Floristería Las Tres Hermanas (MM B: 78830)

[Amya An]

=w= Uy sí, *w* las enredaderas empezaron a moverse ¿al ritmo? (¬w¬ cuál ritmo?) de lo que sea que la adleriana berreaba. Como bracitos levantados al aire en pleno concierto muggle, se balanceaban acompasados sino de la letra, al menos sí de la melodía pegajosa (?)

 

^w^ qué divertido era el karaoke para la bruja ... ¬¬ aunque le rogaran siempre TwT que no cantase mas ♦♦♦

 

Hizo una pequeña pausa (U.U pos si había que torturarlos ¬w¬ hasta casi la mismísima >.< muerteeeeee!!!) para lanzarles unas buenas (buenas?) bravuconadas (!)

 

- Ajá! ¬¬ no se esperaban ésta, ¿no? ... mi arma secreta ; *0* haré que les sangre por las orejas!!!

 

*0* Sálvese quien puedaaaaaaa!!!

 

TwT ahora la loca desquiciada no solo se contentaba con procurar estallarles los tímpanos sinó que también inició un meneo que bien podría clasificar como de los tribales de ésos que enseñaba Babila (?)

 

... o.O sería alguna clase de ritual peligrosísimo, mortal con el que ella

pretendía explotarles el cerebro???

 

¬w¬ literalmente "hablando" ♠♠♠ ...

[Sagitas E. Potter Blue]

¿Desde cuándo sabía hacer Expulso's mi querida hermanita? Cada día me sorprendía un poco más con su técnica con la varita. Era curioso, y yo que pensaba que usaba la varita como mondadientes o como extractor de mocos de trol y ahora me demostraba que sabía usarla para hacer magia. Huuum, era curioso. ¿Seguro que era la misma hermana que conocí hacía años o habría mutado con el tiempo? Al fin y al cabo, era la hermana mayor de las tres hermanas.

 

-- ¿Quieres darte cuenta que soy tu hermana la enanaaaa? -- grité de nuevo, intentando que me escuchara. -- ¡¡Soy Sagitaaas!! Soy un ente endemoniado pero sólo cuando me enfado.

 

Pero ella erre que erre, que no, que no me creía.

 

-- ¿Quieres estarte quieta? ¡Estás dejando la floristería super sucia! ¡¡No pienso limpiar esto!!

 

Xell también intentaba que Amya reaccionara, apelando a que era su empleada y que era la hija de Reena. Y pretendía darle pena con lo de la púa clavada.

 

-- ¿Qué púa ni que pincho muerto? ¡Qué tu tía quiere matarnos! ¿Música? ¿Qué música? Yo sólo oigo los berridos de tu tía.

 

Pero algo de música debía de haber, puesto que las lianas empezaron a moverse de un lado a otro. Eso me preocupó, todos los que trabajamos habitualmente en la floristería sabemos de la fidelidad de estas plantas a mi hermana.

 

-- ¡Oh, no, por favor, me rindo! ¡Esto no hay quien lo aguante! -- protesté, pegando un salto y poniéndome de pie sobre el mostrador. En mis manos lucía dos hermosos guantes de boxeo (no quiera saber nadie como ni de donde los había morphoseado). -- Venga, adelante, meteros conmigo...

[Xell Vladimir Potter Black]

La música estaba muy fuerte, casi apagaba los sonidos de todos los presentes, y eso que los gritos de las tías Amya:An y Sagitas son casi imposibles de acallar. Pero aquella música rompía decibelios. Aún así, no era lo más peligroso que había en la tienda en aquel momento. Las lianas empezaron a moverse, al son de la música.

 

- ¡Oh, oh! Esto no es bueno - me encogí de nuevo; la experiencia me decía que era mejor resguardarse. Ya dejaría el dolor por la espinita clavada en la mano para otro día.

 

Allá estaba la tía, amenazándonos con hacernos sangrar las orejas. Y la tía Sagitas se ponía bravucona con ella. Tiré de la manga de su brazo.

 

- No la irrites, por favor, tiita. No hagas que nos haga sangrar. No quiero sangrar, no quiero, no quiero. Tengo bastante con la espinita clavada en la mano.

 

¿Por qué no se apiadaba de mí? En vez de eso, me chillaba. Me agarré las rodillas con los brazos y permanecía debajo del mostrador, dispuesta a no moverme de allá hasta que Annabelle trajera refuerzos. Algún médico de la planta de psiquiatría estaría bien, muy bien, para llevarse a la tía. Puestas a elegir, a las dos tías. Así estaríamos todos más tranquilos.

 

Porque... ¿es estar en su sano juicio enfrentarse a puñetazos limpios contra las lianas que nos atacaban?

[Amya An]

Lo que necesitaba la adleriana era sin lugar a dudas un buen oftalmólogo mágico (?) porque no conseguía distinguir a la peli-violeta por detrás de esos enormes guanteletes de boxeo que rojos y movedizos ... O.O le acaparaban toda la atención, anulándosela para lo que parloteaba Sagitas e incluso, Xell ... o.O por debajo del mostrador otra vez???

 

- Ajá! te pones bravo bicho?

 

Como ¿toro? que solo ve el rojo que le perturba el seso, se subió a la par sobre una mesita con ruedas

(de esas que usaba ella para mover cosas y tiestos en masa, ahorrándose tiempo y esfuerzo ... ¿?)

 

Ayudada con un trapero y con un balde de casco protector, montó ... o.O su corcel? y a toda velocidad pretendió embestir a su adversario valentón (=Sagitas) sobre el mostrador.

 

- Te irás al Averno de dónde nunca debistes salir en primer lugar!!!

 

U.U pos en bravuconadas, ^^ esas hermanas siempre tenían ganas ♥♥♥

 

OwO y creo que fue muy mala idea ¬w¬ de que la rubiecita fuese a buscarse refugio allí mismo ... ¬¬´ porque de ésa ^w^ no había forma de que saliera ... o.O ilesa?

 

*Glups*

[Hecate Engosvezhof]

Annabelle Isabella Annabelle Isabella Rambaldi Di Sforza

(Hermana melliza de Heliké)

 

- Por todas las muelas del diablo -suspiró la bruja al ver como las cosas se estaba complicando demasiado para ella. Y eso que sólo había ido a comprar hierbas.

 

Lo que al principio parecía gracioso ahora la Hermana Sagitas había sacado unos guantes de boxeo, vete a saber tú de dónde y ahora se enfrentaba a la mujer de pelo oscuro. Todo por una mera confusión...

 

- ¡¡Ya estoy harta!! -estalló la chica al ver, que ni caso le hacían y encima se peleaban delante de un cliente. Xell quizá estuviese más acostumbrada a esas "típicas peleas de hermanas" pero ella no estaba tan acostumbrada. La energía que emanó de su enfado hizo temblar un poco el edificio, contó hasta diez y respiró profundo, lo último que quería era provocar una hecatombe y encima, tener que pagar los daños.

 

- Cuando terminéis de mataros avisadme, vendré en otro momento por mis plantas -gruñó pero lo dijo bien claro y alto para que las demás brujas que estaban en la tienda se enterasen.

 

- O mejor, me voy a otra tienda en dónde no haya problemas para comprar -no quería enfadarse o las cosas se pondrían peor (?)

 

- Nos vemos en otro momento -se dio la vuelta y abrió la puerta, la cerró con cuidado y ya estando en el suelo empedrado del callejón se giró sobre sus talones y se desapareció a un rumbo desconocido para las demás personas.

[Xell Vladimir Potter Black]

Decidí escaparme, Estaba harta, ¡muy harta! de mis tías y demás familiares que estaban en la floristería.

 

- ¡Estáis todos locos, todos locos! - les grité, enfadada. Me dolía la mano, tenía una espinita clavada y seguro que ahora me apuntarían un dedo porque no la había sacado a tiempo. - Me voy a San Mungo. Sí, a San Mungo. ¡No pienso ir a la clínica, allá están todos más locos que vosotras!

 

Huir del local era más difícil de lo que parecía, con ellas enmedio, con plantas volando, lianas que atacaban... Pero lo conseguí. Fue fácil seguir a Annabelle, porque ella también se enfadó y empezó a gritarles. Noté su poder de sacerdotisa enfadada y después abrió la puerta, por donde salió. Aproveché que la cerraba con cuidado para correr hasta el pomo y retorcerlo. Me escapé. Aunque antes de irme, giré la cabeza y grité:

 

- ¡No volveré nunca más mientras seais tan lerdas!

 

 

 

 

http://i.imgur.com/nrr5jVS.gif

 

Más tarde...

 

Sí, había salido de forma tempestuosa, pero después recordé que había ido a la tienda por algo. ¡Ay, necesitaba flores! ¿Por qué no iba a otra tienda? ¿Existía otra floristería en el pueblo? Y aunque la hubiera, ¿me atrevería a ir al Juicio Mágico llevando flores de otra tienda, sentarme delante de la tía Sagitas mientras ella esgrimía una maza de madera? Seguro que la lanzaba a mi cabeza si se daba cuenta que había ido a la competencia.

 

Era mejor volver, arriesgarse a la furia de la tía Sagitas siendo Jueza del Mundo Mundial Mágico era peor que abrir la puerta de la floristería y encontrarse en medio de una batalla campal. Por eso, abrí poco a poco y asomé la cabeza, preparada para huir si las lianas estaban aún en pie de guerra.

 

- ¿Puedo entrar con seguridad? Necesito comprar una diadema de flores para el vestido nuevo que me compré en el Vulturi. Es para el juicio. ¿No deberías dar ejemplo, tía Sagitas? Serás la Jueza, no se puede correr la voz que te peleas a golpes de puños con las plantas.

Editado 18 de Diciembre del 2014 por Xell Vladimir

[Amya An]

Milagrosamente (?), tras la huída (por segunda vez?) tanto de Anabelle como de Xell, la Floristería volvía a exhibir su frescor (sería por los especímenes invernales, xDDD).

 

La estrellada de la adleriana montada en ese carrito de cosos, esgrimiendo un trapero contra su peli-violeta hermana

sería algo que se deja a la pura imaginación del lectos (¿?)

 

Donde quedó Sagitas ... solo ella podría decirlo (seguro se estaba curando los chichones ¬w¬), pero la que si estaba a la vista era Amya_An, quien como siempre andaba inmersa en sus propios asuntos floristeros (!)

 

- A ver, a ver ... quien se toma la sopita? quién se la toma?

 

La bruja se hallaba media inclinada hacia su delantera (¡?) pero dándole las espaldas a la puerta de la calle.

 

El negocio estaba bastante limpio y ordenado ... U.U qué se podría esperar si al menos 2 de sus co-propietarias eran revertoras veteranas? ¬w¬ aunque ellas eran las mismas quienes lo rompían todo de cuando en cuando (¡!)

 

- Tía Sagitas?

 

Preguntó con voz como que ofendida, volviéndose con cara media maca.brona (=macabra?) a la rubiecita re-ingresante.

 

... pero a quién se supone que le estaba dando "la sopita"?

 

*0* xDDD!!! uno de los largos brazos (ramas?) de la enredadera tenía un especie de fause con colmillitos incluídos ... >.< era la boca! era la boca! ¬w¬ la condenada enredadera de la adleriana tenía una boca con qué comerse al que menos...

 

- ... ¬w¬ pero es que necesitas gafas, sobrina? U.U me halaga que se me confunda con la menor de las hermanas pero creo que la cabellera violeta es demasiado diferencial como para confundirnos, ¿no?

 

Bromeó ella acariciándole espantósamente ¿la cabecita? al bicho aquel que mimaba.

 

- U.U Si te preocupa tanto la "reputación" de tiita Sagitas, Xell ... ^^ mejor y le buscas un Enorme y Extenso Tomo de Leyes Mágicas ♥♥♥

 

Dijo recordando que su revertora tenía una librería, y rió divertida ... ordenándole finalmente a su "planta" que se devolviera a su espacio, allá, en lo alto.

 

Avanzó hacia la rubiecita y la miró de pies a cabeza como si le estuviera tratando de sacar las medidas corporales (?) con solo la mirada.

 

- Y qué clase de flores quieres para adornarte la coronilla? podría conseguirte muérdago blanco pero debes recordar tener sumo cuidado con éste ... ¬w¬ sobretodo recordar O.O que no lo adquiristes con nosotras ...

 

Advirtió finalmente (!)

[Xell Vladimir Potter Black]

http://i.imgur.com/nrr5jVS.gif

 

No me fiaba de ninguna de las dos. En la tienda, de forma visible, sólo estaba la tía Amya. Sin ningún disimulo, busque a la otra tía desde la puerta, pues la imaginaba escondida en algún pasillo, dispuesta a saltar en cuanto entrara. Me sorprendí al notar que la tienda estaba arreglada; no se notaba para nada la pelea que había ocurrido antes. Tal vez lo hubiera soñado... Avancé un paso hacia el interior, aún con mucha precaución.

 

- Per... perdona, tía Amya. Esperaba que estuvierais las dos aquí, peleán... juntas.

 

No iba a mencionar la pelea por nada, para que no la re-comenzaran. Tía Amya me reñía por confundirlas, negué con la cabeza. Pero ella no me dejó diculparme porque no paraba de hablar. Pero dijo algo que me sonó bien y eso me decidió a arriesgarme un poco más y me adentré hasta quedarme casi a un alargo de brazo delante de ella.

 

- ¡En la Quisquillosa tenemos muchos libros de Leyes! Estoy segura que puedo encontrar uno que le guste. Bueno, seguro que no le gustará ninguno, pero sí que le ayude en su trabajo de Jueza.

 

Me sentía entusiasmada. Era algo que podía hacer. La busqué por los lados pero no había rastro de ella.

 

- ¿Está por aquí? Dila que venga a la librería y buscaremos un libro de ayuda.

 

La tía se acercó a mí y volvió la sensación de peligro. No era bueno que se acercara tanto y que me mirara de aquella manera.

 

- No, no, no quiero muérdago blanco, no será adecuado para un juicio - no sé porqué, ni sabía que existía esa planta, pero su aviso me alertó un poco más. - Quiero alguna corona de flores azules y rosas. Me compré un vestido de gasa azul, con un lazo azul grande bajo el pecho y después se abre como si fuera una campanilla de amplio vuelo. Quería llevar el pelo suelto y lucir una corona de flores naturales, muy de sacerdotisa, ya sabes... ¿Puedes ayudarme?

[Amya An]

- Tienes razón ... U.U no querríamos a tu novia ¬w¬ queriendo matar a todo fresco que ose intentar besarte so pretexto de lo del muérdago ...

 

o.O No era que le desquiciara tanto la idea ... ¬w¬ en realidad no era tan mal ardid ; OwO hacer que la misma jefa de seguridad llevada por los celos, matase en pleno juicio a unos cuantos ... *0* sería extraordinario que se echase solita la soga al cuello por un impulso loco ; bien dicen que el arma mas peligroso para uno mismo es ...

 

- *Ejem*

 

Carraspeó para acallar sus propios pensamientos turbios.

 

- ... Entonces quieres una corona de flores naturales ... flores azules y rosas ... rosas blancas?

 

Supuso ella ya que la rubia le describía a la perfección del atuendo que iba a acompañar aquel arreglo.

 

Sacó un anotador y carboncillo para trazar algunas líneas generales ... y así, hacerse una mejor idea del asunto.

 

Los trazos no fueron para nada artísticos pero cumplían bastante bien su función.

 

- Veamos quieres una corona rígida ó de apariencia mas "mas flexible" ... de flores que predominen en el look final por sus grandes proporciones, que se balanceen con las medidas de tu cara ó que mas bien, sean bastante discretas pero no por éso se sientan como que menos ...

 

Alargó su brazo y le agarró la cara por la quijada, para examinarle mejor los ángulos faciales.

 

- ... creo que por tu cabellera tan clara y porque me temo que lo que quieres es que ... (Amya_An refunfuñó un poco) cierta persona, mas que los ojos azules, se le apetezca los labios (y demás, xDDD) ... te favorecería mas, algo del mismo tono del labial y del rubor ; supongo que es el rosa, por sobre la cabeza, me entiendes? para enmarcar en tu rostro entero ; entre el arreglo y la boca, los ojos azules, los cuales irían mejor de acentuación a ese lazo que dices lleva tu vestido (sí muy propio ... justo debajo del escote) ... yo no sé de modas pero si te atiborras de azul por todas partes, creo que mas bien ocultarás tus propios azules, que son tu ojos ...

 

Vamos! que no era boba la adleriana ... no se iba a creer que la pequeña Vladimir buscase solo que la Lisa le mirara los ojos (!)

 

- Puedes pensar en una combinación de ambos colores ; azul y rosa, sin excluir el blanco del acompañamiento y el verde del follaje ... pero como el cliente siempre tiene la razón, también tienes azul y blanco en lo tradicional, de mas de una pequeña línea, ó quizás de estilo mas alocado (?)

 

Seguro que ahora le explotaría el cerebro a Xell ... xDDD.

 

- Ése nó! ¬w¬ ése es para tu novia ♣♣♣

 

 

°

[Sagitas E. Potter Blue]

Estaba tan cansada que decidí ir a los invernaderos y tumbarme entre dos surcos de tierra baldía en la que próximamente plantaríamos helechos. La tierra arada no está mal, puedes tumbarte en ella y sentir la brisa (en este caso porque las ventanas superiores estaban abiertas, que si no, ni brisa ni nada) y ver las estrellas (si era de noche, que ahora era de día y sólo se veían nubarrones de un tormentoso día de invierno [oficialmente hoy es invierno ya en España, wiiii]). No sé cuanto tiempo permanecí allá, pensando en la trifulca boba que había tenido en la tienda, delante de Annabelle y Xell que había provocado la huida de las dos.

 

-- ¿Es que no saben que Amya y yo nos queremos un montón y así demostramos nuestro amor de hermanas? -- dije en voz alta al aire. Creo que sólo las flores me oyeron, aunque no me contestaron (y menos mal o habría salido corriendo por patas como si me persiguiera el diablo. -- Qué poco nos conocen -- me quejé.

 

Seguí mirando el ambiente y hasta creo que me dormí, hasta que me dolió la espalda de estar en el suelo. Sí, la tierra removida es muy cómoda, pero leñes, donde esté un buen sofá o una buena cama..., la tierra para las gallinas y los perritos, que gustan tirarse sobre ella.

 

Me levanté y me sacudí la tierra del pelo, pero como no llegaba por detrás, así dejé la ropa. Después entré en la trastienda y desde allá accedí a la tienda.

 

-- Oye, Amya, pégame por la espalda para sacudirme la tierra, que estuve estirada en el huerto de los viveros, hem..., comprobando que la tierra estuviera apta para la próxima semillación de Hierbas del Diablo, ejem...

 

Entonces me di cuenta que estaba con Xell. Arqueé una ceja, sorprendida. Vi unas cuantas cintas de flores ensartadas en diademas para el pelo. Fruncí el ceño.

 

-- ¿Tú por aquí, sobrina? ¿Pero no habías dicho que no volvías a pisar la floristería?