Castillo de la familia Haughton

[Undefined]

Trata de volver a las andadas, en serio quería.

 

Apareció en las afueras del castillo Haughton. Un patronus con forma de cobra le había dicho que debía estar allí para atacar a una conocida mortífago, esperaba que fuera uno solo, no tenía las ganas para empezar una fiesta en un castillo con varios mortífagos y muchos rayos, fuegos y animales destrozando todo el lugar, tratando de asesinar a la mayoría de los que estuviesen presente.

 

Noto a varios de sus compañeros en los jardines luchando con el mortífago, había alrededor de cinco personas en el lugar, no sabía y tampoco quería contar uno por uno.

 

Sacó su varita del bolsillo de su túnica negra, estaba alerta ante cualquier situación, solo había un mortífago, así que en ese momento no se preocuparía de usar su varita, no con más de los suyos ahí en el lugar tratando de derrotar al mortífago.

 

Caminó hasta los jardines donde se encontraban todos, se situó a algunos ocho metros de las personas, ahí se quedaría aguardando por si alguien más se dignaba a aparecer para salvar al castillo y a su compañero, sabía que ese mortífago iba a morir allí. Lo veía venir.

[Nats Rambaldi Crowley]

A pesar de aquel extraño sentimiento que le invadía los últimos días sabía que si algún compañero de bando estaba en peligro debía ir a ayudarlo, en eso consistía la fidelidad y compañerismo, en eso consistía ser mortifago, eso se resumía en la representativa frase "Semper Fidelis".

 

No tardó mucho tiempo en abandonar su habitación. La máscara de plata cubría su rostro inexpresivo, su cabello atado en una cola alta era cubierto por la la capucha de seda de la oscura y larga túnica que vestía, sus pies iban descalzos, en eso momentos le hacía bien sentir aunque sea la suciedad bajo sus pies. Desapareció sin demorar más de su hogar y en un parpadeo apareció en los alrededores del Castillo Haughton.

 

Con varita en mano y atenta avanzó hasta adentrarse en los jardines de tan imponente hogar, no prestó atención al tiempo, no sabía si era de noche o de día, últimamente parecía vivir en las nubes.

 

- Una fiesta de bienvenida... qué divertido. - Murmuró, apenas acababa de regresar a Londres luego de un tiempo fuera.

[Monica Malfoy Haughton]

Estaba tumbada boca arriba y sus ojos permanecían clavados en el techo como si allí encontrara algo interesante. El verde estaba apagado y dejaba que el blanco sobresaltara más. Todo a su alrededor permanecía en penumbras y aunque a través de las cortinas entraba la luz, no supo exactamente de donde provenía. La mano izquierda descansaba sobre el colchón extendida junto a su cuerpo mientras que la contraría permanecía sobre su cuerpo, inerte. No supo si habían pasado minutos u horas, pero creyó haber estado así una eternidad.

 

Algo fuera de su habitación llamó su atención. Sus músculos parecieron contraerse al instante, porque se incorporó casi como un robot al ser conectado. Incluso se mareó. Se había levantado y sus pasos la habían llevado al ventanal del cuarto a través del cual se podía ver cada rincón de los terrenos de su familia. Tenía suerte de estar en una de las torres del castillo, porque no tardó en notar los movimientos en el exterior. Algo no iba bien.

 

El reflejo del espejo delató la rapidez con la que cruzó la habitación y el sonido de la puerta al cerrarse, que había salido de ella. Las arrugas de la falda blanca delataban que había estado acotada pero no se preocupó por ellos en ningún momento. En realidad revolvía tan rápido las esquinas de cada pasillo y descendía cada escalera que no daba mucho tiempo a observarla. Hasta que llegó al descanso de la escalinata principal desde donde se percibía el barullo.

 

Los pliegues de su túnica dieron cobijo a su varita hasta el momento en el que fue liberada por la diestra de la bruja. Los cabellos le ocultaron el rostro por un momento pero fueron despejados por la inercia de su descenso.

 

- ¡Basta! ¿Qué ocurre aquí? - la varita en alto, el gesto altivo. No necesitó mucho para darse cuenta de quienes eran los presentes en la habitación en la que acababa de irrumpir. Más allá vio a su hija junto a un joven y el rostro pareció oscurecerse-. ¿Quiénes sois? Creo que no os he invitado – era la única fundadora que quedaba de la familia y matriarca más veterana y sabía quien podía o no entrar en su hogar. Más allá de eso, sabía perfectamente quienes eran: la orden del fénix.

[Lisa Weasley Delacour]

Rapidez y eficacia, dos palabras que definian perfectamente la coordinacion que los miembros de la orden poseiamos. La mujer, tenia que asumirlo, era valiente. No se amedrentaba ante la cantidad de rivales que estaba ante ella. Pocos mortifagos tenian aquel caracter y a mi, en lo personal, me gustaba combatir asi, con honor y la cabeza bien alta. Estaba envenenada, todos lo teniamos claro, ahora debiamos frenar sus conjuros de la mejor forma posible - Floreus - El siguiente hechizo, ya fuese verbal o no verbal. no saldria, solo meras rosas rojas aparecerian de la punta de su arma magica, negandole asi a Agatha la oportunidad de curarse la ponzoña de mi viuda negra.

 

- Floreus - Nuevamente aquel efecto, me gustab incordiar a mis rivales regalandoles flores en vez de atacar sin compasion como era su fuerte. Esta vez lo que Agatha obtendria al querer hacer un conjuro serian jazmines blancos. Me adelante un paso para saborear la victoria. A fin de cuentas aquella era obvia. Un silbido al viento fue suficiente para que este me arrulase y la voz de Gaua se presentase en mi esencia, aquella que luchaba contra la oscuridad que a traves de la femina intentaba ingresar en mi anatomia.

[Adryanie]

Y corrió detrás de Agatha ¿porqué se movían tanto? ya había llegado la morena a la chimenea y Agatha que desaparecía , puso los ojos en blanco y corrió de nuevo hacia los jardines no sin antes dedicarle una pequeña sonrisa de culpa al acompañante de la mortífaga, odiaba arruinar aquellos momentos pero muchos de esos momentos también se lo arruinaron los mortífagos en tiempos anteriores.

 

 

Se alegró de saber que a pesar de todo sus hechizo surtieron efecto y tanto ella como la mortífaga estaban sin habla, era una lástima a la Gryffindor tanto que le gustaba conversar con los mortífagos.

 

—Corpus Patronus — Invocó antes de quedarse sin habla, si hubiera sido tal vez mejor atacar, pero sabía que la mortífaga tampoco tenía muchas posibilidades contra todas ellas. El fénix bastante grande se paró frente a ella con el afán de defenderla si hacía falta.—Gubraih — Pensó y una llamarada fue a dar directo a la vestimenta superior de Mónica incendiándola por completo, aquellas quemaduras de fuego eterno quemarían la piel de lamujer necesitaría varias curaciones para estar sana nuevamente. —Confundus — Mónica con aquel hechizo recién pensado por la Gryffindor quedaría sumida en una profunda confusión sin poder realizar un solo hechizo

[Nats Rambaldi Crowley]

Sin esperar a que algún ataque fuese dirigido a ella alzó su varita y se preparó posicionándose a 10 metros de distancia de toda persona u objeto que allí se encontrase. Tomó aire y fijó su mirada en una de los "seres de luz" (Lisa), parecía ser una fémina pero así se tratase de un hombre no tendría por qué limitarse al atacar. - Sectusempra. - Susurró y el rayo desangrador no tardó en salir desde su varita en dirección a la bruja.

 

Manteniendo sus orbes azules fijos en la fenixiana pensó <<Seccionatus>> y doce medias lunas salieron a gran velocidad desde su varita, todas se dirigían al mismo objetivo pero en diferentes direcciones. Eran muy filosas y si impactaban en el cuerpo de la bruja le causarían graves heridas que en combinación con el sectusempra le harían perder la vida gracias a una gran pérdida de sangre.

[Lestat Rambaldi]

La vi morir, era una lastima ahora mi objetivo era otra mortifaga que acababa de llegar(nats), Sali corriendo colocándome a unos 7 metros a su derecha.

Apuntó su varita a su cuerpo—morphos— y su capa negra se trasformó en una avispa marina quedándose en su cuello e inyectando al contacto ese poderoso y letal veneno, que le causaría la muerte ne tan solo unos segundos, sin pensar en el fuerte ardor y dolor que este causaría al entrar a su torrente sanguíneo.

 

—Corpus patronus—dije ahora apuntando al aire, de inmediato mil hilos de plata salieron de mi varita entretegiendose entre si y formando un águila pesquera adulta aquella águila de alas y muslos fueres adaptada con un fuerte pico y afiladas garras.atacala dije y el aguila salió volando a atacar a nats esta le arañaria la cara sacandole los ojos para dejarla ciega.

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

Estaba algo confundida, camino nuevamente hasta el jardín y aunque solo era una distancia menos a diez metros, se sentía más cómoda si efectuaba los hechizos desde ahí y no desde dentro donde la vista se le dificultaba un poco, no del todo, pero podía mandar los hechizos a cualquiera y eso no era para nada bueno. Al llegar se encontró con otra perspectiva; dos personas más habían llegado al lugar de la batalla y por lo que ella notaba eran del bando contrario.

 

-- Silencius—dijo al tiempo que apuntaba con su varita a Nats y se posicionaba a unos siete metros de esta, si bien lo que había lanzado no le haría mucho daño, lo único que haría era impedirle el habla por un tiempo—Sectusempra—dijo clara y fuertemente apuntando con su varita directamente al abdomen de Nats con la única intención de que el hechizo impactara y, así, su abdomen se abriera dando paso a un par de heridas que si no llegaba a curar a tiempo lograrían llevarla a la muerte.

 

Se quedó en el lugar, observando los movimientos de todos para ver que estaba pasando.

[Lisa Weasley Delacour]

Sabía que me iban a atacar. Si entraban en ayuda de la Gryffindor yo seré su principal objetivo, ¿por qué? Porque era rápida y conseguía mucho más que ellos en poco tiempo. La fémina de más bajo rango me observo con curiosidad y levanto la varita. Nats. Yo también lo hice un – Aqueora – Fue lo que pronuncie para evitar salir dañada del enfrentamiento. Una más de agua fina me cubrió por todos y cada uno de los flancos. Podía ver bien y no me importunaba a la hora de atacar. Seguía ilesa, además me regalo un episkey de emergencia que use por si las moscas.

- Aqueora – Una nueva masa salió de Kim, pero esta vez fue a parar a Romina. La joven seria cubierta por la masa del agua y asi impediría que aquellos asesinos pudiesen crearle heridas o matarla. No iba a permitir que nadie, estando to presente, acabase en San Mungo. Habian entrado si, pero eso no me detendria, acabaria con la marca de una buena vez y por todas. Mis fuerzas, mis ideales y mi poder asi me lo decian.

[Undefined]

Había pensado por un momento que nadie iba a llegar para apoyar a aquel mortífago, pero se había equivocado, dos personas más habían aparecido para tratar de salvar lo insalvable, siempre pensó que los mortífagos tenían más corazón que cerebro, era algo que siempre se encontraba en ambos bandos. No importa si perdían o ganaban, lo importante era defender a sus compañeros.

Tal vez fue por eso que se fijo en Nats, que estaba atacanado a alguien de la Orden del Fénix con un Sectusempra, rápidamente hizo una floritura con su varita.

- ¡Expelliarmus! - Dijo.

Un haz de luz azulado partió de su varita para impactar en el pecho de Nats, haciendo que su varita saliera volando cinco metros hacía la derecha. Ahora estaba desarmada, aunque había podido realizar el seccionatus contra Lisa, pero aún así ya estaba indefensa y cualquier podría matarla.

Fijó su concentración en la varita que estaba en el suelo muy lejos de ella y de Stephanus.

- ¡Accio Varita! - Exclamó con sutileza.

La varita de nats voló hacía la mano de Stephanus. Así de fácil había terminado la primera función de la noche, varios ataques llegaron a su pecho haciendo que se desangrara y muriera.