~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Anthony R. Dracony M.]

Se sonrio al iniciar "su busqueda", al instante recordo cuando leyo "El libro salvaje", de igual forma él se paseo entre los libros y decidido se adentro en su mundo de papel y tinta, aspiraba a convertirse en un lector "Prínceps" no importaba cuanto tiempo le costase aquello, se dedicaría con firmesa y algún día lograría su empeño y podría sentirse satisfecho por su proeza.

 

Había dado solo lo que podían considerarse unos pasos pero sentía que iba por buen camino, se alegro de lo familiar que le parecieron el nombre de las secciones y eso lo ánimo mucho. Con más confianza reviso las secciones, reprimiendo voces de entero júbilo.

 

Cada nuevo título me interezaba más que el anterior, seguí en la busqueda de ese libro que pudierá explicarme sobre los elfos, volví sobre mis pasos para revisar los libros de la siguiente mesa y un libro que antes no se encontraba ahí, me llamó poderosamente la atención.

 

Sus pastas encuadernadas de verde esmeralda se veían tan llamativas que lo tome en mi mano, me extraño que no tenía título ni ningún otro dato, recorde que Darla me había explicado lo de la etiqueta mágica, pase la mano por el libro para mirarla pero no tenía ninguna.

 

Más extrañado aún abri el libro, sus albas páginas estaban sin rastro de escritura alguna, el singular parecido me hizó respirar con anciedad...¿sería acaso que...también había encontrado un libro salvaje?

cerré el libro y volvi a observar con detenimiento sus pastas, el lomo, pero no tenía nada, ni letras, ni símbolos ni ninguna otra señal que me explicará sobre él.

 

Nuevamente lo abrí y entonces en la página vi estas palabras:

 

Escribe tu nombre...

 

Me quede mirando la frase, era la primera vez que sabía de un libro que pidierá escribir en él. Tome mi varita y atraje hasta mi una vuelapluma y con ella anoté mi nombre debajo de la frase.

Entonces el libro vibró, era como si temblará, un brillo emanó de él y con asombro leí lo que apareció.

 

Escribe tu nombre...

Antoni Tonks Malfoy

 

Lo observe por interminables segundos ¿porque el libro había cambiado mi nombre? La duda se apoderó de mi, era necesario para mi enterarme del porque, así que pase la hoja y grande fue la imprensión al empezar a leer que el libro hablaba de mi.

Editado 21 de Julio del 2015 por Antoni Tonks

[Seba Granger]

Seba regresando

Los minutos sentía que no pasaban nunca, había llegado al aeropuerto media hora de lo indicado pero los últimos 10 minutos de espera tras el trasbordo se estaban haciendo eternos, por mas que me movía de un lado al otro seguía viendo que el minutero no avanzaba y que tampoco llamaban a embarcar.

Mordí mi labio un par de veces mientras metía mis manos en los bolsillos luego de poner el boleto en el bolsillo de la camisa, deseaba llegar a casa, hacía ya mucho que no veía a mi novia, a esas horas lo mas seguro es que la encontraría en la oficina, pero aun así me daría una vuelta por el negocio por si corría con suerte.

Al fin la voz de la aeromoza comenzaba a sonar por los parlantes, observé hacía el lugar que indicaba y ahí estaba parada ella y su compañera pidiendo los tickets de los pasajeros que cruzaban luego el largo pasillo hasta el avión.

El abordaje su rápido, al igual que el vuelo que paso sin problemas, ya solo me separaba del encuentro con la mujer que amo una desaparición hasta el callejón, esperaba poder encontrarla ahí.

Tras dar con las maletas y bolsos que traía conmigo los puse en un carrito el cual traslade hasta la salida del lugar separándome un poco de la muchedumbre para poder desaparecer hacía el hogar.

El trayecto desde el callejón al local era mero tramite, el camino me lo sabía de memoria lo mas difícil era llevar el peso de las maletas por no querer llamar a Dash o negarme a usar la magia en esas cosas. Tras unos minutos estaba en la puerta, algo me decía que Darla no estaba ahí, empuje la puerta y tomé camino hacía las escaleras para subir al departamento de inmediato, al encuentro salió Lualú la elfa de mi novia, quien me ayudo con las cosas.

Me indico que su ama ya se había ido a la oficina por que habían pendientes, le agradecí la información para luego perderme en el cuarto.

Dash con Lualú

Dash pudo distinguir el color de las orejas de Lualu, preocupándose aun mas por su salud, acaso esta tendría fiebre o alguna enfermedad de elfos que él no comprendía del todo, Dash siempre había sido un elfo muy sano aparte de un par de catarros nunca le había pasado algo mas, además cuando eso le ocurría al pequeño era su amo él que lo cuidaba hasta que se pusiera bien de nuevo.

Dash escucho las palabras de Lualú, -Si Lualú quiere Dash le ayuda con el trapeador, Dash ya hizo entrega del pedido así que por ahora esta desocupado- sonrió a la elfina, -Dash esta bien, solo ansioso de ver al amo Seba, aun no entiendo por que este no quiso ser acompañado por Dash- bajo un poco la cabeza triste.

Estiró la mano para coger el trapeador, -Dash limpiará el piso, Lualú puede atender a los clientes, Dash la esperara aquí- añadió este mientras hacía desaparecer la bandeja de sus manos y comenzaba a alentar a la elfina para que atendiera a los magos, él aun se ponía un poco nervioso cuando se trataba de hablar con los clientes.

[Darla G Dumbledore]

Lualú elfina de Darla

 

La elfina notó que Dash la miraba extraño, bajó la mirada y la volvió a subir alcanzando a ver como el señorito Antoni andaba dando vueltas por entre las estanterías. Leto le había hablado de él y le tenía en mucho aprecio, decía que era uno de los magos más amables que había conocido luego de sus amos.

 

Las palabras de Dash la hicieron sonreír y nego con delicadeza mientras él le quitaba de las manos la gamuza de repasar. La elfina hizo un suave gorjeo al sentir la mano de Dash rozando la suya mientras tomaba el elemento de limpieza.

 

--Dash no necesita trapear el piso, pero puede ayudar a Lualú quitando el polvillo de los estantes, aunque la ama Darla dice que todos los libros y estantes tienen hechizo anti polvo a Lualú le gusta repasar todo para que se vea más bonito y la gente sepa que nos ocupamos de cuidar todo.

 

Lualú recordó en ese momento a los clientes y miró a la pareja, sonrió al ver como el mago seguía explicándole algo a la bruja y señalaba a los elfos trabajando.

 

--Lualú atenderá a los clientes aunque parece que no se decidieran. Dash es muy bueno con Lualú y ella le está muy agradecida. Lualú verá que necesitan los clientes y luego puede acompañar a Dash para que no se sienta solo por la falta de su amo --la elfina estiró la mano y acarició la inclinada cabeza del elfo antes de dirigirse hacia la parte de las estanterías.

 

Sin embargo la elfina no alcanzó a llegar cuando la puerta se abrió y una figura se dirigió hacia las escaleras, la elfina se apareció rápido frente al mago y le saludó, contándole sobre su ama y las labores que la habían requerido temprano en el Ministerio. En cuanto el mago se hubo ubicado la elfina se dió cuenta de que no le había avisado a Dash y con un crack apareció junto a él.

 

--¡Dash, Dash! --chilló casi en la oreja del pobre elfo mientras le sacaba de las manos el trapo con que el elfo repasaba las estanterías --tu amo está en las habitaciones Dash, Lualú lo ha visto y le ha contado de su amita pero ver Dash, yo atiendo acá y luego hablaré con Dash sobre como le ha ido en el viaje a su amo, corre a saludarle, él seguro que necesitará algo para refrescarse.

 

La elfina daba saltitos mientras hablaba y luego se calmo, recordando que había gente en el local y que debía comportarse con decoro.

Editado 21 de Julio del 2015 por Darla Potter Black

[Seba Granger]

Dash con Lualú

-Para Dash no es problema trapear, Nana siempre lo mandaba hacer eso en la mansión que tenía el amo, pero Dash se las arreglaba para escaparse- una pequeña sonrisa se dibujo en la boca de la criatura mientras sus orejas delataban su alegría en extremo por estar charlando con la elfina.

La acaricia que Lualú le daba en la cabeza al pequeño lo sorprendía un poco pero a la vez lo avergonzarse mucho, solo su amo tenía esos gestos con el, Dash sintió como el calor y el sonrojo subía por todo él.

Por suerte para la criatura luego de ese gesto Lualú se retiro, así que Dash intento hacer cualquier cosa para que esa sensación se le fuera y no ser descubierto.

El elfo dio un gran salto de susto al escuchar a Lualú gritarle de esa forma, se asusto de que le hubiera pasado algo, además del susto de verla aparecer de repente, no alcanzo a preguntar que ocurría cuando la elfina le señalaba que su amo estaba de regreso

-Dash viene enseguida, Dash verá si él amo necesita algo- respondió la criatura mientras se disculpaba con la elfina de Darla he iba tras Seba

[Darla G Dumbledore]

Lualú elfina de Darla

 

Lualú veía a Dash, estaba rojo como tomate sus orejitas se habían bajado y sus enormes ojos se habían puesto enormes como platos. Lualú estaba segura que lo había asustado. Lualú se dijo que era muy tonta por asustar así a Dash, ya que ella quería mucho a Dash y él la hacía sentir bien, Lualú solo había querido que él estuviera feliz al ver que su amo había regresado.

 

Mientras la elfina repasaba las estanterías y se lamentaba haber asustado al elfo recordó que había clientes en el lugar, sus orejitas se irguieron y prestó atención. No sabía qué había hecho la pareja mientras ella se iba arriba con el amo Seba, quizás Dash los había atendido y se habían marchado. Se quedó pensativa y siguió acomodando escuchando atentamente para atender a quien llegara si es que estaban aún por allí.

[Anthony R. Dracony M.]

Se quedo mirando las páginas...de improviso cerro el libro y lo abrió con tal rapidez por en medio de su grosor que aún fue capaz de ver la hojas en blanco, que al igual que la primeras, las palabras brotaban con gran rapidez llenando por entero la página.

 

Gran conmoción le lleno en ese descubrimiento, ¡él que deseaba saber sobre su persona! ¡y ahora tenía en su manos las posibles respuestas de su preguntas!

 

Olvido lo que había ido a buscar a las estanterias, tomando al preciado libro entre sus manos, volvió de vuelta al primer piso, era de suma importancia iniciar a leer cuanto antes aquel ejemplar tan único, se sintió tan distinto, tan especial...no se pregunto en el como había dado con aquel libro, solo se entusiasmo por lo que significaba, "saber sobre él, su familia y todo sobre lo que ignoraba de ese su mundo"...

 

Seguramente que ahora se le veía totalmente diferente, porque así comenzó a sentirse, diferente a cuando estuvo en el mundo muggle y todo aquel tiempo en que se adentro al mundo mágico, ahora no era ni el primero ni el segundo...

[Seba Granger]

Dash regresando con Lualú

El pequeño elfo se ausento por al menos 20 minutos tras algunos pucheros y hacerle ver a su amo que estaba un poco sentido con él por no llevarlo como siempre se le pasó el berrinche y le ayudo con la ropa limpia que este le pedía, Seba tras el baño le dijo que saldría hacía la oficina así que estuviera al tanto de todo lo que pasara como siempre.

El elfo esta vez solo desapareció desde el cuarto de arriba al primer piso con un chasquido de sus dedos, a los segundos estaba junto a uno de los pilares que sostenía la estructura de los pisos superiores, busco con la mirada a la elfina de la novia de su amo, la cual estaba junto algunas estanterías.

-¿Lualú necesita la ayuda de Dash?-, pronunció el pequeño elfo que se acerco sigilosamente, -El amo Seba ya se ha ido de nuevo, dijo que necesitaba ver a la amita Darla, Dash cree que la extraño mucho- añadió mientras movía las orejas con ternura.

-A Dash le gusta vivir con ella, a Dash le gusta que Lualú viva con él- pronunció casi ahogando la voz en las últimas palabras.

[Darla G Dumbledore]

Lualú, elfina de Darla con Dash, elfo de Seba

 

Podía escuchar el sonido de unos pasos y que alguien andaba entre las estanterías, fue como una pequeña conmoción y luego alguien subió corriendo casi al primer nivel. Lualú se asomó y vió a Antoni corriendo escaleras arriba, sonrió, el muchacho de veras estaba agenciado en el lugar y amaba los libros. Eso era bueno en la gente joven, su amita siempre lo decía.

 

Había vuelto a las estanterías cuando una voz sonó a su lado y Lualú se giró tras un pequeño respingo, Dash se había acercado a ella muy sigiloso. Las orejitas de la elfina bailotearon arriba y abajo tomando un color bermellón.

 

--Lualú agradece a Dash --dijo mientras le daba un par de libros para que le sostuviera mientras los colocaba en el orden correcto, alguien los había dejado en el estante equivocado, seguramente algún comprador que luego se había arrepentido.

 

Dash le contó sobre su amo y Lualú asintió, había estado a punto de preguntarle si ya le había atendido pero el elfo ya le había respondido antes de que ella dijera nada, como si leyera su mente.

 

--La amita Darla también extrañó mucho a tu amo Seba, la oí suspirando y todo los días le encargaba a Tommy que tuviera la casa lista para su regreso --la elfina tomó el último libro de las manos de Dash y lo acomodó en su lugar --listo --dijo con expresión de satifacción.

 

--Lualú agradece a Dash --dijo sonrojándose al escuchar las palabras de Dash --a Lualú también le gusta vivir con el amo Seba y con Dash. Dash es muy bueno con Lualú y a Lualú le gusta compartir el tiempo con Dash y leerle a Dash y enseñarle a leer --las orejitas de la elfina bajaban y subían mientras sus ojitos miraban a Dash y al suelo en forma alternada.

Editado 18 de Agosto del 2015 por Darla Potter Black

[Seba Granger]

Dash y Lualú

 

Dash tomo los libros que Lualú le entregaba y la seguía por las estanterías mientras ella los iba poniendo en orden, estaba un poco arrepentido de haber aparecido de repente, nunca había sido su intención asustar a su amiga así.

 

-Dash aun no sabe por que el amo no lo quiso llevar, y no le preguntó por que él estaba apurado, si vi a la amita por la casa sin él- Dash movió las orejas cuando la elfina le daba las gracias.

 

-Lualú no tiene nada que agradecer, a Dash le gusta estar con Lualú- las orejas de Dash comenzaron a bailar con las palabras de la elfina, el pequeño no sabía muy bien que significaba la sensación que tenía pero las cosquillas en su panza se hacían mas intensas.

 

-A Dash le gusta aprender, a Dash le gusta que Lualú le enseñe, aunque que Dash sea muy tonto a veces- el pequeño movió su pie por el piso un par de veces arrastrándolo, sabía que a veces era muy lento con algunas cosas que Lualú intentaba enseñarle, pero él lo seguía intentando sin parar.

 

Por la cabecita de Dash empezó a dar vuelta una idea que esperaba a Lualú le gustará, abrió mucho sus ojos mientras miraba a la elfina, -¿Lualú quiere saber con Dash a comprarle unos dulces a la amita y al amo, a él le gustan mucho?- la criatura esperaba que la elfina aceptara.

[Darla G Dumbledore]

Lualú con Dash

 

Aunque el elfo siempre la tomaba por sorpresa a Lualú le encantaba estar con Dash, conversar con él, transmitir las enseñanzas de su ama Darla y compartir sus libros favoritos con Dash. Y por eso se había puesto más sonrosada aún cuando él le dijo que también le gustaba estar con ella. La elfina siempre había estado con Tommy y Leto y aunque no eran los tres hermanos, era como si lo fueran por el afecto que se tenían y como se cuidaban y cuidaban a su amita.

 

Los elfos del amo Seba habían sido otra historia, uno de ellos, del cual siempre olvidaba su nombre, siempre estaba en su mundo, aunque parecía ser simpático la elfina sospechaba que era un poco ermitaño. Nana era, bueno, Nana era Nana, aunque gruñona a veces demostraba su buen corazón y ni hablar de su buena cocina. Y Dash, Dash era otra historia, el más joven de los elfos del Granger era la dulzura y timidez hechos ser vivo. Y a ella le gustaba.

 

--Dash no es tonto --protestó Lualú ante las palabras del elfo mientras observaba como su piecito daba giros sobre el piso.

 

La idea que se le ocurrió a Dash parecía magnifica y Lualú dio pequeños saltitos, le gustaba por dos cosas, porque sabía que a su ama le gustaban las golosinas y porque así podría estar más tiempo con Dash y pasear por el Callejón.

 

--A Lualú le encanta la idea, al ama Darla le gustan los dulces, Lualú buscará su monedero y le avisará a Tommy y a Leto que Dash y Lualú saldrán de compras --la elfina batía palmas ahora junto con sus saltitos.