~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Lyra Katara Selwyn]

Lyra Katara Selwyn

Minina persa blanca con un collar negro con un corazón de plata en el centro.

 

Estaba escapando del Magic Mall, simplemente decidió convertirse en una minina y salir sin que nadie lo notara. Tenía las patas un poco manchadas de lodo pero nadie se fijaba en aquella minina persa.Sin saber porque, se fijo en un local que más bien parecía una casa.

 

-¿Qué hace una casa en el Callejón Diagón?-Pensó, al fin y al cabo, los animagos no podían hablar.

 

Si hubiera un peligro, siempre podía convertirse en humana con su varita mágica y vestida. ¿Acasó no la profesora McGonagall lo había hecho así siempre que podía? La puerta no tardo en abrirse por un par de clientes que salían.

 

-¡Tú! Sal, pequeña gata.- Dijo la mujer.

 

-Olvidala, ya la sacaran los empleados o los dueños. Tal vez los elfos, pero vámonos . Contestó la otra mujer que iba con ella, una amiga.

 

Estaba en una libreria y era hermosa. No podía tocar nada con las patas así, pero ya vería los libros después. Necesitaba un rato de tranquilidad después de tantos pedidos.

 

-Meow- Maullé sin darme cuenta.

 

¿Alguien me habría escuchado? Esperaba que no. Me refugie en el salón que tenía tres libreros llenos de libros, parecía estar un poco desocupado. No me había dado cuenta que iba dejando una serie de huellas delatoras a mi paso. Decidí irme a la otra área donde había algunos sillones bastante cómodos, por lo que elegi uno de ellos y me subi en él, hecha bolita.

 

Al menos por el collar se darían cuenta de que no era una felina cualquiera. Ya pagaría la limpieza del sillón o al menos mandaría a uno de mis elfos a hacerlo.

 

No tardé en quedarme dormida por la tranquilidad del lugar, esperando no molestar a los dueños.

[Anthony R. Dracony M.]

Resulto inevitable que la reunión con mi amiga terminará tan pronto, así que volvi a marcharme a la primera planta, de vuelta a mi sillón preferido y dedicar un buen rato a leer los libros que había elegido.

 

Entonces recordé como había encontrado aquel extraño libro que tenía mi nombre en la parte donde debiera estar el título del mismo. El encuentro que tuve con Romina me había desviado de aquella curiosidad por leer lo que sea que tuviera en aquellas páginas.

 

Me encamine sin perdida de tiempo a donde tenía los libros y con decisión tome el libro especial y al sentarme me percaté de que en el sillón de enfrente al mio, se encontraba un gato blanco, el felino dormía plácidamente y me gire a ver que cliente la pudiera haber traído, pero no lo descubrí.

 

Que interesante era aquello, le di una mirada antes de comenzar y sonreí por lo tierno que se veía durmiendo.

[Lyra Katara Selwyn]

Lyra Katara Selwyn

Minina persa blanca con un collar negro con un corazón de plata en el centro.

El sillón estaba bastante cómodo y había dormido bastante bien. Tendría que regresar a comprar algo porque ni siquiera los lefos me molestaron para intentar sacarme del lugar. Me estire y en ese momento vi que un mago se encontraba en el sillón de enfrente, no lo reconocí porque el libro le tapaba la cara.

 

-Meow.- Maullé, como siempre hacia tras una larga siesta gatuna.

 

El mago no parecía notar mi presencia o al menos lo disimulaba, así que pensé en darme una buena afilada de uñas como complemento de mi siesta, pensando que no se daría cuenta. ¿Sería capaz de intentar sacarme del local? Si lo hiciera, ya me divertiría con él, mientras no usara la varita. Algunos magos podían atacar a un inocente minino con su varita sin pensarlo.

 

Me levante en mis patas traseras y empceé a arañar el respaldo. Si, era mejor que cualquier afilador de uñas y nadie molestaba, tendría que conseguir un sillón como ese, si bien los de la Selwyn no estaban nada mal, ese me había gustado. Fui trepando hasta llegar a lo más alto del respaldo, donde pude acomodarme para lamerme las patas delanteras, disfrutando de esa tranquilidad, mirando a veces desafiante al mago que estaba enfrente.

 

Desde ahi podría saltar rápidamente y esconderme debajo del sillón o buscar otro escondite. Ya arreglaría el sillón que había sido mi víctima.

 

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[Darla G Dumbledore]

Darla abrió los ojos, una sensación de enorme vacío la envolvía y sin poderlo evitar se levantó de golpe, estaba sola en la cama, se envolvió en las sábanas y corrió hacia el cuarto de baño. La sensación de vacío se había mezclado con una terrible sensación de revoltijo corporal y mental, arrodillada intentaba recuperarse, jamás le había pasado ésto antes. Un flash en su mente le mostró la imagen de Scarlet pálida y con ojeras, frente a un espejo, luciendo sus cabellos desgreñados.

 

La vampiresa lavó su rostro y se higienizó mientras la extraña imagen de Scarlet se revolvía en su mente, aunque su alter ego se había cerrado de forma rotunda y se negaba a emitir idea alguna. El que ambas tuvieran la habilidad de la oclumancia a veces era un problema. Suspiró, era extraño que lo utilizaran entre ellas.

 

Caminó despacio, aún envuelta en las sábanas y al llegar al cuarto vió la cama vacía, una sensación de angustia la inundó por completo y casí comenzó a sollozar, pero tragó sus lágrimas e intentó mantener la calma, aunque el dolor y el vacío no la abandonaban.

 

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off: chicos, perdón, problemas personales nos han mantenido alejados. Gracias por estar y perdón por no hacer acto de presencia. @ @

[Anthony R. Dracony M.]

Leía con gran entusiasmo...nunca imagino que pudiera ver un libro sobre él, los elfos estaban llevando un buen trabaj, vio a un par de ellos marcharse de compras y al pequeño Leto atento a cuanto se pudiera necesitar.

 

Paso algunas hojas pero las dudas le hacian regresar de nuevo sobre la lectura y también observar por encima del borde de su libro, le hacía seguir aquel felino que dormía. Lo vio despertar y estirarse lindamente, se pensó que era extraño pero no era cualquier gato, tenía su collar y todo.

 

El chico pensó que era una suerte que fuese un gato y no un perro...aquellos no le simpatizaban, no después de estar huyendo constantemente de ellos y con amargura recordó el día que lo mordieron varios de ellos sin piedad alguna, aquello le hacía detestar a cualquiera de ellos, pero con los gatos no tenía ningún problema.

 

Lo escucho maullar y luego lo vio jugar con el respaldo, seguramente que Leto haría algo con el gato, hasta pudiera ser que fuese de los dueños ¿que sabía él de los dueños?poca cosa, era muy breve aquella lejana pero especial velada que compartió con la pareja, el recuerdo le hizo apretar los labios, oculto su rostro de la mirada de los demás...unas rebeldes lágrimas asomaron a sus ojos, tenía que hacerse a la idea...pero aún dolía que sus sueños se rompieran, dejo correr su tristeza un rato y después con furia limpio aquel signo de debilidad...¡tenía que ser fuerte!

 

Se paro de pronto mirando hacia la puerta y sin poder contenerse dio voces desesperadas:

--- ¡Leto! ¡Leto!¡Ven aqui!...por favor amigo...--- Se sujeto entremetiendo sus dedos en su cabello, cerro los ojos y espero al pequeño elfo.

 

El elfo apareció con prontitud, hizo su respetuosa reverencia y al mirarlo quedo extrañado de verle tan descompuesto, era la primera vez que se mostraba frente al elfo con aquella desesperanza y el elfo se preocupo.

 

--- Señorito...¿que le ocurre?¿en que puede ayudar Leto al amito?por favor, digame que desea.

 

Tardo unos segundos en responder, respiraba pausadamente para tranquilizarse y pensar, necesitaba algo que le devolviera la estabilidad. Recordó que el elfo le había dado muchas muestras de aprecio y eso le decidió.

 

--- Leto, necesito con urgencia uno de tus desayunos "para corazones tristes" ¿serias tan amable de traerlo ahora? --- Miro con súplica al pequeño elfo y este respondió que si, el chico miró entonces que el gato lo miraba desde encima del sillón en el que se trepo y sin saber por que le dijo al elfo:

 

--- Trae también un desayuno para el minino, seguramente que tendrá apetito después de esa siesta.--- Desapareció el elfo con el deseo de cumplir cuanto antes y fue con Nana a la cocina para solicitar las salchichas fritas, los bizcochos, el huevo con jamón y los panecillos salados acompañados de leche fresca, al igual que la última vez que el chico se lo había solicitado, un desayuno salado...

 

Cuando todo estuvo listo tomo ambos servicios los puso en una charola y los llevo hasta el mago, él chico estaba nuevamente sentado en el sillón, coloco el pedido sobre la mesa enfrente del chico y luego mirando al felino y luego al gato, pregunto:

 

--- ¿el desayuno del minino lo dejo en la mesa o junto al minino?

 

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[Darla G Dumbledore]

http://i.imgur.com/ace892P.jpg

 

La rubia caminó por las calles del Callejón Diagón hasta ubicar un local de fachada de piedra, sobre la misma podía leerse el nombre del lugar House of Books. Si, estaba en el lugar correcto. La vampiresa avanzó y empujó la puerta del local, la cual cedió ante su empujé.

 

Apenas ingresó el aroma a libros y café recién hecho llenó sus fosas nasales, un suspiro escapó de los labios de la Black quien avanzó a paso lento, apreciando cada detalle del lugar, observó las estanterías, la escalera que llevaba al piso superior. Parecía que había más de un nivel. Claro, Darla le había comentado de ello, solo libros en el primer nivel, café u otras bebidas más libros en el segundo nivel, el tercero era el hogar de la Potter Black y su novio. Y pronto crearían un piso intermedio pero no le había dicho mucho más. Era su secreto.

 

La rubia se detuvo ante una estantería: Animales y seres mágicos. Seguramente allí encontraría lo que buscaba, o eso esperaba al menos, le habían encargado averiguar sobre el tema de la fiebre vampírica. Ni ella ni Scarlet habían tenido una respuesta clara al respecto. Aunque lo que le habían dicho, era inusual, pero no imposible.

[Lyra Katara Selwyn]

¿Desayunos para corazones tristes? ¿Qué era eso?

Es cierto que había notado a Antoni un poco desanimado en las últimas visitas que había tenido con él, pero ¿qué tan grave era el asunto que no se molestaba en disimular ni un poco?

 

Porque normalmente, así era nuestra sociedad. Aunque uno estuviera triste tenía que poner buena cara y fingir que no lo estaba. En parte era bueno porque al final uno se creía la mentira de que todo estaba bien y seguia normalmente con su vida. Me preocupaba esa situación con Antoni, no deseaba que la pasara mal, se veia buena gente, al menos el tiempo que había comprartido con él.

 

Me quede en mi forma animaga un poco más, esperando que el elfo no me trajera un alimento gatuno que tuviera que ver con croquetas o algo similar. Afortunadamente, me trajo uno igual que el del Antoni, cosa que agradecí.

 

-Déjalo en la mesa por favor. Y traeme unos cubiertos, si no es molestia.- Le pedí al elfo.-No esperabas que esta minina te acompañara a desayunar en su forma animaga, ¿verdad?

 

Le sonreí a Antoni, mientras me sentaba en una silla acercándola a la mesa. El elfo no tardo en volver con los cubiertos solicitados, mirándome con cierto recelo.

 

-Gracias. Se ve rico lo que pediste, Antoni.- Le comenté.-¿Cómo es esto de tener un corazón triste? ¿Sigues preocupado por tu amigo y su novia?

 

 

Pregunté sin ser nada discreta. A veces la gente necesitaba hablar. Todo estaba perfectamente normal en el lugar, de no ser por el sillón en que me había estado afilando las uñas. Ahora estaba completamente destrozado, desentonando con los muebles del lugar.

 

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@@Darla Potter Black

[Anthony R. Dracony M.]

Mi mirada iba a la lejanía, quería perderme en otra clase de recuerdos, unos que no me rasgaran el alma...dolía recordar.

 

"Las penas, con pan son buenas"...así decía Reacon y él quería sentir bien y dejar aquello que le ponía tan mal...

 

Se sentó en el sillón cuando el elfo Leto se marcho a traer su pedido, cerro su puño derecho y su mano izquierda detenía con fuerza, aquel puño que deseaba golpear...

 

Estaba molesto, muy molesto.

 

Siempre le pasaba igual, llegaba a esa clase de recuerdos que lo único que le inspiraban era en abatirse de tristeza y después en enojo.

 

¿cuando...cuando podría mirar atrás y no sentir esa tristeza y ese enfado?

 

La llegada de su amigo elfo le trajo al presente, miro el desayuno y el apetito vino a él. Leto le pregunto sobre el otro desayuno y se quedo unos instantes pensando en su respuesta del lugar donde poner el otro desayuno cuando vio que el gato se transformo en nada menos que su amiga Lyra.

 

Se sorprendió, aunque ya había escuchado que era animaga, pero no la había visto antes transformarse.

 

-Déjalo en la mesa por favor. Y traeme unos cubiertos, si no es molestia.- Le pedí al elfo.-No esperabas que esta minina te acompañara a desayunar en su forma animaga, ¿verdad?

 

Luego la escuche hacerle una petición a Leto y se sentó en una silla para desayunar conmigo.

 

No lograba calmarme del todo, esos sucesos tendían a poner muy mal y era peor porque eran las heridas abiertas que no sabía como sanar.

 

-Gracias. Se ve rico lo que pediste, Antoni.- Le comenté.-¿Cómo es esto de tener un corazón triste? ¿Sigues preocupado por tu amigo y su novia?

 

 

Escuche a Lyra y con un poco de dificultad le respondí.

 

--- Si, me gusta ...Leto me dio esto mismo la otra vez...--- removió con el cubierto la comida mientras mordió un poco su labio y pestañeo varias veces para no dejar que el llanto regresará...quizás y era porque no lo había dicho, era un secreto ¿lo era aún?

sentía necesidad de sentirse mejor y un poco por ello y otro tanto porque Lyra era su amiga le respondió, pero no dijo todo-

-- no puedo sentirme de otra forma, quisiera, en serio, pero no puedo cambiar las cosas a mi gusto, no cuando depende de otros lo que quiero.

 

Tomo después un trozo de salchicha y lo comió mientras podía hacerlo aún, el nudo en la garganta, amenazaba en no dejarle pasar bocado...

 

@@Lyra Katara Selwyn

[Darla G Dumbledore]

http://i.imgur.com/ace892P.jpg

 

Tomó un par de libros sobre vampiros e historia antigua de los señores de la noche y se dirigió hacia el mostrador de atención, donde un elfo serio y con una especie de mini túnica azul marino estaba sentado en una silla alta haciendo cuentas.

 

--Hola, me gustaría echar una ojeada a estos libros para saber cuál de ellos adquirir para una investigación ¿hay alguien que me pueda asesorar o un lugar dónde pueda yo revisarlos?

 

Le habían dicho que había en el primer nivel un espacio para sentarse y tomar algo mientras se leía, pero no tenía idea de si eso era antes o después de comprarlos y mejor preguntar antes que meter la pata. Claro que seguramente Darla le perdonaría si eso ocurriera, si algo había aprendido de su jefa es que era mejor persona de lo que creía cuando se habían conocido.

 

Tommy levantó la vista y observó a la recién llegada, reconoció su rostro al instante de haberla visto con su ama, además de que ella le había indicado alguna vez que la Black era una de las personas autorizadas a pasar por su bóveda junto con sus elfos y su novio.

 

--Señorita Black, para Tommy es un gusto verla en el local. En el primer piso hay una cafetería donde puede tomar algo mientras ojea los libros. Tommy la puede asesorar también: si lo que desea es historia no novelística sobre vampiros ese libro --dijo señalando uno de tapas azules --es más recomendable que el de Lockhart y sobre el organismo, pues del de allí es el que me parece más le conviene. Igualmente puede revisar todos antes de adquirirlos mientras se toma algo en el primer nivel --le tendió una tarjetita naranja --corre por la casa, entréguele ésto a Leto y él le servirá lo que guste, aunque imagino que es lo que el ama Darla prefiere también --dijo el elfo haciendo una amplia inclinación hacia la vampiresa.

 

--Gracias Tommy --respondió la rubia mientras tomaba la tarjeta y sonreía.

 

Tarteja en mano y con la pequeña pilas de libros subió las escaleras hacia el primer piso del local, se alegraba de que Darla tuviera buenos gustos, estaba segura que a lo que se había referido el elfo era al cálido licor rubí que hacía días no probaba de buena fuente. Eso de comportarse humanamente entre los humanos seguramente era lo que le estaba dejando a todas con la cabeza hueca y malestares. Con lo bien que le vendría una cacería al estilo antiguo, suspiró la rubia mientras añoraba el pasado.

[Anthony R. Dracony M.]

"Leto, elfo de Darla Potter Black"

 

 

Se había retirado después de dejar los cubiertos que la animaga había solicitado y mucho muy extrañado del comportamiento del chico, se fue pensativo a la cafetería.

 

 

No había visto antes un comportamiento igual en el chico, algo no le iba bien, pero tenía compañía y no podía quedarse a charlar y preguntarle, quizás cuando quedará a solas, por eso mejor se retiro, ya hablaría con él.

 

Era de las criaturas que ama en servir, más que sabía que podía ayudar a su amita Darla, siempre atento con la clientela de la librería, se mantenía con los ojos abiertos y siempre estaba ahí dispuesto a dar el mejor de los servicios.

 

La clientela disfrutaba mucho de aquella planta, tenía pedidos regulares, solo nana refunfuñaba por la insistencia del pequeño elfo de tener con rapidez los pedidos, cosa que él considera importante.

 

Distinguió la llegada de una joven rubia, varios libros traía entre sus manos y algo más que alegro al elfo: portaba una tarjeta naranja.

 

¡Que bien!, se acerco diligente hasta la joven, hizo una gran reverencia ante ella y luego le dijo con orgullo.

 

--- Sea usted bienvenida, la librería "House of Books" se honra con su visita, yo soy Leto, estoy a su servicio, diga usted que desea que con todo gusto Leto le complacerá.