Castillo de la familia Haughton

[Sakato Shoji]

no quería separarme de ella, todos mis sentidos me gritaban que bajo esos ojos color ámbar encontraría uno de los únicos refugios verdaderos en mi vida, pero mi instinto me decía que por mas que sintiera un verdadero refugio bajo sus ojos, nunca podría ser el primero en ellos.

 

el alcohol ya me había calentado y el frió había quedado fuera de aquella gran casa.hice una reverencia hacia la dama sosteniendo su ambarina mirada "es usted muy gentil Frau Agatha" me incorpore aun sosteniéndole la mirada "si no fuera muy descarado de mi parte, me gustaría saber mas acerca de usted"

 

sonreí nuevamente

 

"me ha causado una muy grande impresión, nunca había conocido a un demonio tan agradable"

 

@

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

Los últimos días habían sido de paz y tranquilidad para la joven Targaryen, pasaba todas las horas del día haciendo muy pocas cosas y apenas salía de casa. Estaba acostada en uno de los sofás que tenía en su habitación hasta que se dio cuenta de la presencia de un patronus con forma de cobra en frente de ella dando el mensaje que debía ir al Castillo Haughton. Se levantó de un salto de donde estaba y se puso lo primer que encontró: una remera y un pantalón de jean y arriba una capa que pocas veces solía utilizar.

 

Salió de su casa lo más rápido que pudo, y al percatarse de que el lugar al cual debía ir estaba demasiado lejos decidió desaparecerse. Aunque la sensación no le gustaba, solo fueron unos segundos y después apareció a unos treinta metros del lugar. Mientras caminaba hacia los jardines para encontrarse con algunos de sus compañeros, saco su varita de uno de sus bolsillos y la paso sobre su rostro el cual se había cubierto de una luz para que nadie pudiera reconocerla.

 

Al llegar saludo a todos con un simple hola y espero a que alguien actuara o diera indicaciones.

[Adryanie]

Miró hacia atrás como desde sus compañeras se acercaban y reconoció a una de ellas bueno a las dos pero una de ellas la reconocería aunque se pusiera lo que se pusiera para cubrir su identidad. Romina s hija que como su madre seguía los pasos de ella en lo que se refería a batallas siempre que podía atenta a ihbir a los mortífagos.

 

— Bueno pues vamos... — Les dijo caminando con paso seguro hacia el castillo. La puerta se encontraba abierta así que no tuvieron problemas para acercarse a donde estaba una chimenea ydos personas las cuales no supo distinguir al menos no a una de ellas. — Buenos días.. lamentamos interrumpir su velada , pero necesitamos charlar con la señorita — Ardius ...Limitate — El primer hechizo de la velocidad y segundo la limitaría a Agatha tal forma de que no podría usar muchos de los hechizos rayos e invocaciones quetanta falta le hacían. — Lo siento pero es solo pro precaución.... Lusentium — La onda mágica llegó hasta Agatha dejándola sin el sentido del gusto por lo cual no podría lanzar un solo hechizo que ocupara de su bella voz —Expelliarmus — Dijo finalmente viendo el rayo rojizo partir hasta la varita de la mortífaga Agatha haciendo que la misma volara 4 metros al lado derecho de ella.

[Lisa Weasley Delacour]

Era alucinante como después de tantas luchas a mi espalda, aún seguía sintiendo como la adrenalina se arremolinaba en mi interior y me hacía avanzar sin ningun tipo de miedo. La muerte tenía un precio y la vida de todo ser humano la valía. Avance, cruzando el bosque, el jardín delante e ingrese en el hogar de los Haughton. Decidida y con la cabeza alta.

La esencia de la mujer del otro día estaba cerca, en una habitación prácticamente pegada al hall de entrada, la cual poseía chimenea. Me situé a diez metros y sonreí tras mi protección, a fin de cuentas no podía evitar sentirme orgullosa por lo que era y en lo que me habia convertido gracias a los consejos de la Delacour – Tenemos pruebas de que perteneces a la organización oscura llamada Marca tenebrosa, eres culpable de un sinfín de asesinatos, ¿Cómo te declaras?

- Corpus patronus – Los hilos brillantes aparecieron de la punta de Kim y se fueron juntando hasta hacer la forma de un león enorme, segundos después este ya era totalmente corpórea y real. De dos metros de alto, fuerte, leal y vital. Ágil y rápido. Poseía grandes colmillos y afiladas garras. Cuidara de mí.

- Expelliarmus – El rayo le quitaría su varita y lanzaría está a cinco metros de su figura, dejando a Agatha en pésimas condiciones

[Lestat Rambaldi]

Acababa de terminar de almorzar, aquel dulce sabor corria por su garganta y el sentido de saciedad al fin lograba traerlo con mas calma, desde aquella vez que cuando por ultima vez había probado la comida humana.

Se le vsnto de la mesa dándole las gracias a su elfo domestico, la verdad había hecho un buen trabajo con aquel estofado, y justo cuando subia las escaleras a su dormitorio un patronus entró volando.

Era una serpiente, ¿De verdad? Pensó y escucho las palabras de aquel patronus plateado, y salió corriendo escaleras abajo para prepararce para la batalla, ya el el hall colocó su luz en el rostro aquella luz para no ser reconocido. Salió a las afueras y desapareció con rumbo a la familia haughton.desaparecio´y en unos segundos estaba afuera del castillo de aquella familia y corrió hacia los jardines para colocarse cerca de sus compañeros que ya habían llegado.

 

—Buenas compañeros, espero que no sea muy tarde¿Cuál es la situación?—dijo mirando a todas partes colocandoce a unos 8 metros de sus contrincantes y a cuatro de sus compañeros.

[Mica Gryffindor]

En el asalto- completamente ajeno al rol con Sakato

 

Oyó ruidos en los jardines y maldijo para sus adentros. Se apresuró a tomar la varita y cubrir su rostro con la máscara plateada que caracterizaba a su bando. Pero no sería ta tonta como para correr desde la puerta y entregase a que la relacionen con la familia. Apareció en los jardines, a espaldas de las fenixianas para despistar.

- ¿Qué tenemos por aquí?- murmuró tranquilamente, caminando aún descalza por la hierba- ¿Fiesta en el castillo?- agregó enseguida- Séneca- dijo hacia una de ellas (Adryanie) y su garganta empezó a secarse rápidamente hasta dejarla enmudecida.

Miró a ambas, reconociendo a la muchacha que tiempo atrás había estado molestando por allí. Justo en ese momento la onda mágica la afectó, dejándola sin habla.

-Necrohands- se protegió de inmediato con las manos mágicas que la defenderían de cualquier posible ataque rayo o físico.

[Lisa Weasley Delacour]

Negué. Sabía que habia reconocido mi esencia, como yo la suya. No me importaba. Yo hacía bien, ella no. Maldije aquellas manos fantasmales que tanta rabia me daban al conseguir saltarse el hechizo que la misma Adryanie le habia hecho. Conjure un – Morphos – A su ropa, convirtiendo la parte superior de esta en una viuda negra. El animal, nada más ser partícipe de la situación, inyecto en el torrente sanguíneo de la fémina, de Agatha, su ponzoña mortal. Si no lograba detener el avance de este, moriría en breves momentos.

- Strellatus – El efecto tampoco podría ser detenido por su defensa. Una infección en sus ojos fue suficiente para que trastabillase y no pudiese lanzar Ningun conjuro que necesitase puntería. No veía y eso hacía que nosotros aumentásemos la ventaja que ya poseíamos por el número. Agatha estaba en las ultimas y a pesar de que la orden no mataba, en aquellos tiempos detener el avance de un mortifago era sinónimo de alegría total.

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

Camino siguiendo las indicaciones que su madre había dado, no estaba prestando atención a nada de lo que se encontraba a su alrededor por el simple hecho de que se distraería y no lograría entrar al lugar. El recorrido que hicieron fue bastante corto, llegaron a done había una especie de chimenea o al menos eso es lo que parecía ser por su aspecto. Al llegar inmediatamente empezaron a atacar a una mujer, ¿No era que ese era el trabajo de los mortífagos?, se preguntó, pues lo normal era que un miembro de la Orden no atacaba, sino los del bando contrario.

 

Permaneció a unos seis metros, mirando todo lo que estaba pasando hasta que decidió hacer algo para ayudar a sus compañeros. — Floreus—dijo fuerte y claramente, al ser un efecto no tenía necesidad de apuntar con la varita, pero aun así apunto a Agatha con su varita, esperando que de su siguiente hechizo salieran unas simples flores. — Silencius— seguía apuntando a Agatha con su varita, pero esta vez el hechizo evitaría que las palabras salieran de su boca.

[Lestat Rambaldi]

Miró a sus compañeras y a aquella mortifaga que llegaba ( Agatha) sectusempra grito el castaño con su varita directo a su pecho, el rayo de inmediato voló y dio en su pecho causando tres heridas sangrantes, justo en el momento en que esta intentaba hechizar a una de sus compañeras con un seneca.

El pecho de la chica quedó completamente lleno de sangre entran solo unos segundos pues las heridas fueron profundas y tendría que curarlas lo mas rápido posible.

 

—Floreus—dije ahora viendo que esta intentaba hacer unas manos fantasmales y justo en ese momento en vez de sus necrohands salieron unas rosas amarillas aquellas de la hipocresía de su varita (Agatha).

Ahora solo esperaba aque fuera atacado estaba preparado para cualquier cosa eran momento de ver cuánto podría soportar aquella mortifaga.

Lestat sonrió y miró a sus compañeros uno a uno comenzaban a utilizar sus nuevos hechizos el pronto lograría estar en niveles mas altos era lo que esperaba pero con aquel rango haría lo que estaba en sus manos para vencer a mas y mas mortios.

[Mica Gryffindor]

En el asalto- completamente ajeno al rol con Sakato

 

No tenía miedo, no lo tendría en ninguna circunstancia. Aquellos fenixianos podrían hacer lo que fuere, herirla, matarla... pero no les temía. Sabía muy bien quién era y lo que estaba haciendo en el mundo mágico. Sabía perfectamente la causa con que se embanderaba a diario y por qué quería seguir luchando y de pie.

- Aguamenti- aquella palabra en su mente bastó para crear un hermoso ramo de jazmines que perfumaron su ubicación.- Qué románticos estamos...-dijo con sarcasmo -al parecer entre todos podrán detenerme...

Una araña acababa de picarla, la mató de un manazo, sabía que aquel era el principio de su fin, pues no podía hablar como para lograr curarse a tiempo.

 

Por fortuna las necrohands pudieron detener el strellatus, pudiendo mirar a los ojos a sus atacantes.