Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Amya An]

Bingo! la peli-violeta se ¿rendía? ... nó, éso era poco probable, lo mas seguro era que no fuese mas que una artimaña para hacerle bajar la guardia a la adleriana y colgarla de los calzones (?) en alguna de las ramas altas de ... de la planta que fuese, xDDD, que en la zona de cultivo había mucho de dónde elegir (!)

 

Se puso contenta, no obstante, retrocedió medio paso porque antes de avanzar, debía asegurarse que Sagitas tuviese las garras bien limadas ó terminaría toda arruñada (con arañazos? rasguños?)

 

- En serio no me vas a colgar de una pata?

 

Preguntó inquieta. Además de locas, siempre eran ¿inesperadas? (xDDD)

 

La treta de la corona surtía solo la mitad del efecto esperado ... xDDD, ahora qué mentira le daría a su hermana para elevarle los knut´s al arreglo?

 

Aquello de por nuevos impuestos ministeriales reformatorios (?), iba muy flan (endeble? débil?). Sagitas, lo mas probable, se conocía mucho mejor que ella, de todas las letritas pequeñititas de las nuevas "reglas de juego" (?)

 

- Ay mana, por quién me tomas? querer inflarte el precio ...

 

Pos sí ...

 

Tragó saliva. Sí, la Potter-Blue tenía memoria media fotográfica cuando se trataba de cobrarse la revancha

a cualesquiera, xDDD.

 

- ... *Ejem*, olvidemos el asunto (aunque yo recomendaría un baño a fondo lo mas pronto posible, *cof-cof*), ven y mira las bonitas flores que conseguí para mi (titubeo por ¿irritación? mental) cuñadito (dicho apretando un poco los dientes) lindo ♠♠♠ ...

 

Claro que, la bruja no le advetía de la manera que había conseguido tal hallazgo ... uno de sus tantos experimentos ilegalosos que bien "podría" tener de sus efectos secundarios (¡?)

 

Por poco y hunde toda la cara de la peli-violeta entre esos peligrosísimos pétalos perfumados mágicamente (!)

 

- OwO Solo huele el aroma ♥♥♥ ... =w= fragancia exquisita a ... a... ¡Atchús!

 

Miércoles! quizás le había puesto demasiado poción mágica para florecimiento ...

ó demasiada concentrada había estado la cosa.

 

- Ay, ay ... me pican los ojos ... Quién está pelando cebollas???

 

Patatas le iban a llover porque ahora la nariz se le iba poniendo roja, al igual en el cuello ... *0* se estaba llenando de sarpullido sospechosamente accidentoso!!!

 

- Ay me pica! me pica! ... ráscame! ráscame!

 

A ese paso, Amya_An terminaría arrastrándose de pompis por todo el suelo de la floristería, xDDD.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¿Colgarte de una pata, como a los marranos? Noooooo , yo nunca, Amya -- le contesté con mi semisonrisa peligrosa. -- Nunca, de verdad.

 

Mejor que no se fijara en mis manos o vería que llevaba los dedos cruzados, algo que significaba algo así como que era una mentira como una casa. Ella me debía creer en eso tanto como yo debía creer que ella me iba a "inflar" el precio de la corona de flores para mi marido.

 

-- Bien, veamos esas flores... Espero que estén frescas de recién cortadas, no porque le hayas aplicado "cierto" spray mágico que hace que luzcan hermosas pero que estén pochas al día siguiente. Espero que me dure al menos una semana. -- Pero no me dio tiempo de más porque ella hizo un gesto muy rápido que me pilló de sorpresa. -- ¡Ay, so bruta! Que me vas a romper el cuello -- exclamé, al ver que me flexionaba la cocorota hacia las flores, para que las oliera. Si no me hacia falta, si mi olfato era magnífico. -- ¡Atchis! Miércoles, ahora me pica la nariz.

 

Me la rasqué con la mano derecha mientras veía saltonear a Amya. Mientras ella decía que le picaban los ojos, me asaltó a mí un picor en los mismos que hizo que los frotara con fuerza. Después ella empezó a ponerse de color rojizo por todas partes (al menos las visibles) y yo vi como mis manos se iban coloreando del mismo tono que ella.

 

-- ¡Demonios empalados! ¿Qué les has hecho a mis flores? Unos días como dueña única y ya has parasitoseado todos los ejemplares. ¡Pues vaya mercader que estás hecha! Que esto es una floristería, no una tienda de bromas de productos pica-pica...

 

Me rasqué con fuerza. ¿Y ahora qué hacíamos?

[Xell Vladimir Potter Black]

Estaba muy triste. Había puesto la diadema del Juicio con mucho cuidado en una cajita, con bolas de alcanfor para que perduraran pero hoy había ido y la mitad de las flores estaban secas y raquíticas. Me disgusté, le había dado una flor a Lisa, aquella diadema era un recuerdo que tenía que perdurar para siempre, en recuerdo de aquel día tan bonito del Juicio.

 

Y como no sabía arreglarlo, fui al único lugar que se me ocurrió para que me aconsejaran: la floristería de las tías. Entré sin avisar, con mucha fuerza, aunque lo que vi me extrañó tanto que miré hacia fuera, para ver si alguien más veía lo que yo y me confirmaba que mis tías estaban bailando sin música en medio de la tienda.

 

Agarré con fuerza la cajita y me acerqué con sumo cuidado.

 

- ¡Tías! ¿Ese es el nuevo tipo de baile? Yo creo que me rompería si bailo de esa manera tan... especial...

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Leñe, como picaba todo el cuerpo! Me acerqué al borde del mostrador y me rasqué la espalda con él, raspándome de arriba a abajo. Estaba furiosa con mi hermana pero en aquel estado de "sarna" no me era posible demostrárselo. Pero en algún momento dejaría de hacerlo y, entonces, se iba a enterar por haber destrozado el negocio en apenas un mes que lo había dejado.

 

-- ¡Amya, eres lo que no hay! ¿Cómo has conseguido que me rasque como si fuera un oso contra un árbol? ¿Es que no tienes una contraveneno o lo que sea que has hecho a las plantas?

 

Tal vez un bezoar, pero no era un envenenamiento, en realidad, sino algo más como un hechizo mal hecho o una urticaria por contacto con un ingrediente alergénico o... mala leche, seguro que era la mala leche de mi hermana que había hecho una poción para intoxicarme de alguna manera y no se había dado cuenta que ella también podía salir perjudicada.

 

-- ¿No me digas que no sabes como parar esto? Me voy a desollar viva.

 

La puerta se abrió y paré un segundo de rascarme, no está bien hacerlo delante de los clientes. Pero era Xell.

 

-- ¿Baile? Ven aquí a oler estas flores, ya verás lo que es un baile. ¿Traes la varita? Podías hacer un finite por si acaso funcionara...

[Amya An]

Éso! éso podía ser ... la bruja, sin dejar de restregarse las espaldas en un cactus tamaño gigante (?), se buscó la varita por todos los escondrijos de la ropa (pero si ya parecía parodia de BeetleJuice rebuscándose los bolsillos)

 

Refunfuñaba sin explicarse, sin siquiera saludar como bruja educada a la entrante Xell.

 

- Dónde estás? dónde estás?

 

Se hablaba a sí misma sin parar ni de fregotearse los pellejos de atrás ... y ahora hasta las nachas (pompis) también le empezaban a cosquillear.

 

- Pronto, pronto ... dónde desmadres te metí?

 

Pronto la encerraría en una celda en psiquiatría sanadora a este paso.

- Ajá!

 

Elevó su varita con aires ... ¿triunfales?

 

- Aguamenti!

 

Conjuró pero seguro con la nariz media tapada como tenía sonó mas a "Acua" que "Agua" ... así qué ...

 

- Maldita seeeeeeeaaaaaaa!!!

 

[ Inserte aquí música de suspenso ]

 

... Mientras se escribe lo que en realidad invocó la adleriana, erróneamente.

[Hecate Engosvezhof]

Necesitaba mandrágoras para plantarlas y sabía el lugar exacto en dónde comprarlas. Aunque, lo que no sabía era si mi tía "preferida" alias suegra me lo iba a vender. Últimanente estaba de un repuntante que no la aguantaba (?).

 

Me vestí lo mejor que pude. Una túnica negra, un gorro negro... botas de piel de dragón. El monedero de piel de moke en el bolsillo con los galeones en su interior y también la varita.

 

Llegué a la floristería mediante la aparición a unos tres metros de la entrada.. Accedí al interior y vi que estaban allá mis familiares. Xell en el mostrador y Sagitas y Amya por detrás...

 

- Em, hola ¿interrumpo? - pregunté con tacto, por si acaso.

 

- Venía a comprar, pero si acaso, vengo más tarde - y me puse más cerca de la entrada por las moscas.

Editado 30 de Abril del 2015 por Helike Rambaldi Vladimir

[Sagitas E. Potter Blue]

Sí, bueno, ahora que miraba a Amya, sí que parecía que bailaba, aunque... ¿qué demonios hacía palpándose por todas partes? ¿Es que iba a hacer ahora un baile sexuá o así? Porque si se metía en ese terreno, mejor me iba corriendo y ya nos veríamos en otro lugar, que yo, cochinadas, sólo con mi maridito del alma, con nadie más.

 

-- ¿Cómo que "dónde te metí"? ¿El qué? Me das miedo, hermana -- sí, cuando se pone a hablar de cosas impropias, es mejor alejarse, si, creo que es mejor eso. Y tanto miedo me daba que ya ni me rascaba.

 

Pero a veces calculo mal y no sé con quien hablo porque... sabiendo como es mi manita, ¿cómo puedo pensar que estaba hablando en términos... ehem... equivocados...? Tal vez es que mi mente echaba de menos a mi maridito o que veía demasiados arrumacos en mi hijo y mi sobrina o... a saber. Pero no calculé el alma cándida de Amya y de los estropicios que monta, que no iba por ese camino.

 

Aunque, para lo que sucedió, hubiera preferido lo anterior...

 

-- ¿Acupenti? ¿Qué demonios es ese hech...? -- Una tromba de un líquido raro me cayó encima. No era agua, eso se notaba en el olor. O al menos, no agua limpia, ni clara. Era más bien... ¿marronosa? -- ¡Malditos demonios viperiosos albinos, Amya! ¿Es que no sabes pronunciar con propiedad?

 

La puerta se abrió de nuevo, ¿es que no iba a dejar de entrar gente para verme en ese estado? Me olisqueé.

 

-- Miércoles, parece abono de dragón noruego... ¿Dónde está la manguera de regar los cultivos de flores en el invernadero? Me voy a dar una ducha improvisada.

 

Lo que menos me interesaba ahora es que mi futura nuera me viera empapada de... lo que fuera aquello.

 

-- Pasa, Heliké, que te atiendan estas que yo voy a... ducharme. Que no significa que olvide Amya -- y le dirigí una mirada "chinita" de la que debía preocuparse para cuando volviera. Aunque, pensándolo bien, al menos ya tenía una propiedad más de la kk de dragón, quitaba la urticaria.

[Hecate Engosvezhof]

Desde luego... Cada vez que entraba a la floristería siempre pasaba algo...

 

- ¿Es que, no podéis tener problemas con los proveedores, como todo el mundo? - protesté yo, pero con una sonrisa en la cara. La verdad es que viendo a Amya, parecía que tenía piojos por el cuerpo (xD) se tocaba por todos lados hasta que encontró lo que parecía ser, su varita...

 

Di varios pasos más atrás y di con la puerta. Me toqué la espalda por el golpe (últimamente tenía la piel sensible) dado con la manilla. Al instante, un olorcillo parecido a estiércol de no sé qué bicho se esparcía por el local y por supuesto, mi tía pelivioleta empapada de eso...

 

Se había equivocado de hechizo, o había pronunciado mal.. no podía saberlo. Sólo me había preocupado de alejarme del mostrador y no había prestado la mayor atención...

 

- Y yo que venía a comprar semillas de mandrágoras - negué con la cabeza viendo el espectác.ulo.

 

- Vete tranquila Sagitas. A éstas alturas, deberías de saber que Amya es un poco peligrosa cada vez que usa la varita - reí por lo bajo. No quería burlarme, pero cada vez que mi tía pelinegra la usaba, pasaban catástrofes.

 

- Aunque para la defensa es buena... nunca se sabe lo que puede salir de ahí - dije señalando su arma mágica que tenía agarrada de la mano.

 

- Y todos acaban huyendo antes de que Amya pronuncie algún hechizo - seguía riéndome. No podía evitarlo, la verdad.

[Sagitas E. Potter Blue]

Me detuve en la puerta de la trastienda, con la mano en el pomo. Giré la cabeza hacia Heliké, arqueando una ceja y mirándola con algo de presunción sobre el motivo para el que quería esas semillas. Si intentaba darle miedo, pues como que no, con aquella peste que desprendía mis ropajes marronosos; pero aún así lo intenté, demostrarle que, a pesar de todo, yo era la que mandaba.

 

-- ¿Para qué demonios quieres tú semillas de mandrágora? ¿Qué travesura estás maquinando en tu cabecita, sobrina?

 

Vale, no tenía por qué contestarme, pero vamos, que la iba a tener en vigilancia extrema (más aún) para ver si, lo que fuera, lo aplicaba a alguien de mi familia, o peor aún, a Matt, que es mucho más directo y a quien quería librar de sus manos.

 

-- Yo huiría de la presencia de mi hermana cuando enarbola la varita de esa manera. Y después se pregunta porqué todos nos tiramos al suelo cuando la saca. Hum... Me voy a lavar y después vuelvo. Así que piénsate bien la respuesta para cuando regrese.

[Hecate Engosvezhof]

Me quedé mirando a Sagitas como yéndose a la parte trasera y se había parado.

 

Su pregunta me pilló desprevenida. No lo entendía, ¿acaso no sabía que era profesora de Pociones? Se suponía que a éstas alturas sí debía saberlo. Pero, se me ocurrió una respuesta bastante ¿inteligente?

 

- ¿Qué pasaría si uno de tus basiliscos se escapa del circo, tía? ¿No crees acaso, que es mejor tener a mano, zumo de mandrágora, para revivir a los que sean petrificados? - dije ahora, con una sonrisa en la cara. Esperaba al menos, que colara.

 

- Cómo sabes bien, soy profesora de pociones y es de vital importancia tener a mano un buen sutido de brebajes mágicos por si pasa cualquier cosa. Mujer precavida, vale por dos - y le guiñé el ojo. Desde luego, cuento, tenía y mucho (xD).