Castillo de la familia Haughton

[Mica Gryffindor]

Con @Christopher_BlackRosier

 

Se alegró de que él aceptase el trato, pues solo así podría quedarse tranquila. Resultaría interesante instruir al muchacho en la magia, así sus "experimentos" se convertían en aprendizajes y sin ningún riesgo importante que correr.

-Me parece perfecto, solo no experimentes solo- dijo.

 

Fue entonces cuando él le mostró una maldición que quería practicar. Sonrió viendo el hechizo escrito en papel, exhibiendo un hechizo ya muy conocido para la mortífaga. Asintió tranquilamente y sonrió.

 

-Cuando quieras, es un hechizo ya común por aquí- le confirmó tranquilamente, suponiendo que venía con aquella infantil idea de que estaría prohibido.

 

Con @@Sakato Shoji

 

Contempló al caballero mientras pensaba qué querría conocer primero en ese castillo. Finalmente él resolvió que quería conocer el exterior, antes que recorrerlo con detalle. La rubia asintió y se incorporó de inmediato del asiento, sonriendo.

-Genial, un romántico paseo por los jardines- bromeó y acarició suavemente la mano del muchacho que aún sostenía su taza- Deberás esperar a que me cambie de ropa, no estoy en condiciones de salir así...- hizo un ademán para recordarle que aún vestía esa sencilla camisola de seda. -Vuelvo enseguida, aprovecharé mientras terminas tu desayuno ¿sí?- agregó acercándose a su rostro, casi hasta rozar su nariz con la de él- No te me escapes...

Rió y se alejó, algo ruborizada. Se apresuró a subir las escaleras hasta su habitación, sorprendida por el pequeño acto de atrevimiento que acababa de tener.

Una vez segura entre las paredes de su cuarto, cambió rápidamente sus prendas de dormir por un corto vestido azul que se pegaba a su figura en forma indiscreta. Calzó en sus pies altas sandalias plateadas y amarró su cabello en una trenza improvisada. No tardó más de quince minutos en alistarse, pues estaba muy ansiosa en volver a la cocina.

Una vez lista, bajó rápidamente las escaleras y regresó con su invitado, mostrando un andar alegre y despreocupado. Se detuvo frente a su asiento y tendió una mano hacia él, esperando que la tome para iniciar el recorrido.

[Jank Dayne]

Hank llegó al Castillo de la Famia Haughton con el corazón en la boca. Se detuvo en la puerta, frente a la verja, donde podía visualizar los jardines con toda calma, y colocó sus pequeñas y puercas manos sobre las rodillas. Como había dejado la escoba en una de las habitaciones de la Torre Este en el Cuartel, cuando el detector se activó tuvo que usar sus recursos humanos para acudir al lugar donde presuntamente una mortífaga lo había activado. Algo que, definitivamente, muy pocos harían.

Pasados unos segundos, logró recomponerse y alzó la varita, Libra, por encima de su cabeza.

- Expecto Patronum!

Se le oyó decir antes de que una hermosa Esfinge de luz se materializara frente a sus ojos. La criatura acató al mensaje que el pequeño mago le indujo: "Castillo Haughton, ahora mismo" y se perdió entre las nubes claras que ofrecía el cielo de Ottery aquel día. Y mientras tanto, su creador, entró a los jardines de la Haughton, en búsqueda de su objetivo: Agatha.

[Mica Gryffindor]

-Malditos sean- pensó sabiendo de la llegada de aquel fenixiano, sabiendo que no podría salir airosa si se proponían atacarla con todo su potencial.

Lo vio en los jardines, poniéndose de inmediato contra la pared para que no la notasen en la ventana. De prisa cubrió su rostro con la máscara plateada que les impediría saber de quién se trataba y salió por la puerta trasera para que no la hallaran dentro. Bordeó de prisa el castillo, aún vistiendo aquel vestido color azul y sus plateadas sandalias.

- Séneca -dijo en cuanto tuvo a Hank a la vista, el hechizo le sería de gran ayuda si quería salir viva de allí- Necrohands- agregó de inmediato en su mente, logrando un par de manos de su estatura que la defenderían de cualquier ataque a menos que les diese otra orden. De momento, se ofuscarían hasta llegar su oportunidad de defensa.

[Jank Dayne]

- Ah, tan errado no estaba - dijo cuando vio salir a la mortífaga del castillo. Por ahora, tenían en cuenta que alguien de la marca vivía en aquel recinto. Y cuando Agatha terminó de soltar un hechizo detestable (Séneca), Hank la levantó deprisa antes de que hiciera otra cosa, gritando:

- ¡Ardius Morphos!

El conjuro se hizo efectivo en el acto y el vestido azul de Agatha se transformó en una letal avispa marina que, al instante, envenenó el organismo de la bruja al estar en contacto con su piel. Tendría que hacer algo rápido para evitarlo, algo sumamente rápido. Y entonces se le vino a la cabeza algo para evitarlo. Sí, debía gritarlo mentalmente puesto que no había otra opción..

>> Confundus!

Pensó después, aturdiendo la mente de la mortífaga Agatha a grados elevados, tan altos, que ni siquira podría moverse o hablar por un corto lapso de tiempo; al menos sería el suficiente para armar una estrategia con su garganta deshidratada. Hank supuso que eso era lo menos que se merecía por tal acto de cobardía. De repente, volvió a pensar:

>> Gladius!

Y se invocó una espada legendaria que clavó en el suelo con su mano libre. El resplandor de su hoja advirtió en Agatha el que se mermara su poder mágico, haciéndole perder su primera acción del siguiente turno.

[Mica Gryffindor]

-Morphos- dijo devolviendo el favor a Hank, justo cuando su propio vestido se transformaba en una avispa marina, la prenda superior del Demon Hunter se convertía en el mismo animalejo, del tamaño de un puño cerrado con tentáculos de unos sesenta centímetros de largo enredados alrededor de su torso. Sintió y apartó la avispa propia, notando como el veneno ya corría por su sangre, al igual que el de su creación recorría la sangre del fenixiano.

Fue entonces cuando perdió el conocimiento, confundida por el efecto usado por el caballero que la enfrentaba. Le costó un momento recobrar la compostura, aunque al hacerlo no estuvo segura de que haya sido un segundo o un tiempo algo más largo. Se sentía algo mareada, pero enseguida aclaró sus ideas... no iba a rendirse sin dar batalla, eso era seguro.

No todo estaba dicho, al menos no aún... iba a seguir peleando hasta últimas instancias.

[Lestat Rambaldi]

Estaba ahí sentado, las horas pasaban y el aburrido estaba en su oficina del ministerio de magia, ahora ahí preparado para irse a su casa miró por la ventana, algo extraño venia volando enfoco sus ojos tratando de reconocer lo que estaba sucediendo entonces supo de que se trataba.

¡¡Un patronus!!! La esfinge dio el mensaje y sin mas el castaño se ativó. Sacó su capa de viaje y apuntó su varita a su rostro colocando la luz en su cara.

Ahora lo mas rápido que pudo desapareció de lugar rumbo a la familia Haughton. Ahí se encontraba su compañero y de seguro había conseguido a un mortifago.

Era momento de cazar, los hunters estaban a la orden del dia.

Apareció a cincuenta metros del castillo y ahí corrió para encontrarse con su amigo frente a el se encontraba una mortifaga.

—Como el gato caza un raton en su ratonera—Dijo apuntando directamente al pecho de Agatha

 

 

 

[Jank Dayne]

Hank alzó una ceja. Si bien estaba mudo, no se encontraba ciego. Agatha había alzado su varita para atacarle, pero nada más que un balbuceo salió de esta, sin resultar en algo concreto. Quizá hubiese sido un Morphos, pero éste solo se quedó en la imaginación de la mortífaga. Hank, antes de que recuperara la cordura pero que no hiciera ningún encanto, realizó un "Levicorpus" en contra de la mortífaga, con lo que hizo que se quedara a dos metros sobre el suelo del sitio. Hank se le acercó con curiosidad, como si se tratara de otra espécimen. Alzó la cara y quedó de frente a ella, retándole. No podía hablarle, pero estaba seguro que la conocía. Quizá.. quizá en algún lugar, en algún momento sus caras se habrían cruzado. Incluso su voz sonaba familiar.

 

En ese instante llegó Lestat, al que saludó con un gesto de su mano izquierda. Había llegado tarde. El veneno en el organismo de la bruja estaba haciendo estragos dentro de ésta, por lo que pronto tendrían que retirarse por donde habían llegado. Sus cabellos, como de costumbre, serían un gran tesoro para los investigadores en The Hunters, al menos..

[Mica Gryffindor]

Perdió aquella primera acción debido a la espada clavada por el Demon Hunter. No podría hacer nada, estaba impedida de cualquier cosa que intentara hasta pasado ese instante de acción del Gladius. Fue entonces cuando el muchacho que la había envenenado la alzó en el aire con un encantamiento.

-Morphos- agregó luego de aquel rato de impotencia, transformando su sandalia izquierda en un bezoar que tomó entre sus manos y consumió en forma desesperada. Necesitaba sanar con urgencia el veneno que la invadía, que la hacía sentir peor cada vez, como si dentro de su cuerpo se desatase un a guerra contra la maligna sustancia. Tomó su pie durante la transformación y llevó la mano a su boca desesperadamente, sintiendo como sanaba de inmediato de aquellos efectos. Al menos aún vivía.

[Lestat Rambaldi]

La miró sonriendo, su compañero ya la atacaba Ahora apuntó a la chica agtha diciendo:—silensius—la boca de la chica enmudeceria, el efecto de aquel hechizo era inmediato sus hechizos verbales habian sido anulados o por lo menos en aquel turno.

 

El avispon gigante voló a mi alrededor,esperando protegerme al vuelo de cualquier ataque fisico y ahí se quedó parado pensando ahora su segundo movimiento.

 

—silensius—apuntó directo a su boca otra vez, De nuevo el efecto hizo efecto, y le dió directo a Agatha, esta quedo silenciada y sus hechizos verbales quedarian nulos otra vez.

 

El castaño miro al rededor, sabia que dentro de poco podrian llegar mas mortios, pero estab preparado para culquier cosa.

Afuera el aire se hacia pesado, era de saber que las lluvias torrenciales estabn por comenzar, el cielo gris en el orizonte así lo demostraban y la noche comenzaba a acaer en las calles de otteri.

[Jank Dayne]

- Confundus!

 

Pensó rápidamente, justo antes de que Agatha tratara de hechizar algo, posiblemente un Morphos para que pudiese sanarse. Su acción quedó anulada en este instante y, al mismo tiempo, su corazón dejó de latir. Como estaba colgada de patas arriba, Hank se le quedó viendo con los ojos fijos. Tenía que recordarla. La melena que brotaba desde su cabeza se le hacía conocida, sus movimientos, la improvisación.. incluso la rapidez con la que actuaba. Pero la máscara, la tonta máscara siempre resultaba un ligero y tosco problema en todas las cosas. Miró a Lestat entonces, suspirando, ya que no podía dar más ordenes. Su garganta fue recuperando el tono a medida que movía la boca, pero nada más; solo se contuvo unos instantes antes de arrancarle de Agatha un cabello y guardarlo entre el espacio que existía entre su zapato y el pie. Los cazadores tomarían cartas en el asunto más rápido que nadie, de esto estaba seguro. Pronto se embacarían otra misión. No sabía a ciencia cierta si era bueno o malo..