Castillo de la familia Haughton

[Lisa Weasley Delacour]

La luna, mi amiga y protectora, salía, como sucedía continuamente, a acompañarme en aquellos momentos de tensión. La orden significaba mucho y se podría describir con dos palabras; Lealtad y Sacrificio. No se tenía que ser de muy alto rango para echarle valor y hacer ostentar aquellos ideales que todos llevábamos en el corazón. Era mi vida, un combate mas, un combate menos, yo lucharía siempre en favor a la luz y la justicia.

Con la fuente tras de mí y la puerta de ingreso al castillo, me sentía más decidida que nunca a derrocar el poder que la marca poseía en la sociedad existente – Corpus patronus – Si bien era cierto que yo iba en buen plan, era mejor prevenir que curar. Miles de hilos plateados salieron de Kim y se hubo, creando asi la forma de un león. El animal era enorme, poseía grandes garras y afilados colmillos. Precioso, noble, leal, ágil, veloz. Estaba a mis órdenes y me acompañaría allí donde fuese.

No tarde en ser recibida por uno de aquellos seres, por llamarlos de alguna manera. Una mujer y bien vestida se acercó hasta quedar a diez metros de mi persona y de forma amenazante me exhorto a que le dijese quién demonios era – Creía que esta luz hacía de presentación – Sonreí tras ella – Pero veo que no. Soy Phenix, miembro de la orden y estoy aquí en una visita de rutina, pero tu presencia me lo ha confirmado todo – Además eso de que me amenazan no me gusta, ¿algo de amabilidad en ese oscuro corazón no posees?

[Mica Gryffindor]

Notó el animal creado por la fenixiana y lo mantuvo a su vista como a una posible amenaza, no obstante por el momento no quería crearle motivos para causar una guerra de aquel encuentro.

-Pues hola Phenix, mi nombre es Morticia... tal parece que ambas tenemos sospechas sobre este lugar, y estamos aquí por similares motivos- dijo dispuesta a ocultar su identidad hasta últimas consecuencias, o al menos resguardar el buen nombre de su familia.

 

Examinó a la mujer con interés, pues poco podía confiar en ella. Necrohands pensó sin apartar su mirada, creando aquellas manos de oscuridad de su misma altura que estarían dispuestas a defenderla de cualquier posible ataque.

 

-¿Amabilidad? ¿Acaso eso se pide a alguien de un bando tan opuesto?- le soltó riendo tranquilamente, intentando saber qué tramaba la mujer tras ese pedido absurdo.

[Lisa Weasley Delacour]

Una especie de tregua extraña se habia formado entre ambas, aunque ambas teníamos defensas por si las moscas, pero el que no me atacase y estuviese abierta al dialogo, me motivaba a seguir con la conversación. Quizás y solo quizás necesitaba una mano para salir de la marca y aquel encuentro fuese el detonante para tal fin. Me creía tonta al decirme que la Haughton podía tener ideales fenixianos e iba a tirar por ahí a ver dónde llegaba con sus ideas.

- ¿Cuáles son tus motivos para creer que esta familia apoya a la orden? Y si es asi ¿No es normal que yo esté aquí, custodiando sus terrenos y puertas para que nadie de tus amigos intente hacer nada? – Preguntas lógicas y de manual.

Era extravagante como poco. Seguía tensa, pero habia algo en su esencia que me indicaba que poseía amor en su interior, lealtad y afinidad con cierta parte de la publicidad, ¿Cómo alguien con aquellos sentimientos puros podía apostar por la violencia y entendía que matar por matar era algo bueno? Quise derivar el tema de la charla por aquel sendero, para asi lograr entender sus razonamientos.

- Bueno, finge no serlo, pero a fin de cuentas no me has atacado, dentro de ti debe haberla, ¿Cómo puedes matar a sangre fría siendo que la posees?

[Mica Gryffindor]

Una risa algo más irónica surgió ante aquel primer comentario de la fenixiana. La rubia se cruzó de brazos alzando una ceja aunque el gesto no se viese a través de la máscara de plata que la cubría.

-¿Qué me dice que realmente estés aquí por sospechas respecto a esta familia y no para protegerla de mi presencia o la de otro desconocido?- dio como argumento la propia cuartada que ella estaba utilizando para desviar las sospechas de la muchacha. Pero ¿cómo podría ella tener la certeza de que estaba defendiendo y no atacando? Era imposible tanto que Phenix la vinculara a la Haugthon como que ella misma pudiese desvincularse sin revelar su identidad verdadera.

No hizo caso a sus intentos de hacerla quedar como un corderito más allá de su bando, pues estaba bien segura de la senda que seguía. Poco le importaba lo que pasase con los miembros de la Orden y demás integrantes del mundo mágico, solo le importaba seguir en el sitio en que más beneficios para su persona estaba encontrando.

-Que sea una mortífaga no indica que vaya por todo sitio derramando sangre.. hay momentos y momentos...

[Lisa Weasley Delacour]

Mi esencia se vinculaba con la suya de forma alarmante. Yo o más bien mi parte oscura, aquella que con Gaia habia logrado dominar, entendía ciertos puntos de su vida diaria, pero habia elegido un camino, el del bien, ¿el porqué de esto? Porque lo sentía como propio y mis ideales asi me lo indicaban. Luchar por la justicia, porque la sociedad pudiese vivir bien y salir adelante, era una alegría que nada más en este mundo podía darme. Le hice saber lo que pensaba, como si en vez de una rival, estuviese ante una amiga equivocada en su parecer.

- Si algún ser que se cree superior fuese por tu familia y los matase por el simple hecho de que tuviesen una sangre diferente a la suya o unos ideales contra puestos, ¿te parecería eso normal? Abre los ojos. Tu señor tenía la sangre mezclada, como la mayoría de los magos hoy en día. Necesita pasar eso para que los poderes que ambas poseemos sigan existiendo. Algún día lograras comprender todo esto y entenderás cuan tonta has sido por seguir a unos cabecillas que ni ellos mismos dan la cara para combatir por algo que os meten en la cabeza desde bien jovencitos.

Mi corpus patronus, con el paso del tiempo, habia desaparecido, pero no iba a crear otro. La tregua seguía vigente, al menos de momento. La mire a los ojos o a lo que yo creía los ojos, pues llevaba la máscara plateada que la identificada como mortifaga y continúe hablando. Sentía lastima por aquellos seres, nunca, a no ser que se dejasen llevar por sus sentimientos, lograrían entender la belleza del mundo, de la vida y de los pequeños actos de fe. Conduje mi discurso a su finalización, tenía que irme, pero aquella mini charla nos habia servido a ambas

- La luz siempre prevalecerá por encima de la oscuridad. Yo estaba aquí por algo, tu también, ahora debes pensar, ¿Quién es la que estaba equivocada? Yo no mato, Protego. Yo no hiero, curo. Yo no asalto, me interpongo entre vuestras afiladas katanas para salvaguardar la vida de otros. Yo no rompo, arreglo. Yo no me creo superior, lo soy por el simple hecho de que creo en el amor. La orden sigue en pie, díselo a tus altos rangos. Rendirse nunca ha sido nuestra opción.

Y sin más, di media vuelta, hasta cruzar el bosque, para asi llegar de nuevo a las callejuelas de Ottery, donde y con cuidado de que no hubiese conjuros anti aparición, gire sobre mis talones y desaparecí de allí. Mi corazón latía apresuradamente. Era miembro de la orden del fénix, ahora y siempre. Orgullo de seguir lo que un día Albus Dumbledore creyó.

[Mica Gryffindor]

Contuvo la risa, pues esa fenixiana la hacía acordar mucho a ella en sus tiempos de ingenua fidelidad por la Orden del Fénix. Poco sabía aquella ingenua lo poco que la Orden se implicaba realmente en la protección de la seguridad mágica y como solo los intereses personales de algunos altos rangos se volvían en verdades absolutas con las que embanderar su desempeño.

-Vale, tu sigue en tu burbuja, yo sé muy bien quién soy...- dijo como única respuesta, dejando que esa boba solo siguiese el camino hacia el interior.

Agatha también había estado así de equivocada tiempo atrás, pero por fortuna se había dado cuenta de sus propios errores y optado correctamente. Al menos en la Marca Tenebrosa se sabía aceptar las destrezas individuales y el esfuerzo más allá de la amistad.

Decidió perdonarle la vida, dejándola marcharse con sus falsas expectativas. Pronto la vio llegar a los bosques y perderse entre el follaje, antes de traspasar las verjas y salir definitivamente de los terrenos.

Ya era de noche y quería refugiarse en el interior del castillo, pero siguió caminando unos momentos antes de hacerlo, para asegurarse de no ser vista por esa extraña.

[Sakato Shoji]

incluso tras tres meses en esta isla olvidada por dios no podía aun acostumbrarme al clima, el fango causado por la constante lluvia ya embarraba la parte baja de mi única túnica cuando baje del carruaje frente a la mansión de la familia Haughton, se parecía a algunos edificios que conocía de Alemania en mis días de juventud, decidí no posponer las cosas mas y me acerque a la puerta, golpeé con fuerza la pesada puerta de madera mientras el gélido viento ingles me azotaba la espalda. decidí esperar un poco a que me respondieran antes de entrar.

[Mica Gryffindor]

Acababa de entrar a la mansión, corriendo presurosamente a encender la chimenea pues hacía frío y acababa de entrar descalza después de una caminata por los jardines que había durado más de la cuenta. Sus pies estaban helados, así que decidió sentarse en la alfombra ubicada frente a la chimenea para tomar calor antes de hacer cualquier otra cosa.

Estaba por incorporarse cuando alguien llamó a la puerta. Le resultó extraño pues no esperaba a nadie a esas horas y prácticamente todos los miembros de la familia ingresaban al castillo sin golpear... así que tomó su varita para evitar correr riesgos, escondiéndola en el porta-ligas que llevaba en su pierna izquierda.

Alisó con ambas manos su vestido negro antes de por fin empuñar el pomo de la puerta y atraerla para abrirla, descubriendo al muchacho que estaba al otro lado.

- ¿Hola?- dijo pensativa, intentando descubrir de quién se trataba.

 

@@Sakato Shoji

Editado 9 de Junio del 2015 por Agatha M. Gryffindor

[Sakato Shoji]

después de un minuto esperando una hermosa mujer de cabello dorado me abrió la puerta, por un momento su belleza me paralizo, la vida de un vagabundo no permite ver de cerca a las bellas señoritas de la realeza. y aquí estaba yo, embarrado y parado en la puerta con la boca abierta.

 

volví a mis sentidos y le hable en el tono calmado que usualmente uso en situaciones de tensión.

 

- "Frau Agatha, soy yo, Shôji, recibí su mensaje para venir a la mansión, le agradezco mucho su cordialidad en aceptarme en su familia, al menos por ahora"

 

sus ojos eran como dos ámbares, fríos, pero en cierta forma reconfortantes.

 

sin saber que mas hacer me quede callado, esperando una respuesta, y cuidando de no poner mis ojos donde no debiera.

[Mica Gryffindor]

Sus palabras la hicieron caer en la cuenta de quién se trataba, asintiendo suavemente mas no moviéndose de la puerta aún. Apoyó su codo en el marco contemplando al caballero de pies a cabeza, buscando conocerlo mejor tan solo a través de su imagen. Fueron largos minutos de silencio, mientras la rubia ponía a juego el carácter del desconocido.

-Bienvenido, espero que te sientas cómodo aquí- dijo finalmente, intentando suavizar su semblante.

Enderezó la postura y lo tomó con cuidado del brazo para conducirlo hacia el interior del Castillo. Cerró la puerta a su paso y lo hizo pasa hacia el sitio en que hasta entonces ella había estado sentada, soltándolo para volver a situarse informalmente sobre la alfombra.

-Siéntate donde quieras, esta también es tu casa ahora...- esperaba que no le disgustase su confianzuda actitud- Cuéntame de tí... ¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿Qué pretendes?- aventuró, cruzando las piernas con sensualidad.

 

@@Sakato Shoji

Editado 9 de Junio del 2015 por Agatha M. Gryffindor