Castillo de la familia Haughton

[Mael Blackfyre]

Solo habían transcurrido dos minutos cuando dos figuras encapuchadas aparecieron cerca de la verja. ¿Cómo era posible? ¿Por qué justo cuando me encontraba en aquel sitio aparecían dos Mortífagos? Saqué mi varita y los miré fijamente. Era tan claro como el agua cuál era el fin de aquel encuentro, pero estaba con el rostro descubierto, a modo de empleado del Ministerio. Mi corazón me decía de atacarlos de todas maneras como Templario de la Orden, pero mi mente me avisaba que aquello no sería bueno para mi futuro, sería una llaga en el paladar y no podría ayudar a nadie de aquella manera.

 

—¡Avis! Aléjense, malditos. Estoy aquí para hacer mi trabajo. No me interesa nada de ustedes, cobardes —ambos me miraban por detrás de sus máscaras. Había aferrado tanto mi varita que despedía algunas chispas. Las aves habían servido para cubrirme de aquel Sectusempra que había lanzado. Claramente que la docena de palomas que había aparecido a mi alrededor, desaparecieron con el impacto. Mi cabeza se vió sumergida en completa confusión y luego me vi levantado por el talón.—. Pueden irse rápido de aquí y haré de cuenta que no pasó nada. Ésta familia no tiene nada que ver con ustedes. El Ministerio de Magia sino caerá sobre ella.

 

Sabía que aquella amenaza no ayudaría para nada. Sabía que los Mortífagos tenían un solo objetivo pero eso no importó. También sabía que al cabo de un solo movimiento me vería afectado demasiado. No les daría el gusto. Me defendería y no me iría de allí. O por lo menos no hasta caer en San Mungo. Muchos huían. ¿Para qué? Eso serviria para darles el gusto a ellos. Se jactaban de su manera de poder, pero realmente eran cobardes. "¿Les parece justo? Se hacen llamar Mortífagos y se escudan tras ésas bolas negras." Reí, aunque sabía que no me faltaba mucho.

[Radamantys]

En ese momento el demonio sintio como una niebla cubria su cuerpo, habia sido invocada por Juv, con aquello el par de Mortifagos estaban cubiertos de ataques fisicos, lo que dificultaria que los pudieran detener, aquello sin duda terminaria con la muerte de Elvis y con la de todo aquel que osara aparecerse por el lugar, Radamantys no pudo menos que sonreir y alegrarse de no ser el blanco del Odio de la Malfoy que podria ser devastadora.

 

-Realmente no se que tipo de muerte puda merecer alguien asi- añadio Rada con desden , -A lo mejor dejarlo morir desangrado o devorado por los carroñeros- agrego al tiempo que su varita se movia y susurraba:

 

-Expectro Protego-

 

La masa de sombras se materializo en un cangrejo de fuego que quedo a 5 metros de Radamatys listo para atacar o defenderlo Rada le mando lanzar los chorros de fuego a Elvis, despues de eso la varita de Rada se movio apuntando a una de las estatuas y susurro:

 

-Morphos-

 

De inmediato esta se animalizo reduciendo su tamaño, habia aparecido una Hiena, con sus negros ojos clavados en Elvis, -Ese sera tu cena- agrego con sarcasmo al tiempo que susurraba un Tercer Fuego negro que se elevo a 2 metros a 6 de los otros dos , mas pequeño que los demas pero en su momento igual de mortal.

 

Una vez acabado se giro y avanzo hasta donde estaba Juv, las palabras de ella habia creado un calor en su cuerpo sin poder evitarlo y aun ambos bajo la niebla el dmeonio se acerco y poso sus manos en la cintura de ella buscando los ojso azules, -Sabes que siemrpe me has encantado no?- le pregunto pero esta vez con seriedad y no puedo evitarlo, busco lso labios de la bruja, atrayendola hasta su cuerpo, sintiendo cada centimetro de este pegado al suyo, cada parte y cada cuerva embonaron con el suyo mientras su labnios se perdian en los de ella .

 

-Perdon- exclamo el dmeonio tras separarse de ellos pero sin soltar la cintura de la bruja, le cuasab una mezcla de exitracion con ternura tenerla tan cerca suyo, la sonrisa en sus labios volvio a alforar, lo mas que podria pasar era un katanazo de juve e ir al medico.Depues de eso la voz de Elvis llego a Rada que simplemente exploto en carcajadas ante sus palabras y nego con la cabeza, ya juve lo mataria.

[Kyle Blackthorn]

-¿Debería temer que el Ministerio me de caza?...-inquirió notando la forma tan valiente en que Elvis se defendía de los ataques de los magos tenebrosos-El Ministerio debe ser el mismísimo demonio, yo digo para apararte en él y no darnos la cara como es debido…-aquella era una forma muy cobarde de proyectarse ante los jóvenes que estaban atacándole-Antes era la cobardía como tal y hoy su escudo es el Ministerio…-ladeó la cabeza elevando con fuerza su afilada katana de plata-Proyectar corte de katana…-pensó la demonio proyectando un afilado y profundo corte contra el pecho de Elvis abriendo una herida que sangro en el acto.

 

-Dije que te mataría y yo cumplo mis promesas…-asintió elevando con fuerza su varita-Seccionatus…-pensó la demonio emanando de la punta de su varita una horda de doce medias lunas de las cuales 6 pegaron en el cuerpo de Elvis. Tres en su costado derecho y tres en el costado izquierdo, dejándolo como todo un alfiletero ambulante. Era cuestión de tiempo verle morir, ya que los ataques de la demonio estaban siendo demasiado certeros a decir verdad.

 

-Káidan…-sentencio la Malfoy proyectándose en sus ojos un brillo verdoso que despertó los peores temores de Elvis, provocando que no pudiera intercalar sus hechizos contra el poderío de ambos mortifagos-Vive poco y muere rápido…-le aconsejo, ya que no estaba de humor para postergar mas la faena que estaban desarrollando dentro de los terrenos de su familia-Perdón…-sonrió mirándole fijamente tras tomarle del cuello y volver a besarlo-Yo si debería pedir perdón…-mordiendo el labio inferior del Nigromante no perdió de vista la reacción de este-Si lo sé y vos me fascinas a mi…-musitó complacida.

[Mael Blackfyre]

Los Mortífagos intentaban hacerme entrar en razón de todas las tonterías que me estaban diciendo. Era gracioso que dijeran todo eso detrás de una barrera que los protegían de cualquier ataque directo. E incluso la usaban para entrelazarse y besarse. ¿No tenían una habitación para ello? “Claro que no, les gusta alardear de todo” pensé mientras sentía varios impactos en mi pecho. Uno de ellos fue el más profundo, la Katana había impactado en mi, produciéndome un gran corte Luego media docena de pinchazos más.

 

Aún estaba elevado en el aire. Arranqué cada una de las medialunas tirándolas al suelo. La sangre goteaba en el piso, manchándolo de rojo. Aunque se perdía en el césped. Con un movimiento innecesario de mi varita pensé en un Episkey. La herida que había causado la proyección de la Katana se cerró levemente. Necesitaría ir a San Mungo para que me curaran eso. El miedo me envolvió por completo. Los ojos de la mortífaga se volvieron de un verde brillante.

 

—Liberacorpus —comenté para salirme de aquella maldición en que había caído. Estaba dos metros del suelo. Cuando caí, lo hice con las rodillas en el suelo y apoyé mis manos para no golpearme la cara. Me erguí, poniéndome de pie y pude ver que un banco de piedra había sido convertido en una hiena, ahí, parado cerca del creador. Ambos mortífagos estaban enroscándose de una manera ridícula. Una tercera figura apreció en el cielo—. Creo que todo esto sería más divertido si estuviéramos con las mismas condiciones.

[Kyle Blackthorn]

-Fuego Maldito…-sentencio la demonio emanando de la punta de su varita tres llamaradas de fuego que sobrevolaron el firmamento. Se trataba de tres águilas reales que aletearon con fuerza y determinación, recibiendo la orden expresa que les daba su creadora. La primera de ella impacto en Elvis por la espalda, produciéndole severas quemaduras que le escocieron la piel en el acto.

 

La segunda águila real le pego desde arriba por la cabeza quemándole de forma irremediable, provocándole quemaduras que tendría que curarse o moriría.

 

Mientras que la tercera águila real le impactaba por la parte baja y desde atrás, impactando justo en sus piernas quemando estas con sus abrazadoras llamas provocándole quemaduras que le escocieron esas zona del cuerpo de forma irremediable.

 

 

-Disfruta tu muerte…-se mofo del joven sabiendo que no tendría salvación alguna, ya que su vida estaba terminada ante el ataque lanzado por la Haughton.

 

 

-Expectro Protego…-sentencio la demonio emanando de la punta de su varita una estela verdosa que ascendió hacia el firmamento. Aquella no tardo en solidificarse en un hermoso fénix oscuro, tras unificarse todos los zarcillos que se desprendieron de aquella estela, ordenándole al mismo colocarse delante de ella y protegerle de cualquier ataque que le viniera en contra. Su fénix seria un escudo perfecto que no se vería afectado por ningún ataque o distracción, dado que su orden era la de proteger a la Ángel Caído y la cumpliría a rajatabla.

 

-Fuego Negro…-bramó divertida la demonio invocando una esfera oscura que levito a tres metros de altura. Aquella fue activada por su creadora en el acto, dándole la orden expresa y tajante de evitar cualquier rayo, invocación, efecto o criatura que viniera contra este, impidiendo de ese modo que fuera destruido y su poder devastador se siguiera incrementando poco a poco.

 

 

-Si la fiesta ha de crecer, pues que crezca…-ironizó su mención, ya que no le extrañaría que entraran a complicarles las cosas de alguna forma.

[Mael Blackfyre]

Me había logrado zafar de los pocos ataques que me habían lanzado, pero estaba en problemas realmente. Estaba en mis ideales hacer frente lo más posible, pero ya la Orden del Fénix estaba en aprietos respectivamente con Adryanie y Hank. De hecho estaba ayudando en todo lo que podía para limpiar el bando, no seria algo bueno que me revelara como miembro de mi bando. Empeoraría las cosas. Sabía que las amenazas del Ministerio no darían sus frutos pero tenía que hacerlo.

 

No pude decir palabra alguna. Pude ver el último brillo de fuego que impactaba en tres zonas diferentes. El terror aun me invadía por completo. Podía acordarme de mis padres muriendo, de mi familia destruyéndose, de mi esposa abandonándome. Todo eso me había bloqueado. Era algo que ya no podía manejar. Bajé mis brazos. ¿Qué dirían mis compañeros? Sabía que recibiría un gran regaño luego. Mi túnica se quemó por detrás. También lo hizo por la cabeza y las piernas. Realmente dolía.

 

Y así termine. No tenía el poder para curarme por completo. Un brillo verde surgió entre el espacio que nos separaba. Por un momento había pensando que se trataba de un Avada Kedrava que me daría un fin definitivo, pero no, era gracioso que la figura de un fénix apareciendo como una señal. Sonreí y sentí que todo se dio vuelta. Había caído bajo ésos dos Mortífagos. Aunque en mi menté surgió un último pensamiento de deseo. Algún dia, las fuerzas oscuras se disiparían. Esperaba poder vivir aquello.

[Radamantys]

Todo habia terminado el cuerpo de elvis Cayo al piso con un ruido sordo, Radamantys sonrio al ver el resultado de los tres fuegos malditos de Juv, Slyhterin nego con la cabeza, habia esperado que los de la orden aparecieran y es que con aquello habria sido mas emocionante el encuentro, los fuegos negros que levitaban sobre Radamantys estaban en su punto maximo por lo que para no dejarlos sin uso este los envio al cadaver.

 

El piso se sacudio ante la potencia de los tres fuegos, el cadaver quedaria calcinado e irreconocible, un duro trabajo les esperaba en San Mungo para poder traerlo a la vida, una sonrisa de maldad se formo en los labios del Nigromante que empezo a avanzar hasta la salida al tiempo que el demonio ordenaba a la Hiena acabar con el cadaver.

 

-Espero que te guste la carne quemada- agrego Rada soltando un par de carcajadas, sus ojos negros se desviaron de la escena buscando a Juve, una vez que la encontro la tomo firmemente de la cintura, -Y si seguimos la fiesta en otro lado?- pregunto Radamantys dejando que sus labios resbalaron por los de ella y haciendo que sus cuerpos se sintieran mutuamente.

 

Despues de eso Rada salio con Juv a su lado, una vez que estuvieron lejos del lugar y de todo hechizo desaparecieron juntos, ya se volverian a ver en otra ocasion.

 

OFF

 

Bueno la cosa es sencilla Elvis Gryffindor debera ir a SM a revivirse para poder seguir su camino xDD asi mismo dejo constancia que se negocio un aspecto que no le cuadraba a Adryanie siendo que este sera llevado a los lideres para evitar entorpecer negociaciones y roles en un futuro.

[Valky]

Rol aparte del que llevo con Juliens XDDD

 

Con un leve clack la figura de dos mujeres irrumpió la tranquilidad que reinaba en el castillo, pues habían aparecido de la nada. El viendo gélido acarició el rostro de la vampiresa que no se inmutó para nada, lo único que le molesto fue que sus zapatos de tacón se hundieron en la no tan fina capa de nieve que se había formado en el transcurso de la mañana.

 

— Genial — Dijo con ironía — Vamos para adentro, que yo no siento frió, pero seguro tu terminarías como una paleta helada — añadió sonriendo a la bruja. Esperaba que de a poco fuera sintiéndose menos incomoda con su presencia.

 

Al parecer no se encontraba nadie en el castillo pues el silenció era abrumador. Quizá habían decidido viajar a un lugar más cálido o simplemente estaban aun en los diferentes trabajos, de todas formas era muy temprano aun. Abrió la puerta permitiendo el pasó a la Black, el interior del que ahora era su hogar estaba impecable como siempre y muy cálido, seguramente los elfos habían encendido las chimeneas para que el ambiente estuviera siempre acogedor.

 

— Hubiera querido llevarte al Castillo Rowle, pero cuando nos quedamos solo Bastian, Kelian y yo viviendo en el, se nos hizo demasiado grande — Empezó a contarle — Así que decidimos mudarnos aquí... eres bienvenida si quieres quedarte. — Le ofreció con amabilidad mientras caminaba hacía la puerta que daba a la sala. En el trayecto apareció Tara una de las elfinas al servició de la familia.

 

— Ama... ¿le puedo ayudar en algo? — Dijo haciendo una pronunciada reverencia, aquella elfina era sin duda alguna algo especial. Tenía un aura que la hacía, por así decirlo, agradable.

 

— Puedes pedir a mi hijo Kelian que baje a la sala, por favor — Pidió la castaña abriendo las puertas que daban a una enorme sala en donde el calor era aun mayor, pues en ella estaban dos de las más grades chimeneas — Y ya que estarás por arriba, trae a Alessandro en caso de que este despierto — añadió mientras se despojaba de su túnica. La elfina hizo un asentimiento y se marcho.

 

— Muffiato — Dijo apuntando hacía la puerta que tan solo momentos atras Tara había cerrado, así nadie escucharía lo que las brujas conversaran — ¿Deseas algo de beber? — Le preguntó la Black— Toma asiento, mi hijo no tardara en venir — Añadió señalando uno de los cómodos sofás, ella por su parte fue hasta el bar, en donde busco una botella de whisky de fuego y se sirvió.

Editado 4 de Diciembre del 2014 por Valkyria Haughton

[Mael Blackfyre]

Fwooper, lechuza.

 

La lechuza Fwooper emitió un leve ulular cuando reconoció el techo del Castillo Haughton. Había volado desde el Ministerio de Magia, específicamente del Departamento Auror para entregar aquel folleto. La directora del departamento y el jefe de oficinas de Cateos y Erradicación de las Artes Oscuras habían estado de acuerdo con Elvis en realizar un cateo contra aquel hogar después del ataque de los dos Mortífagos. Pero estaba claro que no se iban a quedar con los brazos cruzados. El ave esquivó la copa de los árboles y atravesó el encantamiento antiaparición, ya que no la afectaba.

 

No había estatuas que le bloquearan el paso, así que continuó. El territorio parecía hostil y solidario. ¿Era por voluntad propia? No conocía mucho aquella mansión pero hasta la lechuza le recorrió un escalofrío por todas sus plumas, por lo que se apresuró a realizar su trabajo. Dio una vuelta a toda la edificación aunque no encontró una ventana abierta, así que se lanzó contra la puerta y soltó el pergamino que llevaba en su pico, en el momento justo que giraba para no chocarse la puerta.

http://i.imgur.com/OLvkkVN.jpg

 

El folleto se deslizó por debajo de la puerta como si hubiese sido un fantasma. Sobrevoló todo el vestíbulo hasta llegar a la zona de la sala, cerca de alguna chimenea, donde cualquier persona viera el papel flotando a la altura de sus ojos. Estaba claro que no todos harían caso al Ministerio o se reirían de los consejos que daba a la comunidad, pero estaba en nuestra obligación el hacerlo. El ave llegó fuera de los límites del Castillo Haughton en tan solo diez segundos, listo para ir a otra mansión.

[Blackimse]

La mortífaga se entumeció de inmediato al sentir el frío invernal que cubría a la mansión Haughton y sus terrenos. Decidió asentir sin chistar en cuanto la castañala dejó entrar en la cálida mansión, recorriendo con su vista aquel lugar, pues no estaba segura si en el pasado olvidado la había visitado con anterioridad.

-Supongo que no me queda otra que visitar aquel castillo una vez termine acá, no hace falta que me lleves, sólo dame las indicaciones e iré.- Completó la pelinegra al saber el trágico final del castillo Rowle.

La elfina doméstica se acercó presurosa para complacer a la joven recién llegada, lo que hizo preguntarse si ella tendría también un elfo doméstico a su servicio, pues nunca había oido que alguno le fuese a ver en el hospital San Mungo.

-Yo..¿Tengo un elfo doméstico?- Preguntó en caso que Valkirya supiese algo -Podría sernos de utilidad si llegué a invocarle antes de perder la memoria- Añadió esperanzada mientras la elfina doméstica se fué con todas las prisas a buscar a los hijos de Valkirya.

Mientras se ubicaban cómodamente en el estudio que contenía una hermosa chimenea de mármol banco empotrado y pisos alfombrados de los tapetes persas más bellos que Blackimse podía recordar, la mortífaga fué buscando un cómodo sofá donde descansar y poder pensar mejor. Escuchó cuando la joven pronunció el hechizo y decidió mantenerlo en su memoria por si necesitaba llegar a utilizarlo luego, aunque no sabía de que se trataba éste.

-Ammm.. Wisky de Fuego...Gracias- Esperó con paciencia a que la anfitriona hiciera el trago y luego de tenerlo ya en sus manos ordenó sus preguntas esperando poder obtener de ella alguna respuesta.

-Esto...¿Qué fué lo último que recuerdas de mi paradero?, ¿Alguien más sabía de mis movimientos?- Preguntó mientras se sacaba la capa de viaje y la dejaba en el respaldeo del sofá para luego tomar sorbos de su bebida.