Ranas Lunares (MM B: 105591)

[Helene Eloise Bellerose]

Había recibido una preciosa invitación que señalaba la hora y la fecha del bautizo de los mellizos, sus hermanitos. Kassandra había esperado hasta aquel día, recorriendo el callejón Diagón en busca de algún detalle para los niños que les recordara aquel día especial que estaban por vivir. Evidentemente ambos niños eran apenas unos bebés, aunque su naturaleza híbrida provocaba que crecieran más rápido y aparentaran mucha más edad de la que realmente tenían. Ella no había tenido oportunidad de compartir mucho con ellos cuando habían apenas nacido, mucho menos compartir la temprana maternidad de Kyttara. Oportunidades como esa eran perfectas para redimirse y aproximarse nuevamente a una familia que había perdido a causa de su alejamiento del mundo mágico.

 

El día señalado ella partió en dirección al local donde tendría lugar aquel evento. Sin embargo y a causa de su desconocimiento con los cambios que había tenido el callejón, no pudo evitar perderse entre tiendas y callejas haciéndose evidentemente tarde. Cuando finalmente llegó al lugar, se acercó con lentitud, alisando los pliegues que arruinaban la elegancia del vestido azul que junto con unos zapatos de tacón alto a juego, formaban parte del atuendo que había elegido para aquella ocasión. Aquello requirió mucho de su habilidad motriz, ya que tuvo que malabarear con ambos ositos de felpa mágicos que había decidido llevar como detalle para sus hermanitos.

 

Entró al lugar maravillada con la decoración que la recibía. Ya había llegado gente lo que le confirmó que había perdido tiempo cuando estuvo dando tumbos sin rumbo por ahí. Se lamentó, mientras avanzaba un poco por el local buscando a su madre. Finalmente escuchó la voz de Naika y se dirigió hacia la fuente del sonido para preguntarle por su madre. Sin embargo, encontró a Ethan y no pudo evitar sonreír. Se acercó por detrás del mago y se dirigió con lentitud hacia su hermano. De manera traviesa lo apachurró entre los dos peluches que llevaba en ambas manos, ya que evidentemente no podía apachurrarlo sin que los peluches cayeran al suelo.

 

—¡Her-ma-ni-to! —Exclamó mientras reía por el sobresalto del Rambaldi. Lo soltó después de terminar de reírse, y le dirigió una mirada apenada a Ley que también se encontraba junto a su hermano. —Perdón por este arrebato mío. —Sonrió. — Soy Kassandra, creo que ya nos presentaron en el baile de las momias ¿no? —Se dirigió con cortesía hacia la bruja, sabiendo que ya había tenido el placer de encontrarla anteriormente. —Que bonito está todo, ¿no les parece? —Observó mirando una vez a su al rededor y perdiéndose en las bonitas decoraciones que aportaban calidez al ambiente. Seguía preguntándose sin embargo dónde se encontraría su madre.

[Emilia Malraux]

La joven descanzaba recostada en una de las ramas mas altas de un frondos pino, no sabia cuantas horas habia estado alli la verdad habia perdido la nocion del tiempo.

 

Un sin fin de nubes habian pasado sobre ella y el sol se vislumbraba radiante en su punto mas alto, por lo que la Gryffindor calculo que era mediodia. Ese día era un día especial pues su madre habia decidido bautizar a sus dos hermanitos menores, un evento al cual ella jamas habia asistido y sentia una gran curiosidad.

 

Bajo de un salto del pino y corrio a toda velocidad por el bosque en el que estaba rumbo a la mansion de su familia, pues debia cambiarse y salir cuanto antes a Ranas Lunares o su madre la mataria.

 

Una rápida decicion llevo a la gryffindor a ponerse una falda negra con pequeñas florecillas blancas 4 dedos por ensima de la rodilla y ceñida a su cintura, un croptop negro manga larga y unas botas de tacon a demas de un collar muy vitange hecho con una de las plumas de asshai su aguila, sus cabellos caian hasta su cintura en ondas.

 

Se miro unos segundos al espejo y tomando su bolso salio a toda velocidad hacia la estancia donde al llegar encontro a su familia reunida para festejar el gran dia de sus hermanos.

 

Al llegar naika la elfina de su madre la saludo y recibio con gusto, gesto al cual la gryffindor correspondió con un cariñoso apreton de manos, mientras caminaba hacia donde se encontraba su familia.

 

A la primera persona que saludo fue a su madre kyttara, a la cual tomo desprevenida cuando dejo en sus mejillas dos sonoros besos -espero no llegar tarde mama- dijo mientras le sonreia angelicalmente y se acercaba a su madre adoptiva a la cual tambien saludo con dos sonoros besos en las mejillas, y se agachaba para besar en la frente a ambar quien ya estaba enorme.

 

Un poco mas allá diviso a kassandra y a ethan sus hermanos a los cuales saludo tirandose a losbrazos de cada uno y dandoles sonoros besos en las mejillas, incluyendo un despeinos a ethan a quien le guiño el ojo.

 

-Emiliaaa- dos gritoa agudos e infantiles hicieron que la pelirroja se girara y abriera los brazos de par en par para saludar a sus pequenos homenajeados -mis terremotos favoritos pero que bellos y elegantes estan - dijo besuqueando sus caritas mientras sacaba de su bolso dos pequeñas cajitas.

 

En una se encontraba un dije de oro en forma I el cual era el regalo para su hermanita y en la otra caja un anillo tambien de oro pero con una cubierta plana donde resaltaba una S el cual era para su hermano -espero les gusten y se acuerden de mi cuando se los pongan- dicho esto los pequeños corrieron en direccion a kyttara para mostrarles sus nuevas pertenencias.

[Kutsy Stroud Lenteric]

Era el momento, lo sabía sin embargo seguía sentada, –bueno semiescondida–, en uno de esos polvorientos escritorios que se encontraban en la oficina del departamento aún meditando sobre mil cosas… Sabía que se hacía tarde y que además no había excusa para faltar por nada del mundo a aquel evento después de todo era madrina de uno de los gemelos, aunque así no lo pareciera, de cierta manera me encontraba nerviosa.

 

La razón se resumía a una sola pero no tenía tiempo para meditar al respecto así que me levanté y guardé mi varita en uno de los pliegues del vestido negro, que tenía pequeñas manzanas rojas bordabas a lo largo de la falda además de una cinta del mismo tono alrededor de la cintura, mi cabello negro caí tras mi espalda, de mi cuello pendía el sencillo collar que tenia un dije de media luna y nada más.

 

Suspiré y bajé la vista hasta mis zapatos de piso antes de atreverme a dar el primer paso fuera de la oficina. Sólo era un bautizo me repetí mientras casi me movía en automático por todo el lugar, subía al ascensor… Fue mi último recuerdo antes de que mis pupilas bicolores admiraran la cantidad de gente en el callejón y nuevamente me sumía en mis pensamientos, no era del todo necesario que prestara atención a mi alrededor, como demonio poseía ciertas facultades que me servían a sobre manera.

 

Finalmente tras andar un par de locales más el sitio en el que se llevaría el evento se presentaba ante mí, un par de recuerdos acudieron a mí mas sencillamente los omití con fuerza. Era un hecho no estaba bien, pero no faltaría por nada a ese compromiso, suspiré, esbocé la sonrisa más convincente de la que fui capaz y abrí la puerta del local. Un par de voces conocidas llegaron a mis oídos conforme me internaba en aquel recinto donde la decoración resultaba agradable a la vista.

 

Me quedé quieta en la primera planta al percatarme de que realmente estaba sucediendo, no puede moverme, sencillamente me senté en el tercer escalón de las escaleras que me llevarían ahí donde las voces se escuchaban –necesito pensar – exclamé quedadamente.

[Ethan Lenteric]

Ethan Lenteric Rambaldi

-Mi tía? wow eres tan joven... bueno pues es un gusto conocerte tía Ley.-El Rambaldi sonrió ampliamente estrechando la delicada mano de la hermana de su madre y al escuchar a su propia hermana Kassandra volteo su vista y rió levemente.

 

Rodeó a la castaña con uno de sus brazos y dio un beso a su mejilla de manera cariñosa, hacia poco tiempo que había conocido a sus hermanas y a su madre pero ellas se habían ganado un lugar en su corazón mucho mas grande del que se pudo imaginar. Observo los peluches de oso que traía su hermana en las manos mientras esta intercambiaba conversación con su tía Ley y realizo un puchero con sus labios, no tenía un regalo para los mellizos pero en realidad no sabia que tenía que llevar un regalo al "bautizo ritual satánico" (como solo el lo llamaba).

 

-Debo decir que ese azul te queda muy bien Kass pero no debiste de traer regalos...yo no traje, siento que mamá me va matar...-Rió levemente también mirando a Ley y cuando escucho a otra de sus hermanas de inmediato la abrazo.

 

Emilia siempre lucia hermosa y despampanante con lo que se pusiera, podía ser sobria y elegante pero al mismo tiempo podía ser rockera y rebelde. Sus estilos eran bastante similares y eso era una casualidad de la vida o tal vez se debía al lazo tan misterioso que los unía, un lazo tan único que ninguno de los dos sabia como funcionaba.

 

-Pelirroja de mi vida... me alegra que hayas llegado.-El abrazo con su hermana duro unos cuantos segundos y como era típico en ella despeino su cabello rubio haciendo que el mago frunciera la nariz de manera divertida.

 

@ @@Emilia Malraux @Kassandra S. Weasley B.L.

[Arya Macnair]

—Ley, que gusto verte... ¡Ámbar, no!

 

La triste realidad de una madre, dividir su vida entre el "todo" y los desastre que podía llegar a ocasionar su pequeña hija, quién a decir verdad no parecía controlar en absoluto sus poderes. El salón poco a poco comenzaba a llenarse y eso le hacía ver más hermoso y elegante, todo lo que los pequeños mellizos se merecía y mucho más. —Los obsequios van en la planta de arriba. Tomas la escalera de allí y subes, también hay disfraces— comenzó a su amiga señalando el sitio a donde debía ir para dejar de cargar ese lindo triciclo justo cuando la Elfina de Kyttara aparecía.

 

—Por favor Naika, podrías pedirle a mi ahijada que no se demore. Los nervios me están matando.

 

Rogó entrelazando sus dedos al tiempo que seguía a la pequeña de cabellos rojizos por todo el lugar. Ámbar parecía ser la dueña de la fiesta, corría de mesa a mesa, hacía levitar los cubiertos de plata, bailar entre ellos y caer sobre el mantel con delicadeza como si nada hubiera pasado, intentaba alcanzar los globos que flotaban al ras del techo sin éxito, por lo que su madre no tuvo más remedio que darle uno propio color verde, pues la había visto con intenciones de incendiar absolutamente todo de no conseguir lo que quería.

 

—Mami, mami... Mily— Gritó eufórica la niña corriendo en dirección a Emilia.

 

Mientras ella correteaba a su hija de aquí para allá, un muchacho que no conocía llegó y se unió a una cálida conversación con Ley, así mismo llegó Kassandra, la hermana de su cuasi hermanastra Alessandra, y Emilia, por quién Ámbar clamaba desesperada y a la cual se le prendió como garrapata. —Vaya, me alegro de que todos estén aquí. Como ya dije, los obsequios van en el piso de arriba, por favor y si son tan amables— expresó, señalando una vez más la escalera, cuando los elfos de Lyra comenzaron a aparecer con bandejas de plata para servir bebidas y pequeños snacks en lo que los homenajeados aparecían.

 

Increíblemente todos eran familia. Arya dejó a la niña con Emilia, a la cual saludó desde lejos con una amplia sonrisa, caminó hasta Kassa y tomándola por los hombros le depositó un beso en la mejilla, —Gusto en verte— comentó el tiempo que se volvóa hasta Ethan sin dejar de sonreír, pero extendiendo la mano de manera cortés, —Arya Macnair, madrina de Kyttara. Y en ésta oportunida de Seinmontt también— se presentó entrecerrando los ojos al ensanchar su sonrisa, —Un placer conocerte— agregó, siempre era bueno ver caras nuevas.

 

 

off: chicos, lamento arruinar sus roles, pero Kyttara no está aun en el salón, ni los mellizos. Si la leen, en su elfina quién está con nosotros, ella no llegó aun.

[Rory Despard]

Llegando a Ranas Lunares, quedándome con @

- No hay nada que indique traje de etiqueta P-ko- dije mientras terminaba de colocarme el abrigo amarillo encima del blue jean y la blusa manga larga de algodón- así que ni vestiditos de seda ni tacones para mí.

 

Había sido un día bastante atareado en el trabajo, y de no ser por la excelente relación que llevaba con la familia Gryffindor, hubiera podido pasar de aquella invitación y dormir de corrido hasta el día siguiente. Pero no podía. Kyttara no iba perdonarme si faltaba a su invitación, y no la conocía lo suficiente aun como para exponerme a un posible arrebato de furia o molestia de su parte.

 

Me apliqué unas gotas de perfume, y colocando una boina sobre mi cabeza que pudiera disimular el hecho que mi cabello no estaba totalmente dócil como debiera, salí de la habitación. Sobre la mesa ratona estaba un paquete que contenía los regalos para los pequeños. Nunca había sido buena con el tema de regalos para pequeñines (no habia criado ninguno ni los criaría), así que había optado por dos sencillos trajes, azul marino para el niño y esmeralda para la niña.

 

Cogí mi varita con la mano libre y luego haciendo una venia de despedida a mi elfina que seguía refunfuñando, desaparecí del castillo rumbo al Callejón Diagon. No me costó mucho trabajo encontrar el local donde sería la ceremonia, Ranas Lunares.

 

La recepción no era en la primera planta, sino en alguno de los pisos superiores, así que rápidamente en cuanto entré al local busqué las escaleras y hacia allí me dirigí en cuanto las localicé. Muchas voces se dejaban escuchar, al parecer iba ser más que concurrido aquel evento. Pero grande fue mi sorpresa al encontrar al pie a nada más y nada menos que...

 

- ¡Ahijada, pero que haces aquí!- me incliné sobre Kutsy, confusa y deseosa de saber que hacía allí- ¿te encuentras bien? arriba ese ánimo, ya sabes, las fiestas pueden ser divertidas- le guiñé un ojo de forma cómplice para luego sonreirle mientras cogía su mano- sabes que lo que sea que te tenga preocupada puedes confiármelo ¿verdad? voy a estar para apoyarte siempre.

[Kutsy Stroud Lenteric]

​Llevando conmigo a @

 

 

Era absurdo dejar que ese miedo hiciera de las suyas, sin embargo ahí estaba sentada mirando el ir y venir de los elfos que llevaban consigo sendas bandejas…. Supuse que se trataba de comida, aunque yo no tenía apetito. Sonreí de medio lado al darme cuenta que estaba evitando pensar al respecto porque estaba completa e irrevocablemente indecisa, mi vida había cambiado drásticamente hacía los últimos meses y seguía haciéndolo.

 

Antes de que me preguntara sobre el paradero de mi novio una voz conocida atrajo mi atención, por lo que levante la vista para encontrarme con Bel Evans, mi madrina, un sensación cálida y de confort me recorrió el cuerpo al verla ahí, además del agradable contacto de su mano contra la mía ─lo sé, eso siempre lo tengo presente ─repliqué al tiempo que me levantaba de mi improvisado asiento ─y bueno estar bien en todo el sentido de la palabra no ─confesé bajando la voz un par de octavas ─pero como bien dices es una fiesta, ya hablaremos de eso lo prometo.

 

Por lo que la alenté a caminar junto a mí hacía donde se podía percibir la presencia de algunos invitados, el grito de Arya me hizo sonreí al intentar imaginar qué podría estar haciendo Ambar aunque seguro estaba divirtiéndose mucho, después de todo la decoración estaba pensada para el deleite de dos pequeños invitados y por supuesto de la madre de aquellos hermosos mellizos ─por cierto madrina no pensé encontrarte aquí, pero me alegra mucho que así fuera ─le decía justo cuando ambas llegábamos al encuentro de Ley, Arya quien seguía por el lugar a una pequeña niña pelirroja.

 

Además de Kassandra y dos jóvenes, Ethan y Emilia, que no recordaba haber visto antes ─hola, esperamos no llegar tarde ─exclamé acercándome aún tomada de la mano de Bel hacía donde Arya conversaba con todos para dedicarle una amigable sonrisa a cada uno de los presentes. Busque con la mirada a Kyttara pero no al encontraba pregunté ─¿alguien sabe si tarda en llegar Kyttara y los mellizos?

[Groter Shulton Granpié]

Groter Shulton Granpié.

No sabía como una persona iba vestida a estos eventos y desde quue había recibido la nota del bautizo no habpia tenido tiempo de investigar o preguntarle a alguien, así que llevaba un pantalón negro, con una camisa gris punteada con blanco, unos zapatos lustrados, un cinturón y el cabello recogido, esperaba que fuera lo suficientemente formal o informal, depende de lo que la ocasión requería.

 

Al final había decidido ir porque solo de esta forma podría volver a conocer a toda la gente que había olvidado, estaba cansado de tanta presentación, seguro no conocería a nadie, pero tenia imágenes de personas bastante presente en mi cabeza, alguna de esas personas podría estar ahí.

 

- ¿Se puede? - Noté que en este lugar había poca gente, esperaba aún haber llegado temprano, no tenía la menor idea de a dónde dirigirse, esto de no tener ni pizca de información comenzaba a volverse la parte mas odiada de mi cotidianeidad, incluso un poco aburrida tener que conocer todo para ver si recordaba algo.

 

Tal vez solo estaba de mal humor porque Ariadna no mme había podido acompañar, estaría ocupada y por eso no podría ir conmigo, si era una buena posibilidad que eso fuera lo que me pasaba, extrañaba a mi peliazul, tenía poco mas de una semana sin verla y eso no me gustaba.

Editado 11 de Septiembre del 2015 por Groter Shulton Granpié

[Galedra Azhebel Myrddin]

Todos se volteaban para verla, incluso hasta chocaban entre sí absortos como estaban. Y no era por admiración ni nada por el estilo, si no por el hecho de cómo aquella bruja vestía. Si bien antes ya era llamativa, ultimamente lo era más. Sus vestidos largos los había cambiado por faldas cortas...oh si, ahora usaba trajes de dos piezas. Una faldita corta que dejaba ver cuatro dedos sobre la rodilla, una chaquetilla de pronunciado escote y bien ajustada que resaltaba su delgada cintura...y todo, todo del color de su pelo: rojo pasión y del fuego. Si, su larga cabellera ondulada seguía meciéndose al rítmo de sus pasos de modelo que sonaban debido a sus altos tacos.

 

Sus ojos verdes iba leyendo los letreros de los locales, sin tomar en cuenta los cuchicheos a su alrededor.

 

Se detuvo frente al local que "sus informantes" le habían indicado.

 

Era el colmo tener una innumerable descendencia y no tener idea de quién era quién. Tendría que centrarse seriamente en actualizar el Lazo del Diablo Familiar. Sabía que la involucrada ¿? era una hija adoptiva de su querido y perdido Fokker, por ende aquellos chiquiñuelos pronto a ser bautizados, eran sus nietos (políticamente hablando).

 

No tenía ni la más remota idea de qué se trataba ese local; era la primera vez que escuchaba el nombre de ello.

 

Abrió la puerta y...

 

--Oh, una cafetería...

 

Y juegos infantiles.

 

Oh, a los mellizos le hubiese encantado (dicho sea de paso: dónde andarán? o.o)

 

Había más gente en el lugar, pero la pelirroja no los reconoció, por ende se dirigió a una mesa desocupada y acomodó toda su humanidad ahí en espera de ser atendida.

[Ethan Lenteric]

Seguía rodeando con un brazo a su hermana Emilia cuando una mujer se acerco a ellos, pelirroja e imponente, del tipo de mujer que era su propia madre. Al ver la radiante sonrisa que ella le dedicaba sonrió de igual manera y estiró su mano para estrechar la de la bruja con gesto educado.

 

-El gusto es mío Arya... mi nombre es Ethan y soy hijo de Kyttara.-Después del saludo miró a su al rededor y asintió levemente. -La decoración es estupenda por cierto... nunca había asistido a un bautizo o algo así en toda mi vida, los gitanos tenemos otro tipo de ceremonias y rituales.

 

Sus palabras no eran para nadie en especial, tan solo intentaba generar un poco de platica con las mujeres con las que compartía ese preciso momento. Volteó a la entrada y pudo ver a alguien que jamás se le hubiese ocurrido encontrarse en un lugar como aquel siendo este un evento familiar, su profesora de la universidad iba acompañada por una joven a la que se le escucho primero hablar y justo detrás de ellas su tío Groter que anteriormente había conocido en la mansión de su familia. Saludo a este con la mano y una gran sonrisa para después acercarse a la profesora Bel.

 

-Profesora que agradable encontrarla aquí, se acuerda de mi?-Preguntó esbozando una gran sonrisa mientras la miraba. -Oh lo siento, Ethan Lenteric a tus ordenes mmh soy hijo de Kyttara.-Saludo a la acompañante de su antigua profesora y al estar esperando sus respuestas observo como una pelirroja vestida con una falda bastante provocativa atravesaba el salón y se dirigía a una de las mesas del lugar. La siguió con la mirada y sintió dentro de su pecho como si ya conociera a esa mujer de algún lado, acaso eso era posible? -Si me disculpan...mmh un placer volver a verla profesora Bel...-

 

Camino con paso seguro hacia la mesa en donde se encontraba la mujer desconocida y aclaro su garganta.-Me permite acompañarla? -Preguntó señalando la silla a un lado de ella y sonrió, ahora mas que nunca se sentía identificado con aquella pelirroja de mirada penetrante.

 

-Que maleducado, disculpe mi nombre es Ethan Lenteric y soy hijo de Kyttara...llámeme loco pero siento que la conozco.-Dijo clavando su mirada en la de ella sin dejar que su sonrisa se perdiera del todo.