~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Ela Karoline]

La bruja buscaba algún lugar prominente dentro del establecimiento, donde seguramente se encontraría alguno de los dueños o tal vez personal de su confianza, entonces un simple plop se dejo escuchar y las palabras del elfo la hicieron buscarle con la mirada, tratando de ocultar un ligero sobresalto por la subita aparición a tan corta distancia de ella.

 

-iHola!, muy amable, si bueno- paso la mano por su vientre en un intento de alisar su ropa como si esta estuviera muy arrugada cosa que no era cierta. -Soy Cye Lockhart y busco a Seba o Darla- iba a decir que era amiga de ambos, pero prefirió no sonar tan pomposa con dicho comentario.

 

-Es que hace mucho que no se nada de ellos, además- se puso a la altura del elfo hablandole pasito como si de un secreto se tratara. -Quería conocer el negocio, aunque nunca me invitaron, ya sabes husmear un poco- luego volvió a recuperar su altura al ponerse derecha, por supuesto esperaba algún tipo de información emanada de aquella criatura que tenia en frente y quer parecia gozar de la confianza de los dueños como para encargarle el atender un lugar donde la cultura, sabiduría y letras abundaba.

 

Por dentro bullia en deseos de recorrerlo todo, de tocar los lomos de los libros percibiendo la energía que contenían y luego elegir un afortunado que captará su atención y la sumergiera en un mundo distinto al que vivia.

[Anthony R. Dracony M.]

Esta encantado, no solo era una vista antoja ble, ese aroma tan sugerente era promesa de que todo aquello era exquisito. Tomo el café con leche, le tomo un poco, vio un liquido blanco...por ese requerido de alimento, lo tomo y le agregó al café, bebió de nuevo le gusto mucho, era algo nuevo pero ya se aprendería el nombre y lo bebería siempre. Mordió anhelante ese pan ¡cuan bien sabia!si por lo menos supiera donde encontrarlo...vio los cubiertos y tomo el tenedor, esas cosas asadas se veían tan sabrosas tanto como su olor que le hacia salivar de solo imaginar su sabor, pero esta nueva vez, no tendría que imaginarlo, podría disfrutarlo¡ con un ligero temblor en su mano, tomo una de aquellas cosas y la comió.

Sonrió agradeciendo al destino, estaba disfrutando todo y no cabía en si de felicidad. Leto le obsequió con aquel extraordinario menú, era muy poderoso en su magia, o algo por el estilo, porque todo lo que le ofrecía le gustaba, con más animo siguió probando todo aquello, era como sentirse en un cielo, con un banquete preparado por un elfo tan cariñoso que podía decir el chico que era su ángel... un mágico ángel proveedor...

[Darla G Dumbledore]

Tommy, elfo de Darla atendiendo a @

 

Tommy disimuló haber notado el sobresalto de la bruja a la que se había dirigido, aunque como elfo debería haber pedido disculpas y quizás incluso haber castigado sus orejas por ello, como hacían muchos otros elfos, él había sido educado de manera tal que cuando el hecho era fortuito, como ahora, era mejor disimular el gesto del pobre interlocutor.

 

La bruja enseguida agradeció su atención y se presentó, indicando que buscaba a sus amos, Tommy asintió e inclinó la cabeza en gesto de saludo hacia la Lockhart.

 

--Tommy está encantado en poder atenderla Señora Lockhart, mis amos han salido a pasear, están de festejo. Si usted gusta Tommy les puede mandar a avisar que ha venido a buscarles, Tommy está seguro que ellos estarán encantados por su visita.

 

El elfo hizo una amplia inclinación y luego al enderezarse señaló el lugar y donde estaba cada cartelito indicador de que sector se trataba. Todo estaba ordenado prolijamente alfabéticamente y por tema.

 

--Tommy estará encantado de enseñarle el lugar o si prefiere recorrerlo sola y llamar a Tommy cuando tenga alguna duda, en este primer nivel encontrará gran variedad de libros mágicos y en el superiro está la cafetería y el sector de libros muggles. Si desea tomar algo mientras ojea algún libro que le guste adquirir allí Leto o Lualú la atenderán con gusto.

 

Tommy hizo una nueva inclinación y luego sus redondos y grandes ojos azules esperaron espectantes la respuesta de Cye.

 

 

 

off: perdón de nuevo Cye!!!!! ahora fue un bajón rolístico en general, por cuestiones personales de las cuales ya casi estoy surgiendo ^^

 

 

[Anthony R. Dracony M.]

Satisfecho con el servicio, le despidio al pequeño elfo con un gesto sonriente. Luego apuro a probar lo demás, ya tendría muchas ocaciones para ir preguntandole a su amigable elfo sobre aquellas delicias.

 

Los datos que encontraba en el libro, eran de lo más interesante, y degustando gustoso aquel delicioso desayuno, supo porque abundaban tantos locales de comida en el callejón.

 

Siguió pensativo, él podía ocuparse de uno, pero como empleado de "Renacer del fénix" no le pareció tan atractiva la idea....no, debía elegir algún otro giro, algo bueno, algo que le agradará.

 

Si iba a tener que atenderlo, tenía que ser algo que le apacionará. Jugó con el tenedor, una decisión difícil, pero necesaria.

[Seba Granger]

Dash, elfo de Seba

Ya habían pasado algunas horas al menos eso parecía imaginar el pequeño Dash desde que sus amos habían salido a la calle, no estaba muy seguro a que horas regresarían al menos a él no se lo habían dicho ya que se había distraído en la bodega ordenando unas cajas que se habían tambaleado por lo altas que estaban, creo que se les había acumulado un poco el trabajo, los libros llegaban y llegaban pero no habían sido clasificados por su amo y su novia para ser puestos en los estantes.

El pequeño rasco sus orejas por detrás pensando como ayudar mas a los dueños, la elfa de la novia de su amito le había prometido aprender pero no sabía muy bien por que no lo habían intentado mas, la verdad es que le extrañaba un poco al pequeño elfo ya que Lualú se había alejado un poco de él, no sabía si algo de él le habría molestado a la criatura de la ama Darla.

Dash suspiro profundo un par de veces y siguió con su trabajo, luego de dejar firmes las cajas para que no le fueran a caer a nadie al pasar cerca de ellas salió a la recepción del local para ver que pasaba por esos lares.

[Anthony R. Dracony M.]

Terminó de comer y beber, uso la blanca servilleta y luego la dobló pensativo. Seguía rodando la idea de los locales, según apreciaba en aquellos registros, eran abundantes los lugares que ofrecían comida y aunque seguramente, "para todos salia el sol", tendría mucha competencia con un local de ese giro.

 

Observo con detenimiento sus apuntes y luego volvió a releer los registros, se percato que estaban separados por apartados y los leyó con detenimiento. ¿que estaba pasando por alto?

 

Recordó que era bueno distraer la mente cuando se sentía embotado con tanto pensar, con tranquilidad sacó las cosas de su mochila negra, leería un poco su libro sobre animales mágicos, le gustaba tanto leer sobre dragones...entre sus libros tenía aquellos dibujos iniciados y tomó sus pinturas para continuar con ellos. Leía y hacia una pausa para pintar, no corría prisa, así que de vez en cuando, observaba el jardín, era lo más agradable del día: pintar, leer y ver el verdor.

[Darla G Dumbledore]

Leto , elfo de Darla

 

Leto estaba acomodando y manteniendo en orden el primer piso de la librería, había escuchado la campanilla de la puerta de ingreso pero luego la voz de Tommy había llegado hasta sus orejitas puntiagudas y se había quedado tranquilo sabiendo que el elfo estaba atendiendo el lugar. Sabía que también estaban por allí los elfos del amo Seba pero Nana solía ocuparse de la cocina, el otro elfo estaba en actividades no tan directas y Dash, él si ayudaba mucho en la librería.

 

El sonido de los platos distrajo al elfo quien observó con atención hacia la mesa en que se encontraba el joven Tonks. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en sus labios al ver como el mago probaba con gusto los bocadillos que él le había preparado.

 

Atento a todo mientras el mago pintaba Leto se acercó y levantó el servicio, dejando un plato con galletas y una jarra con limonada fresca junto a un vaso limpio. Despacito y en silencio se dirigió hacia la barra mientras desaparecía todo lo del servicio directo a la cocina, Nana iba a patalear por el trabajo, pero eso le divertía en el fondo.

[Seba Granger]

Dash, elfo de Seba

La criatura miró hacía la lejanía de la tienda de libros de propiedad de sus amos, observó que Leto, elfo de la señorita Potter Black andaba atendiendo al joven Antoni que pasaba a menudo por aquellos cuartos, cada que él daba un recorrido por alguno de los pisos del local, el joven Tonks estaba sumido en una pila de libros, o disfrutando de las delicias que se preparaban en el lugar. Pues pese a lo cascarrabias que pudiera ser la elfa Nana, si cocinaba muy rico.

Dash, acerco uno de los pisos que estaban tras el mostrador para encaramarse en el, el mueble de la recepción era mucho mas grande que la pequeña criatura así que no había posibilidad que este viera tras ella, con agilidad trepo su cuerpo en el taburete para observar aun mejor.

La puerta en esos momentos estaba cerrada con el letrero de abierto colgado hacía afuera, aun la luz del día entraba por las ventanas del lugar.

[Anthony R. Dracony M.]

Tardo en darse cuenta que el servicio del desayuno había "desaparecido", y en su lugar estaba una jarra de fresca limonada y un plato con galletas..."¿pero?...en que momento había sucedido?" pensó el chico tocandose la barbilla con cuidado porque tenía entre los dedos el pincel.

 

Si que estaba tan adentrado en pintar que ni siquiera había escuchado nada de nada, mucho menos había visto..."¿sería que fue mi amigo Leto?"- se pregunto el jovencito. Dejo el pincel, luego tomo una galleta y casi con miedo dio un mordisquito a la galleta...¡ah! ¡era salada! ¡mmm! "-- ¡si fue Leto! que genial, tendré que agradecerle por lo maravilloso de su atención"

 

Con más contento siguió pintando, la verdad que esa actividad le relajaba tanto como leer y podía pasarse buen tiempo ocupado en ambas actividades.

 

Había terminado de colocar color al dibujo y con un trozo de lienzo blanco limpio la punta del pincel, ahora seguiría entintando las orillas, había descubierto que eso hacía lucir y el resultado era mejor.

 

Mientras preparaba la plumilla descanso unos momentos, lo último seguía húmedo, sino esperaba a que secará, podría estropearse todo.

 

Con cuidado tomo la jarra y en la otra mano sujeto el vaso, se sirvió limonada, con gran gusto se percato que estaba perfecta, sin tanta azúcar, como a él le encantaba, se alegro mucho de que Leto recordará sus gustos, eso hacía más agradable estar en la librería.

 

Mientras esperaba a que su pintura se secará, tomo su libro y empezó a leer, esa parte en especial, le hizo imaginar, que tenía un grandioso encuentro con un ejemplar de aquellos grandiosos dragones y se sonrió con ello.

[Little G.]

El bullicio de la calle era estruendoso y el calor resultaba sofocante. Little Georgina no entendía como se había dejado convencer por Naunet, quien la arrastraba por el Callejón dispuesta a encontrar un local de su agrado, para abandonar la comodidad del hotel donde se estaban hospedando. Desde que habían regresado a Londres la niña había estado eufórica e inquiera, quería que su madre la sacara a cualquier parte sin un motivo concreto.

 

La rubia presentía que se debía al hecho de que su hija jamás había estado tanto tiempo en un solo lugar y sentía deseos de conocer el mundo donde su progenitora había crecido. No tenían un hogar fijo, Little siempre había estado viajando con la pequeña a cuestas y aquello seguramente le había afectado. Se abstuvo de suspirar cuando los ojos verdes de la niña se fijaron en ella, emocionados. Estaban frente un local fabricado con piedra, de grandes ventanas: una librería.

 

-¿Quieres entrar? -. Preguntó con una leve sonrisa, enternecida. Naunet asintió sin soltarle la mano, esperando que fuera ella, la adulta, quien entrara primero. La Black Lestrange obedeció la orden silenciosa, empujando la puerta principal para acceder al local.

 

Era un espacio amplio y las paredes estaban forradas con libros de diversos tamaños y colores. Tenía que admitir que era impresionante. Se percibía el olor de los aperitivos que los elfos servían a algunos clientes por todo el lugar, el ambiente era cálido y re confortable. La joven hija de Valkyria y Bastian dirigió su mirada hacia el segundo piso, que podía contemplar desde la planta baja. Lo mejor sería buscar un asiento.

 

-Naunet, ¿por qué no buscar algún libro que te guste? -. La pequeña rubia frunció el ceño, dudosa si soltarle la mano a su madre. Little le dio un apretón cariñoso para animarla. -. Yo te esperaré arriba. Podemos leerlo juntas. -. La idea pareció convencerla. Más segura de sí, Naunet se aproximó hacia la sección infantil.

 

El segundo piso era igual de espacioso y luminoso, había varios sillones colocados diestramente para asentar a los clientes. La rubia jugueteó con su cabello unos instantes, rizando las puntas, mientras buscaba algún punto particular; lo cierto era que no reconocía a ninguna de las personas que allí se encontraban y aquello la hizo sentir un poco incómoda. Había vuelto a Londres y este parecía ser una realidad desconocida.

 

Optó por sentarse en uno de los sillones centrales, cerca de la escalera. La falda de su vestido floreado se agitó con ligereza y el tacón de sus sandalias resonó contra el piso una vez empezó a caminar en aquella dirección. Cruzó las piernas tras haberse sentado y paseó sus orbes mieles por la estancia. No recordaba la última vez que había estado sola en algún sitio, estaba acostumbrada a tener compañía. Solo quedaba esperar que su hija regresara o que alguien se acercara para atenderla.