Castillo de la familia Haughton

[Monica Malfoy Haughton]

No lo esperaba. El calor la avisó de que estaba en peligro y posteriormente lo confirmó cuando vio que su túnica comenzaba a arder. Levantó la vista sintiendo el ardor abrasar su cuerpo y quiso gritar de dolor, pero no lo hizo. El rostro se le tiñó de rojo y nadie podría decir si era por la furia contenida o por la temperatura a la que estaba expuesto su cuerpo. No esperó tiempo alguno para desprender el cierre de la túnica y dejarla caer; era tal el dolor que nisiquiera usó la varita. Se quedó desnuda, solo cubierta por su propia piel nívea como la nieve.

Aún le dolía, pero no hizo nada. Esquivando los hechizos cruzó el tumulto de gente hasta donde estaba Agatha y le miró la cara con el único fin de saber si su hija estaba bien. No, claro que no lo estaba y su cuerpo lo decía a gritos. Le quitó la hebilla del cabello a la rubia, dejando que el cabello le cayera sobre la cara y se lo puso delante de sus ojos.

- Morphos – susurró. Al instante el objeto de plata cambió y se convirtió en un bezoar que le serviría de mucho-. Cómetelo – casi sonó como una orden. Luego se puso en pie y levantó la varita después de girarse, pero antes de abrir la boca se sintió mareada. Estaba segura de que alguien le había aplacado un confundus, no era la primera vez y para colmo estaba herida. Abrasada.

- ¡Malditos delincuentes! - las palabras se salieron poco después, todas unas detrás de otras. Sospechó que quizá no la habían entendido porque aún estaba confusa-. ¡Salid de mi casa! - parecía una loca gritando y se dirigía a la orden claro estaba. Había una mortifaga, pero actuó como si a ella también la echara: no podía dejar que tuvieran la certeza de que ella apoyaba a los mortifagos.

[Lisa Weasley Delacour]

Era mi turno de volver a atacar, de dejar en ridículo a aquellos altos rangos de tan odiado bando y de demostrar que la orden de fénix era y siempre seria el clan vencedor. Era evidente que en mi cuerpo habia una adrenalina muy superior a la que pudiese controlar, puesto que me era imposible estarme quieta – Silencius – El efecto sería esta vez para Mónica, la cual no podría conjurar Ningun hechizo verbal, pues meros balbuceos eran los que iban a salir de sus labios.

. Morphos – La ropa de la Haughton, de Mónica, mutaría invirtiéndose la prenda superior de esta en una araña, una viuda negra con una ponzoña tan mortal como exquisita. El animal nada más ser consciente de su vida y su poder, inyecto ella bruja, en el torrente sanguíneo de esta, a través de la piel del tórax, su veneno. Si no lograba curarse, moriría. Sonrei cuando note la presencia de Fined, como siempre su entrad era triufal.

[Nats Rambaldi Crowley]

Mientras atacaba dos fenixianos se concentraron en atacarla a ella, no podía hacer nada, decían ser ellos los justicieros, ¿era justo que dos personas atacasen a una?

 

Estaba silenciada y una avispa marina le acababa de picar en e cuello, sin embargo esa no era su mayor preocupación en esos momentos. Tendría tiempo para ocuparse del veneno, aquel tomaría tiempo en lograr matarla. Sin embargo antes que pudiese hacer algo para defenderse o reaccionar un tercer miembro de la orden la atacó, la situación se le escapó completamente de las manos al igual que su varita.

 

Dejó de preocuparse y aceptó la invitación de su vieja amiga la muerte, sin darse más mala vida dejó se luchar, dejó que el veneno le hiciera efecto, que el águila tejida con hilos de plata la arañase y que el sectusempra la llevase a tal estado de anemia que la dejase sin sangre en su torrente sanguíneo. Sonrió bajo la máscara estaba feliz de al menos no haber abandonado a su compañera ante tal panorama.

 

<<Semper fidelis>> Fue el último pensamiento que tuvo antes de dejarse caer sobre el césped.

[Mica Gryffindor]

Por fortuna su madre estaba allí, algo que no esperaba en absoluto. La sorprendió ver su rostro descubierto y el modo en que enfrentaba a los fenixianos que estaban atacando su bello hogar. Una sonrisa se instaló en la mortífaga, ella no la dejaría morir, al menos no de inmediato.

Vio como la apuntaba pronunciando "Morphos" y creaba un bezoar de la hebilla que estaba en su cabello. Se apresuró a tomarlo entre sus manos y consumirlo para quedar sana de aquel veneno, lista para seguir plantando cara a los malditos fenixianos.

- Necrohands- pensó, sabiendo que si utilizaba su varita tan solo podría obtener flores. - Aguamenti- agregó luego, creando un nuevo ramo de jazmines, volviendo a perfumar su ubicación.

Esperaba que pronto se cansasen de sus intentos de matarla... pero dudaba que eso suceda.

[Monica Malfoy Haughton]

Ahora estaba silenciada. Quiso hablar pero no pudo, sobre todo cuando vio que su hija se alejaba un poco de ella para comenzar a actuar. Tenía el rostro oculto pero sabía que era ella, conocía la mascara que la cubría. Volvió la vista de la mortifaga que escapaba hacia el resto del grupo y buscó a la mortifaga que quedaba. La perdió de vista, no sabía donde se encontraba y no sabía si necesitaba ayuda. Esperó una señal para saber si necesitaba algo ¿O acaso había salido?

- Episkey – murmuró. Se curó así las quemaduras de su cuerpo y vio a uno de aquellos desalmados intentar morphear algo en ella. No supo que, pero nada cambió de forma y supuso que fue a causa de su desnudez.

Entonces cayó en la cuenta. Había ayudado a su hija como mortifaga y ahora estaba al descubierto. Aún así no le dio miedo, si aquella historia le traía problemas ya inventaría algo. Justo en aquel pensamiento vio a través del ventanal la figura de la otra mortifaga caer al suelo y supo que habían perdido.

- ¿Qué más queréis? - dijo apoyándose en uno de los muebles actuando como si estuviera agotada. Hablaba a la nada, como si por algún motivo estuviera confundida. Quizás esa sería la coartada para haber ayudado a Agatha.

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

Las cosas se estaban volviendo un tanto confusas; simplemente no lograba entender que es lo que estaba pasando. Una de las mujeres que estaba ahí había muerto, y, al parecer, la otra se había salvado. Otra mujer apareció en el lugar en el que se estaba dando la batalla, al parecer era la dueña de la casa porque no estaba muy conforme con lo que estaba pasando y empezó a fritar demasiadas cosas que la joven decidió no escuchar o simplemente ignorar. Y fue en ese mismo momento, que uno de sus compañeros le hacía un hechizo protector formado por agua.

 

-- Silencius—al decir esto lograría que Agatha no pudiera hablar, y, por consiguiente, no pudiera efectuar ningún tipo de hechizo—Silencius—pronunció nuevamente en dirección a la misma persona, Agatha, el hechizo era el mismo, solo la silenciaria temporalmente sin posibilidad de decir hechizos verbales o hablar.

[Lisa Weasley Delacour]

Una orden mental fue suficiente para que me retirase de la batalla. Allí ya no habia más que hacer, excepto recoger a los moribundos del suelo. Con una floritura de mi varita, la estela de un fénix apareció de la nada y se paseó blando por el terreno ensangrentado, cantando de forma mágica y única, logrando calmar los corazones de todos los presentes, ya fuesen neutrales, mortifagos o del bando de la luz.

- Has cometido un error gravisimo, luego no llores ni te quejes cuando se te denuncie como mortifaga confesa y mucho menos si se te ataca por ello. Hay que destruir ese afan vuestro por matar sin sentido. Al parecer la coherencia no es parte de tu vida muchachita

Camine por los jardines, cruce el esposo bosque y en menos de dos minutos ya hacia acto de presencia en las callejuelas del pueblo de Ottery. Estando a veinte metros de la verja que separaba la Haughton de la comunidad sabiendo que los conjuros anti aparición ya no hacia efecto, gire sobre mis talones. Allí ya no habia nada que confirme mi presencia. La orden habia salido, nuevamente, vencedora.

[Lestat Rambaldi]

Miraba a sus compañeros y ahora se preguntaba que hacer, entonces miró a su comandante ¿ aquella chica también la atacarían? Con un leve movimiento de cabeza este supo que hacer, era una lastima pues aunque andaba de civil, acababa de ayudar una mortifaga,ese era un grave error ¿estaría a su favor?. Lestat titubeo un poco pues era muy raro que atacaran civiles pero sabia que si su comandante le daba una orden entonces haría lo necesario para cumplirla.

—Floreus— dijo apuntando a la varita de monica, ahora de su varita saldrían solo flores y sus hechizos no saldrían fueran verbales o no.

 

—Floreus— dijo nuevamente a la varita de aquella dama llamada monica y de su varita saldrían ahora flores rojas sin poder hacer ninguna defensa o hacer ningún hechizo en contra de sus comapañeros.

 

 

Aquella joven dama llamada se había delatado,eracomplice de los mortios pues las sircustancias y ssu movimientos la delataban.—¿di la verdad de que lado estas olamentablemente tendras que perecer aquí en este lugar— dijo el castaño mirando fijamente a monica.

 

[Adryanie]

Odiaba no poder hablar, odiaba no poder decirle a la recién llegada Mónica que el hecho de defender a una mortífaga y curarla a pesar de que esta llevaba una máscara puesta que la delataba como tal ya la hacía más culpable que nunca o por lo menos sospechosa de albergar mortífagos en su casa. Pero no, Agatha había decidido callarla. Aparte tenía que saciar sus instintos pirómanos a Mónica aún le faltaba la curación.

 

Nats había muerto y si bien Agatha no, sus compañeros se iban desapareciendo y tenían razón también ya casi no quedaban mortífagos.

 

—Gubraith —Pensó de nuevo invocando al fuego eterno en Agatha haciendo que la parte superior de su vestimenta prendiera en llamas — Gladius — la espada legendaria apareció en su mano libre la cual Adryanie utilizó para clavar en el suelo y minar la acción de Agatha la segunda acción de su segundo turno quedaría anulada — Levicorpus — Pensó simplemente para dejar a Ahgjta en un solo lugar sin la posibilidad de que Mónica la moviese ,

[Mica Gryffindor]

Miró hacia el sitio en que Mónica se encontraba, al parecer estaba muy molesta por aquel ataque y tenía sus motivos para hacerlo pues ese era su hogar y esos tontos estaban alborotándolo todo. Había muchos ingresos a la familia y esperaba que por culpa de la Orden no decidiesen tomar otros caminos, pues ese era un lugar seguro a pesar del pequeño percance que estaba aconteciendo.

Iba a acercarse a su madre cuando sintió los ataques, quedando al instante silenciada y con poco por hacer. Por fortuna tenía en su poder aquelas necrohands que la defenderían... pero no, las envió hacia Mónica, que la defendiesen a ella. Sintió su vestido arder y no dudó en quitarlo de su cuerpo, dejándolo caer y pensando un Episkey mientras su cuerpo pendía en el aire. No podía hablar así que poco más podía hacer. Desde su posición en el aire concentró en un objetivo y apuntó a él pensando Seccionatus y enviando hacia Lestat doce medialunas de plata sumamente filosas.