Castillo de la familia Haughton

[Arya Macnair]

Y entonces, supo que tenía razón, una presencia oscura se presentó ante ella, un escalofríos le recorrió el cuerpo, el estómago se le revolvió y la sangre le hirvió, solía odiar a todos los Mortífagos, pero teniendo a aquella figura en frente, sentía que si se mordía la lengua moriría envenenada. Con rapidez y sin perder el hilo, separó sus delicados labios y soltó a viva voz, apuntando en dirección a Leah: ―Limitate ― un chasquido le informó que su hechizo había surtido efecto sobre la varita de Leah, la cual, como el mismo nombre lo decía, estaba limitada por un lapso de tiempo y no podría usar ni hechizos ni invocaciones durante todo ese tiempo, valga la redundancia.

 

―Morphos

 

Por segundas vez, agitó su varita con rapidez, apuntando a un enorme cepillo para la crin de los caballos, gruesas cuerdas y material de madera, tenía el doble de tamaño que la palma de su mano. Éste objeto se transformó en una horrible viuda negra, la cual se escabulló entre la paja que había en el lugar, comida para los caballos, esperando el momento oportuno para poder atacar.

 

En ese instante, una araña se acercaba a ella, levantó su pie y la piso, no entendía qué pretendía, pero sabía quién era, aun así sin quitarse la luz del rostro bramó, ―No te atrevas a hablar de mi hija, o te arrancaré la lengua con mis propias manos― no había que hacer enfadar a una madre como Arya.

[Mei Black Delacour]

Frunció el ceño, ¿cómo es que alguien podría adivinar que allí había un castillo? La gente normal pensaría que más era una reserva, un parque o a saber. Puso los ojos en blanco y, soltando un largo suspiro, avanzó hasta las verjas de entrada, abriéndolas y entrando por ellas, sumergiéndose en el mar de hojas y oscuridad debido a las pobladas copas de los árboles.

 

Avanzó hasta que se cruzó el camino por el que transitaba se dividía en tres y, sin dudarlo por un momento, tomó el del medio, caminando apresuradamente por el sendero hasta que por fin salió a lo que parecían los jardines delanteros del castillo que tenía un poco más allá de su posición.

 

A ese momento, su varita ya estaba en mano y sin más, la hizo girar entre sus dedos para quedar con la punta al frente a la vez que ingresaba al edificio, dirigiéndose inmediatamente al a primer planta.

 

–Ardius – susurró, completando el hechizo con un – Corpus Patronus – que inmediatamente comenzó a tomar forma por encima de su cabeza. El ser, gigantesco, batió con fuerza las inmensas alas aprovechando el enorme espacio que tenía en el lugar y, de esa forma, el patronus pasó a convertirse en un ser corpóreo con todas las características que solo un vipertooth peruano podía poseer. De tres metros de alto y el correspondiente de ancho para darle una forma normal, el dragón se movía de forma lenta pero moviéndose al fin, siguiéndola hasta donde ella deseara dirigirse, allí donde se encontraba Zack y sin perder tiempo, el dragón le lanzó la primera llamarada de la noche.

 

–Floreus – agregó, haciendo que la varita de Zack se viese imposibilitada de realizar hechizo alguno debido a que un ramo de rosas marchitas saldría de ella en vez del hechizo que intentara hacer.

 

–Morphos – dijo, haciendo que un jarrón mutara y se convirtiera inmediatamente en una araña de rincón que sin perder tiempo se dirigió hasta Zack con la clara orden de picarlo en el pie e inyectarle el veneno letal del cual el animal disponía, causándole una muerte lenta, pero segura.

[Kyle Blackthorn]

-Y yo que deseaba tomarme unos buenos tragos…-siseó enfilando sus pasos hacia la zona de las escaleras-Son tres pisos, tres benditos pisos del averno…-rodeando sus ojos presiono con fuerza el mango de su katana tras desenfundarla de su espalda-Duele un poco, pero vale la pena…-sentenció percibiendo el aroma a muerte que se comenzaba a impregnar en el ambiente-Poco a poco una a una van a caer…-descendiendo por las escaleras iba a acompañada en todo momento por sus fuegos negros y su fénix oscuro. Con cada paso que daba incendia más y mas a ira que carcomía su interior, desatándose el despertar esa sombra que siempre le hacía matar sin piedad alguna a sus enemigos.

 

Llegando al tercer piso se encamino hacia una de las inmensas ventanas, abriendo esta de par en par salto al vacío cayendo firmemente sobre el césped. Sus ojos divisaron a la Líder de la Orden del Fénix, justo a 10 metros de la verja, esperando tal vez el momento justo para entrar a defender a sus compañeras de bando, no le extrañaba ese método usado desde antaño por los Fenixianos.

 

-Fuego Maldito Mortis…-sentenció la Ángel Caído brotando de la punta de sui varita tres halcones de fuego, envueltos en llamas la orden que le dio al primero fue impactar en la espalda de Mei, provocándole severas quemaduras . El segundo halcón le golpeo desde arriba provocándole quemaduras que le escocieron el cuero cabelludo y quemaron parte de su rostro, el tercero le impacto nuevamente por la espalda, todo esto aconteció una vez que la Malfoy siguiera el trayecto que Mei emprendiera hacia el primer piso.

 

-Confundus…-pensó la vampira volcando la mente de Mei a un pozo oscuro de divagaciones y confusión, impidiéndole de ese modo realizar el Floreus contra Zack. No iba a permitir que les sacaran ventaja y mucho menos que se pasara de lista dentro de los terrenos de su familia.-Proyectar Corte de Katana…-penso la rubia elevando su afilada hoja lanzando un profundo corte sobre la espalda de Mei, ya que el estar detrás de ella le fue mucho más sencillo, mares carmesí brotaron de su herida provocándole un dolor punzante -Cúrate o muere…-siseo manteniendo sus fuegos negros y su Expectro cerca de ella todo el tiempo

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

-Morphos -repitió sin inmutarse, ni por el morphos de ella o por el Limitate.

Uno de los tacones de Arya se convirtió en una avispa marina y la envenenó tan rápido como ponerse en contacto con su piel. Ella, sin dar muchas vueltas a lo que podía hacer o no, simplemente volvió a atacar.

-Absorvere -sentenció.

El fémur derecho de Arya se fraccionó limpiamente con un sonido bastante desagradable incluso para ella, quien era la que había realizado el hechizo. La vio caer entonces, presa del desequilibrio que la pérdida de la extremidad le permitía y alzó una ceja, a sabiendas que ella no lo vería.

-¿Es que no puedo hablar de ella cuando ella disfruta de besarme y... otras cosas? Te daría detalles, pero no tengo suficiente tiempo para para recitar todo ese librito muggle que habla de... ¿cómo decirlo y que sea apto para todo público? Movimientos adecuados, sí.

[Mei Black Delacour]

Se posicionó a unos siete metros de Zack, tratando de mantener esa distancia en todo momento, y observó los movimientos que haría. Habían quedado sólo ellos dos, los demás no tenía idea de dónde se hallaban, pero ellos, en el primer piso de la mansión, pero para su desgracia alguien llegaba detrás de ella.

 

–Aqueora – dijo rápidamente antes de que Juv pudiese pronunciar el confundus que no saldría a su floreus debido a que había hecho una mala maniobra. Inmediatamente una masa de agua surgió y la envolvió por completo desde todos los flancos, dejándola totalmente protegida e inmediatamente le brindó una curación equivalente a un episkey para las heridas del fuego maldito mortis recibido de parte de la Ángel Caído.

 

Episkey pensó luego de salir de su confusión, curándose de las heridas del corte proyectado de katana que Juv había enviado justo en ese momento, por l oque la herida sanó rápidamente, pero no del todo debido a que aún le faltaban algunas curaciones más por hacer.

[Kyle Blackthorn]

- Buona Notte…-siseó la Malfoy notando como Mei hacia uso de su capa de agua, parecía que las cosas no e jugaban a favor a la Líder del bando contrario. Sus nervios se tensaron en el acto, no pensaba dejarle ir así como así y eso lo tenía más que claro en su mente la Ángel Caído. Sonriendo por dentro elevando su oscura varita sentencio con arrogancia-Káidan…-proyectándose en sus orbes lapislázulis un brillo verdoso que despertó los peores temores de Mei, arrastrándole hacia una de sus peores pesadillas.

 

-Confundus…-pensó la vampira sacando la mente de Mei de balance, volviendo a sumirle en una confusión irremediable. Si que le estaban soltando los palos en toda la extensión de la palabra, pero eso poco le importaba a la Ángel Caído. La mente de Mie estaba siendo atacada por sus peores temores y ahora estaba siendo azotada por una confusión que seria capaz de volver loco a cualquiera.

 

-Confundus…-volvió a pensar Juv volviendo a sumir en una nueva confusión Mei, no la dejaría irse de ese sitio a menos que fuera muerta y sin posibilidad de atacar a ninguno de los mortifagos que estaban dentro de esa batalla. El primero de sus fuegos negros pego en Lisa, que al estar dentro del primer piso donde estaba batallando con Zack eligió el peor momento para meterse con su compañero, su segundo fuego negro impacto en ella igual que el primero causándole heridas graves.,

 

Mei y Lisa estaban en aprietos, la primera a poco de morir y la segunda a poco de hacerle compañía.

[Leah Snegovik]

~Leah Atkins

Existen un montón de personas diferentes. Hay algunas que, con el poder, simplemente se vuelven ridículas a un punto de querer imponerse ante los demás como los más conocedores. Incluso llegan al punto de tratar mal a aquellos que los rodean, haciendo cosas que no deberían en una posición "importante". Hay otras que son más carismáticas, de esas que logran cualquier cosa cuando se la proponen y que, con un empujó, pueden lograr hacer grandes hazañas sin ningún impedimento. Éstas suelen ser las más afectadas. Sin duda alguna, tienen el poder de crecer en lo que hacen y que, por mucho, son excepcionales. Eso pensaba la narradora sobre cierta mujer plasmada en su firma.

Y luego estaba Leah. Leah no tenía ningún tipo de moral existente que le permitiera no reírse de la muerte de Arya. ¿Cómo era posible que muriera tan rápido? Negó con la cabeza y salió de donde estaban, buscando a su nuevo objetivo. Bostezó con flojera cuando vio de quién se trataba y simplemente movió la varita hacia ella.

-Silencius -sentenció hacia Mei.

Afectaría su primera acción.

-Absorvere -dijo de nuevo hacia Mei, rompiendo la muñeca de su varita.

[Zack Ivashkov]

Por un momento se quedó expectante interesado por el siguiente movimiento de Lisa. Intentó detener el Expectro Protego con un Morphos, lo cual para el vampiro resultó gracioso. ¿Cómo podía usar una criatura simple para contrarrestar el poder de una creada con oscuridad? Ni siquiera un corpus patronus invocado por esa bruja simple alcanzaría a detener tanto tiempo al Hipogrifo. De cualquier forma, un minuto más tarde murió salvándose de un ataque pero recibiendo el sectusempra con los brazos abiertos.

Debió curarse de inmediato, cosa que no hizo. Por motivos como ese era que los Mortífagos se burlaban tanto cada vez que la Orden alardeaba de ser experimentados y perfectamente preparados en duelos. Zack bufó y se concentró en el siguiente ataque que recibió. Un dragón invocado por Mei le atacó. Apartó sus necrohands y dejó que la llamarada impactara en su cuerpo quemando la parte superior del mismo. Seguidamente las manos fantasmales regresaron para protegerle.

– Episkey – Pensó para sanar las quemaduras recién hechas. – Episkey – Pensó una vez más para contribuir con la sanación de las quemaduras en su cuerpo, lamentablemente la camisa había desaparecido por las llamas, solo quedó con sus pantalones y zapatos entre los cuales se escabulló una araña que alcanzó a sacudir pero luego de que lo envenenara. - Morphos – Dijo esta vez transformando su zapato izquierdo en un bezoar que ingirió para curarse del veneno en su organismo. Mientras realizó sus movimientos estuvo protegido en todo momento por las necrohands.

[Mei Black Delacour]

Sólo en ese momento fue que Juv la saludó, aunque ella no se había dado cuenta de ello realmente, pues una vez que la adrenalina recorría su sistema, pocas veces se detenía a fijarse en detalles en específico. Inmediatamente vio cómo Juv le lanzaba un káidan, quedando enteramente bajo el hechizo de terror, pero aún tenía unos trucos bajo la manga, ¿no?

 

Antes de que Juv lanzara su primer confundus y aún aprovechando que se encontraba lúcida, inmediatamente ordenó mentalmente a su vipertooth que atacara a la Ángel Caído, por lo que la llamarada del dragón impactó justo antes de que Juv lanzara su segundo hechizo. Luego de ello, la Delacour se vio afectada directamente por el confundus, por lo que no pudo hacer mucho más.

 

Para cuando pasó la confusión, ya tenía su próxima estrategia, a fin de cuentas la había pensando antes de que le impactara el segundo hechizo de Juv. Aún tenía la araña bajo su control, por lo que rápidamente lanzó dos órdenes mentales a sus criaturas. La primera fue que el Vipertooth atacara nuevamente a Juv antes de que lanzara su segundo confundus, su tercer y último ataque, de esa forma tendría que curarse de emergencia dos veces si no quería morir en su próximo turno. La siguiente orden fue a que araña, a la cual le ordenó dirigirse a Leah y subir a su pie para picarla; y luego de envenenarla a ella justo antes de que lanzara su absorvere, se dirigió una vez más a Zack para volver a picarlo en el otro pie.

 

Luego de ello, se vio una vez más afectada por el hechizo confundus y su mente se perdió en un sinfín de pensamientos. No podía hacer ya nada más, pero por lo menos les complicaría la vida hasta que dejara de respirar.

[Zack Ivashkov]

Al parecer los tres Mortífagos quedarían divirtiéndose con la bruja que quiso quedar como heroína yendo al rescate de las dos primeras. Esta, a juzgar por la complejidad de sus hechizos era una muy experimentada. El simple hecho de invocar un dragón ya la delataba como posible líder de la Orden del Fénix, no cualquier mago podía hacer eso.

– Que fastidiosas sus arañitas –. Comentó al tiempo que pisaba con el único zapato que le quedaba a la araña enviada por Mei. No dejaría que le picara nuevamente, estaba cansado de lo mismo. – Celerus Absorvere – Bramó rompiendo los huesos de los dedos en la mano derecha de Mei. De esa forma no podría sostener su varita bien y no lograría apuntar. – Anular Ardius – Agregó esta vez cancelando el hechizo ardius en la varita de la Líder odefa. Simplemente no podría realizarlo en lo que quedaba de batalla.

En vista de que estaba protegida por la cúpula de agua mágica, tendrían que atacarla con efectos, más adelante podrían abusar un poquito de ella como debía ser. Zack pensó unos segundos más y luego terminó por realizar el hechizo que tanto odiaban, dejando a Mei muda bajo los efectos de una deshidratación tras conjurar:

– Séneca –.