~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Seba Granger]

Con Darla, Dylan... y luego Akiza.

Aun no estaba muy seguro a que venia el joven de la oficina de transportes, aunque su rostro si me hacia un poco mas conocido ahora que lo había visto en los terrenos de la orden, ademas sabia que lo había visto en alguna mansión pero no estaba seguro de quien era familiar.

Por ahora se había quedado un poco callado desde que habíamos llegado atenderlo.

Seguro que nos explicaría pero justo Tommy elfo de mi prometida llegaba al lugar que nos encontrábamos, escuche atento lo que este tenia para decir, me pareció un poco raro que Akiza estuviera ahí cuando no hacia muchos días nos habíamos visto en el kiosko, podía ser por eso tal vez por que se había perdido un poco por allá.

Aunque que se hubiera presentado como trabajadora del departamento de Darla me parecía aun mas raro y por el rostro de mi amada creo que era algo grave, en esos instantes caía en cuenta de que se podía tratar.

Acaricie la mano de la bruja, -No te preocupes, yo me ocupare- mire al muchacho que nos acompañaba, -Si me disculpa, necesito atender a mi hermana- añadí haciendo una reverencia.

-Todo estará bien- susurre en el oído de Darla mientras besaba su mejilla.

Respire profundo mientras me dirigía hacia la estancia donde estaba Akiza, fuera lo que fuera estaba tranquilo, no tenia nada que ocultar.

-¿Para que soy bueno?- dije bromeando un poco cuando estaba frente a la Ravenclaw.

@@Akiza Ravenclaw H.

[Darla G Dumbledore]

Darla con Seba -que se va con Akiza- y con @@Dylan Kyle Myrddin

 

La caricia de Seba la hizo sentir un poco mejor y sus palabras arrancaron un asentimiento a regañadientes de la pelirroja, que a desgano soltó finalmente la mano de su novio. Había confiado en Akiza para llevar aquella citación, pero había deseado que jamás llegara el día. Aún deseaba desmemorizar a todo ser vivo que hubiera sabido sobre él y su revelación.

 

Darla sonrió y volvió a asentir al escuchar el susurro en su oído, confiaba en él y confiaba en que la bruja le quería lo suficiente para hacer aquello de la manera más sencilla posible. Como odiaba con todo su corazón a los responsables de aquello, jamás pedonaría a las líderes fenixianas aquella jugada tan est****a que solo había puesto en la mira a un grupo pequeño, a los menos batalladores de sus miembros, solo a los que creían que sus ideales eran en serio.

 

Pero no podía seguir envuelta en aquellos pensamientos, debía reaccionar, tenía a un compañero del ministerio frente a ella y el mago no debía de entender nada. O si, se quedó pensando si él no era otro de los que debían recibir citación, había puesto tan poca atención a los nombres más insignificantes.

 

--Bueno Señor Myrddin, usted dirá en qué le puedo ser útil y a qué se debe su visita --esperaba que la cosa terminara pronto porque los nervios la carcomían por dentro.

 

@@Dylan Kyle Myrddin está todo bien?

[Akiza Ravenclaw H.]

http://i.imgur.com/W9FweKa.jpg

 

 

Esperé pacientemente a que aparezca Seba a donde me encontraba. Me encontraba un poco nerviosa con lo que tenía que entregar. Pensé que podría haber algo peor que esto lo que voy hacer. Sin embargo me di cuenta que era mi trabajo, y era una de las obligaciones de mi Departamento. Pensé en Darla y me imaginé que si iba armar drama, sin embargo a la final de cuentas tenía que hacerlo.

 

Escuché unos pasos y sospeché que ya era Seba bajando o llegando de algún lado. De pronto ya apareció con su cara serena que era costumbre de él. Evité sonreír ya que era un tema un poco serio del porqué me encontraba en el sitio. Suspiré y dejé el café que estaba bebiendo.

 

-Hola...espero que te encuentres bien...bueno.- mi cara se transforma en seriedad absoluta.- Me presento nuevamente...soy del Departamento de Inquisitores y aquí traigo.- saco un pergamino y le entregué a Seba.- Una citación por tu revelación de que tu eres miembro de la Orden del Fénix.- le entregué el pergamino en sus manos para que pudiera leer lo que se encontraba en pergamino.

 

-Te quiero mencionar que no me esperaba que fueras de esa organización.- comenté un poco triste.- me enteré porque trabajo en Inquisitores...¿Qué estabas pensando? Y lo peor...¿porqué no me contaste?- pregunté decepcionada, no pensé que iba a estar en este lío por los ideales de locura que tiene esa organización...suspiré un poco, quería saber su punto de vista.

[Darla G Dumbledore]

Lualú elfina de Darla

La pequeña elfina estaba inquieta una vez más, su ama le había encargado que acomodase una sala nueva en la que la pequeña intentaba ubicar el ajedrez mágico, unos juegos de cartas y algunos juegos muggles que habían recibido en un pedido especial. Pero Lualú no estaba segura de qué y cómo hacer, el cuarto estaba en el nivel más alto para el público, antes del hogar de Seba y Darla.

 

Lualú se detuvo y miró las cuatro mesas desparramadas con sillones curvos a su alrededor. frente a ellos había varios cojines mullidos y coloridos. En la mesa que parecía principal estaba el ajedrez mágico. En la mesa de la derecha un juego de naipes, en la de la izquierda un juego de mesa muggle y en la de enfrente había una caja con un par de juegos de magia. El lugar lucía agradable, había colgado un par de cuadros cuyos habitantes observaban con curiosidad y no paraban de opinar.

 

--Lualú está preocupada y usted señor cuadro no está ayudando a Lualú --se quejó la elfina cuando un principe con turbante de colores le sugería un nuevo cambio en la decoración, en cualquier momento la elfina iba a dar vuelta el cuadro poniéndolo contra la pared y aún le faltaba terminar de limpiar la mullida alfombra sobre la que caminaba.

[Seba Granger]

Observe con la seriedad que me hablaba la Ravenclaw, no estaba seguro pero creía ver un poco de sufrimiento en sus ojos, no sabia si era por lo que le había tocado, o por que estaba frente a un fenixiano, su propio hermano, pero estaba seguro que pronto lo sabría por las palabras que siguieron.

-Si lo estoy y ....- estaba a punto de preguntar como estaba ella cuando me salio con su presentación, como si no supiera yo ya de donde venia, trabaje a su lado por mucho tiempo, ella como mi empleada y luego con los departamentos en el mismo piso.

-Entiendo que estas haciendo tu trabajo, pero estamos prácticamente solos, no es necesario esa formalidad- anuncie cuando tome el pergamino el cual estire, aunque sabia de que trataba aun así leí las letras que estaban dibujadas en la hoja, suspire profundo por un instante.

Mire hacia el piso superior donde sabia seguía Darla, aunque no la podía ver, luego mis ojos regresaron a la figura de mi hermana, me quede un poco helado con lo que me decía, "¿Acaso era verdad que les borraban la mente?" no recordaba que lo hubieran hecho conmigo cuando había estado lejos del bando durante un año aproximadamente.

Me quede en silencio por unos instantes pensando como debía responder a sus ultimas preguntas, ella también había llevado por un tiempo aquellos ideales, -Pense... - como lo decía, -Pense lo sospechabas, creo que jamas se toco ese tema.... tu...- mordí mi labio.

[Akiza Ravenclaw H.]

http://i.imgur.com/W9FweKa.jpg

 

 

Tomé un poco de mi café, sonreí un poco lo que fui muy formal, sabía que iba a mencionar algo de mi formalidad, sin embargo tenía que hacerlo, además me olvidé que en una época pasada trabajaba en ese mismo lugar...aunque...¿Trabajé con él?. Luego me sorprendí ante la reacción de Seba, con mis preguntas, estaba con una cara de sorpresa. No entendí su reacción o no entiendo que era lo que estaba diciendo. Arreglé mi cabello. ¿Qué era lo que sospechaba? pensé un poco, no entendí que era lo que se refería.

 

-No entiendo a que te refieres...¿Que querías que sospeche?- pregunté un poco intrigada, mientras seguía pensando en sus palabras de sorpresa. Negué la cabeza mientras seguía viendo la notificación de la citación, esperé a ver cual era su reacción, y di otro sorbo de mi café, estaba a punto de acabarse.

 

-Dime que debo saber...o que es lo que me quieres decir...espero que no sea nada malo...me tienes intrigada- comenté con una leve sonrisa, sin saber que era lo que pasaba en esos momentos. Llamé a un elfo para que me de un poco más de café y me imaginé que Seba también quería algo.- Antes de continuar no quieres algo...porque tengo ganas de café yo-le pregunté, mientras veía que el elfo esperaba a ver que decía su amo...o mejor dicho Seba.

[Ada Camille Dumbledore]

Era en realidad la última visita que me hacía falta y la había dejado intencionalmente para el final porque justo iba a ver a dos personas a las que amaba y quería dedicarles todo el tiempo que fuese posible.

 

Por supuesto había reservado para la ocasión un vestido de franjas a blancos y negro, de falda hasta la rodilla y con silueta semiajustada. Sentía nervios de verlos, ojalá los sorprendiera.

 

Detrás de mi una multitud de paquetes l evitaba al ritmo que mi varita los sostenía, había traido regalos de Francia y Suiza y como era lógico no podía faltar un gran pastel preparado por mí, cubierto con chocolate suizo.

 

Ingrese al local, ese aroma a papel me encantabam añoraba el recuerdo que me causaba ese aroma: el despacho de mi padre en el castillo y mi lugar preferido en la fortaleza oscura. No pude evitar suspirar, amaba aroma mi familia, pero si había regresado era porque habia aceptado que ya no estarían conmigo.

 

-Buen día

 

Solté con mi voz cantaría subiendo la una octava para que me escucharan, estaba ansiosa de poder abrazarlos.

[Darla G Dumbledore]

El mago había partido, sin decirle demasiado, por no decir nada, de lo que había hecho que alguien del Departamento de Transportes se presentara en el local. Simplemente que había surgido algo y que luego alguien más vendría a explicarles lo que el Departamento pretendía de la pareja dueña de House of Books. Darla se debatió entre reclamar a Divied por las actitudes de sus empleados o agradecerle por irse así podría ella bajar a ver qué ocurría con Seba. Los susurros de las voces de él y su hermana llegaban hasta Darla pero entre prestarles atención, más que nada los tonos de ambos y no tanto a sus palabras y atender al mago que se había retirado, sumado a sus nervios no era una situación óptima. Quizás ella misma había influído sobre la mente del pobre mago para que se fuera.

 

Bajó las escaleras casi corriendo y cuando llegó a la planta baja ya iba a correr hacia la zona desde donde le llegaban las voces cuando el sonido de la campanilla indicó el ingreso de alguien más. Estaba segura que no era la salida del mago, se detuvo en seco y una voz se dejó escuchar. El gesto duro y preocupado de la pelirroja se relajó y corrió hacia la puerta, encontrándose con una bella mujer con un vestido en blanco y negro, más una pila de paquetes flotando tras ella. Sin poder evitarlo lanzó un grito de júbilo.

 

--¡¡Ariane!! --corrió hacia ella, abrazándola y besándole las mejillas --que alegría verte sobri...egra --agregó en un entrevero de palabras mientras tomaba de los hombros y se alejaba un paso para apreciarla mejor.

 

--Te ves bien --dijo sin saber si llamarla suegra, sobrina o simplemente Ariane, la joven bruja, madre de su futuro marido había sido su sobrina adoptiva favorita y el afecto entre ambas jamás había desaparecido aunque el tiempo las hubiera alejado un poco --no tienes idea de lo oportuna que ha sido tu llegada porque te quedas con nosotros ¿verdad? --la ansiedad se reflejó en el tono de voz de la Potter Black mientras pensaba en Akiza y Seba reunidos a pocos metros de ellas dos.

 

@

[Ada Camille Dumbledore]

Era increíble pero me asaltó en la cabeza la duda si había traído un perfume que le había comprado a Darla en París, recordaba que la cajita era muy violeta y voltee a mirar los paquetes, hay fue entonces cuando escuche la voz de mi "tía".

 

Sus brazos me rodearon y casi suelto la varita por hacer lo mismo, me reí de mi torpeza, pero ella me conocía desde hacia ya mucho tiempo atrás.

 

- tía - susurre mientras le besaba las mejillas - eres la pelirroja más hermosa de

 

Le dije mientras la miraba, siempre hermosa y dulce.

 

- jajaja dejémoslo en Ariane, soy muy quisquillosos para que me llamen suegra - bromee con ella mientras acariciaba su cabello de fuego.

 

La mire por un momento no sólo era hermosa, tenía un alma llena de dulzura, entendía perfectamente porque Seba la amaba.

 

- tu siempre me veras bien... aunque estos modelitos de París ayudan, te traje algunos para que seduzcas más a mi hijo. Y claro que me quedaré un tiempo... los extrañaba muchísimo.

 

Hice una floritura y deje los paquetes en el suelo.

 

- Y donde está ese guapo que te trae loquita... que venga a saludarme que muero por verlo.

 

Mira hacia la tienda haber si le veía por algún lado.

 

@ Darla

[Darla G Dumbledore]

Darla con @

 

Darla recibió el cariño de su sobrina y suegra con una sonrisa suave, su mente volando en mil cosas y queriendo la vez congraciarse con ella. La observó con ternura y sonrió divertida ante sus palabras de que ella también era linda. Los sentimientos se volvieron una vez más encontrados en el corazón de la pelirroja, feliz porque su sobrina se quedase en casa un tiempo con ellos. Haría preparar las habitaciones para ella por Lualú y se preguntó si Nana o Dash se quedarían para ayudarlos con todo. Aunque ella solo se quedaría por ella si Seba se iba y luego, si él no volvía, bajaría el telón.

 

--Ariane, será un gusto que te quedes en nuestro hogar, tu hijo está con Akiza, ella vino en misión oficial --Darla aspiró profundo y buscó un anillo de bronce biselado en oro que tenía en su bolso de piel de moke, lo apretó en su zurda para activar la Salvaguarda contra oídos indiscretos, ahora solo los elfos de ella y Seba, Ariane, ella y el propio Seba serían los únicos capaces de oír lo que entre ellas hablaban --tu hijo está en problemas, se reveló como fenixiano y a mí me han suspendido como Directora del Cuartel de Inquisidores y no he podido evitar que lo citen e interroguen, su hermana se ofreció para ello, si por mi fuera nadie lo habría tocado y te juro por mi vida que no permitiré que nadie le haga ningún daño o se meta con él --se mordió el labio antes de agregar --desearía poder pedirte que nos cases, como me ofreciste una vez, pero creo que él se irá una vez más de mi lado --los ojos se le habían llenado de lágrimas mientras decía aquello y sentía que su corazón se le partía una vez más, si solo fuera verdad que esperaba un hijo de él al menos.