~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Darla G Dumbledore]

Darla con Katara y Seba

 

La pelirroja abrazó a Katara, de verdad sentía un gran afecto por la minina ex compañera de bandos y ministerio. Había pasado mucho tiempo desde que se habían visto por última vez, se habían cruzado un par de veces en el Magic Mall. Ambas brujas se conocían desde la época de la antigua Academia, cuando el mundo mágico era más sencillo, o al menos a sus ojos lo parecía.

 

--Que gusto verte Katara, espero que Seba te esté atendiendo bien --bromeó guiñándole un ojo a la Selwyn.

 

--Muchas gracias... --dijo refiriéndose a su boda --ohhh... ¿pensaban hacer una excursión a la Reserva o tienes algunas en tu casa Katara? Yo tengo que recuperar mi fénix de allá pero aún no puedo sacar a mi dragona --dijo antes de abrazar a su novio y responder su beso.

 

--Hola guapo --susurró viéndolo con amor y robándole un beso más antes de obligarse a controlarse por las visitas, aunque su aroma y el palpitar de su corazón la hacía enloquecer --¿de verdad quieres saber? --hizo un gesto como de estremecimiento y como si se estuviese congelado con un suave castañéo --pues lo de siempre, derrumbes, explosiones, secuestros pero ni una bendita denuncia plausible, aunque Aaron me comentó sobre algo que publicó El Profeta pero por hoy huí del trabajo --dijo la pelirroja mientras señalaba los sillones para volver a sentarse y robaba un nuevo beso a su novio, acariciándole la mejilla con ternura.

[Lyra Katara Selwyn]

Katara con Darla y Seba.
El comentario de Seba sobre el hecho de que Darla no me quitaría mis mascotas si se portaban bien, me alegro. No quería que me pasará como aquella extraña historia en la que al Guardian de las Llaves de Hogwarts le habían quitado un hipogrifo para enjuiciarlo con falsos cargos, pero ella no era de esa forma.

Al parecer Seba no había bromeado con lo de la boda. Darla se veia bien, aunque un poco cansada y con el trabajo que tenía no era nada extraño.

-Si, me esta tratando bastante bie, Darla linda. Estábamos comentando justo lo de las bóvedas, que hay que tener galeones para continuar con los estudios y ya me di cuenta que tiene razón.- Comenté, mientras miraba de nuevo a mi anfitrión.-¿No has pensado en que otro lugar te gustaría trabajar.

A mi ya se me habían acabado las opciones, habiendo pasado por casi todos lados. Mi favorita seguia siendo el Magic Mall.

-Tengo una preciosa runespoor en el castillo, al cuál pueden ir cuando guste.- Los invité alegremente.-No me llama la atención ir a la reserva, me dolería ver a mi dragona solo para dejarla ahi nuevamente.

Estaba segura que Darla pronto tendría a su fénix y que la tardanza solo era cuesión de papeleo. Escuché su deseo de sacar a su dragona y asentí.

-Estoy igual que tú, quiero sacar a mi dragona de la reserva.- Expliqué.-Espero poder hacelro antes de fin de año o al menos para Año Nuevo.

Deje que Darla le contará sobre su día a Seba, era una lástima que no pudieran trabajar los dos en el mismo departamento, aunque a lo mejor no siempre era bueno que una pareja trabajara en el mismo sitio. Espere que Seba le contestará, mientras me quedaba pensativa. Nunca lograba enterarme de nada.

Editado 19 de Mayo del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Seba Granger]

Escuche en silencio el relato de Darla, era de esperar un poco todo lo ocurrido en el ministerio, no veía por que iba a cambiar en el poco tiempo que llevaba sin trabajar en el cuartel, me extraño un poco lo del profeta no había leído las ultimas ediciones, pero siendo ellos siempre habría sorpresas.

-¿Quieres tomar algo?- pregunte a Darla, mientras me levantaba de nuevo y dejaba a las brujas en los sillones, espere saber que querría.

-He pensado trabajar en el banco- respondí a la pregunta de Katara, -Dicen que pagan bien, trabajan como chinos y escondidos, creo que puedo hacer eso- mordí mi labio por dentro.

-Las dejo para que pongan al día con los chismes, voy por la bebida para Darla- hice una reverencia a las brujas y salí rumbo a la cocina, trague un poco de saliva.

Cruce la puerta de la cocina, cerrándola tras de mi, apoye mi espalda en esta obligándome a respirar profundo mientras Nana me observaba y preparaba el trago sin chistar esta vez.

@@Lyra Katara Selwyn @@Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

Escuchó la pregunta de Seba y asintió viéndole a los ojos, su gesto le hizo sentir una corriente helada por todo el cuerpo mientras su corazón parecía encogerse y querer palpitar una vez más.

 

--Si, lo de siempre cuando estamos juntos --susurró casi, sintiéndose ahogar por unos momentos.

 

Intentó recordar la última vez que había tenido esa sensación, Scarlet pareció revolverse en su interior. Escuchó una vez más la voz de su amado, respondiéndole a Katara, no le había dicho nada. Ella siempre había detestado Gringotts, sabía bien cuánto sería la labor allí dentro. Detestaba de verdad ese lugar y comenzaba a detestar el Ministerio, pensó mientras clavaba las uñas en la palma de su mano.

 

--Si --dijo ante las nuevas palabras de Seba e intentó no dar un respingo cuando los susurros de Scarlet en su mente la hicieron estremecer.

 

--¿Tú también has renunciado Katara? --preguntó, recordando los memos que había leído por arriba y ciertos comentarios de magos que había escuchado por allí.

 

La sensación de vacío que había sentido otras veces creció en ella y a su vez un extraño calor que a veces la llenaba en las últimas semanas ¿o eran meses?

[Anthony R. Dracony M.]

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El chico se había quedado ensimismado en aquellos libros que había elegido de los estantes de la "House Books" gozaba muchísimo de leer. Porque cuando la historia "lo atrapaba" todo a su alrededor dejaba de tener importancia...era como si de pronto ya no existía ahí, sentado cómodamente en aquel cómodo y mullido sillón.

 

Sentía "transportarse" a aquella realidad escrita que le hacía llenarse de emociones anheladas, tanto gozaba y tanto lo disfrutaba, que a su modo "vivía" en aquellas historias, generalmente las que describían con lujo de detalle esas fantasías que eran tan mágicas, que su infantil imaginación ansiaba "devorar" incansablemente.

 

¡¡Amaba los libros!! y cuando termino, cerro los libros y los abrazo contra su cuerpo agradeciendo los dulces momentos. Pensó nuevamente en lo mágico que era leer, también recordó que había contado su plan de fomentar la lectura y ya pensó en invitar a un Club.

 

Dejó los libros y saco el pergamino de su mochila, ya tenía la ilustración y tras mucho pensarlo, tomo tinta y pluma y escribió la invitación. Cuando termino, guardo los instrumentos de escritura y se levanto del sillón. Muy contento camino de regreso a la entrada, con anterioridad, ya había informado y pedido permiso, además de ser afiliado a la librería, era un amigo de Darla y Seba, por lo que también deseaba que su local, se viera con muchas visitas de niños, niñas y padres, que con gran entusiasmo de su parte, quería fomentar la lectura en las familias mágicas.

 

Selecciono un sitio en la entrada y después coloco aquel cartel que anunciaba la novedad de ese club que nacería esta semana.

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[Seba Granger]

Seba con Darla y Katara

Creo que Nana sabia muy bien cuando callar por que a pesar que no me veía con cara de muy buenas amigas no decía una palabra solo opto por poner el trago que había pedido para Darla en una bandeja, luego se acerco a mi y me la dio, -¿El amo quiere que Nana lo lleve?- pregunto la elfina que de inmediato entendió la respuesta sin que el Granger pronunciara una palabra.

Regrese a lugar donde había dejado a Katara y Darla, extendí la mano con la bandeja para que esta ultima cogiera la copa, -Espero haya quedado bien, ya sabes como es Nana- tras esperar que la Potter Black cogiera el vaso me acomode en uno de los sofás, -Sino te lo cambio- espere por unos minutos la respuesta.

-¿Me perdí de mucho?- pregunte a ambas, mientras suspiraba por unos segundos.

Dash con Antoni

El pequeño elfo observa desde el piso de arriba al joven Antoni con todo lo que hacia, sabia que los dueños estaban atendiendo a la señorita Katara, así que el mientras se encargaría del joven que por lo que veía estaba muy entusiasmado con el club de lectura que le había contado la vez anterior que le había ayudado con los libros.

Cuando el joven puso el letrero Dash se acerco a el, -¿El señorito Antoni necesita ayuda de Dash para poner los carteles que este hizo?- espero en silencio a que este le diera una respuesta.

[Anthony R. Dracony M.]

Con el elfo Dash

 

Se alejo unos pasos, con sus manos hizo uno recuadro como si enmarcara al cartel...era como cuando encuadraba para pintar. Solo que esta vez era para admirar lo bien que se veía el cartel.

 

Muy satisfecho de su trabajo, sentía fluir en todo su ser una gran emoción y se podía ver lo entusiasta que se encontraba con la idea de mucha gente acudiendo a escuchar el primer cuento...

 

Sus labios se curvaron en una feliz sonrisa de solo imaginarlo y entonces escucho la voz del pequeño Dash

 

-¿El señorito Antoni necesita ayuda de Dash para poner los carteles que este hizo?- espero en silencio a que el chico diera una respuesta.

 

-- ¡Gracias Dash! ¡vamos! -- Y el chico corrió de nueva cuenta a la sala de lectura, iba tan rápido, que subió los escalones de dos en dos para ir hasta su lugar favorito de lectura. Tomo la mochila y saco más imágenes, las rotulo igual al cartel y se giro a ver al elfo.

 

-- Listo! ya podemos poner estos otros, ¿sabes Dash? Tengo esperanza que guste mucho y espero que se animen a participar, contando un cuento también...¡será mágico!

[Darla G Dumbledore]

Las brujas no habían tenido tiempo de charlar demasiado cuando Seba regresó junto a ellas, tendiéndole a Darla un vaso con la bebida que había solicitado. La pelirroja extendió la mano y rozó suavemente los dedos de su novio mientras tomaba la copa que le tendía. Escuchó sus palabras y asintió, mientras acercaba a sus labios el vaso y probó la bebida. Una leve sonrisa se dibujó en ellos y pasó su lengua sobre ellos antes de responder.

 

--Está perfecto cielo, gracias, creo que esta vez Nana se ha esforzado --dijo mientras apoyaba la copa a un lado de su asiento y se relajaba, echándose hacia atrás y apoyándose en el respaldo.

 

--No mucho --respondió a la pregunta del Granger --le preguntaba la minina si ella también había dejado su trabajo --acercó una vez más la copa a sus labios y bebió otro sorbo antes de agregar --creo que los envidio, ocuparse solo de los negocios y el hogar, sin más líos, sin burocracia ministerial, sin revueltas ni gente que cuestione su trabajo o empleados que te dicen harán su trabajo y luego no se presentan en semanas.

 

Darla lanzó un suspiro y mordió su labio por dentro, últimamente el trabajo la estresaba, extrañaba demasiado a su novio en las oficinas y a Sofía, si bien la rubia no había tenido el trato íntimo que tenían cuando más jóvenes, trabajar con ella siempre había sido agradable. No podía quejarse de los jóvenes aprendices, pero en lo que hacía a los que se suponía más experimentados, si, creía que les había ocurrido algo que siempre había temido le ocurriera a ella, se acostumbraban a la rutina y "seguridad" de sus trabajos y aflojaban la rienda y la atención.

 

La pelirroja sacudió la cabeza, estaba harta de pensar en el trabajo, quería disfrutar de su hogar, de su novio, de su amiga y de su local.

[Anthony R. Dracony M.]

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El cartel continuaba colocado a la entrada, uno de los elfos se encontraba esperando para dar la bienvenida a los visitantes, Leto estaba emocionado porque el joven Antoni le solicito su ayuda, y él muy dispuesto se coloco en el recibidor.

 

Tenía varios folletos donde notificaba el servicio de cafetería y bocadillos, además de las novedades del día en cuanto a libros a la venta.

 

El chico había colocado varios dibujos de grandes escenas de libros que eran un clásico, como el cuento de los tres hermanos, Frankestaid, El rey Arturo y muchas otras que eran de criaturas mágicas. Todas ellas tenían el título del libro donde podían leer sobre ellos y también una flecha indicando la ruta a seguir para ir a la segunda planta, sitio usual donde la librería "House of Books" tenía la sala de lectura.

 

Ahí designo un lugar para recibir a los visitantes. Muchos pequeños almohadones estaban apilados en un extremo, el piso alfombrado con una afelpada alfombra miel, invitaba a descansar sobre ella. Se dispuso unas mesas bajas y con variados y coloridos adornos varios botes con colores, crayolas y bastantes pergaminos blancos esperaban dispuestos en una mesa.

 

En otro de los espacios de aquel acogedor sitio, podía verse un extraño círculo metálico donde se veían polvos de colores, era como una charola y en ese sitio estaba previsto un asiento y un libro, del que el chico peliverde tenía preparado para leer el cuento. También se observaba una caja con un signo de interrogación y uno de admiración. Esto haciendo alusión al contenido de la caja.

 

Al tener todo listo, solo resto al chico ojimiel, sentarse tranquilo a esperar la llegada de las personas.

[Seba Granger]

Dash con Antoni

El pequeño elfo vio con tanto entusiasmo al chico que sonrió, se notaba que el mago era feliz con todo esto de los libros, desde que había llegado un día hace mucho al local de la pareja, no se había ido mas.

-Sera un gusto para Dash ayudarle- corrió tras el para no perderle pisada, en cuanto llego a su lado de nuevo cogió los carteles que el Tonks le ofrecía, la criatura pensó en donde los podría poner para atraer mas personas a la velada que el joven había planeado.

Seba con Darla y Katara

Suspire profundo mientras aun sentía la caricia que mi Darla había dejado en mis dedos luego que le entregada en vaso, acaricie donde ella lo había hecho con mi pulgar mientras la escuchaba con atención, por lo otro nuestra visitante se había quedado en silencio.

-Si se esforzó, sabe que no te puede hacer enojar- reí, -Pues no me quejo si quieres dejar el trabajo para pasar mas tiempo en casa, prometo que no te aburrirás- sonreí una vez mas guiñándole un ojo.

En esos mismos instantes entraba Dash a la escena, con un par de carteles en las manos, -Dash se disculpa por entrar de esta forma, pero quería invitarlos a la velada que tiene preparada el joven Antoni, sera en el segundo piso del local- mientras la criatura extendí en cartel frente a el, por cierto era casi de su tamaño así que solo le veía la punta de sus orejas y lo sentía parlotear detrás.

-El señorito Antoni ya tiene todo listo, le ha quedado todo muy bonito- dijo una vez mas el elfo que aun no salia de detrás de su escondite.