Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Hecate Engosvezhof]

Escuchaba las voces detrás de la trastienda pero la verdad es que estaba más ocupada en recoger lo que había ido ahí a buscar que en atender conversaciones ajenas.

 

Busqué con la mirada unas tijeras pequeñas. Las encontré encima de la mesa del mostrador y las recogí. Con una bolsa especial protectora para proteger las plantas, me dirigí hacia a ellas y con varios 'chas' 'chas' recogí varias hojas y también varias raíces de mandrágora, además de sus hojas. Las fui metiendo dentro de la bolsa...

 

Me fijé también en que había otros especímenes jóvenes de Lazo del Diablo y recorté varias raíces que cayeron en la bolsita. Cuando ya estaba preparada la cerré y la puse encima del mostrador.

 

- ¡¡Eh!! - grité para que se me notase- ¿Alguien viene a cobrarme, o me voy sin pagar? - pregunté, sabía que vendrían corriendo para que no me marchase del lugar sin depositar galeones.

[Matt Blackner]

En cuanto oí la voz medio ahogada de mi madre eché a correr hacia alli.

 

A la trastienda...pero medio en la tienda? que demonios significaba aquello? menos mal qeu llegué y lo entendí enseguida. De alguna forma Sagitas había acabado sobrevolando la tienda y la tía Amya parecía haberla pegado a la pared por la cara. Tuve que aguantarme la risa, no solo con la escena de Sagitas pegada a la pared, sino con la reacción de la tía Amya, tratando de defenderse de mi...

 

- Vamos tía... - dije, poniéndole un dedo en la frente como hacía con Ithilion, de forma que ya no podía acercarse a mi, ya que la extensión de mi brazo la alejaba y le impedía acercarse. - Mejor ve a cobrar a Heliké o tendremos guerra en casa si se marcha sin pagar.

 

"prima espera un momento, qeu aqui tenemos espectáculo" - pensé hacia ella entre risas.

 

Saqué la varita y apunté hacia Sagitas. Murmurando un finite anulé el encantamiento que la mantenía pegada a la pared. En la caida, la cogí en brazos para impedir el golpe.

- Un problema menos. - dije.

[Amya An]

La bruja se cruzó de brazos y pisó fuerte contra el suelo.

 

Lanzó un bufidito berrinchilloso (?)

 

No se valía, con Sagitas "suelta", resultaría en 2 contra 1, así que trataría de que la peli-chocolate se le aliara ... o.O de alguna forma.

 

Se alejó en dirección de Helike sin decir palabra. No iba a delatar su ¿infame? plan.

 

- Te sale gratis si me ayudas contra madre e hijo ...

 

Le susurró a su sobrina, toda villana (!)

 

- Ó te robas al novio y me dejas solo a tu suegra-tía ... ó "te las cobras" de una vez por todas con ella y yo me empaqueto al peli-rojo ... >.< y no me mires feo porque no me lo pensaría robar!!!

 

Aseguró muy a la defensiva (?)

 

- ... aunque sí te advertiría que ¬¬´ le daría su buen par de azotes en las nalgas ... >.< por liberar a mi manis!!!

 

OwO pero juro que tas-tás solo como tiita loca, ¿eh?

 

Y volvió, según ella ... ¿sigilosa?, la mirada hacia "los adversarios" de contienda.

 

Nop, no había forma de que ella solita pudiera contra 2 ... nop, nop (?)

 

*Ja Ja Ja*

[Sagitas E. Potter Blue]

No sé lo que me enfadaba más, si estar con la mejilla pegada a la pared, con medio cuerpo colgando por la puerta o que mi sobrina Heliké me hubiera amenazado con denunciarme por los trapicheos que me traía, nada legales, o mejor dicho, tal vez ilegales hasta que no sea demostrado con veracidad y pruebas contundentes, con el novio de mi hija Perenela.

 

Pero no me dio tiempo de pensar mucho en ello, pues Amya ya se arremangaba para enfrentarse a la "invitación" que había hecho a mi hijo Matt de que la abofeteara. No era una situación divertida, pero estallé en risas al ver a mi hermana en esa actitud pugilística.

 

-- ¡Ándale, Matt, que tu tía se puso bravucona!

 

Pero bueno... ¿Y por qué no le pedía que me ayudaran a bajar, en vez de pedir que se pelearan como si fueran dos canguros con guantes de boxeo en un espectácul0 de calle? Heliké gritaba que se iba sin pagar. Iba a protestarle hasta que recordé que la dueña ahora era Amya, así que sonreí (empujando con las dos manos contra la pared, a ver si despegaba la mejilla de la misma) y grité:

 

-- Puedes irte sin pagar. La Dueña está ocupada pegándose con tu novio.

 

En ese instante, me vi caer al suelo. ¿Qué-cómo-cuálo...? Al sentir que Matt me agarraba supe que es que él me había soltado de alguna manera.

 

-- ¡Ay, pero qué galante eres, hijo! Lástima que me dejé media epidermis ahí pegada...

 

Me dejó en el suelo y sonreí, golpeando una mano contra la otra.

 

-- Bueno, mana, tú y yo tenemos algo pendiente que me voy a cob... ¿Pero dónde se ha metido?

 

Miré a los lados. Si algo se le daba bien a mi hermana era el desaparecer cuando menos te lo esperabas, aprovechando el mínimo descuido. Sentí voces fuera, así que corrí hacia la tienda.

 

-- ¿Huías de mí o es que no quería que Heliké se marchara sin pagar?

[Amya An]

Ay! pero qué fino oído tenía la manis ... bueno, éso era lo que se alucinaba su mente cochina (es que la pillaban justo planeando el golpe, ¿?)

 

- Pero Sagitas! cómo se te ocurre ...

 

Mintió con descaro abrazándose sobre sus 2 hombros y pegándole un fraternoso beso babeador (?) en ... ¿la oreja?

 

... es que ella es de mal-cálculo por lo general.

Soltó a la peli-violeta y se alejó medio paso.

 

Como no había obtenido respuesta, ni afirmativa ni negativa de su sobrina, supuso que no quería tomar partido entre sus 2 tiitas.

 

... y dudo mucho que por temor a que le sucediese algo ... seguro, mas bien, le corría prisa a despachar sus asuntos privados varios (?)

 

- Matanga dijo la Changa!

 

Chilló sorpresivamente, lanzando hacia ambas un nuevo conjuro de bonito adhesivo mágico.

 

Con suertes ... conseguía pegarles de las pompis a las 2 ... como Flora y Fauna, primas lejanas Adams (?)

 

Ni idea si les atinó ó nó ... ella solo corrió despavorida, de vuelta a dentro, antes que a ella la alcanzaran del pescuezo y la intentaran hacer Caldo en un amplio caldero ... OwO con papitas y un puñadito de fideos largos y gruesos. Huevito cocido. Cebollita china, de verdeo, cebollín ó como le digan ♥♥♥

 

Sorry, me dio hambre .-.

°

[Matt Blackner]

Dejé a mi madre en el suelo, cosa qeu la tía Amya aprovechó para huir, seguramente hacia la entrada, donde se encontraba Heliké, probablemente en busca de una aliada...o para impedir qeu se marchara de alli sin pagar lo que se llevaba a casa.

 

- Crees que intentará aliarse con Heliké contra nosotros dos? - le pregunté. Había sido muy cómico ver a la tía en ese aspecto de boxeadora, algo desconocido en ella pero que no perdía ese encanto que siempre la rodeaba.

 

Aun asi Sagitas salió corriendo. Al parecer tenía cuentas pendientes con Amya y estar pegada al techo solo había dado cuerda a las ansias de venganzas...

 

Iba tranquilo hacia la salida cuando Amya casi me tira en una especie de huida desbocada. Fruncí el ceño, porque corría ahora?

 

Claro, al darme la vuelta lo vi todo claro...

 

- Porque estáis pegadas por el...el...esto...

 

Heliké y Sagitas estaban pegadas por el trasero, una espalda pegada a la otra!

[Hecate Engosvezhof]

Y yo que estaba ahí tan tranquilamente recogiendo mis plantitas, bueno, mías no eran que todavía no había pagado, estaba tan distraída que apenas pude susurrarle unas palabras a Amya. Sabía que era ella por su aroma, que se había acercado sigilosamente.

 

Había "escuchado" el mensaje enviado por Matt pero ni siquiera tuve tiempo de reacción que...

 

¡Me encontraba pegada a Sagitas! No entendía nada de lo que había pasado.

 

- ¿Pero, cómo? - balbuceé, incrédula como estaba... Pero el genio asomó de todas maneras:

 

- ¡Malditaa sea Amya An! ¡Despégame ahora mismo de aquí, si no quieres probar mi ira! - chillé yo. Intentaba zafarme, pero estando pegada a Sagitas eso era casi imposible. Seguro que mi tía pelinegra, había hecho un conjuro congelador...

 

- ¡Deberían de sacarte la varita por ésto! - volví a vociferar yo... Y empecé a llorar como una niña pequeña (?).

 

- No quiero estar toda la vida pegada a Sagitas. Cuando decía suegra, no lo decía de ¡éste modo! - volví a protestar yo.

 

- Pero, ahora que lo pienso, sólo estamos pegados por la ropa, no piel con piel... ¡Sagitas, empuja con fuerza hacia tu lado mientras yo lo hago del mío! - pedí yo- si funciona aunque se rompa la ropa al menos estaremos separadas. Si es que a Amya no se le ocurre lanzar un finite...

 

Tiré cuánto pude pero nada. Sólo conseguía arrastrar a mi suegra unos cuántos metros.

 

- Desde luego, la has hecho buena. En cuánto me libere... Sabrás lo que es probar una varita- amenacé yo con el índice de mi dedo derecho y con el gesto desconfigurado a causa de la rabia.

[Matt Blackner]

Entré en la floristería con las manos en los bolsillos. Después de mi última visita, en la que había tenido que despegar los traseros de mi madre y mi pareja (menos mal qeu solo era la ropa lo qeu estaba pegado o habríamos tenido un disgusto serio) todo había quedado en una anécdota graciosa, o por lo menos, graciosa para mi.

 

Iba a echar un vistazo a las flores que tenían, en teoría había que elegirlas para la boda, pero yo no tenía ni idea de cuales podía elegir o no.

 

Asi qeu esperaba qeu alguien apareciera pronto para echarme una mano con la elección. Mientras tanto...bueno, me interné por el lugar, perdiéndome entre las plantas bastante pronto.

[Hecate Engosvezhof]

¡No quería ir! Sobre todo, recordando el último momento que había pasado ahí dentro.

 

Pero tenía que hacerlo. Si quería conseguir los mejores productos al buen precio... Era una de las pocas floristerías del callejón diagón que poseían esas dos cualidades.

 

Estaba en la mansión Rambaldi con el pijama puesto, y echando una ojeada a una revista muggle que había "tomado prestada". La verdad es que había tanta variedad y formas para las flores que no sabía por cuál decidirme. Suspiré y lancé el ejemplar a la basura.

 

Por suerte o por desgracia tenía a dos tías para asesorarme en ese asunto importante. No me hacía ninguna gracia después del "incidente" la verdad. Pero no tenía más remedio.

 

Después de darme un buen baño y puesto las botas de piel de dragón, un pantalón largo, una camisa, y una capa negra, guardado mis objetos que usaba diariamente en los bolsillos, tomé la varita y me desaparecí de la mansión, para hacerlo a unos tres metros del negocio.

 

Un aroma muy familiar llegó a mis fosas nasales, me indicaba que no hacía mucho tiempo que había estado ahí. Sonreí al saber que era de Matt. Al parecer él tenía algo en mente...

 

Abrí la puerta y entré al interior, me fijé que el pelirrojo ya andaba buscando flores.

 

- ¡Hola Matt! - saludé, dándole un beso en la mejilla.

 

- Veo que los dos hemos pensado lo mismo - le sonreí, sin percatarme quién estaba detrás del mostrador.

[Matt Blackner]

Primero la sentí, y un momento después la oí. Heliké no tardó nada en aparecer, dándome una tremenda alegría. Si ella estaba alli seguramente era porque tenía la misma idea que yo, buscar flores...

 

- Pues al parecer si que hemos pensado lo mismo. - dije con alegría. - Eso si, espero que tu tengas más ideas que yo...

 

Porque yo iba bastante pegado en el tema de plantas y flores. Y más aun si se trataba para una boda.

 

Asi que la invité a seguirme por los pasillos. MIentras Amya o Sagitas llegaban (o quien sabía si algún otro familiar) para echarnos una mano, seguramente lo mejor era dar una vuelta a ver si nos gustaba algo.

- Supongo qeu tendremos qeu elegir alguna flor que te guste, no? - pregunté a heliké. Esa era la idea que yo tenía, o al menos loq eu había visto en la boda de mis padres...