juegos.

 

-Entonces, vamos. Hay varias mesas cerca por lo que la podremos vigilar bien.- Le comenté a mi prima.

 

Guie a ambas por el pasillo de la izquierda y cerca de las escaleras que estaban al final del mismo, estaba el área de juegos a mano derecha. Resbaladillas, columpios, entre otros, fue lo que mi pequeña prima pudo ver cuando llegamos.

 

-Aquí los tienes, todos para ti sola.- Comenté.-¿Te parece bien esa mesa, prima linda?

 

Pregunté, señalando la mesa más cercana. Stormy no tardo en aparecer poniendo rápidamente el servicio básico y tomando la orden, la cual traería después Evelyn, mi empleada.

 

-Asi que, ¿cómo es posible que el breve tiempo que estuve en la Black no conociera a Caterine?Pregunté alegremente.-Esta bien que sea despistada, pero creo que no lo soy tanto.

 

Espere la respuesta de mi prima, seguramente saldrían muchas cosas en esa plática.

[Evarela Black Haughton]

Evarela, Caterina y Lyra se dirigieron hacia la zona de juegos. La cara de la pequeña se iluminó al ver la cantidad de columpios que había. La Black sabía que su hija no tardaría en salir corriendo en cualquier momento pero no lo hizo, al parecer esperaba a que la dueña del local le diera el visto bueno. Entonces Katara habló y la pequeña salió corriendo sin si quiera decir nada. La banshee miró a su prima encogiéndose de hombros. Niños. Asintió ante la pregunta sobre la mesa y se dirigió hacia ella.Dejó ambas capas sobre una de las sillas que sobraban y tomó asiento en la que estaba más cerca de Lyra.

 

- Un café con leche - pidió cuando el elfo llegó para tomarles nota.

 

Cuando se quedaron solas llegó la pregunta que Evarela estaba esperando desde que había visto que Lyra era la dueña del negocio. Era normal que sintiera curiosidad por su hija pues a pesar de haber estado en el mismo castillo no la había conocido. La banshee miró a su prima y sonrió. Aquel era un tema del que no había hablado con nadie pero estaba dispuesta a contárselo a Lyra. Confiaba en aquella mujer como lo hacía en pocas personas.

 

- No sé si recuerdas mi relación con León, supongo que sí. Me quedé embarazada pero antes de poder dar a luz la relación terminó. Tuve a Caterina y la mantuve bajo vigilancia, al ser un bebé me resultó muy fácil ocultarla. Siempre he tenido enemigos pero en aquella época mi vida corría peligro de forma constante, más que ahora - no podía revelarle a su prima el porqué pero estaba segura de que lo intuiría - Cuando tuvo dos años tuve que emprender la misión que me llevó al extranjero. No podía dejarla soen Ottery al cuidado de mis elfos, por lo que antes de partir la dejé bajo la tutela de un viejo amigo que vive en Escocia. Como ya sabes, volví hace poco después de más tiempo del debido y, cuando lo tuve todo preparado, fui a por ella. Por eso no la has conocido hasta ahora. Ha vivido en el castillo Black pero es lo suficientemente grande para que alguien no se cruce con alguien si no quiere - finalizó con una sonrisa.

 

Mientras hablaba la empleada de Lyra les habia llevado lo que habían pedido. Evarela observó cómo su hija jugaba no muy lejos de ella. Agarró el café y le dio un pequeño sorbo.

 

- Todavía corre peligro pero no puedo mantenerla encerrada siempre. Además, durante su estancia en Escocia ha llevado una vida normal y así debe seguir siendo.

[-_Vegueta_-]

Mis manos se encontraban en los bolsillos de mi saco gris, camine por todos lados observando cada centimetro del callejon, pensando en lo sucedido en la Grieta del invocador, una batalla feroz contra esos demonios, un alma inocente enviada al infierno, y solo yo con mi mente, fue todo una falla... un exorcismo que termino mal, una marca de fracaso en mis manos.

 

Mientras mis pasos chocaban contra el mojado camino de la calle, acomode mi corbata azul soltandola un poco y deslice por el camino hasta llegar a un lugar, " Ranas Lunares". Al principio no me llamo la atencion, pero seria el lugar perfecto para distraerme.

 

- Interesante -

 

Me encamine llegando al primer piso, un pintorezco lugar con varias mesas, parecia un tipo de cafeteria, me sente en una de acellas butacas y espere a ser atendido, pues queria beber un cafe, mientras tanto saque de mi bolsillo un cigarrillo y lo encendi.

Queria respuestas, pero las respuestas las debia buscar en los lugares menos probables, que estaba pasando con este mundo?, por que habia tantos demonios.

[Lyra Katara Selwyn]

Katara con Evarela y Caterina.
-Stormy, para mi traeme una naranjada por favor.- Le pedi a la elfina, que apuntó el pedido y desapareció.

Imaginaba que mi prima le pediría alguna bebida a la niña cuando terminará de jugar, estaría sedienta seguramente. Por el momento, se veia entretenida con los juegos, eso era algo que no viví con Lionel, había crecido demasiado rápido, literalmente.

-Claro que me acuerdo de esa relación, prima linda. Aunque si soy sincera me alegra más verte soltera,¿o tienes pareja? - Pregunté, dejando que acontinuación me contará la historia de su hija.

Lo que pasó con la niña en la Black no era difícil de creer. A mi me había pasado eso los últimos veces que estuve en la Ryddleturn, no me encontraba con nadie aunque sabia que estaban ahi. Era mejor no pensar en eso.

-Te entiendo. Si alguna vez necesitas que alguien te la cuide puedes contar conmigo, aunque me alegro que en ese entonces no me la hayas llevado. No porque no quiera a la niña, sino que la situación en aquella familia que tenía estaba demasiado tensa y hubiera sido muy dañino para ella.- Comenté.- Ahora en mi familia actual, me sobran habitaciones y podría elegir la que quisiera, mientras no sea ninguna del cuarto piso, todas son de Lionel. En Chrookshanks tengo una cabaña que podrían usar también, rara vez la ocupo.

Sonrei, ¿le gustarían los animalitos a la niña? A lo mejor podría llevarla a Chrookshanks a ver el minizoológico de animales muggles y las que tenía mias en la Selwyn. De todas formas, esperaba que no tuvieran que acudir a esos sitios para que fueran un escondite solamente.

-¿Qué fue lo que paso que te puso en peligro a ti y a la pequeña? No creo que hayan sido los enemigos de siempre, ¿o si?- Pregunté.

Recordaba que mi prima habia estado en la Marca. Alguna vez habiamos coincidido si no me equivocaba, a menos que me estuviera confundiendo. Evelyn nos trajo las bebidas y algunas galletas también.

-Gracias, Evelyn. - Le agradecí.

-De nada. Iré a atender un cliente, pero estoy al pendiente si necesitas algo más, Katara.- Dijo la empleada.

Espere la respuesta de mi prima, sin quitarle en ningún momento la vista a la pequeña.

~~~*~~~
Evelyn, empleada , atendiendo a -_Vegueta_-

Una elfina le había traido un cenicero al joven que se había sentado en una de los gabinetes que estaban alejados del área donde estaban Katara y sus visitantes, dejaría en este caso que Evelyn, la mesera le tomara el pedido.

La joven de piel morena clara, ojos negros y cabello largo ondulado, castaño claro, se acercó al joven con una libreta y un menú. Ya había aparecido en la mesa un mantel, servilletas, sobrecitos de azúcar, además del cenicero, gracias a la elfina. La joven tenia puesto un pantalón de mezclilla azul marino y una playerra de mangas cortas color gris claro, tennis del mismo color que el pantalón.

-Bienvenido, señor. Soy Evelyn y le atenderé con gusto. ¿Desea ver el menú o ya tiene pensada alguna bebida que se le antoje?- Preguntó cortésmente.

La empleada ya estaba preparada para decirle al joven cuales eran las especialidades si así lo deseaba.

[Evarela Black Haughton]

Evarela no pudo evitar reír ante el comentario de su prima a cerca de que le gustaba más verla soltera. Cuando terminó de contar la historia Lyra habló ofriciéndose para cuidar a su hija si alguna vez lo necesitaba. La banshee la miró sonriendo con sincero agradecimiento. Ahora que su prima conocía a Caterina sabía que podría cuidar de ella si alguna vez lo necesitaba. Claro que también lo habría hecho si se hubiese presentado una noche en su casa con la niña para que la acogiera. La segunda parte de la convsersación hicieron que el semblate de la bruja se volviera serio.

 

- ¿Qué pasó con esa familia? - inquirió sin poder evitarlo - ¿Lionel? - inquirió extrañada.

 

Después de tanto tiempo Evarela no iba a ser la única que tenía algo que contar. Lo cierto era que hacía años que no se setaba junto a Katara y charlaban con aquella tranquilidad. Siempre habían sido brujas muy ocupadas pero, por fin, podían ponerse al día de todo lo ocurrido en los últimos años. Devió la mirada hacia su hija, que en ese momento estaba en el suelo. Al parecer se había caído pero eso no le impidió seguir jugando sin quejarse. Sonrió y volvió a mirar a su acompañante.

 

- Sí, son los enemigos de siempre y unos cuantos viejos personales. No sé muy bien porqué, pero hay gente me la tiene jurada - agregó sonriendo con falsa inocencia. Claro que lo sabía, todos y cada uno de esos enemigos se los había ganado a pulso - Y después de mi viaje me gané unos cuantos más, pero esos son los que menos me preocupan. No sé por donde pueden salir nuestros queridos amigos... ¿quién sabe si son capaces de llegar tan lejos? Les he visto hacer cosas dignas de sus rivales - le dio un sorbo al café y se cruzó de brazos - Casi se me olvida... ¿por qué te alegra más verme soltera? Es simple curiosidad - comentó riendo - Y sí, ahora mismo estoy soltera. Llevo ya un tiempo así.

[-_Vegueta_-]

Sentado encendi el cigarrillo en mi boca y observe a la joven que se habia acercado a mi mesa, mientras tomaba

el cenicero que me habia dejado la elfina, la cual se alejaba lentamente. Analice a la jovencita de pies a

cabeza pareciendome bastante atractiva, y llamandome la atencion sus ojos negros, pero deje de lado

todo eso para ser atendido.

Su presentacion, la cual habia echo la chica de nombre Evelyn, fue bastante cordial y me quede observandola

para luego tomar entre mis manos la carta o menu

 

- Que me recomiendas ? - pregunte directo y sin rodeos - Por cierto muchas gracias -

 

La observe mientras dejaba el cigarrillo en mi cenicero.

[Lyra Katara Selwyn]

Katara con Evarela y Caterina.
Escuché la pregunta de mi prima y sonreí. Al menos yo no había prometido mencionar nada del tema.

-Los hijos crecen, prima linda. Al final se cansan de tener una madre y de hacerle caso.- Comenté, encogiéndome de hombros.-Por más que los apoyes, cuando uno los necesitas, ellos te dan la espalda. La mayoría de las veces ellos son los que se van, así es como debe ser, pero en este caso, como eran varios y ese castillo se convirtió en un castillo fantasma para mi, lo decidi dejar por la Selwyn. No tiene mucho sentido estar en una familia en la que ni un buenos días te dan, ¿no crees?

Comenté, pensativa. Si, lo lógico era que los demás se fueran, son los hijos los que deben irse, pero en esta ocasión no fue así, en parte por culpa mia el haber cedido tan fácil, pero ya no estaba interesada en perder mi tiempo por algo que no iba a cambiar.

-No todos los hijos son así, pero los que me hubieran apoyado estaban demasiado lejos. De todas formas, en ese entoncesse presentó la oportunidad de heredar la Selwyn, mis tíos que me cuidaron desde pequeña cada verano, murieron y me la habían dejado. Uno de mis hijos dijo que me iba a acompañar, pero al final le importó más quedarse con el apellido anterior que ya ni quiero mencionar y no volví a saber nada de él.

Era lo que podía decir resumidamente, había mucho por contar todavía, empezando que algunos no estuvieron de acuerdo con que sacara al secuestrador de la familia ya que me cansaron su forma de controlar el castillo. No iba a estar asi toda mi vida, claro esta.

-Lionel es mi hijo menor, tiene veintiun años y es el único que estuvo a mi lado mientras todo lo de la familia pasaba. Si tienes tiempo te cuento bien la historia, no es muy larga. También explica porque no lo conociste antes.- Comenté. -¿Sabes? De todas formas me alegra haberme salido de esa familia, porque si hubiera seguido en ella con tantas malas vibras, no podría concentrarme en la familia. En la Selwyn prácticamente estoy sola, mis otras dos hijas tampoco van nunca, pero asi puedo irme de viaje cada que un curso lo requiera.

Lo último era cierto. No sabia para que había salones en la Universidad, si después de todo las clases por lo general se impartían fuera de ella.

-Prometo que te presantaré a Lionel a ti y a Caterina, para que empiece a confiar en el y asi sepa ue tiene a alguien más que la cuide.- Comenté.- Casi se me olvida contestarte porqué me alegra que estes contenta. Aunque en realidad lo conocí poco, he escuchado muchas cosas negativas de él. Como el hecho de que es demasiado mujeriego. No es que me afecte, cada quien tiene su estilo de vida y yo no soy quien para juzgar, pero no me hubiera gustado saber eso cuando estabas con él.

 

Esperaba no haber lastimado a mi prima con este cmentario. ¿Ella sabía como era su expareja en realidad? Esperaba no haber metido las cuatro patas gatunas que tenía.

 

~~~*~~~
Evelyn, empleada , atendiendo a -_Vegueta_-

-De nada, caballero. Creo que lo primero será por empezar con las bebidas. Tenemos una gran cantidad de refrescos, aguas, malteadas, aunque si lo prefiere tenemos varios tipos de café, el negro, descafeinado, capucinno, si se decide por alguno de estos últimos le explico mejor que sabores tenemos.- Comentó.-A cualquiera de estas bebidas se le puede poner con un costo extra, un poco de filtro de la paz, felix felicis o poción herbovitalizante. El efecto duraría un día solamente.

Evelyn le dio la carta al cliente para que viera el menú de bebidas con más detalles. Obviamente en ese piso no se vendían bebidas alcoholicas, pero ya le comentaría al cliente del bar cuando hiciera su pedido.

-De comer, tenemos una gran variedad de ensaladas, antojos como papas fritas, emparedados, tortas y pasteles, es lo que más suelen pedirnos.Pero si desea algo diferente, puedo preguntarle al chef si puede hacerlo.- Mencionó.

Espero que el cliente se decidiera primero por la bebida y después le expicaría el resto. Observó el cenicero, no había problema porque este se llenara, ya que tenía un encantamiento para hacer que cada vez que esto sucediera se limpiara solo.

Editado 2 de Mayo del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Evarela Black Haughton]

Un extraño sentimiento comenzó a brotar en su interior sin que pudiera definirlo con exactitud. La situación que Katara le acababa de contar era extraña y delicada. Cada familia era un mundo y a veces pasaban cosas que el resto de personas no entendía pero el simple hecho de que Lyra hubiera decidio dejarlo todo atrás, incluso su apellido, significaba que algo grave había pasado. Sentía pena por su prima, ese era el sentimiento. Pero no solo eso, también frustación por no poder hacer nada e injusticia. Y lo peor de todo es que no se había percatado de nada.

 

- Lo siento prima. A veces es mejor dejarlo todo atrás, tienes razón pero sigue pareciéndome injusto. Lo bueno es que ahora estás más tranquila ¿no?

 

La sorpresa no se hizo esperar para verse reflejada en el rostro de la banshee. ¿Lionel era su hijo? ¿De veintiún años? ¿Cuańdo había sucedido aquello que ni si quiera conocía de la existencia de aquel joven? Desde luego Evarela no era la única que había oculado cosas a su entorno. Asintió cuando escuhó que les presentaría a su hijo menor.

 

Finalmente habló de su exnovio. La mortífaga no pudo evitar reír ante su comentario. Aquello no le pillaba de sorpresa pero lo que la bruja no parecía saber es que Evarela era igual o peor que León. Desvió durante unos segundos la mirada hacia su hija, que parecía haberse descargado lo suficiente como para quedarse sentada un rato. Volvió a centrar la atención en su acompañante.

 

- Cuando quieras, tengo ganas de conocer a tu hijo menor - comentó sonriendo - En cuanto al padre de Caterina no tengo mucho más que añadir. Sé que es un mujeriego pero no creas que yo me quedo atrás en ese tema - dijo encogiéndose de hombros - En teoría mientras estuvimos fue sincero pero una nunca sabe lo que se puede encontrar con un demonio ¿no? - agregó sin perder la sonrisa.

[Lyra Katara Selwyn]

Me agrado ver la solidaridad de mi prima. Con casi nadie había hablado libremente del tema, a decir verdad en estos meses estaba bastante aislada, por decisión propia, pero no era algo que me preoucpara.

 

 

-Ya estoy mucho mejor, prima linda. Además, estoy mejor así, tengo un castillo prácticamente para mi y mis mascotas.- Comenté.-Estoy mejor sola, libre de todo tipo de dramas. Creo que les he perdido la paciencia a estos.

 

Bromeé, aunque en parte había una gran verdad en esto. Tantos reclamos o dramas me habían cansado y ya no les tenía paciencia, al grado de que si alguien pretendía hacer uno mejor lo ignoraba. ¿Qué tenían de divertido? Simplemente, no lo entendía.

 

-Lo llevaré a tu tetería, creo que a esa puedo pasarme sin problemas y le gustará. - Prometí. -Tienes razón con lo de los demonios y entiendo tu relación con el padre de la niña, aunque me alegra no haberte molestado con el comentario. En realidad se puede decir que con el padre de Lionel hay una situación similar, aunque prefiero no dedicarle mi tiempo a otra persona aunque sea para pasar el rato. Ya pase por eso y me gusta más la soltería.

 

No tenía miedo a que me engañaran, porque sabia que en cualquier momento podría hacer lo mismo, pero si a las discusiones, a los malos ratos y a que quisieran quedarse con la mitad de mi fortuna o mis mascotas. Defintiviamente eso no pasaria. Me di cuenta que Caterina se había detenido un poco en los juegos.

 

-Si necesita dormir o descansar, en la oficina tengo unos cómodos sofas donde pueden hacerlo. Mejor dicho en mi sala de descanso. Uno está un poco arañado, pero nada que un reparo no pueda arreglar.- Mencioné.

 

Al menos en la sala y en la oficina podía arañar los muebles libremente. En el resto del local era mejor no hacerlo, tenían que estar presentables.