►—Castillo Crowley—◄

[Helen Evans]

Como era de esperar la compañía llegó, levanté el brazo con firmeza lista para ejecutar cualquier orden que fuera dada, veía las figuras enmascaradas con cierta angustia, ¿Quién estaba detrás de cada una de ellas? Avancé lentamente hacía ellas, reduciendo la distancia que me separaba de aquellos enmascarados. Apunté con mi varita a la persona que habíamos ido a buscar en primer lugar, Valent y dije:

 

-- Silencius

 

El efecto fue inmediato, la joven se quedó sin poder pronunciar ni una sola palabra, así que sin perder el tiempo, dirigí mi varita nuevamente contra ella y dije:

 

-- Expelliarmus

 

La varita de la bruja voló de su mano a cinco metros de distancia, dejándola completamente desarmada, miraba alrededor atenta a los movimientos de los siguientes mortífagos, después de todos, nunca se podía confiar en ellos, pero no estaba sola, mis compañeros estaba conmigo y eso era más que suficiente para sentirme segura en aquel lugar

[Jank Dayne]

- Ardius... Corpus Patronus

Un hipogrifo de magníficas proporciones salió disparado de su varita mágica. Aquel animal, sin lugar a dudas, tuvo que chocar contra el techo cuando quiso emprender algo de vuelo. Se detuvo por la orden de su creador, esperando otra algo más concreta que solo su seguridad propia. Hank sobó su cabeza sin necesidad de reverencia. Ambos bajaron seguido de Boss. Valent había descendido hacia las afueras del castillo en un intento de huida y no se quedaría parado, allí, en una habitación vacía que olía a imprudencias. Cuando estuvo cerca de ellos, conjuró un Piertotum Locomotor hacia la estatua de Lothius. El encanto hizo que, inmeditamente, la estatua de 1.70 mm de altura, elaborada de acero puro, se hirigiera frente de su creador.

- A mi orden atacarás a todo mortífago, y si el caso es defenderme, lo harás con la misma fuerza.

Aunque no asintió, Hank sabía que su orden había sido captada por su animación. Estornudó. Poros de hierro o no, su sistema nervioso no siempre era de fiar. Hechizó otro Corpus Patronus, casi de inmeditato, haciendo que un Billynwg se materializara frente a sus ojos. Bueno, lo que puedo observar, pues la criatura salió disparada hacia el aire e inició con unas vueltas a su alrededor que, debido a su rapidez, era imperceptibles a la vista humana. Pero no preocupaba eso. Seguiría la orden de picar a uno que otro mortífago, o evitar que un Fuego Negro lo hiciera sucumbir ante su poder.

[Nate Weasley]

Ahora nos encontrábamos en el patio de la mansión. Otro de los mortífagos, Patrick Colt, había intentando conjurar un inválido hechizo dado que no cumplió con las pautas necesarias para ello. Por lo cual su muñeca se encontraba aún intacta y apta para realizar hechizos, sin pensarlo un solo segundo apuntó con su varita a uno de los mortífagos que recientemente habían acudido en rescate de su compañera, e hizo caso omiso de los patéticos comentarios que uno de ellos estaba lanzando contra ellos.

 

- ¡Silencius! - sentenció con su varita apuntada al mortífago Isaac Macnair. Su próximo hechizo no tendría efecto alguno, dado que éste no podría salir de su boca estando completamente silenciado.

 

- ¡Silencius! - repitió, esta vez dirigiendo su varita a la mortífaga Valent. El hechizo cumpliría la misma función que su antecesor, silenciar el encantamiento de la joven en caso de que tratara de atacar o defenderse.

 

Aguardó paciente, en caso de producirse algo, su varita se mantenía en ristre.

[Mei Black Delacour]

Siguió caminando con deliberada lentitud, escurriéndose con disimulo hasta llegar al patio, lugar donde los mortífagos ya habían llegado para hacer frente a los miembros de la Orden del Fénix. Soltó un suspiro, sus ánimos aún seguían bajos, pero nada que le impidiera el luchar.

 

–Ardius… – murmuró, sintiendo la adrenalina invadir su sistema completo, aumentando su velocidad para brindarle beneficios extra en lo que sería aquella batalla – Sectumsempra Tripio – agregó, haciendo que de Aukan salieran tres rayos en dirección a las espaldas de Kritzai, Valent y Patrick, los cuales les causarían graves heridas que deberían de curar si deseaban seguir luchando.

 

–Morphos – susurró ahora, haciendo que una pequeña rica del tamaño de un botón que se hallaba justo al lado del pie derecho de Patrick mutara, convirtiéndose en una araña viuda negra que al instante subió por su pie hasta la pierna y por debajo de la ropa para inyectarle rápidamente el veneno del cual el animal disponía, envenenándolo al instante.

 

Confundus pensó ahora en dirección a Patrick nuevamente, dejando que la mente del hombre cayera en un estado de confusión tal que le provocaría perder una importante acción, siéndole imposible el salir o moverse del lugar.

[Amir Carrow]

Boss había muerto, pero sus sucesores empezaban a aparecer. Hank, por su parte, se inclinaba a ser la más grande amenaza luego de Boss, Patrick sonrió ante esto, pues el Knight moriría rápidamente de ser por sus compañeros. Ante la muerte de Boss, sus estatuas habían perdido la magia que las movía, y el dragón como invocación también había desaparecido.

 

— Necromantia Lingua — espetó contra Mei, así el ardius tripio sectusempra se desvaneció en el simple hecho de nada más haberlo deseado. Los rayos junto al tripio desaparecieron en el viaje.

 

— Absorvere — dijo y la fractura se multiplicó como sonido ante la orden de su invocador. Los codos de los brazos con los que Hank, Groter y Adr sostenían sus varitas, se partieron sin dudarlo. El dolor debía ser insoportable, y el rayo de Hank salió desviado, un sempra enviado a Isaac.

 

— Detritus — dijo y una capa de gas o niebla cubrió a Patrick y a Pik de todos los ataques enviados en su contra., Mei no había podido hacer confunduis.

[Leia Yui]

Hace mucho que no visitaba mi hogar, había cambiado bastante desde que me había ido. El Castillo Stark había desaparecido y ahora solo quedaba una pequeña casa, la cual tenía el suficiente tamaño para albergar a todos los integrantes.

 

Estaba a punto de ingresar a aquella casa, con la esperanza de encontrar a alguien cuando un Patronus en forma de Labrador apareció con un mensaje muy claro.

 

Odiaba tener que irme sin siquiera entrar a saludar a un posible miembro de la familia que se encontrará, pero primero era mi bando.

 

Empecé a alejarme del lugar, mis pies descalzos hacían contacto con el césped húmedo, aquello me relajaba. Ya un poco más alejada del terreno de los Stark, giré sobre mis tobillos y desaparecí rumbo al Castillo Crowley . Previamente ya había colocado luz en mi rostro para proteger mi identidad.

 

Aparecí tras las rejas de aquel castillo, Las crucé, no fue nada complicado pues ya antes habían sido abiertas por mis compañeros de bando. Había llegado algo tarde.

 

Mi vestido de seda fina y liviana se movía con el viento. Empecé a correr por los jardines, hasta que después de unos minutos llegué hasta donde se encontraban Boss y Nathan.

[Adryanie]

La diversión se estaba llevando a cabo ya y una ola de hechizos que iban y venían de un lado a otro hacía que la morena estuviese alerta y anduviese con cuidado que ninguno de esos diera con ella. Tenía su varita preparada en su mano dominante. Inspeccionaba el lugar en busca de sus enemigos, los mortífagos con sus máscaras y los aurores con sus luces como su mayor distintivo. Identíficó a uno de ellos, le parecía ya conocido no òrque supiera quien era si no porque ya tal vez lo había visto enalguna que otra batalla, fijo su objetivo y a puntó a pik.

 

-Limitate- Dijo la morena apuntando a Issac (pik)este hechizo haría que el mortífago limitara sus ataques a tan solo algunos hechizos no podría hacer mucho de ahora en adelante mientras durara el hechizo.

No dudo en hacer otro hechizo ya que sabía que el mortífago no era tansolo un simple mortífago ssi no que podía llegar a hacer más poderoso, lo sabía por sus ataques anteriores en otras batallas.

 

-Morphos- Dijo apuntando a su capa de viaje que se transformó en una abeja africana que no dudó en clavarse en el cuello de pik ni por un segundo e inyectar su veneno en sucirculación haciendo que dentro de unos segundo muriera por este veneno.

[Kraven Von Alexandros]

Que mas miembros de la orden se sumaban, el castaño vio sus posibbilidades y estaban bajas pero igual pelearia hasta caer completamente, ya nada impediria que se abstuviera de ello, sin mas las heridas por aquel dragon seguian por su cuerpo, se miró y moviendo su varita hacia el conjuro <<Episkey>> Asi el efecto de su varita curo las heridas causadas por aquel dragon debia admitir que le gustaban los dragones pero ese verdaderamente era molesto, , sus compañeros seguian peleando, estnado en unos metros alejados de sus rivales, el castaño esperaba mas ataques, con su mascara debajo ocultando su identidad respiraba dificultosamente pero con su mano aferrada a su varita, morir alli o no morir era una buena cuestion.

 

—Morir aqui ¿por que no? que aurores no les temo Protego— De su varita asi un escudo salio para protegerlo del un sectusempra lanzado por una auror (Mei) asi absorviendo el hechizo,

[Groter Shulton Granpié]

Era momento de atacar, así que el primero sería Isaac Macnair, así que sin pensarlo me puse a actuar, con un ágil movimiento de varita apunté a la figura del hombre y conjuré sin siquiera pasaran unos segundos para pensarlo.

 

- ¡Expeliarmus!

 

Conjuré con gracia, el rayo color rojo salió a toda velocidad, zumando con toda la fuerza que un rayo de esos podría tener, así el rayo impactaría en el y su varita saldría a cinco metros de el, así es como se quedaría desarmado, no podría hacer mucho, pero debía terminar con el de una vez, para que no causara más problemas, así que apuntando a sus pantalones conjuré.

 

- ¡Morphos!

 

Sus pantalones se conviertieron en una gran araña venenosa, que lo mataría con el veneno, cuando le encajara la mordida, lo debilitaría y poco a poco moriría, era una forma dolorosa y lenta para morir, era la que había elegido para aquel mortífago el día de hoy, tendría que curarse o moriría pronto, más prnto de lo que imaginaba.

[Leia Yui]

Me encontraba a 8 metros de distancia de cualquier mortífago que estuviera ahí presente, estaba en una buena posición, eso me favorecía. Además de que podía moverme rápido.

 

Sabía porque habíamos venido, solo había una bruja sin máscara y ahora era obvio que pertenecía a la Marca tenebrosa por lo que estaba haciendo, aunque todo iba ser inútil de todos modos. Apreté con fuerza mi varita era hora de comenzar.

 

-Accio Varita de Valent- murmuré, la varita de la mortífaga que se encontraba a 5 metros de la mortífaga, producto del hechizo fue a parar hacia mis manos. Ahora estaba al fin desarmada

 

-Sectusempra- dije apuntando con mi varita a la mortífaga que se encontraba sin máscara (Valent), el rayo salió disparado de mi varita directo hacia ella.

 

Estábamos parejos, al menos por el momento(?), lo cual había que aprovechar. Aún así no era bueno confiarse, eso lo había aprendido después de morir muchas veces y terminar en Nurmengard.