Castillo de la familia Haughton

[Kyle Blackthorn]

Nathe Malfoy Haughton

 

El vampiro/demonio había aceptado la invitación de su hermano Ian, no podía negarse a quedarse uno días dentro del castillo Haughton y hacerse a la idea de que su pequeño hermano estaría sumamente ocupado dentro de Rusia. Si que habían conseguido liarlo con las nuevas normas y leyes que deseaban instaurar sus tíos, al grado de colocar a los herederos de esa dinastía entre la espada y la pared. Axell ya se estaba haciendo cargo de reunir a los miembros del consejo, mientras que Chris intentaba cuadrar los viejos tratados con los actuales e Ian remataba la tercia asumiendo su cargo como único líder de aquel consejo.

 

Nathe por su parte le había cedido el derecho al castaño, ya que no deseaba verse inmerso en discusiones sin sentido con su tío Adrien. Ya que la relación entre ambos era sumamente complicada e insufrible, no por nada el mayor de los Malfoy Haughton se había enfrentado al que consideraba su padre y le había dejado en claro que no permitiría que se interpusiera en su relación con Sira. Era un hombre hecho y derecho capaz de asumir los pros y contras de sus decisiones y relaciones, no por nada era el más centrado de sus hermanos y el que rara vez erraba a la hora de elegir a la persona que compartiría el resto de su vida con él.

 

-Veamos que sucede…-adentrándose en el castillo Haughton sintió que el mismo le daba la bienvenida-Ian tenía razón…-bisbiseó curvándose en sus labios una media sonrisa extrañando las charlas que solía sostener con su hermano menor. Ya no eran los mismos de antes, ya no podían verse como buenos amigos o evitar lanzarse puntas que en determinado momento derivarían en una batalla a campal que no le daría cuartel a ninguno de ellos-Es extraño…-ladeando la cabeza enfiló sus pasos hacia las escaleras, no deseaba charlar con nadie, dado que no conocía a los que habitaban dentro de ese lugar.

 

Ya se tomaría el tiempo para presentarse, ya que ahora solo necesitaba tener a su amada cerca y sentir ese calor que siempre le calmaba y le devolvía la serenidad que necesitaba sin lugar a dudas.

 

@@Sira Loveless Haughton

[Valky]

No había nada mejor que el wisky de fuego, se sirvió una copa y se la fue bebiendo mientras servía una igual para la Black. Que en ese momento se estaba quitando la capa de viaje, esperaba que su hijo no tuviera un mal día y pudiera bajar a saludar al menos por un momento. Cuando terminó de servir las bebidas se percató que su copa estaba casí vacía, así que la volvió a llenar hasta la mitad y tras eso fue hacia donde estaba la pelinegra.

 

—Lamento decirte que no podrás ir al Castillo Rowle, este permanecerá oculto por mucho tiempo. — dijo entregándole la copa —Si tienes un elfo, muy desagradable por cierto. Su nombre es Keatcher. —Siguió hablando la castaña —Cuando tu desapareciste yo no me encontraba en Ottery. Pero estoy segura que fue Bastian quien te vio por ultima vez —dio un sorbo a su bebida.

 

Ahora que se ponía a pensar en ese hecho Bastian siempre había evitado contar los detalles de la desaparición de Blacki. Quizá ella debió insistir más para que se lo contara y no conformarse con simples evacivas, aunque, era Bastian de quien estaba hablando, y el era un experto en ocultar cosas. Dio un suspiro y volvió a hablar.

 

—Nunca me ha querido dar detalles, lo que si se es que luego de que el sello que tenía puesto sobre ti, para mantener a raya a Zorces, se rompiera. Ella tomo posesión de tu cuerpo y tu desapareciste — Volvió a tomar de su copa mientras que afuera de la sala la voz de un joven llego hasta ellas.

 

—¿Madre... estás ahí? — Dijo Kelian quien además dio unos pequeños golpesitos en la puerta —Estate quieto… —susurro a alguien más.

 

La castaña se puso en pie de inmediato, sabía que afuera de la estancia no se podía escuchar nada, y no quería que su hijo diera media vuelta y se marchara. Abrió la puerta y al hacerlo la figura de un joven muy alto de cabello azul, le sonreía. En los brazos del mago un bebé de unos ocho meses le devolvía una mirada curiosa, cuando al fin la reconoció estiró los brazos hacía ella.

 

—Hola cariño.. —lo saludo devolviéndole la sonrisa y dándole un beso en la mejilla. Tomó al bebé en brazos y añadió —Hay alguien que quiere verte. —Dejó entrar al joven y volvió a cerrar la puerta.

 

La mirada de Kelian se poso en la bruja de cabellos negros que desde hace muchísimo tiempo no veía, que pensaba que estaba muerta. En su rostro se podía notar la confusión, no podía creer que estuviera en su casa, tomando una copa como si fuera lo más normal de este mundo. Temiendo que fuera una alucinación se acercó lentamente y la abrazo.

 

—Pensé que estabas muerta —dijo el peliazul con un hilo de voz —¿Como lo has conseguido? —Añadió.

[Sira Loveless Haughton]

@

 

Aunque había dejado de ser miembro de la familia de la que posiblemente pronto volvería, había decidido no dejarla del todo, le gustaba el castillo, el ambiente y sobre todo los habitantes del mismo. De ahí que hubiera vuelto ahora a buscar un vestido rojo que había dejado allí, era su habitación, no dejaría de serlo, por eso que tuviera varios vestidos y trajes aun en aquel armario.

 

Había dejado a sus hijos jugando con Kuma, el oso panda que tenía en la Loveless, eran felices, Jan se entretenia conjurando su comida mientras Chuck se subía sobre él para pasear. Era una escena graciosa ver a los gemelos de un lado a otro y mientras, la castaña había aprovechado para ir por aquel vestido rojo, más que rojo tenía un tono granate no muy llamativo, como a ella le gustaba, quería ponérselo para ir a Rusia y visitar a Nathe, lo que no sabía si seria allí bien recibida.

 

Tomo el vestido que descansaba sobre una pecha acolchada dentro del vestidor. Lo dejo caer sobre su antebrazo y dejando un último vistazo a la habitación salió de ella para irse dando un paseo bajo aquel frio invernal. Caminaba por los pasillos tranquila, su mente estaba ahora en Rusia, vislumbrando a Nathe en el liderato del consejo de Rusia.

 

Aun no entendía porque no le había avisado, pero seguro le haría ilusión verla allí o al menos, eso esperaba. Había llegado al principio de la escalera para bajarla cuando su corazón dio un vuelco. En el otro extremo de la escalera se encontraba el Malfoy, no estaba en Rusia, estaba frente a ella. Su cuerpo temblaba pero a la vez sonreía:- Nathe- Dio un chillido al verlo y comenzó a bajar las escaleras con rapidez.

[Kyle Blackthorn]

Nathe Malfoy Haughton

-¿Sira?...-inquirió mecánicamente mirando los ojos de la castaña-No pensaba encontrarte aquí…-agregó sin sacarle los ojos de encima. No estaban teniendo una buena etapa en su relación, ya que la castaña no estaba como antes al lado del Haughton-Es bueno verte…-soltó curvándose en sus labios una sonrisa que casi alcanzó sus orbes lapislázulis-Te echaba de menos…-admitió ascendiendo unos cuantos escalones para tomarte en sus brazos-Realmente estas aquí…-hundió su rostro en el hombro de la castaña aprisionándole en un abrazo cálido-Te necesitaba tanto…-confesó dejando un beso en el cuello de la fémina. No podía negar que estaba encantado por tenerla como parte de su vida y poder expresarle sin miedo todo lo que ella despertaba en el vampiro/demonio.

 

Separándose lentamente de la Malfoy, no pudo contenerse y le robo un beso que le dejo sin aliento. Realmente necesitaba sentirle cerca, palpar su cuerpo y tener la certeza de que nadie podría separarles jamás. No estaba dispuesto a perder a la única mujer que le había robado el corazón tras mirarla aquello sí que descolocaba por completo al castaño-Espero que hayáis venido a verme a mí y no solo por ese vestido…-señalo el trozo de tela rojo-Porque si ha sido solo por eso, créeme que me voy a sentir profundamente decepcionado…-de un momento a otro la sonrisa que mantenía en sus labios se desvaneció en el acto.

 

No deseaba volver a ilusionarse, ya que no era de la clase de hombre que tenia suerte en el amor y esos dilemas que tenían que ver con los sentimientos y las sensaciones. Pero Sira echaba por tierra todos sus temores de momento, no se imaginaba que ella le hiciera una mala pasada o se cansara alguna vez de amar al Malfoy. Parecía que ambos estaban destinados a permanecer juntos a pesar de todo, ya que ni la relación que tuvo con el hermano del castaño pudo impedir que al final los dos jóvenes terminaran unidos por una hermosa relación que no dudaba dentro de poco se cristalizara en una emotiva boda.

 

@@Sira Loveless Haughton

Editado 11 de Diciembre del 2014 por Juv Malfoy Haughton

[Sira Loveless Haughton]

Escuchar su nombre en los labios del castaño la hicieron temblar, un escalofrío recorría continuamente el cuerpo de la castaña cuando estaba delante de él, no podía ser otra cosa sino lo que sentía profundamente por el mayor de lo Malfoy. Después de tanto tiempo, de espera, de paciencia, se encontraban uno frente al otro. Era verdad que, estaban pasando unos días que apenas si se veían, las ultimas responsabilidades de la castaña y su delicado estado de salud, habían conseguido que las visitas a su amado fueran escasas, pero cada vez que se veían, sentía arder el mundo a su alrededor.

 

Su viaje a Rusia había quedado en un segundo plano, ahora estaba allí y la sonrisa que se dibujaba en su rostro no podía ser mayor. Bajo los escalones al tiempo que el subía algunos otros hasta encontrarse. Fundiéndose en los brazos del Malfoy, suspiro su aroma cerciorándose de que, de verdad, se encontraba allí con ella. Sus manos descendía por la espalda del vampiro/demonio con suavidad, quería sentir cada parte de él:- Yo también te necesito cariño, no imaginas lo mucho que te he extrañado- Sintiendo aquel beso en su cuello su cuerpo se estremeció y lo miró, lo miró como nunca antes, sonriente, enamorada e ilusionada con él:

 

- El vestido tiene, bueno tenía un cometido mi amor- Susurro la castaña después de sentir los suaves labios del ruso en un robado beso que, no tenia porque robar, pues eran suyos solo suyos:- Iba a ir a Rusia a verte, el tío Adrien me dijo que habías ido allá y pues…- Sus manos ahora se encontraban sobre la nuca del hombre, entrelazándose sus dedos con su cabello:- Tenía que verte, no podía estar más tiempo sin ti- Pegando mas su cuerpo contra el suyo no pudo pensar en la suerte que tenia de tenerlo allí.

 

Habían conseguido superar los impedimentos que se habían encontrado en su camino. Ya solo existían el uno para el otro y las promesas que se habían hecho iban a cumplirse:- Te amo- El vestido había quedado en el suelo mientras seguía abrazada a él.

[Kyle Blackthorn]

Nathe Malfoy Haughton

 

 

-Te amo…-aquella confesión llego a oídos del mayor de los Malfoy Haughton, no daba crédito a lo que escuchaba y esperaba que no solo fuera una mala pasada que le estaba jugado el destino-Rusia es mi hogar…-comentó dejando un beso en los labios de la castaña-Sin embargo, ahora no puedo volver ahí de momento y espero que lo entiendas…-agregó tomando con su diestra el rostro de la demonio-Vine a Londres por una sola razón, no pienso irme de este sitio hasta concretar la misma…-afirmó perdiéndose de nuevo en los labios de la Malfoy, saboreando el cálido aliento que le otorgaba la boca de la mujer que amaba. El fundirse en un mismo ser era el deseo del Malfoy, ansiaba volver a poseerla como lo había hecho en el pasado.

 

-No quiero que pongáis un solo pie en Rusia, no me apetece verte dentro de ese lugar…-le ordenó categóricamente-Olvídate de ir al castillo de nuestra familia, sácate de la cabeza la idea de que deseabas conocerlo y yo te prometí que te llevaría. Ya pasamos por demasiado del otro lado, ya no pienso tolerar que infrinjan mas daño en vos o en tus hijos. Quiero que seáis feliz y haré lo que sea necesario para conseguirlo…-tomando el rostro de la fémina con ambas manos le obligó a mirarle fijamente a los ojos.

 

-Prométeme que no me pedirás ir a Rusia, deseo y te exijo que me lo prometas…-clavando sus orbes lapislázulis en las gemas oscuras de la Loveless, no la soltaría hasta que no le diera su palabra de que jamás se atrevería a pisar Rusia-Anhelo estar con vos, pero no dentro de ese castillo y tampoco llevarte a donde Adrien te tenga a la mano y te dañe como se le antoje…-enunció apretando los labios en una sonrisa forzada que se proponía ser un gesto cálido para su amada, lastimosamente el mismo quedo en una fina línea que se curvó ligeramente a la derecha.

 

@@Sira Loveless Haughton

Editado 12 de Diciembre del 2014 por Juv Malfoy Haughton

[Blackimse]

El trago que la Black tenía en sus manos lentamente desaparecía con cada trago, decidió no comentar mientras le informaba acerca del estado de la mansión Rowle, sin embargo el hecho que tenía un elfo llamado Kreatcher le hizo recuperar el ánimo que había perdido desde su despertar en el hospital San Mungo.

-Ya veo, supongo que tendremos que llamarlo...Espera, ¿dijiste que tenías un hijo?- Se llevó la mano libre al mentón e hizo memoria, pero al igual que con la mensión del elfo doméstico, la sola mensión no hizo que recordara nada acerca de sus recuerdos

-¿Zorces?-Preguntó mientras se levantaba del sofá y caminaba de un lado a otro frente a la chimenea, haciendo que su traje ondeara con cada paso. -Pues sea lo que sea lo que ha pasado, el tal Bastian no ha sido de ninguna ayuda o su magia no había estado al nivel de aquella... cosa, sino, no estaría en este problema- Aventuró la pelinegra mientras se paraba a calentarse frente a la chimenea. -El que me llevó al hospital ha comentado que me habían encontrado en un hospital cercano a un bosque, y en los registros muggles indican que hubo lo que ellos llaman, "apariciones espectrales" la noche anterior a mi arribo al hospital de magos, eso me lleva a pensar que sea como sea, escapé por los pelos.

Lo que más le preocupaba en ese momento a Blackimse era que si Zorces sabía si ella estaba con vida y que tanto le interesaría matarla, pues significaría que aún estaba en peligro de encontrarse y combatir contra ella, cosa que no le agradaba un ápice, ya que sus memorias no habían regresado del todo. Sin embargo no le había querido comentar a Valkirya que también en su revisión de material en la biblioteca mágica y en las librerías del callejón, había encontrado extraños reportajes y libros, en donde se detallaban diversos ataques a civiles, magos y aurores, en donde lo que más se destacaba era la ostentación de parte de los atacantes de marcas iguales como la que la castaña le había mostrado que poseía en su brazo, oculta bajo el tatuaje del águila tribal, no quería sacar concluiones apresuradas acerca de su implicancia en la marca tenebrosa, pero le producía escalofrío el pensar que había matado a magos e inocentes... Tal vez Zorces había sido alguien que había intentado matarla por alguna venganza o llevarla a alguna parte que ella por ahora desconocía, con intenciones desconocidas.

Pronto, una voz mas joven que resonó fuera de la sala donde las mortífagas se reunían rompió su concentración. Instintivamente sacó su varita de canelo negro, pero se contuvo al ver que la mujer que la acompañaba se levantaba y caminaba a paso apurado para abrir la puerta.

Un joven de cabellos azules que sostenía a un bebé en sus brazos, cuando su mirada se cruzó con la pelinegra un recuerdo rápido surgió de la nada: Una casa en una playa y la presencia de un enano viejo y decrép*** mirándola fijamente mientras ella alzaba su varita y lanzaba hechizos contra un muñeco para hacerlo bailar

-Auch...- Se quejó mientras dejaba el vaso en la repisa sobre la chimenea y se sostenía la frente masajeándose un poco para pasar el dolor. Escuchó la puerta cerrarse e inmediatamente apunto la varita a la puerta y conjuró el hechizo que le recordaba haber visto hacer a Valkirya.

-Muffliato- Mientras esperaba que el hechizo hiciese efecto, recuperó la compostura y vió al hijo de la castaña, con un semblante de confusión evidente. Guardó su varita y volvió a mirar un poco el poco trago que quedaba en su vaso para ganar un poco de tiempo para recuperar el habla y sus ideas.

-Tú.. tu estabas conmigo, te recuerdo...-Dijo mientras le volvía a mirar, reconociendo el cabello azul del muchacho, pues en su recuerdo, él era mucho mas pequeño- pero explicame, ¿Cómo, cuando y porqué?- Olvidando lo que acaba de decir el joven.

El muchacho se acercó a ella cauteloso, miró un momento a Valkirya y luego volvió a mirar a la pelinegra, evidentemente confundido.

-Tía Blackimse... ¿Qué te ha pasado?- Preguntó, a lo que la joven respondió para sí misma "eso mismo me gustaría saber" -Tu me criaste cuando mi madre se había ido y mi padre no tenía intención de cuidarme...- Kelian se acercó más a la chimenea -Me decías con frecuencia que si me quedaba en el castillo terminaría como mi padre, vago y sólo interesado en sus propias ideas...-

Blackimse suspiró un poco atolondrada por los escasos recuerdos que llegaban a su cabeza

-Por las barbas de Merlín... Debió haber sido un mago muy extraño si hizo que dijese eso...- Sonrió la mortífaga mientras le revolvía el cabello -La verdad Kelian, no recuerdo mucho, ahora me ha llegado la memoria tu nombre y algo sobre lo que dices, una cabaña en una playa, por lo demás muy bonita.-¿Sabes a que me refiero?- Preguntó esperanzada.

-Si, es la cabaña en la isla del triángulo de las bermudas, me llevaste ahí para manternerme al margen de mi padre y de lo que sucedía en el castillo Rowle-

-¿Sucedía?- Preguntó alzando una ceja, para consternación de la pelinegra, Kelian sonreía.

-!Claro!, !los ataques!, tu no querías que esos asquerosos sangre sucia vinieran a la mansión Rowle y me atraparan, por eso también me has llevado allá- Dijo con bastante ánimo

La respuesta dejó callada a Blackimse, sin saber que decir.

off: Editado a pedido de Juliens XD

Editado 18 de Diciembre del 2014 por Blackimse

[Juliens]

~Un tiempo indeterminado después

 

Apoyé todo el peso de mi cuerpo sobre el bastón. Aplasté el cigarro "mágico" contra la pared para apagarlo. El olor a mi alrededor era muy fuerte, y cualquier persona que pasara cerca sabría (con un poco de sentido común) lo que estaba sucediendo. Chasqueé los dedos e invoqué una de mis varitas mágicas. Dibujé varias florituras en el aire y una brisa fresca se llevó todo el olor de aquella hierba que controlaba el dolor. No podía mostrar mi dependencia a algo carente de magia, nadie podía saber que estaba muy débil.

 

Guardé la varita en el agujero de la parte superior del bastón. De esa forma, varias personas llegaban a pensar que aquella larga vara sin magia era un mero adorno y que con ello busca simplemente parecer más elegante. Pocos notaban que en realidad sostenía gran parte de mi peso sobre aquel bastón encantado que me daba un poco de fuerza extra para que los huesos no tronaran y el dolor no apareciera tan seguido.

 

Continué caminando, me hubiera sido mucho más sencillo moverme por el castillo en el lomo de Harimau, pero no todos los residentes apreciaban a mis tigres, por lo que ellos generalmente deambulaban únicamente por el bosque o en mi alcoba (cuando los aparecía dentro). Caminé varios minutos hasta llegar finalmente a mi destino: la sala del castillo. Sentí una presencia extraña, una presencia que dejó de existir varios meses atrás y era muy raro volver a sentirla. Llegué a justo a tiempo, quedé dentro del hechizo muffliato que Valkyria conjuró. Escuché atento las palabras de las brujas oculto dentro de mi propio manto mágico, no me detectarían al menos que yo quisiera.

 

—Te atreves a cuestionar la magia que utilicé para proteger a mi familia del est****o ser al que protegías —dije molesto.

 

Había estudiado durante mucho tiempo el comportamiento de Zorces, dejando inclusive de visitar a Rolf Scamander para poder estudiar al extraño dragón que crió ilegalmente en una de sus reservas animales de experimentación. Pero ella estaba ahí, cuestionando mis sacrificios cuando en todas las ocasiones era ella misma quien protegía a Zorces del exterminio

 

—¿Es que acaso no fuiste tú la que dejaste que tomara control en Italia? ¿No fuiste tú quien de la forma más est****a permitiste que ella te encerrara en un tigre? Perdóname por perder meses de estudio en el inútil ser que siempre protegerás y al que jamás harás daño por motivos que, imagino, nunca nos contarás

 

Una punzada en la espalda que logré disimular manteniendo los ojos cerrados como un gesto de enfado. Estaba seguro que Valkyria sabría, como no, que el dolor estaba regresando en ese preciso momento y que si seguía exaltado las punzadas podrían salirse de control y hacer que perdiera el conocimiento.

[Valky]

Quizá en otras circunstancias la bruja hubiera defendido a Bastian del comentario de Blackimse, pero en esa ocasión prefirió callar. Aún estaba molesta con el mago de cabello blanco como para estar defendiéndolo, sin contar con que él podía solo. Valkyria sabía perfectamente que estaba oculto en el salón pues cuando había cerrado la puerta la primera vez notó su presencia, sin embargo no dijo nada, ya cuando decidiera mostrarse lo regañaría por andar escuchando conversaciones ajenas.

 

Acomodó al bebé de tal forma que tan solo lo sostenía con uno de sus brazos, Alessandro al estar entretenido jugando con un sonajero, que había aparecido de la nada en sus manos, ni siquiera se había percatado de que la castaña lo cargaba de forma diferente. En si el pequeño bebé era muy tranquilo y no había duda de que llegaría a ser un gran mago, no todos los bebés podían manifestar magia desde tan pequeños. > pensó la ojimiel.

 

—Salud por eso… —murmuro para sí misma la bruja que había ido hacia la mesita a tomar su copa, se la bebió de un solo trago y le supo muy amargo, así como las palabras de su hijo. Nunca le perdonaría el haberse marchado y dejarlo solo, y era comprensible, a fin de cuentas ella tampoco podía perdonárselo.

 

Siguió escuchando la conversación y no se sorprendió cuando la figura del Haughton apareció de la nada en el salón. Ya se había estado tardando en hablar. Enarcó una ceja al escucharlo, ¿acaso no se había dado cuenta que la Black no podía recordar nada? Absolutamente todo lo que él le pudiera decir solo lograría confundir más a la pelinegra, que, claramente confundida lo miraba algo atónita por el reclamo y la información recibida. Sentó a Alessandro en uno de los sillones y poso su mirada en el recién llegado.

 

—Cariño ¿acaso no sabes que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas? —dijo con voz dulce mientras se acercaba a él, Su voz era tan dulce que Bastian sabría de inmediato que aún estaba molesta con él. —Pero ya que estas aquí toma asiento… luces fatal —añadió pasando con suavidad su mano sobre el hombro del mago con la intención de distraerlo.

 

El píe de la mortifaga se movió con tal rapidez que en un momento el bastón de su novio ya no tocaba el piso, logrando desestabilizarlo. Cualquier hubiera pensado que lo que quería era verlo caído en el piso, más no era así. Con un rápido movimiento acercó un sillón para que el mago se sentara, aún estaba delicado de salud y a pesar del enojo Valkyria no podía dejar de preocuparse por él.

 

—Blacky… te presento a Bastian, tu mal geniudo y especial primo — dijo la castaña alejándose de la silla en dirección al bar, algo le decía que necesitaría unas cuantas copas más — Cariño, Blcky no recuerda nada. Ni siquiera que significa este tatuaje —dijo levantando su brazo y enseñando su marca tenebrosa —lo que sea que le paso, le ha fundido sus recuerdos — añadió para luego beber de su copa.

 

[Blackimse]

La irrupción de un nuevo mago en la escena sacó a la pelinegra del asombro en que le había dejado el comentario de Kelian. Sus orbes se posaron en el marco de la puerta del salón para ver a un mago apoyado en un bastón en una de sus manos, en su cuerpo mostraba ciertos signos de debilitamiento y cansancio, Blackimse pensó que no se veía tan viejo como para estar de esa forma por lo que debía de haber sufrido alguna lesión o accidente en algún viaje o combate peligroso. Entró en el salón mientras le acompañaba un bastón en una de sus manos haciendo un golpeteo rítmico con sus pasos, al momento de verlo a la luz del lugar en que las mujeres se encontraban, Blackimse percibió algo raro en aquel mago, pero no supo bien si era de cautela o peligro, asi que optó por mantenerse en la misma posición, cerca de la chimenea y a mitad de camino a la puerta de aquel salón.

-Este... Espera un poco... ¿Dijiste que le protegía?- Dijo soprendida al escuchar la interevención de aquel mago, el hecho que si ella protegía a ese tal Zorces, significaba tal vez que no era un fenixiano, pero la pregunta de qué rayos hacía aquel personaje con respecto a su vida aún seguía en pié mientras seguía escuchando lo que aquel hombre tenía para decir, sin poder entender ni una palabra.

-¿Italia?, ¿Control? ¿Acaso me has visto cara de mafiosa?- Inquirió desafiante mientras recordaba que la enfermera le había comentado que la habían encontrado en Inglaterra, a miles de kilómetros de Italia. -Espera...!¿Estábas conmigo el día que desaparecí?! ¡¿Porque no hiciste algo?!- Se enfureció a tal punto que empuñó en un segundo la varita que había aparecido en su mano y se acercó rauda a aquel extraño que Valkirya hacía pasar al salón y le tomó de la ropa del pecho y colocó su varita en el cuello. Sólo en ese segundo se dió cuenta que el estado de Bastian era más débil de lo que creyó y al ver su cara a veinte centímetros de la suya pudo notar que sus dientes y la parte central del labio del mago se habían tornado de un tono amarillento y un aliento que reconoció perfectamente: Era tabaco.

-Hueles... a tabaco...- Dijo mientras lo soltaba de sorpresa y le permitía que tomase el asiento que Valkirya le ofrecía. Si era cierto que hacía tiempo que Bastian tenía esa contextura enferma, cabía la posibilidad de que en el momento Bastian hubiese estado igual de débil en el momento en el que Zorces la hubiese enfrentado.

Esuchó la presentación que hacía Valkirya sobre aquel mago y miró unos segundos a Kelian y luego a Bastian.

-La verdad no tengo idea de quién eres y hasta el momento no me interesa saberlo- Acotó al comentario de Valkirya, para restarle importancia su prolema de amnesia -Por el momento me contento con averiguar quién soy en este momento. Primero: ¿Tengo más parientes aparte de ustedes vivos?, Segundo: ¿Qué es ese tatuaje? y Tercero...- Se detuvo pensando en Zorces y su relación con los ataques de los mortífagos, pero decidió callar pues no estaba segura de cómo reaccionarían Valkirya y Bastian acerca de la marca.

-¿Qué fué lo que pasó ese día en que desaparecí?- Preguntó para terminar, con la vaga esperanza de tener pistas acerca de sus últimos pasos antes de que sus recuerdos se esfumaran.

off: poca inspiración XD Feliz Navidad :3