Castillo de la familia Haughton

[Mica Gryffindor]

Con @@Sakato Shoji

Notó sus dudas, antes de que su mano se deslizase hacia el broche de su capa. La rubia se incorporó suavemente y volteó para mirarlo, recorriendo con la mirada aquellas cicatrices marcadas por el fuego. Comprendió entonces sus dudas, aunque no tenía nada que temer, no se espantaría por meras marcas.

Lo vio tomar por unos momentos la expresividad de un pequeño niño, al retroceder y lanzarse al agua con tal alegría. Sonrió, contemplandolo unos momentos, antes de incorporarse, sintiéndose una intrusa en ese rato tan alegre del muchacho.

Era su turno. Se quitó las sandalias y luego sujétó la falda de su vestido para subirlo por sobre su cabeza, quedando tan solo en ropa interior. Se ruborizó un poco, temiendo estar sobrepasando algún límite, pero era mejor tener luego con qué vestirse.

Sin permitirse más dudas, se acercó al agua y dio un salto similar al de él, sintiendo el agua helada rozando cada centímetro de su piel y riendo alegremente al sarlir a la superficie.

-Está perfecta- murmuró y nadó hacia donde él se encontraba.

Sin pensarlo dos veces alzó una de sus manos y la deslizó sobre el abdomen de él, aprovechando el modo en que flotaba, recorriendo con suavidad las antiguas cicatrices.

-No permitiré que nadie más te dañe- se propuso.

[Natasha Nettles.]

Apareció, como el calor de verano que llega tras duros meses del frío invierno. Con el cabello rubio, los ojos ambar y esa forma de ser ella; La había encontrado. Después de buscar como loca a la persona que Eckbër le había dicho, después de tener que dejar atrás su casa... ¡Ahora estaba con ella!

 

-Ho-hola Agatha.-Respondió buscando su voz.-Soy Natasha Nettles, no se si me reconocerás... Nos carteamos hace un tiempo, antes de que él muriera.-Dijo rascándose la nuca con nerviosismo.-Me dijo que viniera aquí, que si algo le pasaba ya lo teníais todo hablado para que viviera contigo... Me he vuelto loca para encontrarte, la gente no suele hacer mucho caso a una cría de 14 años ¿Sabes?-Explicó frustrada, analizando a la mujer que tenía enfrente.

 

 

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[Sakato Shoji]

el agua estaba helada y relajaba cada poro de mi cuerpo, aun así el color subió a mi rostro al notar que ella se quitaba el vestido, decidí mirar hacia otro lado, concentrándome en algunas briznas de hierva hasta que escuche el ruido de ella entrando en el agua, no se porque, pero esto me relajo, y cuando ella salio del agua sonriendo no pude evitar reír yo también, incluso cuando sentí su tacto en mis cicatrices no me sentí incomodo. "yo ya estoy dañado", pensé por un momento mientras me hundía para sentir el agua helada en mi rostro.

 

nade un rato a su lado y por un momento mis ojos se perdieron en su dorada cabellera flotando, arrastrada por la suave corriente parecía formar un mar de oro pudo donde suaves olas viajaban de un lado a otro. luego me dedique a flotar un poco, en mas de una ocasión pude sentir el suave tacto de su cuerpo junto al mio, pero el agua helada me mantenía completamente relajado, la mire nuevamente y su rostro se me antojo incluso mas bello cuando los reflejos del sol e el agua resaltaba sus facciones.

 

"no puedo creer que no vengan mas seguido a bañarse en este rió" le dije entre risas mientras lanzaba un poco de agua en su dirección "incluso a esta hora el agua es deliciosa" nade un poco , dejando que el agua helada refrescara la piel de mi espalda, usualmente mucho mas caliente de lo normal, en cierta forma el fuego aun quemaba dentro de mi, cerré los ojos, la sensación del agua helada era maravillosa, y me hacia olvidar todo el dolor que hubiera tenido antes. "¿que otras maravillas esconde este castillo?" le dije mirando los brillantes ámbares de su rostro "es el sitio mas increíble que vi nunca" me acerque un poco y le sonreí "aunque quizá he conocido la mayor de las maravillas desde que la puerta se abrió"

 

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Editado 22 de Junio del 2015 por Sakato Shoji

[Mica Gryffindor]

Con @@Natasha Nettles.

Miró incrédula a la muchacha que tenía en frente, hasta que sus palabras empezaron a hablar de aquello que nadie sabía. Abrió mucho los ojos y el corazón pareció querer escapar de su pecho mientras la escuchaba ¿Podía ser? ¿Después de tanto tiempo?

No pudo evitar arroarse hacia ella y estrecharla fuertemente en sus brazos. Al fin estaba allí, más allá de tanto mal momento que hubiese atravesado hasta encontrarla... ahora estarían juntas.

-Mi niña lo siento tanto... no podía ir a buscarte- susurró sintiéndose culpable- Cuando perdimos contacto temí lo peor... pero no pensemos en eso. Pasa, esta será tu casa- intentó sonreír a pesar de todo y le abrió paso a Natasha.

Miró la bandeja sobre la mesa ratona y luego al elfo que había recibido a la joven.

-Traeme otra taza y más galletas, de seguro mi hija tiene hambre tras el largo viaje...

Con @@Sakato Shoji

Nadó sin pederlo de vista, como temiendo que solamente por dejar de verlo él pudiese desaparecer de su vida. No, no podría resistir algo así. Si bien sospechaba que él no compartiría nunca sus sentimientos, estaba dispuesta a acompañarlo y guiarlo mientras él se lo permitiese.

Por su mente vagaban esas ideas, aunque el relax que el agua le regalaba las hacía más débiles cada vez. Allí, ambos rodeados de la fresca sustancia, rozandose de vez en cuanto en forma espontánea, eran uno. Sentía una conexión poco común con ese caballero que acababa de llegar a su vida, como si lo conociera desde mucho antes.

Escuchaba sus palabras y se dejaba llevar por la suave corriente. Ella misma se sentia muy impresionada por la belleza del lugar que visitaba por primera vez. Todo era perfecto, o así lo sentía al compartirlo con él. Esperaba conocer más, y la joven estaba dispuesta a enseñarle todo.

De pronto lo vio acercarse, sonrriendole y no pudo evitar sonreirle también. Sentía una felicidad poco frecuente, muy intensa. Se acercó el tramo que quedaba hasta donde el joven estaba y estiró sus brazos para abrazarlo desde detrás del cuello.

-Tu me haces ver todo con otros ojos... eres maravilloso- susurró sin atreverse a decir nada más.

Deslizó sus manos por su cuello hasta soltarlo y se alejó poco a poco, arrepentida por el atrevimiento. "Basta, Agatha. ¿No tr basta ser rechazada una vez?" se dijo avergonzada, nadando para alejarse más rapidamente.

[Christopher_BlackRosier]

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Escuche todo lo que me dijo en silencio sin dejar de observar su hermoso tatuaje mientras ella besaba su frente lo cual hizo

que me sonrojara un poco

 

Por los estudios no te preocupes de todas formas vine a eso y nadie me va a detener hasta que termine los estudios así que eso

es pan comido -sonrió un poco-

 

Que otros consejos me puedes dar? es difícil conseguir unirme? Duele cuando te hacen el tatuaje?

-Se estaba dejando llevar por todas las dudas que inundaban su mente sin poder parar solo soltaba pregunta tras pregunta-

 

He escuchado que los tatuajes que se hacen los muggles son peligrosos por que puedes sangrar y si no te los cuidas

puedes infectarte -esto último lo dijo mas para el mismo que para su madre-

[Sakato Shoji]

su abrazo me tomó por sorpresa, aun no me había acostumbrado al tacto de las personas, decidí no pensar mucho en ello, no quería que las cosas se volvieran incomodas para ella, flote un momento sin cuidarme de la corriente, pensando en como aliviar un poco el ambiente, ella se había alejado y no me miraba en ese momento.

 

entonces se me ocurrió una pequeña broma para aliviar la tensión, me acerque silenciosamente por detrás, hasta que estuve a la distancia correcta, y con un movimiento fuerte de brazos le salpiqué una buena cantidad de agua sobre la cabeza, y luego me alejé riendo y nadando de espalda y mirándola salpicar un poco de agua en mi dirección.

 

mientras flotaba bajando por la corriente miré al cielo, a lo lejos unas nubes negras se estaban juntando para una de aquellas tradiciones inglesas que yo adoraba, iba a llover por todo el día. "hasta ahí nos llego el sol" le dije y cuando ella se volvió señale la gran masa de nubes grises, me pareció ver un poco de tristeza en su mirada "¿porque no hacemos una promesa?" le dije mientras me acercaba, tome su mano bajo el agua "cuando podamos vengamos aquí, es un gran placer estar contigo, aunque con este clima ingles las oportunidades de nadar sean pocas" luego nade hasta la orilla.

 

las nubes ya empezaban a tapar el sol cuando salí del agua y me puse mi túnica.

 

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[Natasha Nettles.]

Pestañeó, una, dos y hasta tres veces. El abrazo la había dejado estupefacta, tanto que sus brazos se habían quedado intertes sin poder corresponder al afectuoso abrazo. Había llegado a su nueva casa, había encontrado a su... madre que raro le sonaba esa palabra en su mente, no quería pensar como sonaría salir de sus labios. Ahora solo quedaba convivir allí el tiempo necesario hasta que pudiera independizarse.

 

-Pensé que te habías olvidado de mi, después de un año sin saber nada de mi. También soy un poco culpable por no haberte escriro, pero las palabras no salían.-Explicó recomponiendose de esa extraña muestra de afecto, no estaba muy acostumbrada.-Galletas no, por lo que más quieras. He comido tantas en este tiempo que al final las he aborrecido, preferiria algo de fruta.-Dijo dejando caer una pequeña mochilla al lado.-Tengo que avisarte que apenás tengo nada, mi ropa se quedó pequeña y nunca me gustó tener muchas cosas. Solo tengo unos libros, un álbum de fotos y un reproductor de musica.-

 

Una vez le informó de todo, se quedo mirandola con más atención, si no recordaba mal aquella mujer tenía más hijos por lo cual tendría hermanos... Menudo marrón, esperaba que no fueran pequeños porque ella no tenía pensado cuidarlos; Bueno, con un dinero extra quizás.

 

-No pienses nunca que a mi me pasará nada. Yo no me encontraba en aquella cena y él sabía que aquella gente no era de confianza. No tratemos ese tema, mejor así; Dejando a los muertos descansar.-Dijo con la mirada en la pared.

[Mica Gryffindor]

Con @Christopher_BlackRosier

Él le aseguró que le iría bien en los estudios, tranquilizándola al instante. Sonrió por su promesa, sintiéndose orgullosa de solo pensar lo lejos que podría llegar aquel muchacho si seguía con tal firmesa todo lo que se proponía.

-Ya vas muy bien encaminado- dijo ante su pregunta ¿qué más podría hacer? Pues ser paciente, pero no era la mejor respuesta para ese momento. -Creo que ya estás listo para pedir unión a una nueva familia ¿has oído hablar de la mansión Riddle? No, no es una familia convencional... no figurará en tus papeles, pero allí te sentirás más cerca de aquello que tanto deseas.- dijo tras pensarlo unos mementos, pues sabía que su hijo se sentiría muy bien allí.

Rió tranquilamente cuando preguntó sobre el tatuaje, aquello no tenía nada que ver con esos dibujos que los muggles utilizaban en la piel... nada.

-Duele, y dolerá toda tu vida mientras la Marca Tenebrosa continúe activa. Será el dolor más hermoso que puedas sentir, eso te lo aseguro.- Sonrió, convencida de lo que decía, pues lo había experimentado miles de veces.


Con @@Sakato Shoji

No notó el momento en que él se acercó hasta ella, pero sí sintió de pronto como gran cantidad de agua caía sobre su cabeza y él reía alejándose. Eso no ayudó a dispersar el mal momento en el que sola se había metido, mas intentó reír para no incomodarlo. Volteó para ver cómo se alejaba e improvisó una sonrisa y un conta-ataque.

Notó entonces como su mirada se desviaba hacia el cielo y luego le señalaba a ella aquel detalle: nubes de tormenta se deslizaban por el cielo en forma amenazadora. Suspiró, no quería marcharse pero sería peligroso permanecer en medio de un posible dilubio.

Las palabras del caballero parecieron adivinar lo que estaba pensando, proponiendo una promesa que cumpliría con gusto. Asintió y lo siguió hasta la orilla, saliendo del agua y poniéndose su vestido de inmediato, como si de pronto estuviese inhibida al mostrar tan abiertamente su cuerpo.

-Solo espero que quieras regresar conmigo hasta aquí- dijo con cierta tristeza, empezando a caminar, pero no en la dirección por la que habían llegado. Aún había algo más mor mostrarle.

Siguiendo el lecho del río, pronto llegaron a su desembocadura: un bello lago que se expandía hasta perderse de vista por los terrenos. El agua se notaba mucho más calma allí, aunque era difícil saber la profundidad que podría adquirir.

-Espero que te guste- susurró.

Un fuerte trueno resonó entonces, seguido por grandes gotas de lluvia que caían incesantemente. Su vestido no tardó en empaparse, pegándose incómodamente a su cuerpo. Miró a Sakato a los ojos y tomó su mano riendo, antes de empezar a correr rumbo a casa.

Atrás habían quedado sus sandalias, pero no importaba pues con ellas no hubiese podido correr.


Con @@Natasha Nettles.

Supo que había incomodado a la joven por tan repentino abrazo, pero ella lo necesitaba. Necesitaba saber que era verdad que estaba allí, de pie frente a ella, llegando por fin a casa. Sonrió tranquilamente escuchándola y la observó caminar por la sala hasta dejarse caer en el sofá, explicándole lo poco que traía con ella.

-Ropa tengo de sobra y aquí las comodidades son muchas- dijo con calma, dirigiéndose hacia el sofá frente a ella. Asintió hacia un elfo que la miraba expectante ante la mención de su hija de querer fruta- todo lo que diga esta jovencita, solo cúmplanlo- aseguró hacia la criatura, viendo como de inmediato corría a buscar lo que ella había pedido.

Notó como la mirada de la niña se perdía de solo mencionar ese episodio del pasado. Suspiró comprendiendo que había terrenos en los que sería meor no meterse.

-Tranquila, no se volverá a mencionar- fue entonces cuando el elfo regresó presuroso cargando una bandeja con frutas peladas y troceadas- espero que te guste, mi niña. Come tranuila, que tendremos mucho por hablar y recorrer.- Afirmó con calma.

[Natasha Nettles.]

Y valla si comió, toda la fruta que venía en el plato terminó en su estomago. Nunca pensó que tubiera tanta hambre desde que había partido de casa. Hasata una vaca se comería sin problemas... Total, comiera lo que comiera no engordaba ni un gramo.

 

-No tengo pensado quedarme mucho tiempo aquí, bueno el necesario. Tengo pensado comenzar a trabajar en cuanto termine los estudios... Veré si puedo trabajar en San Mugo y si no es posible, trabajaré en algún bar o algo así. Sabes que siempre me ha gustado ser independiente.-Le explicó a su madre con una pequeña sonrisa.-No quiero abusar de tu hospitalidad...-Dijo mirándola.-¿Y tú, no tienes nada que contarme?-

 

Viviendo en un lugar tan lujoso y tan respetado... Seguro que todo le iba de lujo. Cuanto cansancio tenía acumulado...

[Little G.]

El cielo era de un azul claro y no se vislumbraban nubes próximas. Los rayos del sol caían sin piedad sobre el bosque que abría paso al hogar de los Haughton, ubicada sobre la cima de una colina, a través de un camino empedrado. Se escuchaba el rumor del algua corriendo, pero parecía ajena y distante al paisaje que los ojos de Little Georgina contemplaba. Aun le quedaba un pequeño trecho antes de llegar a la puerta principal, mas sus pies se detuvieron sin que esta se percatara de ello. Estaba nerviosa pese a que su rostro mantenía una expresión estoica.

 

-Mamá -. La vocecita de una pequeña niña la sacó de la ensoñación. Sus orbes mieles se clavaron en un par de gemas verde pálido que la veían con exasperación. Aunque no había agregado nada más era evidente que le disgustaba la espera a la que estaba siendo sometida. -. Dijiste que no faltaba demasiado…

 

La joven madre no le respondió. Estaba algo abrumada por la idea de reencontrarse con su madre otra vez y no podía evitarlo. Llevaba años sin verla y no estaba segura de que sería bien recibida. Little tenía la costumbre de desaparecer continuamente sin dar explicaciones, un mal hábito que parecía haber heredado de sus propios padres. Valkyria y Bastian. El solo hecho de pensar en ellos hacía que se le erizaran los vellos del cuerpo. No estaba segura si se debía al miedo que tenía de ser rechazada, pues algo similar había sentido años atrás cuando había conocido a su padre.

 

Naunet suspiró con hastío y decidió que no esperaría por su madre. Tomando la iniciativa, poco propia de una niña de siete años, haló a la Black Lestrange camino hacia la casa. Tenía muchas ganas de ver a su abuela. Se había puesto su vestido más bonito para causarle una buena impresión, tratando de acoplarse al aspecto majestuoso de su propia progenitora y a la vaga imagen de Valkyria que guardaba en la memoria.

 

La primogénita de Bastian sonrió levemente en dirección a la rubia, divertida por su actitud. Naunet estaba nerviosa, pero parecía tener más autocontrol que ella misma. Trató de convencerse que se debía principalmente a que probablemente su madre no la reconocería, pues hacía unos meses había transformado su cabellera rizada y oscura en una cortina de pelo lacio cuyo color se asemejaba al oro fundido. Su piel se había llenado de pecas inexplicables y tenía la piel más oscura.

 

Una vez se encontraron frente a la entrada, la audacia de la niña amainó considerablemente. No se atrevía a tocar. Little, en cambio, si lo hizo. Bastaron dos toques para que la madera cediera, dejando entrever a un elfo muy anciano que parecía dispuesto a atenderlas inmediatamente.

 

 

-Soy Little Georgina Black Lestrange, estoy buscando a Valkyria. -. Su voz se mantuvo firme y melodiosa mientras sus ojos miel miraban fijamente a la criatura -. Dile que su hija mayor está en casa.